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viernes, 18 de septiembre de 2015

MACHO PERUANO QUE SE RESPETA

Perú, a parte de ser un país en el que escriben problemas con "V" y si les corriges, te matan, es un país con tradición de humoristas. El humor que estos practican, oscila entre la formula “Stand Up” y el contar chistes de toda la vida, con lo que el resultado  de esto, les hace asemejarse  al humor de nuestros Arévalo o Manolo de Vega en los ochenta. Por otro lado no deja de llamarme la atención el aspecto de los humoristas de este país, la mayoría de ellos son medio negros y con melenita rizada. Así luce Cachay, el más famoso de los cómicos Peruanos y así luce Carlos Vilchez, otro respetado cómico que además debuta en esta película que paso a comentarles, “Macho Peruano que se respeta”.
Se trata de la primera película a mayor gloria de este cómico y todo un éxito de masas en este país congregando a más de 200.000 espectadores en 2015. El éxito del año en Perú. 200.000 espectadores en un país como Perú, es toda una cifra.
“Macho Peruano que se respeta” sería el cine mainstream de allí. Conocemos el lado marginal de la serranía indígena con el “Cine Regional Peruano” que por otra parte, son los que tocan el género del terror como buenamente pueden, conocemos el cine de acción de ese país con “La gran sangre”, pero no dejan de ser películas minoritarias para un público prácticamente casual.
Al igual que en Republica Dominicana, la Peruana –si obviamos esas co-producciones con España más destinadas al público gafapasta español que al público de corte popular Peruano con títulos como “La teta asustada” o “No se lo digas a nadie”- es una cinematografía relativamente nueva que va evolucionando gracias a la tecnología digital que permite que países mas pobres rueden con menos medios, pero claro, no tienen ni idea de contar una historia y, mucho menos, de rodarla.
Así este gran éxito, que radica básicamente en ver a la gran pantalla a Carlos Vilchez, haciendo sus chascarrillos y cucamonas es un desbarajuste argumental carente de ritmo en el que vemos a una serie de simpáticos personajes corriendo hacia arriba y hacia abajo, pero en realidad no sabemos que es lo que está pasando. Luego, cuando uno consulta sinopsis, se da cuenta de que en realidad, no hay una historia desarrollada. Ni falta que les hace.
Cuenta como un mecánico de ciudad se pavonea con eso de ser el machito del barrio, y mientras alardea de que “un macho que se respeta” nunca se enamora, este cae en las garras de una muchachita de buen ver que le pega bastante poco. Y no hay más. A eso añadan la ingenuidad propia de las comedias latinoamericanas, que acaban siendo románticas y de lo más tontorronas, por no hablar de la blancura de su humor. Cine para todos los públicos que en Perú funciona. Punto.
Lo que me resulta curioso es comprobar, como todas estas cinematografías emergentes de la América de habla hispana, aún cambiando de país y separados por miles de kilómetros, son tan similares entre si. En cada país funciona exactamente lo mismo, el humor tonto y blanco, la verborrea fácil y ágil del cómico de turno y las subtramas amorosas imposibles.
Por lo demás, el pulso narrativo, el ritmo, la dirección y el montaje de “Macho Peruano que se respeta”, chirrían por todos lados.
Eso si, el HD le procura una bonita fotografía y apariencia de gran producción. En este caso los colores se acentúan haciéndoles vestir a los actores con los colores mas vivos posibles, lo que contrarresta con lo hechas polvo que están las calles del lugar donde se rodó.
Dirige el cotarro, Carlos Landea.
Decir, de paso, que no hay existencia alguna, ni del director, ni de los actores en Imdb. Así de emergente es la cinematografía Peruana.

lunes, 30 de abril de 2018

GEMELOS SIN CURA

Pedro Villanueva Branda, más conocido popularmente como Melcochita, es un comediante de 83 años de edad cuyo estatus y popularidad en su Perú natal sería similar a la que tuviera en España Chiquito de la Calzada.
Procedente de la corriente de cómicos ambulantes, Melcochita de hace popular por sus chistes y la manera peculiar que tenía de contarlos, así como por sus canciones, en las que mezclaba rock y salsa. Alcanza su cénit en el mundo de la televisión donde nunca desciende su fama y da el relevo a varias generaciones de cómicos sin retirarse nunca.
Lo lógico y natural es que acabara protagonizando películas como todo comediante que se precie. Sin embargo, no es Perú un país que tuviese facilidades a la hora de hacer cine por el caro coste de las producciones… hasta la era del vídeo y las cinematografías emergentes de los países latinos.
Ahora, en esta última década, con la llegada del HD, el 4K y demás mandanga digital, es hora de hacer esas películas que debían haber hecho estos cómicos en su momento. Como muestra, les remito a la reseña de “Macho Peruano que se respeta” al servicio del humorista Carlos Vilchez, dirigida, al igual que esta, por el realizador Carlos Landeo.
Pero el caso de “Gemelos sin cura” tiene más miga que aquella, aunque solo sea porque es la primera vez que un señor con una carrera de más de 60 años tiene la oportunidad de protagonizar su primera película.
“Gemelos sin cura” cuenta la típica historia de individuo fuera de su hábitat e intercambio de personalidades. Todo más visto que el tebeo, al menos en Europa.
Dos hermanos gemelos muy distintos, uno cura, el otro un buscavidas, acaban intercambiándose en el momento en el que, por una serie de trapicheos, al segundo le persiguen unos mafiosos. Ante la situación, el hermano cura le cederá la sotana mientras la cosa se soluciona. Por regla de tres, el hombre de dios, convertido ahora en buscavidas, se las tendrá que ver en las cantinas con borrachos y gente de mal vivir, mientras que el buscavidas tendrá que dar las misas, o peor aún ¡practicar exorcismos! Naturalmente, todo acabará bien para ambos.
La película tiene la ingenuidad y el cutrerío propio de las cinematografías emergentes, si bien los peruanos, con más de 10 años de tradición "do it yourself " gracias al cine regional sacan ventaja a otros países vecinos, por lo que, curiosamente, y a pesar de sus casi dos horas de duración “Gemelos sin cura” va bastante bien de ritmo, y como toda comedia tontorrona, independientemente del país del que provenga, se deja ver estupendamente.
Por otro lado, junto a Melcochita, tenemos en el reparto a otro viejo conocido del humor peruano que ya tardaba en hacer cine: Cachay. Mientras esperamos la que será su gran puesta de largo, podemos verle aquí en un suculento secundario dando vida a un mafioso de tercera.
Por supuesto, ni el director Carlos Landea, ni la película, tienen su respectiva ficha en imdb ¡Qué se le va a hacer!

