I
- Marchemos, hijos de la patria,
- que ha llegado el día de la gloria.
- El sangriento estandarte de la tiranía
- está ya levantado contra nosotros (bis)
- ¿No oís bramar por las campiñas
- a esos feroces soldados?
- Pues vienen a degollar
- a nuestros hijos y a nuestras esposas.
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Estribillo:
- ¡A las armas, ciudadanos!
- ¡Formad vuestros batallones!
- Marchemos, marchemos,
- que una sangre impura
- empape nuestros surcos.
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II
- ¿Qué pretende esa horda de esclavos,
- de traidores, de reyes conjurados?
- ¿Para quién son esas innobles trabas
- y esas cadenas tiempo ha preparadas?
- ¡Para nosotros, franceses! ¡Oh, qué ultraje! (bis)
- ¡Qué arrebato nos debe excitar!
- Es a nosotros a quienes pretenden sumir
- de nuevo en la antigua esclavitud.
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- Estribillo
III
- ¡Y qué! Sufriremos que esas tropas extranjeras
- dicten la ley en nuestros hogares,
- y que esas falanges mercenarias
- venzan a nuestros valientes guerreros? (bis)
- ¡Gran Dios! Encadenadas nuestras manos,
- tendríamos que doblegar las frentes bajo el yugo!
- Los dueños de nuestro destino
- no serían más que unos viles déspotas.
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- Estribillo
IV
- ¡Temblad, tiranos, y también vosotros, pérfidos,
- oprobio de todos los partidos!
- ¡Temblad! Vuestros parricidas proyectos
- van al fin a recibir su castigo. (bis)
- Todos son soldados para combatiros
- si perecen nuestros héroes.
- Francia produce otros nuevos
- dispuestos a aniquilaros.
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- Estribillo
V
- ¡Franceses, como magnánimos guerreros
- sufrid o rechazad los golpes!
- Perdonad estas pobres víctimas
- que contra su voluntad se arman contra nosotros. (bis)
- Pero esos déspotas sanguinarios,
- pero esos cómplices de Bouillé,
- todos esos tigres que, sin piedad,
- desgarran el corazón de su madre...
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- Estribillo
VI
- ¡Amor sagrado de la patria,
- conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
- ¡Libertad, libertad querida,
- pelea con tus defensores (bis)
- ¡Que la victoria acuda bajo tus banderas
- al oír tus varoniles acentos!
- ¡Que tus enemigos moribundos
- vean tu triunfo y nuestra gloria!
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- Estribillo
VII
- ("Estrofa de los muchachos")
- Nosotros entramos en el camino
- cuando ya no existan nuestros mayores;
- Allí encontraremos sus cenizas
- y la huella de sus virtudes. (bis)
- No estaremos tan celosos de seguirles
- como de participar de su tumba;
- ¡Tendremos el sublime orgullo
- de vengarles o de seguirles!
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- Estribillo
VIII
- (Estrofa suprimida por Servan, Ministro de la Guerra en 1792)
- Dios de la clemencia y la justicia
- mira a nuestros tiranos, juzga nuestros corazones
- que tu bondad nos sea propicia
- defiendenos de nuestros opresores
- Tú reinas en el cielo y sobre la tierra
- y ante Tí, todo debe ceder
- De tus brazos viene nuestro sustento
- Tú, Gran Dios, señor del trueno.
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- Estribillo
Estrofas suplementarias
IX
- Pueblo francés, conoce tu obra;
- coronada por la Igualdad,
- Qué triunfo, qué victoria,
- ¡la de haber conquistado la Libertad! (bis)
- El Dios que arroja el trueno
- y que manda sobre los elementos,
- para exterminar a los tiranos,
- se sirve de tu brazo sobre la tierra.
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- Estribillo
X
- Nosotros hemos, de la tiranía
- rechazado los últimos esfuerzos;
- de nuestras latitudes, ella está desterrada;
- en casa de los franceses los reyes han muerto. (bis)
- ¡Viva por siempre la República!
- ¡Abajo la monarquía!
- que este lema, en llegado a todas partes,
- desafíe de los reyes la política.
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- Estribillo
XI
- La Francia que Europe admira
- ha reconquistado la Libertad
- y cada ciudadano respira
- bajo las leyes de la Igualdad; (bis)
- un día su imagen querida
- se extenderá por todo el Universo.
- ¡Pueblos, romped vuestras cadenas,
- y haréis una Patria!.
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- Estribillo
XII
- Arrojando a los pies los derechos del Hombre,
- las soldadescas legiones
- de los primeros habitantes de Roma
- esclavizando las naciones. (bis)
- Un proyecto más grande y más sensato
- nos compromete al combate
- y el Francés arma su brazo
- para destruir la esclavitud.
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- Estribillo
XIII
- ¡Sí! basta ya de insolentes déspotas
- y la banda de emigrados
- haciendo la guerra a los Sans-Culottes
- se altera por nuestras armas; (bis)
- Vanamente su esperanza se cimenta
- sobre el irritado fanatismo,
- el signo de la Libertad
- dará pronto la vuelta al mundo.
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- Estribillo
XIV
- ¡Oh, vosotros! a los que la gloria envuelve,
- ciudadanos, ilustres guerreros,
- temed, en el campo de Bellone,
- temed perder vuestros laureles; (bis)
- en las negras sospechas inaccesibles
- contra vuestros jefes, vuestros generales,
- no os quitéis jamás vuestra bandera,
- y seréis invencibles.
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- Estribillo
XV
- ¡Juventud, que el Honor, la Patria
- haga realidad nuestros deseos!
- Hemos alimentado cada día el alma
- de la llama que a ambos inspira. (bis)
- ¡Estemos unidos! Todo es posible;
- nuestros viles enemigos caerán,
- y cesarán los Franceses,
- de cantar este terrible lema:
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- Estribillo
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