Templanza

Te explicamos qué es la templanza y cómo ejercer esta virtud en la vida cotidiana. Además, la templanza en la religión y en la filosofía.

Templanza
La templanza promueve el dominio de los instintos y los deseos.

¿Qué es templanza?

La templanza es una cualidad que promueve una vida equilibrada, mediante el control de los instintos y los deseos. Ayuda a mantener la calma en situaciones difíciles y a reflexionar antes de actuar. Además, se considera una virtud y se asocia con la moderación, la sobriedad y la continencia. 

Practicar la templanza implica reconocer y distinguir las necesidades esenciales del ser, como la salud, el bienestar emocional o la educación, de aquellas impulsadas por los deseos y el ego. Esto no significa privarse de lo imprescindible, sino evitar la acumulación excesiva de deseos innecesarios.

La falta de templanza suele vincularse con el egoísmo. Una persona enfocada solo en sus deseos materiales puede perder objetividad, lo que limita su capacidad de contribuir positivamente a su entorno.

Origen del término “templanza”
El término “templanza” proviene del latín temperantia, que significa “moderación”. En un sentido más amplio, el adjetivo “templado” hace referencia al equilibrio entre lo caliente y lo frío, y, en consecuencia, a todo aquello que mantiene cierta estabilidad o armonía, tanto en el plano físico como en el espiritual.

Puntos clave

  • La templanza es una virtud que impulsa el control de los deseos y la moderación, ayudando a mantener un equilibrio tanto físico como espiritual.
  • En diversas religiones, como el cristianismo y el budismo, la templanza se considera esencial para alcanzar la paz interior y guiar la vida moral.
  • En filosofía, la templanza es una de las cuatro virtudes cardinales, destacada por Platón y Aristóteles como aquella que promueve el autocontrol y la moderación entre los extremos.

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Ejemplos de templanza

Para vivir con templanza, es necesario evitar ciertos excesos que pueden tener consecuencias negativas para la salud física, emocional y social. Por ejemplo, el consumo desmedido de alimentos (gula) o la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.

Algunas formas de ejercer la templanza en la vida cotidiana son:

  • No comer demasiados dulces, para cuidar la salud.
  • Mantener la calma y evitar responder con enojo ante una provocación.
  • Establecer horarios de estudio y entretenimiento para cumplir con las responsabilidades, pero sin descuidar el tiempo de ocio.
  • Ahorrar una parte del dinero ganado, en lugar de gastarlo todo de inmediato en compras innecesarias.
  • Escuchar a los demás con paciencia, sin interrumpir, aunque se desee hablar.

La templanza en la religión

La templanza es considerada una virtud primordial en diversas religiones. En el budismo, se vincula con el autocontrol y la búsqueda de serenidad para alcanzar la paz interior. 

En el cristianismo, representa una guía para la vida moral, relacionada con la capacidad de dominar los impulsos y actuar con sabiduría. Implica también compasión y moderación en las acciones hacia los demás, promoviendo relaciones armoniosas. 

Así, según diversas tradiciones religiosas, vivir con templanza facilita la conexión espiritual y favorece una vida equilibrada. Quienes eligen dedicar su vida a la práctica de esta y otras virtudes, como los sacerdotes o las monjas, buscan la elevación espiritual priorizando el bienestar interior sobre los placeres materiales y cultivando la moderación en todos los aspectos de su vida.

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La templanza en la filosofía

La templanza es una de las cuatro virtudes cardinales, que son aquellas consideradas fundamentales en la filosofía clásica griega. Platón fue el primero en formular estos principios, que incluyen además la prudencia, la justicia y la fortaleza, y guían la vida ética del individuo.

Platón destacó la importancia de la templanza para gobernarse a uno mismo y evitar los excesos, con el fin de promover el autocontrol y el equilibrio personal. 

Aristóteles, por su parte, describió la templanza como el “justo medio” entre el exceso y la falta, especialmente en la búsqueda de placeres. Para él, la templanza implicaba el disfrute moderado y guiado por la razón.

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    Gómez, María Inés (9 de marzo de 2025). Templanza. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 15 de marzo de 2025 de https://concepto.de/templanza/.

    Sobre el autor

    Última edición: 9 de marzo de 2025
    Revisado por María Inés Gómez
    Psicopedagoga (IES Alicia Moreau de Justo). Arteterapeuta (SEUBE-UBA y UCAECE).

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