domingo, 18 de septiembre de 2011

LAGRIMAS DE MADRE Y EL SUFRIMIENTO DE UNA HIJA

A punto he estado de no escribir esta reseña, porque a fin de cuentas, voy a decir lo mismo que de las otras películas peruanas que llevo vistas. O sea, que me ha encantado.
La historia es la de siempre. Una madre muy enferma, con un hijo borracho, que tras morir esta se vuelve bueno, pero ya es demasiado tarde para enmendar las cosas. Ok, lo habitual en esta “Saga de los sufrimientos”. La novedad está, en que aquí se introduce, además, una hija adolescente que hace las veces de figura cabal dentro de la historia, y que por supuesto, es violada, golpeada y vilipendiada.
A eso, esta vez hay que añadirle un fuerte componente religioso. Los protagonistas, después de tanta desgracia, acaban convirtiéndose, con la ayuda de un pastor, al catolicismo más diabólico. Da igual lo que hayan sufrido, si al final quedas en Paz con Dios. Lo raro, es que esta actitud que tanto va con las gentes del Perú, hasta ahora solo se haya manifestado en esta película.
Increíble el cenit de la película, con una secuencia de entierro, acompañado de llantos de las féminas de la familia que ha perdido una madre, de más de diez minutos de duración.
Detecto, en este visionado, cierto saber hacer en las labores de edición, y ciertas maneras del cine más pedante, artístico y con contenido social, aunque su director, tan solo intentaba hacer una película al uso, y al servicio de los gustos de las buenas gentes de los Andes.
Bien, entretenida, con las consabidas dosis de humor involuntario, que a fuerza de acostumbrarse a este tipo de cine, ya no resulta ser tanto el humor, y como viene siendo habitual, no defrauda.
¡Que viva el cine peruano de provincias!

martes, 11 de junio de 2013

EXTRAÑAS CRIATURAS

Considerada por los expertos como la peor película de la historia (ya le quitaron el trono a “Plan 9 from outer space”, mira por dónde…) y con el delirante título original de “The incredibly strange creatures who stopped living and became mixed - up zombies” que en castellano vendría a ser algo así como “Las increíblemente extrañas criaturas que pararon de vivir y se tornaron zombis” es, efectivamente, no la peor, pero quizás si una de las peores que he visto, cuyo primordial ingrediente es el que tirará para atrás a los amantes del “cine tan malo que es bueno”: Que es aburrida de pelotas, lo que a mi modo de ver, es lo que tiene que ser una película para llevarse tal título, porque, por ejemplo, “Plan 9 from outer space”, con todo su despropósito y desmadre, al final está entretenida. No tiene ningún mérito enfrentarse a ella. Ahora, esta que nos ocupa, aún habiendo sido vendida como película “Mala pero buena”, hace falta tener dos huevos bien gordos para verla del tirón. ¿El cine Peruano? Al final te ríes. ¿”Extrañas criaturas”? Tan solo dos momentos. El resto es soporífero.
Cuenta la historia de una gitana que lee las manos, y que echa ácido en la cara, convirtiendo a quienes lo reciben en monstruos que tiene encerrados en una habitación. Por otro lado, tenemos a un joven macarrilla que en una feria, en una barraca de actuaciones, conocerá a una gitana que le hipnotizará, y esto le hará acabar cuchillo en mano con todo aquel que se ponga a su paso.
La película, quitando un par de momentos de humor involuntario que no justifican el visionado completo, al desarrollarse en ambientes cabareteros y circenses donde el protagonista se adentra, acaba convertida en una sucesión de ACTUACIONES COMPLETAS  de señoritas vedettes de los años sesenta que parece no terminar.
Digamos que, de la hora y media que dura, una hora larga está dedicada a estas actuaciones.
Por lo demás, un par de diálogos tontos, un par de desenfoques chabacanos y las criaturas que pararon de vivir y se tornaron zombis que aparecen diez minutos antes de finalizar la película, para desaparecer a los dos minutos de haber hecho acto de presencia.
Una mala película que serviría, digo yo, para rellenar programación en algún desquiciado auto cine y que nos han vendido la moto de que de lo mala que es resulta buena, cuando en realidad no vale ni para darle de comer a los chacales.
Y visto lo visto, no me creo el título original, tan rebuscado y complaciente. Se lo pondrían a posteriori. Aquí lo acortaron mucho para un pase doblado al castellano que le dieron a la película en el extinto programa de t.v. “Noche de lobos”, dónde Juan Luis Goas no era capaz de recordarlo completo.
Supongo que para saciar la curiosidad del cinéfilo más exótico está bien, pero a mí me pilla ya muy curtido, como para verle algo.
El director de esto es Ray Dennis Steckler, cuya filmografía deambula entre el porno y la mamarrachada, firmando cada vez con un seudónimo distinto.
Es un clásico, pero no recomiendo su visionado.

