El ADN, la esencia misma de la vida, ahora puede ser alterado. No solo por genetistas de Harvard y corporaciones multimillonarias, sino también por biohackers que trabajan en sus garajes.El ADN, la esencia misma de la vida, ahora puede ser alterado. No solo por genetistas de Harvard y corporaciones multimillonarias, sino también por biohackers que trabajan en sus garajes.El ADN, la esencia misma de la vida, ahora puede ser alterado. No solo por genetistas de Harvard y corporaciones multimillonarias, sino también por biohackers que trabajan en sus garajes.