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5/11/10

Claro que hay camino- Camino y no me ves-








"Probablemente, al escribir este texto, sólo hemos jugado al contrapunto, a la fantasía, a la combinación cabalística de tramas literarias cinematográficas. Pero, en verdad, es cierto que cuando Bronwyn emergió de las aguas pantanososas sentí que era Ofelia que volvía, y hubiera querido ser Hamlet para pedirle perdón por la escena del rechazo, explicarle al menos la causa, antes de que ella enloqueciera y enloqueciera yo y dejar que la muerte -la de Hamlet o la del "Señor de la guerra"-, es lo mismo, me cerrara estos ojos sólo humanos, que no saben ver ángeles."

JUAN EDUARDO CIRLOT,
"Confidencias literarias"









Lázaro,
Álzate y anda,
Despavorido-


El Sur es pasivo; como Rosa, la horca, la prostituta, pétalo a pétalo se desnuda y vende, como todo paraíso, al mínimo gesto de la maNo. Somos tres. Pronto, religión.

La Mar alisa el Tiempo, roto y renovado en las olas de mis ojos. Quietud de la danza, y las olas en los ojos cerrados.


Mi máscara real
No me pertenece-

No me conoces, Antonio-

Horas entre las olas
Del tiempo verbal,
Siempre muerto-
Me invierto y despierto
En la nube sola-
Observo la torre
Alimentando peces-

La distancia-
Nombrar qué silencio:
Besar la ropa
Desgarrada, Belle,
En la roca que roza
Como yo no puedo
Recordarte-

No des un paso más-
La ira de cuanto llega
Roza la tristeza
De cuanto va-
Anudar ambos caminos
Es imposible-

Claro que hay camino-
Camino y no me ves-




12/6/10

es otra la llave, Hija de Dios-







Delátame al método
De las disoluciones
-ya no es mi cargo-
Porque vine a ti
Desnudo y en llamas
Para salvar
La vida de un muerto
Con el humo de llorarle-

¿Padre, por qué me has abandonado?

Nunca dije, Mortaja,
Lo no,
Ni el sí-
No dije nada-
Ni pedí tu mano
Sin mí
Que me envuelve
Bajo el lino protector-

Me acusará el ojo:
La inocencia con metales,
La niña que inquiere
El gesto abrasador de la respuesta-
Ante el ser humano
Los ángeles enmudecen-

Somos cuanto desconocemos-

Te ofrecí la boca del sur
Como te di la cruz del sur-
La salvación de las bestias
Que deambulan bajo la lluvia
Y ladran en la noche que nos roza
Que ahora soy el péndulo
Que busca las aguas ocultas-

Mira bajo tu almohada, Estrella,
Aquél que te habla
Y eres no-

La humilde brizna de hierba, compañera,
acógela en tu bolsillo;
pronto cubrirá el mundo de los abundantes,
vestirá el mundo de los escasos,
donde ocultamos todo el amor propio.

No mires para ver
Cuanto supe olvidar
En la hierba que nos ampara-

Es otra la llave, Hija de Dios-









Antonio López Medinilla
sajando el SUR-sub, XI

3/2/09

Se vende fácil, como todo paraíso-











La palabra no dijo nada que olvidáramos; exige el silencio de mil fragmentos que apenas se recuerdan: razón suficiente para girar, maculados, en la periferia y buscar los eclipses.



Disperso
Entre raíces inmensas
Y cristales rotos,
Mago,
Tu imago de no y nunca
Pero siempre ELLA-

El milagro
De un árbol
La mano
La zarpa,
y mentidme por piedad-

No des ni un paso más-
La ira de cuanto viene
Roza la tristeza de cuanto va-
Es imposible anudar
Ambos caminos-

He aquí
Lo teratológico,
Primera Comunión-
Tomad y bebed-
Besarte,
Restaurar la rosa,
Y que seas Otra-

Ella
Bajo la Bestia,
Bella,
Como bestia-

Recorren el camiNo,
Buscando
LA/árbol/era-
Aunque la manzana
Ya no es un fruto-

Ur al Sur-
¡Oh ciudad!
¡Mar adentro
La ciudad!


Sin expirar
La espiral,
Inhalamos
Lo nunca sí,
Inalcanzable Duque
De las expirantes-
Hemos hablado
Antes de tiempo-

¡Por qué
Bajamos del árbol!