viernes, 27 de diciembre de 2019

UKAMAU Y KÉ

Una de las cosas que me resultan apasionantes del Hip-Hop es como esta cultura se mete en cualquier rincón del mundo, hasta en el más recóndito. Nadie sería capaz de pensar que pudieran existir raperos en la serranía de Sudamérica, en los Andes. También es fascinante como cada cual toma este movimiento como le viene en gana y acaba haciendo de él una cosa totalmente individualista que, en esencia, se aleja millones de kilómetros de la esencia original. Aunque en el fondo tiene la coherencia de que el rap es la música universal, en el sentido de que se hace música con lo que hay, y sin necesidad de ser músicos o tener nociones musicales.
Al margen, más fascinante resulta el hecho de que en estos lugares apartados del mundo se haga un cine subterráneo y emergente (mucho hemos hablado ya del cine regional peruano o de la comedia dominicana, en las antípodas una cinematografía de otra) y, más todavía, que el HD y el 4K llegue a esos parajes y se facturen películas —en este caso un documental— con acabados muy decentes.
Entonces, como resultado de todo esto aquí tenemos “Ukamau y ké”, documental dirigido por Andrés Ramirez, un rapero ecuatoriano que decidió contarnos la vida del boliviano, oriundo de la región de La Paz, Abrahám Bojórquez. Bojórquez es uno de los pioneros del rap andino y, probablemente, una de las pocas personas que se atrevió a rapear en dialecto aimara. Este rapero, cuyo grupo Ukamau y ké sirve para dar título al  documental del que ahora hablamos, con su rap arcaico y ejecutado torpemente (consecuencia más de la situación geográfica de su artífice que de la posible falta de talento ¿Cuáles serían las referencias de Bojórquez allá en la montaña? ¿Qué rap escuchaba?), innovó en Bolivia y en Ecuador gracias a un discurso consciente y politizado. Un activismo a través de la música que convirtió a este rapero en un gurú en su comarca.
Claro que, como toda leyenda del rap que se precie, Bojórquez fue asesinado en extrañas circunstancias, no se sabe si en consecuencia de su activismo o por un asalto de tantos que ocurren en aquellos parajes. Bien, pues el documental especula sobre este asesinato de manera somera, porque lo que de verdad intenta es mostrarnos la vida de un muchacho que cumplió su sueño (un sueño de tercera categoría ya que, como comprenderán, en los Andes bolivianos, no hay lugar para el dinero y los lujos). Las circunstancias en las que murió no están muy claras y tampoco parece que por aquella zona se le de mucha importancia a uno o dos asesinatos más al día.
Así, a base de entrevistas a personas cercanas al rapero, y material casero perteneciente al propio Ramírez, más lo que recopilase por el camino, se construye este curioso documental, fluido, interesante por exótico y hasta en algún momento emotivo que, como propuesta emergente, me parece de lo más refrescante en la medida que nos ofrece un mundo que es totalmente desconocido para el europeo medio como es el del  rap andino y el nivel de compromiso de esta gente con según que causas. Porque con “Ukamau y ké” aprendes y descubres, que no es poco, yo creo que merece la pena echar un vistazo al documental. También está entretenido y, vaya, que está curiosa la cosa.

lunes, 4 de marzo de 2019

COME UNDER MY SPELL

“Come under my spell” es un pornete francamente divertido que se adscribe a la sex comedy sin ningún temor.
Una película que, por un lado, se vanagloria de su racismo,  y que, por otro, de pura ingenuidad acaba siendo completamente amoral ya que, básicamente, lo que aquí se nos cuenta, es como un individuo practica violaciones alegremente y sin consecuencias.
Dos estudiantes se hacen amigos. Uno de ellos es inmigrante latino que le confiesa al caucásico que sus únicas relaciones sexuales han sido con gallinas y ovejas. Durante un encuentro con dos jóvenes calientes y pizpiretas, estas, por mera xenofobia, rechazan al latino acostándose las dos con el joven blanco.
Consternado por el poco sexo que tiene su amigo, el chico caucasico pasa por una librería y compra un libro que trata sobre la hipnosis sexual y se lo regala a su amigo inmigrante. Este lo lee y se lo empolla. Pronto le tendremos usando la hipnosis para follarse a tantas mujeres como se le pongan por delante, cosa que su amigo americano también aprovechará.
Esta es la premisa que se usa para rodar todas las combinaciones posibles entre estos dos y todo el casting femenino, ya sean tríos, parejas, cuartetos o una orgía con mogollón de gente en una boda. Por no dejar de haber combinaciones, hay hasta una divertida escena de masturbación; el chico latino tiene una vagina de látex que usa mientras estudia las páginas de un libro, para acto seguido ¡eyacular en el interior de una lata de Fanta de naranja que se está bebiendo! El humor es una constante en este porno, así como la guarrindonguería y la escatología ¿Qué ofrece nuevo? En el porno cosas originales, como una escena de sexo con una chica con menstruación o, más repugnante todavía, una escena de sexo con una chica afectada de herpes. En la comedia ofrece chistes de lo más tontos acerca de follar con animales o la nacionalidad de nuestro protagonista, Fernando Fortes, así como descuidos de gran envergadura; en un momento del film la cámara se mueve siguiendo a uno de nuestros protagonistas y podemos ver claramente al señor que sujeta la pértiga sentado, mirando a cámara. Risas aseguradas.
Fernando Fortes resultó ser un actor accidental, pero le echó ganas a los polvos y salió airoso. En realidad se trataba del  director de fotografía habitual del director Carlos Tobalina (Troy Benny es el nombre con el que se le acredita aquí) que harto de filmar polvos le preguntó al director si podía salir follando en las películas. Como no estaba demasiado mal dotado y respondía a los estímulos eróticos, daba igual que fuera un actor nefasto; Tobalina comenzó a utilizarlo como actor en sus películas llegando a compartir plano con el mismísimo John Holmes. Así, rodó como actor hasta seis películas. Su filmografía tras las cámaras es un poco más extensa.        
Su compañero americano, Blair Harrys, con una pinta de niñato universitario que asustaba, llegó a rodar más de 140 películas porno de 1976 a 1989. Del mogollón de películas en las cuales participó, llegó a canturrear en “Private Moments” y dicen, que el personaje de Dirk Diggler que interpretó Mark Wahlberg en “Boogie Nights” está inspirado en él.
Por otro lado, también aparece en algún film fuera del porno, como pueda ser, por ejemplo “10, La mujer perfecta”.
Carlos Tobalina, director de esta excentricidad, sin embargo tiene una historia interesante. Inmigrante Peruano, a mediados de los años 50 se establece en los EUA y se pone a trabajar en un concesionario y en una emisora de radio de habla hispana. Esto le sirve para ahorrar y fundar así su productora cinematográfica C. Tobalina productions. A finales de los 60 se plantea seriamente el dedicarse a hacer cine para adultos consciente de que es un nicho que le puede dejar un buen dinero. Fue medrando en la industria y decidió convertirse en exhibidor, abriendo su propia sala de cine X donde además estrenaría sus propias películas. A esta sala le llamó Mayan Theather. Ganó dinero, abrió más salas, y en los setenta tuvo los pertinentes problemas con las autoridades competentes por producir y distribuir pornografía.
Tobalina dirigió porno durante casi 20 años, dejándolo en 1987 dos años antes de morir. Tristemente, su final no fue debido a causas naturales; Tobalina, tenía diagnosticado un cáncer  de hígado muy potente y sin solución que iba a acabar con él en poco tiempo, así que antes de sufrir la enfermedad, decidió suicidarse volándose los sesos con un revolver.
Carlos Tobalina, no pasará a la historia del porno como tantos otros, ni tan siquiera se le recuerda o reivindica, pero le dio al porno un toquecito bizarro y humorístico que le hacía destacar por encima de otros directores coetáneos.
“Come under my spell”, posiblemente sea uno de sus títulos más populares y divertidos. Yo me he echado unas buenas risas, desde luego. Y salen buenas jamelgos setenteras de poblados felpuders, así que, si les gusta tocarse, no es mala película.

