martes, 12 de agosto de 2025

LECTURA



Le encantaba ver cuando leía. 
Le fascinaba de tal manera, que no movía un músculo para mirarla así... absorta. 

Miró su reloj. 

       —Bien. Fue una lectura hermosa. Me voy, vida. — la lectora volteó extrañada. 
       —Qué?
       —Que debo irme. Estoy en la hora. 
       —No. Hablaste de lectura. Y tú no lees. 

El hombre se acercó —Bueno... acabo de leer a una chica leyendo —  y dándole el beso de despedida, agregó —Y fue lindo. 
La chica le miraba. No dijo palabra. Sólo sonrió. 

       —Te amo — pronunció la lectora en bajita voz luego de cerrarse de la puerta.