No debimos-
Subamos
Nuevamente-

Espiral la silenciosa,
Lo sabe y se acerca
Inútilmente en círculos-

Comí tu sangre
Y bebí tu carne
En el libro
Sin nombre-

Omoc oy yos et omoc

Felices en lo no-
De entre los muertos
Te leimos
Sin felicidad-

Ante el voyeur
La exhibición desnuda
Ejemplifica
La indiferencia
Del mundo-


Ahora, el cristal de la habitación en penumbras: la palabra refleja lo que viendo, no vimos. La existencia desnuda de tu palabra como una flor en la sombra del pantano.

El Sur, como Rosa la prostituta: pétalo a pétalo, se desnuda, y se vende fácil, como todo paraíso. Ya somos tres. Pronto una religión.

Contemplar el mar y alisar El Tiempo, roto y renovado en las olas de los ojos. Quietud de la danza, y las olas en los ojos cerrados.












Antonio López Medinilla,
sajando el SUR-sub, XI


21/3/08

Se vende fácil, como todo paraíso-











La palabra no dijo nada de aquello que olvidamos; exige el silencio de mil fragmentos que apenas se recuerdan: razón suficiente para girar, maculados, en la periferia y buscar los eclipses.



Disperso
Entre raíces inmensas
Y cristales rotos,
Mago,
Tu imago de no y nunca
Pero siempre ELLA-

El milagro
De un árbol
La mano
La zarpa,
y mentidme por piedad-

No des ni un paso más-
La ira de cuanto viene
Roza la tristeza de cuanto va-
Es imposible anudar
Ambos caminos-

He aquí
Lo teratológico,
Mi Primera Comunión-
Tomad y bebed-
Besarte,
Restaurar la rosa,
Y que seas Otra-

Ella
Bajo la Bestia,
Bella,
Como bestia-

Recorren el camiNo,
Buscando
LA/árbol/era-
Aunque la manzana
Ya no es un fruto-

Ur al Sur-
¡Oh ciudad!
¡Mar adentro
La ciudad!


Sin expirar
La espiral,
Inhalamos
Lo nunca sí,
Inalcanzable Duque
De las expirantes-
Hemos hablado
Antes de tiempo-

¡Por qué
Bajamos del árbol!

No debimos-
Subamos
Nuevamente-

Espiral la silenciosa,
Lo sabe y se acerca
Inútilmente en círculos-

Comí tu sangre
Y bebí tu carne
En el libro
Sin nombre-

Omoc oy yos et omoc

Felices en lo no-
De entre los muertos
Te leimos
Sin felicidad-

Ante el voyeur
La exhibición desnuda
Ejemplifica
La indiferencia
Del mundo-


Ahora, el cristal en la habitación en penumbras: la palabra refleja lo que viendo, no vimos. La existencia desnuda de tu palabra como una flor en la sombra del pantano.

El Sur, como Rosa la prostituta: pétalo a pétalo, se desnuda, y se vende fácil, como todo paraíso. Ya somos tres. Pronto una religión.

Contemplar el mar y alisar El Tiempo, roto y renovado en las olas de los ojos. Quietud de la danza, y las olas en los ojos cerrados.












Antonio López Medinilla,
sajando el SUR-sub, XI


8/3/08

Cuestión de razas-










Disloco mis ojos
Y observo
Lo que nunca es siendo,
Lo que el verbo nombra
Ignorando mi rostro,
Lo que el verbo talla
Ocultándome-

Alto y temido,
Igualmente herido
El cielo protector-

Mi máscara real
No me pertenece-
No me conoces, Antonio-

Semejante al silencio
Donde tropieza la voz,
Llamas, llameas-
Nos alejamos
Hacia nosotros
En el escritorio-

Horas entre las olas
Del tiempo verbal-
Siempre he muerto-
Despierto
En la nube sola-
Observo la torre
Alimentando peces-

Por la luz,
La vida es pan
De color-
Sin luz,
La vida es no-

Rosal de la bestia,
La promesa de la muerte
En la veleta-
Dos planos, una ausencia-
Me escribe el viento-

¿Y si no se oyen?

El espejo de tu morada,
La puerta de tu habitación,
Soy-
Me mirás,
Me no-


La aldaba,
Como antes
Candado y perro-

Del no provengo -dirá.
,

De su espejo la vida venga-

¡Justicia!

Las siete de la séptima tarde -
Sí, Bestia,
Per visibilia ad invisibilia,
Escríbeme la boca-

Gestos
Para no verse inmaculada
En los números cabales-

Adán sin Eva sin-

¡Por todos los santos,
Qué te ocurrió,
Mi Señor,
En la espada!

¡Nauseabunda!