lunes, 29 de junio de 2009

LA OTRA NOCHE DE CINE INCONEXO

Que a los integrantes de este blog nos gusta ver películas, es un hecho demostrado. Y que tenemos especial simpatía por un cine tirando más hacia chusquero, pues también. Por eso mismo este pasado fin de semana, y aprovechando una fugaz pero intensa reunión de los tres en la capital, sometimos nuestros cerebros y retinas a un bombardeo constante de peliculismo rancio. De la notable cantidad de títulos elegidos, algunos resultaron mejores, otros peores, algunos los vimos enteros, otros no. Permítanme pues narrarles la hazaña a grandes rasgos...

LAS QUE VIMOS ENTERAS:
"Juanito, el huerfanito"- Megadramón de origen Peruano que Víctor ya había visto. Sí, lo crean o no, ¡¡¡él repetía!!!. Rodado en vídeo, con evidente ultra-pobreza de medios (aunque un pelín menos cochambrosa que "Jarjacha, el demonio del incesto"), esta historia del niño más gafe de la historia nos arrancó lágrimas, sí, pero de risa y/o bostezos. Dura, dura, dura.
"Rocky Carambola"- Lo crean o no, esta resultó ser la mejor de la noche, y del finde entero. Cutre, sí, burra, también, ridícula, mucho... pero divertida y con un ritmo notable. Las aventurillas de Torrebruno, su peluquín y el mono obsesionado en quitárselo en un decadente ambiente circense. Entrañable y descojonable.
"Las aventuras de Enrique y Ana"- Esta tampoco está nada mal. Simpática y, a su vez, extraña, la peli viene repleta de detalles ridículamente inquietantes. Destacan un joven, histriónico y hostiable Achero Mañas (vamos, que no ha cambiado nada con los años), los efectos especiales futuristas, el aspecto verdoso de los malos y, por supuesto, las canciones del dúo protagonista, mejores de lo que parecían en su momento. Nostalgia pura.
"La noche del ejecutor"- Paul Naschy delante y detrás de la cámara, plagiando sin vergüenza ni decoro a Charles Bronson como "Paul Kersey" (y un poco a "Impacto Súbito") pero a lo exageradamente ridículo. Un médico, que ha perdido la mujer, la hija y la lengua (!) en manos de una caricaturesca panda de gamberros mega-malos con pinta de zombies se convierte en justiciero. Risas y despiporre para esta cosilla medianamente entretenida.

LAS QUE NO:
"El violador violado"- Terrible producción Española supuestamente divertida, no soporté ni 10 min. Víctor, el hombre del estómago de acero, sí.
"Loca por el circo"- Estancados en la nostalgia provocada por las aventuras de Torrebruno y Enrique and Ana, nos pusimos a ver este vehículo para Teresa Rabal. En realidad, lo de que sea cine pa niños es la tapadera, ya que nos encontramos ante un puto culebrón venezolano aburridísimo. Ni la mítica "Veo, veo" logró evitar que le diéramos al stop del mando.
"La biblia en pasta"- A Víctor le mola mucho... a mi me pareció un buen envoltorio para un contenido ya no vacío, sino NADA divertido. Supongo que el hecho de que no me guste la comedia cañí hizo mucho por empujarme a los bostezos.
"Dr.Jekyll y el Hombre Lobo"- Otro rollete made in Naschy. Descojonable en su esencia (Jacinto con look de "Mr.Hyde" ligando sin problemas es de infarto) pero aburrida en su todo. El avance rápido ganó la partida.

