Este dip a base de tomates y pimientos rojos es casi como si fuese una pasta para luego acompañarlo con pan, picos o regañás, como las que os enseño en las fotografías. Lo pones en el centro de la mesa como aperitivo para antes de comer y lo acompañas con una buena cerveza fría o una copita de vino y no os cuento nada el éxito.
Os dejo un pan marroquí que con esta matbucha sería un acompañamiento perfecto para mojar.
Ingredientes
(para 350 o 400 gramos de Matbucha)
1 kilo de tomates de pera maduros
250 gramos de pimiento rojo
6 cucharadas de Aceite de Oliva virgen extra
(1 de las cucharadas solo para mezclar al final con el pimentón )
3 dientes de Ajo
1/2 cucharadita de comino en grano
1/2 cucharadita de pimentón dulce
Pimentón picante (la punta de un cuchillo)
Sal
Pimienta negra molida
2 cucharaditas de vinagre
Preparación
- Los tomates se pelan, haciendo una cruz en la base con un cuchillo afilado y cuando hierva el agua se introducen los tomates en la olla, dejándolos hervir unos 2 minutos.
- Se sacan los tomates del agua hirviendo y se pelan fácilmente. Si los tomates son firmes también se pueden pelar a veces sin hervirlos previamente.
- Los pimientos rojos se ponen en el horno caliente unos cuatro o cinco minutos o se pasan por la sartén sin nada de aceite y se tapan para que la piel después se desprenda bien. Es importante que no haya pieles en esta matbucha.
- También se pueden usar los de lata que vienen asados, aunque quedan mejor los frescos y no se tarda nada, de verdad.
- Ponemos en una sartén solo 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. La sexta queda reservada para el final para mezclar los dos pimentones.
- Añadimos los 3 dientes de ajo cortados muy pequeños. Cuando los ajos estén con algo de color añadimos los tomates a la sartén. Cortados muy pequeños.
- A continuación añadimos los pimientos ya sin piel y cortados también pequeños, en brunoise.
- Dejamos a fuego suave y damos unas vueltas, al principio no hay problema pues al contener tanto líquido no se pegará ni se quemará.
- A la media hora, aproximadamente de estar en el fuego se va mezclando y revolviendo poco a poco para que no se queme a medida que vayan perdiendo el líquido. Debe quedar como si fuese una pasta y esto se consigue casi a los 60 minutos.
- Cuando la matbucha haya perdido totalmente el líquido se retira del fuego.
- Se añade: el comino en grano y en la cucharada de aceite de oliva virgen que faltaba por añadir se mezcla con el pimentón dulce y con el poquito del pimentón picante al gusto (el mío es de Marruecos y pica mucho, por eso he dicho que mi medida era la punta de un cuchillo) y se mezcla con el aceite de oliva antes de añadirlo al matbucha y que vaya bien disuelto.
- Añadimos la sal y por último cuando esté un poco templado añadimos las dos cucharaditas pequeñas de vinagre, revolvemos y mezclamos bien. Terminada.
Esta matbucha se puede comer templada o fría. Templada nos encanta. Otra cosa importante, se mantiene perfecta bien tapada en un recipiente hermético unos cuatro días en el frigorífico sin problema. Veréis qué cosa tan rica.
Sed felices y probad hacer cosas sana y ricas.
Sed felices y probad hacer cosas sana y ricas.