No es posible ser
Bestia sin Bestia-
Aunque la rosa
Trace su espiral
En las púas y pétalos-

De espaldas,
Algo de alguien
Transmuta
Por mi culpa,
Por mi grandísima culpa-

¿Algo de alguien
Se asemeja a esto?

La telaraña siempre
Es inesperada-
Nunca
Se adivina su inicio

Como el amor a
Bajo las aguas-

Roma es no,
Sobre todas las cosas:
Inversión, amor ni-


La primera bocanada
Anunció tus mohines, Belle-
La afectación tu frialdad sonrosada
Tus joyas los sucios huesos del deseo-

Donde la trampa del bosque
Aproxima sus manos que arden,
Creeréis muchas simplezas
Excepto a las siete
De cada tarde-
Él entonces susurra la noche
De su nombre gemelo,
Aunque dispar,
En el gran salón
Con la presteza de su raza
Y la viveza de la presa-

La gárgola, entonces,
Respeta a la niña
Que devora animales-

Cuestión de razas-

Omoc oy yos
Omoc al aitseb omoc-

Im res se on
Y adan ed it-


Cuestión de órdenes-des-

¿Marino, por qué tiemblan tus iglesias?

Alos nev-
Rama la ram-
Et oma baG,
Nis y on,
Olós se-

¿Espejo, por qué tiemblan tus reflejos?

Lo Sur es no
Y nada de nos-

Donde nadie,
Te pertenezco-


Yo libro libras libra-

Nosotros

¡ah, silencio!











Antonio López Medinilla,
sajando el SUR-sub, XI


24/2/08

Es otra la llave, Hija de Dios-








Delátame al método
De las disoluciones
-ya no es mi cargo-
Porque vine a ti
Desnudo y en llamas
Para salvar
La vida de un muerto
Con el humo de llorarle-

¿Padre, por qué me has abandonado?

Nunca dije, Mortaja,
Lo no,
Ni el sí-
No dije nada-
Ni pedí tu mano
Sin mí

Que me envuelve
Bajo el lino protector-

Me acusará el ojo:
La inocencia con metales,
La niña que inquiere
El gesto abrasador de la respuesta-
Ante el ser humano
Los ángeles enmudecen-

Somos cuanto desconocemos-

Te ofrecí la boca del sur
Como te di la cruz del sur-
La salvación de las bestias
Que deambulan bajo la lluvia
Y ladran en la noche que nos roza
Que ahora soy el péndulo
Que busca las aguas ocultas-

Mira bajo tu almohada, Estrella,
Aquél que te habla
Y eres no-

La humilde brizna de hierba, compañera,
acógela en tu
bolsillo;
pronto cubrirá el mundo de los abundantes,
vestirá el mundo de los escasos,
donde ocultamos todo el amor propio.


No mires para ver
Cuanto supe olvidar
En la hierba que nos ampara-

Es otra la llave, Hija de Dios-










Antonio López Medinilla
sajando el SUR-sub, XI

21/2/08

la vie en noir-










Camino en silencio y no me oigo-


No camines en silencio-


La luna desapareció-

La vida tirita: es lícito-
Abrí los ojos-

Cerré los ojos-

Amanece y anochece
Dentro de mí-

Soy mi eclipse-

Cuando no sí-

Cuando sí no-

Me hablo

Como crece el musgo

En la sombra-


Rezamos toda la tarde

Y dentro de la noche-

Éramos noche-

Éramos no-

No fuimos-

Anocheció de repente-
He herido

Al sol implacable-


Mito arriba mito abajo

Reconozco el cuadro-

No me reconoces-

Equis luces,

Y poco más-


Apenas 42 golpes

No me apenan-


Del dolor al dolor

Olvidamos el Dolor-


Otro yo-

Lo nunca yo-

Lo no de otro-
Lo otro no-

Yo,

Sin lo otro-


LO sin LA

Es sino/sin, y calla
Si halla-
Si me di-


Acercar la distancia:

Nombrar el silencio:

Besar tu ropa, Belle,
En la roca-


Es mi tiempo: nunca-

Y mi amor: no-

Precisemos:
NO
NUNCA

YO.


El clamor de hierros,

Tremor que no silencio-

La iglesia me alza

Cuando el mar retrocede-

Espadaña de carencia-

El dulce veneno

De la sierpe en noir-

La espada vertebral-

Caminar por la arboleda

Mordiendo la manzana-


Espadas:
CampaNADAS

A la espalda siempre-


Claro que hay camino-

Camino y no me ves-


Y todo

Porque respiro la Rosa-


Conócete a ti mismo-


¡Qué vergüenza!






Antonio López Medinilla

sajando el SUR-sub, XI