Al final, por ser el más efectivo, es Torrebruno quien se lleva la medalla de honor... por ese motivo su peli ha terminado siendo la imagen ilustrativa de este post.

miércoles, 6 de marzo de 2013

INTERVIEW: PETE TOMBS

Decidido a darle continuidad a la sección de entrevistas, y teniendo en cuenta lo mucho que nos gusta el cine exótico, una de las personas que más me interesaba entrevistar, ha tenido la gentileza de concedernos una interesante entrevista para este humilde blog. Uno de los referentes literarios a la hora de consultar sobre películas Pakistaníes, Turcas, mexicanas… y es que de esto sabe un rato, prueba de ello son sus dos libros, el inédito en nuestro país “Inmoral tales” o el imprescindible “Mondo Macabro”, que, supongo, todos los que leéis este blog, conoceréis de sobras. Por si eso fuera poco, “Mondo Macabro” es un sello de distribución de dvd cuyo catalogo es toda una declaración de principios, y también es el nombre de una serie de televisión que analiza estas cinematografías.
Nuestro entrevistado también es productor de cine exótico, valga como prueba la pakistaní “Hell´s Ground” así como la dirección de diversos documentales sobre el tema.
Aquí les dejo con lo que nos contó este investigador del cine más ignoto y extraño… Mr. Pete Tombs.


 ¿Cuándo eres consciente de que existe un tipo distinto de cine al que se hace en los grandes estudios

 Fui muy afortunado. Creciendo en el Reino Unido  cuando aún se pasaban películas extranjeras en televisión, y pronto le cogí el gustillo a aquellas películas que no “venían de Hollywood”. Cosas tan diversas como “Antonia das Mortes” y “Morgiana” eran programadas en la televisión del Reino Unido y me abrieron los ojos sobre lo que estaba ocurriendo ahí fuera. Luego, en los cines de barrio de Londres llegué a ver las películas de Paul Naschy, Jess Franco, la saga de los templarios - sobre las que yo no sabía nada, únicamente que eran diferentes y, por tanto, interesantes. Luego vinieron los primeros días del vídeo club, debido a que fue recibido como una amenaza de cara a la distribución en salas de cine, ninguna de las grandes compañías explotaban sus películas en vídeo, así que fueron primero las películas baratas y de serie B las que ocuparon ese vacío. De ahí viene todo aquél pánico de los “Vídeo Nastys” en el Reino Unido. Fue una gran oportunidad para ponerse al día con aquellas extrañas películas antiguas que nos habíamos perdido la primera vez y para entonces supongo que había desarrollado un gusto por ellas.


¿Qué película es la que te motiva a indagar es estas cinematografías exóticas?

Te contesto en la pregunta  anterior.


¿Por qué crees que el terror es el género mayoritario dentro del cine más marginal?

Supongo porque con el terror hay pocas reglas, excepto que tienes que impresionar y sorprender al espectador. Y si bien esto puede llegar a ser tedioso (demasiado gore, etc…), a menudo significa que se han esforzado en crear una atmósfera sugestiva, donde cualquier cosa puede suceder. Las películas de terror suelen ser la carta de presentación de nuevos escritores y directores que no disponen de mucho presupuesto, y por lo tanto tienen que trabajar más duro para conseguir lo que quieren en la pantalla lo que llama a la ingenuidad del cineasta. Así que es un buen campo de pruebas.

¿No crees que se tiende a exagerar el atractivo de este tipo de películas? Sobretodo el cine turco o asiático en general.

Constantemente me sorprendo por las cosas que me encuentro en las viejas películas turcas de género. En el mejor de los casos son tan viscerales y extremas, que rompen la cuarta pared y parece que nos agarran por la garganta. Estoy de acuerdo en que a veces existe, entre los admiradores de estas películas, cierta tendencia a alabar sus virtudes y a ser ciego ante sus defectos. Sin embargo, creo que eso no es diferente a la pasión de los hinchas de fútbol a la hora de defender el honor de su equipo, sin importar cuantos malos partidos juega.
Con las películas asiáticas, tal vez es un poco diferente. Hay una especie de elitismo cultural en torno a cuando la gente elogia algo en películas coreanas (por ejemplo) que rechazarían en películas similares rodadas en su propio país, únicamente porque están respondiendo al "exotismo" de esas producciones extranjeras. Hoy día cualquier cineasta tiene acceso a cualquier película del resto del mundo, de un modo que antes no pasaba. Así que las cosas tienden a ser más homogéneas. Tienes que volver a los 70 y 80 para encontrar películas más “puras” en el sentido de que los cineastas no están influenciados por algo que  han visto en la película de otro. Están más influenciados por la "vida".

¿Crees que todas estas cinematografías exóticas pierden su esencia cuando dejan de ser inocentes y aprenden (o intentan) a hacer pelis como las de Hollywood?

Me remito a la anterior pregunta. Sí, estoy de acuerdo. Ocurrió con el cine indio cuando se volvió sofisticado y destinado a  las clases medias. Mira la diferencia entre “Don” de 1978 y el remake con Shahrukh Khan.

¿Conoces la película “The Room” de Tommy Wiseau? ¿Qué opinión te merece? ¿Sería una película exótica?

Sí, la conozco. No es una película de la que tenga mucho que decir. Creo que pertenecería más a la categoría de "tan mala que es buena". Pero yo realmente no me suscribo a ese modo de ver el cine.

Últimamente me atraen mucho cinematografías como la Peruana ( El cinerural Peruano) con títulos como “El Tunche” o “Condenado en la pequeña Roma” o aquí en España el cine Evangelista Gitano con películas como “Mis quejas haciaDios” o “El tormento de la separación”. ¿Conoces algo de estas cinematografías?


He visto algunas películas peruanas del género que mencionas. Me parecieron interesantes, hechas muy pobremente en vídeo y difícil de verles el sentido. Pero puedo ver que ahí fuera existe un área de interés, sin duda. Uno de los muchos puntos de interés en el cine, es que puede mostrarnos un mundo del que sabemos muy poco, y estas películas son una ventana a diferentes mitologías y lugares que no han sido sobreexplotadas cinematográficamente. Pero sospecho que estas películas están hechas por personas que tienen un amplio conocimiento del cine de terror de todo el mundo, por lo que no es "ingenuo" con respecto a otras cinematografías de las que hemos hablado, como el cine “pop” turco, por ejemplo.

