Maomao regresa a sus labores como catadora mientras las novelas ganan popularidad entre la servidumbre. Jinshi, desde las sombras, parece mover hilos con intenciones misteriosas.
La reputación de Maomao en la resolución de conflictos llega a la emperatriz viuda, que le pedirá ayuda para desentrañar un misterio que no abandonará su mente.
En la cueva, Maomao descubre el secreto de Jinshi. Más tarde, urde un astuto plan para sacar de su escondite a los hombres que dispararon contra ella y Jinshi.
Tras oír a Xiaolan pedir consejo a Maomao para encontrar trabajo, Shisui las invita a una casa de baños para que Xiaolan pueda relacionarse con las mujeres del lugar.