Es difícil que una ciudad lo tenga todo, pero se puede decir que Palma tiene el cupo completo: sol, playa, patrimonio, cultura, ambiente cosmopolita, tradición, naturaleza, gastronomía… la capital de la isla es un lugar perfecto en el que disfrutar varios días, pero además es el centro de operaciones ideal para explorar todo lo que la isla tiene que ofrecer.
Cosas que hacer en Palma
El casco antiguo de Palma está cuajado de casonas y palacios medievales entre los que perderse curioseando en sus patios y admirando sus fachadas. El patrimonio de la ciudad te ofrece también iglesias, museos, galerías de arte y paisajes urbanos con mucho encanto. Uno de sus monumentos más destacados es la catedral, la imagen de este templo gótico junto al parque del Mar, con sus pináculos y contrafuertes, es todo un icono.
La tradición comercial de la ciudad como punto estratégico del Mediterráneo se puede vislumbrar en su pasado, en los amplios espacios de la Lonja con sus nervaduras y sus columnas en espiral; su presente, deambulando por el exclusivo paseo del Born donde encontrarás boutiques de diseño; y su tradición, que encontrarás en el mercado del Olivar, del que no puedes salir sin una buena ensaimada o el producto más famoso de la isla: la sobrasada.
Hagas lo que hagas, las playas te estarán esperando con sus arenas finas y horizontes de embeleso. La playa de Palma es enorme y al estar junto al núcleo urbano tendrás de todo a tu alcance, pero siempre te puedes alejar de la ciudad y explorar calas y playas más tranquilas y naturales.
Cómo moverse por Palma
El centro de Palma puede abarcarse perfectamente a pie, pero también dispones de autobuses urbanos para moverte por todo el término municipal y también una red de autobuses para llegar a otros puntos de la isla. Tampoco es mala idea alquilar una bicicleta y explorar la ciudad sobre dos ruedas, ¡el sol del Mediterráneo te acompaña!