Estas cinematografías son similares a la nigeriana, “Nollywood”. ¿No te parece la cinematografía actual más honesta e ingenua?

Sí, hay una similitud. Pero creo que las películas de vídeo africanas, por razones históricas y culturales, se dan en un entorno muy diferente con respecto al de los Peruanos. Por ejemplo, hay un enorme mercado para las películas nigerianas, por lo que en gran medida son "mainstream".

Creemos que en un futuro todas las cinematografías terminarán alcanzando un nivel de producción estándar. ¿Cual crees que será el último país en hacer este tipo de cine de baja calidad pero muy honesto y sincero? ¿La última cinematografía exótica?

Sí, como he tratado en las respuestas a las preguntas anteriores. Es muy difícil ahora para los cineastas no ser influenciados por otros cineastas. Sé que cuando empecé a ver películas de vídeo africanas (tal vez a mediados de la década de lo 90) estaba esperando encontrar una especie de genio salvaje y original, como Mojica Marins de Brasil. Pero no lo hice. Las películas eran interesantes por sus escenarios exóticos y temas y las diferentes situaciones sociales y morales que retrata. Pero no eran cinematográficamente interesantes en la forma que Mojica Marins sí era. Ese tipo de originalidad era rara entonces y lo es aún más hoy en día, me temo, cuando todo el mundo está buscando otra versión de lo mismo que tuvo éxito el año pasado.
Una de las cinematografías mas interesantes de las que me he topado, y que conozco muy poco, son los llamados "Home Vídeos" hechos en México en los años 80 y 90 (y que todavía se hacen, aunque hoy día son en su mayoría "películas Narco", sobre las guerras de traficantes), rodados con celuloide (16 mm en su mayor parte), destinados originalmente a los videoclubes de habla hispana. Algunos son realmente salvajes y fascinantes. Podría mencionar “El violador Infernal”, “Intrépidos Punks” (ndt: ambas reseñadas en “Malas pero divertidas”), “Siete En La Mira”, películas concebidas únicamente para impactar y entretener. Creo que con esos objetivos siempre van a producir algo de interés, y para que esto ocurra, es necesario que estas películas vengan de países dónde la diferencia entre  ricos y pobres es muy grande.
Por todas estas razones creo, que tal vez,  Pakistán DEBE ser uno de los últimos reductos de la especie de exotismo del  que estamos hablando. Pero es un país donde te pueden pegar un tiro por herir la sensibilidad de alguien, así que entiendo perfectamente que el cine no sea una prioridad en la agenda de nadie.

¿Qué opinas de productoras como “Tom Cat films” que explotan las carencias (con intenciones estéticas), incluso teniendo recursos y aptitudes para hacer películas más convencionales?

Supongo que hay un mercado para lo que hacen. Yo no las encuentro ni entretenidas ni interesantes. Creo que a la hora de hacer películas siempre hay que "disparar a la luna", es decir, llegar tan alto como se pueda. Fracasar en el intento es parte del precio que se paga, pero el esfuerzo que conlleva es lo que hace que la película sea interesante de ver. Los productos de baja estofa hechos deliberadamente son una consecuencia de la economía de mercado y deberían ser evitados por la mayoría de los cineastas (y por la audiencia).

Tu libro “Mondo Macabro” se editó en España, sin embargo, tu libro junto a Cathal Tohill, “Inmoral Tales”, que habla de cine Europeo, no. ¿Por qué?

La versión en español de “Mondo Macabro” se hizo un año para el Festival de Sitges como proyecto especial. Fue una buena oportunidad de obtener una versión a todo color del libro por ahí (y de tener un capítulo actualizado sobre Pakistán que no estaba en la edición en inglés). Nadie me ha pedido que haga lo mismo con “Inmoral Tales”. Pero ¡estamos abiertos a ofertas!

¿Tienes algún proyecto editorial en mente?

Ahora prefiero escribir ficción. ¡No hay tantos datos que verificar!


Tus cinco películas favoritas y cinco que no te gusten

Mi lista de favoritas varía cada semana. No me gusta despreciar el trabajo de otros. Si no me gusta, ¿qué mas dará?, estoy seguro de que muchos otros sí lo despreciarán. Hacer una película, cualquier película,  conlleva tal esfuerzo que felicito a todo aquel que es capaz de lograrlo.

Cinco directores que te gusten y cinco que no te gusten

¡Mira la respuesta anterior!


¿Algo que añadir? ¿Quieres decirles algo a los lectores de “AQUÍ VALE TODO”?

  Continuad viendo películas…





jueves, 28 de julio de 2011

SUFRIMIENTO DE UN PADRE

Lo mío con este tipo de productos es de juzgado de guardia. Siento absoluta debilidad por las películas andinas. Me quedo embobado ante tanta pobreza, y a la vez, tantas ganas de hacer cosas. A poco que indaguemos, nos daremos cuenta de que Perú es un filón a explotar, el sumun del cine del tercer mundo. Olvídense de la mierda del Bollywood e incluso del Nollywood Nigeriano, en el cual me quiero sumergir en cuanto pueda. Los peruanos de montaña, con todas sus limitaciones, tanto técnicas como físicas e incluso intelectuales, son genuinos y auténticos.
Tocan todos los palos, pero en el género que son absolutos maestros, es el drama. También es mi género Peruano favorito.
Bien, pues hay una especie de saga no oficial, en la que miembros de una familia sufren mucho. Cada película lleva la palabra “Sufrimiento” en el título. Las iré reseñando regularmente por aquí.
SUFRIMIENTO DE UN PADRE, cuenta la historia de un hombre que para sacar adelante a su familia tiene que pluriemplearse en los más mugrientos trabajos. Trabajos estos en los que, además, por ser un poco zoquete, le engañan. ¿Qué se dedica a limpiar botas? Pues no le pagan. ¿Qué empuja un carro? Le dejan tirado.
Para colmo de males, como esposa tiene una malvada mujer a la que lo único que le interesa es el dinero (vamos, como a todas las esposas…) y que siempre le parece poco lo que su marido trae a casa. Tiene un hijo contestón y mal educado que niega a su padre y además no estudia y va para delincuente. Y una hija que se ha quedado embarazada y no quiere abortar, porque piensa que se puede morir en el proceso. Con todo esto debe lidiar nuestro sufrido protagonista, hasta que las cosas se tornan catastróficas y todos se dan cuenta de lo mucho que sufría ese hombre… cuando ya es demasiado tarde.
Vamos, como JUANITO EL HUERFANITO, pero en mayor.
Mini-DV en ristre, programas de edición básicos para P.C´s, y el viento y la mala dicción impidiendo que podamos escuchar los diálogos ¡Qué maravilla!
Tosca, brusca, mal rodada y montada como si fuese un vídeo de boda, la baza fuerte la tienen los actores, gente rural con afición en realidad, a los cuales no hay manera de comprender una sola palabra de lo que dicen. Y no, no están hablando jerga o dialecto alguno. Lo mejor de todo es que, a pesar de este desastre, consigo ver la película sin darle ni una vez al avance rápido, porque como yo esperaba (y contra todos los pronósticos de ustedes), ¡está entretenida de cojones!
Rodada en Ayacucho, una de las regiones andinas más cinéfilas de todo el Perú, y lugar del que salen algunos de los videoastas más famosos de los Andes, como este Elmer Joselito Mejía Tantalean, que es también el director de LAGRIMAS Y CARCAJADAS.
Una obra maestra.
Y por supuesto, no puedo dejar de hablar del cartel, no ya por la expresión de los actores, si no por el “Todo vale” imperante en la carátula: Para empezar, el mercado del DVD andino es piratón, funciona a base de dvd-r y fotocopia en color, vendiendo en mercadillos y paradas en las esquinas. Como el Top manta, pero con producto exclusivo. Eso no les impide -observen la carátula- asegurar que la película se rodó en alta definición, que la distribuye nada mas y nada menos que Metro Goldwyn Mayer, y que el disco es DVD, pero también Blu Ray (¿??), cuando la verdad es que la calidad de la imagen es pésima, cercana a lo inmundo, que no tiene distribuidora alguna (ni sale en imdb), y que obviamente, no es Blu Ray. Vaya manera de mentir a los posibles compradores. Aunque yo, siendo tan listo y sin caer en el engaño, la compraría al precio que fuese…

martes, 6 de marzo de 2012

PACTO DE SANGRE

Ayer noche me apetecía mucho meterme vía intravenosa una peli de terror de los 80, de esas que ni eran demasiado chusqueras ni demasiado lujosas, y que incluyera en su reparto actoril o técnico un nombre clásico y respetado de la década. Y entonces, vi la luz: "Pacto de sangre". El problema es que, por alguna extraña razón (mi vida está repleta de extrañas razones), el vídeo no me la reproducía correctamente. ¿Qué hacer?, ¡canastos!, para algo tengo dos vídeos más en reserva, tal vez funcione en uno de ellos. Cogí la silla, subí, abrí el armario y rescaté el vídeo negro que reposaba en los estantes. Lo instalé. Probé y funcionó. ¡¡Bieeeen!!, ahora ya puedo ver "Pacto de sangre". Coño, pues ya que puedo verla, la ripeo también y la paso a DVD. Así que agarré el euroconector y enchufé el vídeo al grabador. Le di al play y al rec y, ¡¡ea!!, a disfrutarrrr.
¿Que por qué les cuento todo esto?, pues porque mucho me temo que esa será la parte más interesante y entretenida de esta reseña. Y porque, ¡joder!, mola un huevo ser coleccionista/devoto/enfermo del vídeo, ya sea VHS o Beta, y en ocasiones es más diver el proceso de ver una peli, o el costroso look de esta, que la peli misma (especialmente si hablamos de "Pacto de sangre").
Ayer no fue la primera vez que la consumía, ni mucho menos. En la época de su estreno acudí emocionado al cine que entonces tantas horas de entretenimiento me aportaba, el "Continental". Y digo que fui emocionado porque "Pacto de sangre" se anunciaba como el debut en la dirección de todo un astro de los efectos especiales, el legendario y ya fallecido Stan Winston, papá de "Aliens", "Terminators" y "Parques Jurásicos", entre muchas otras criaturas. Encima, el monstruo de "Pacto de sangre" molaba mil según las fotos que había visto en "Mad Movies" y, bueno, todo se prometía mogollón de geniales.
Y no. La experiencia fue altamente decepcionante. El punto más flojo probablemente sea la historia que nos cuenta, previsible, lineal y aburrida, sobre un padre que pierde a su repelentillo hijo en manos de una panda de irresponsables adolescentes, por lo que invoca al bichejo de marras para que acometa venganza. Luego se arrepentirá de sus actos e intentará detenerle. Este responde al nombre de "Pumpkinhead", "Cabeza de Calabaza", que es como se titula el film en su versión original. Lo gracioso es que, según el doblaje español lo llaman "El Cabezón". Imagínense por un momento que el film hubiera llegado a España con el título traducido literalmente según nuestros expertos... ¿¿acudirían al cine a ver un film de terror no mexicano ni peruano titulado "El Cabezón"??. ¡Hilarante!.

Stan Winston demostró, una vez más, ser un maestro con eso de juntar látex y dar forma a un ser vivo, pero en cuestiones direccioniles y narrativas, el muchacho no andaba nada puesto. "Pacto de sangre" luce muy bien a un nivel, digamos, plástico. Toda la parte de la bruja, su cabaña, el montículo con el cuerpo del monstruo, etc, está muy bien, es muy bonito visualmente y estupendamente diseñado... pero el film carece de garra, de ritmo, de vida... es totalmente plano o, lo que es lo mismo, considerablemente plomizo... especialmente la última media hora, que se hace eterna. Y la sensación final que te deja es raruna, porque tiene todos los ingredientes para ser un film ochentero que funciona y, sin embargo, no lo hace. O no lo hace PA MI, porque "Pacto de sangre" dio el dinero suficiente -supongo que donde más sería en el mercado del vídeo- para parir varias secuelas, todas tardías, todas horripilantes y todas muy olvidables.
El prota no es otro que Lance Henriksen, que cuando no pone cara de palo, sobreactúa absurdamente (pero mola). Le siguen muy de cerca el entrañable George "Buck" Flower y Jeff East (el Superman adolescente del film de Richard Donner). Stan Winston volvería a probarlo como director en la escalofriante "Gnomo Cop" y con dos cortos de peso, el "Ghost" con Michael Jackson y la peli-atracción "Terminator 2 - 3D: Battle Across Time" junto a James Cameron y John Bruno. Luego lo dejó (¡ya tardaba!). Que curiosa trayectoria.
En definitiva, "Pacto de sangre" fue una oportunidad perdida. A pesar de ello, acabó generando incluso merchandising del monstruo, lógico si tenemos en cuenta que, esencialmente, es lo único realmente salvable de todo el pitote.

NOTA: Junto a la caratula original de mi VHS (ya en la sección de ventas), les dejo un simpático cartel que he rescatado de las páginas de "Mad Movies", sección "Próximos rodajes". Imagino que para entonces el film andaba en pre-producción y el look del bicho no estaba definido... pero hubiera molado que fuese como el que sale ahí dibujado, ¿que no?.

viernes, 7 de septiembre de 2018

SIN VAGINA, ME MARGINAN

Dentro de la industria Peruana, que emerge cual Ave Fenix al igual que todas las cinematografías latino-americanas que facturan películas como churros gracias a los avances de la tecnología digital, y lejos de las muestras más underground provenientes de zonas de la serranía peruana, surge, muy hija de su tiempo, una película que ha causado cierto impacto y polémica en el mundo de las redes sociales. Rodada con un teléfono móvil —un buen teléfono móvil— y poco más de 4000 euros de presupuesto, sale a la palestra esta “Sin vagina, me marginan”.
Se trata de la propuesta de Wesley Verástegui, economista de profesión, fan de Pedro Almodóvar, que siendo guionista desde bien joven y habiendo tonteado con la escritura durante muchos años, decide liarse la manta a la cabeza y financiarse esta película. Nada nuevo lo de los bajos presupuestos  —o presupuestos inexistentes— en esto del cine peruano. Y nos ofrece una comedia de temática LGBT, en la que mirando muy de cerca aquellos títulos transgresores de los primeros ochenta de Almodóvar y cierto toquecito escatológico a lo John Waters, y con la precariedad técnica a la que nos tienen acostumbrados las cinematografías emergentes, que nos cuenta, en algo parecido a una road movie, la historia de Barbie y Microbio, dos transexuales y prostitutas de profesión, que tendrán que ingeniárselas para conseguir los 30000 dólares que la primera necesita para hacerse un cambio de sexo. Y como no se les ocurre otra cosa, acaban secuestrando a la hija de un ministro, lo que hará que se les complique la cosa.
La gracia del asunto es que tras conseguir la película en redes sociales un índice de viralidad notablemente alto, una distribuidora se puso en contacto con Wesley con la firme intención de dirstribuir la película para su estreno en salas. Sin embargo, y como diría Steve Martin en “Hombre muerto no paga”, Perú es un país en el que escriben problemas con v y si les corriges, te matan. ¿Qué quiero decir con esto? Que la distribuidora se echó finalmente para atrás y la película acabó por no estrenarse, debido a las constantes quejas de las asociaciones de padres que consideraban que el título era pernicioso para sus hijos menores.
El caso es que en las redes está recibiendo la repercusión que merece, porque, hacer en Perú, un país con muy poquitos años de cine a sus espaldas, un país dónde existe una mitología que gira en torno a Jarjacha, el demonio del incesto, que castiga a padres y hermanos que mantienen relaciones con sus hijas o hermanas,  una película donde los protagonistas son dos transexuales alocadas que no paran de decir tacos durante toda la película, dónde lo más flojito que dicen es “hija de la gran puta” y donde se hace un reivindicación sin complejos, no solo de la transexualidad, sino de todo el colectivo gay, es una osadía que hay que tener en cuenta. Aunque en su discurso se sirva de los más despreciables tópicos que provienen, en cualquier caso, de la novedad que supone a todas luces el realizar cine allí.
Entonces, de factura amateur —la edición es la cosa más tosca que he visto desde las películas serranas— con una duración de poco menos de una hora, resulta que la cinta es divertida, disfrutable y políticamente incorrecta a rabiar, amén de mostrarnos la ciudad tal cual es, con el predominio de los colores azules en los edificios y los desconchones de las paredes que nadie se ha preocupado ni se va a preocupar de restaurar.
Una manera de demostrar que no hace falta ser un genio (Wesley Verastégui no lo es ni de coña) para hacer una película pobre sin apenas dinero para realizarla. Pero es que con la tontería, me doy cuenta que el cine pobre tiene alma, tiene entidad propia, y tiene las armas suficientes como para que nos detengamos ante él más allá de la mera anécdota.
Con todas sus coherentes (y necesarias) carencias, verdaderamente, recomiendo “Sin vagina, me marginan” cuyo canchondeo empieza desde el título mismo, que a su vez ha sido su cruz y su San Benito.