Augusto Czartoryski

Beato Augusto Czartoryski
	; Sacerdote salesiano francés, de origen polaco y español.
Información personal
Nombre completo	Augusto Francisco María Ana José Cayetano
Nombre en francés	Auguste Czartoryski
Nacimiento	2 de agosto de 1858; París, Segundo Imperio francés
Fallecimiento	8 de abril de 1893; (34 años); Alassio, Reino de Italia
Causa de muerte	Tuberculosis
Sepultura	Iglesia salesiana de Przemyśl
Nacionalidad	Francesa, polaca y rusa
Religión	Iglesia católica
Familia
Padres	Ladislao Czartoryski ; María Amparo Muñoz y Borbón
Educación
Educado en	Lycée Charlemagne
Información profesional
Ocupación	Sacerdote católico
Información religiosa
Beatificación	25 de abril de 2004
Canonización	En trámite
Festividad	8 de abril
Venerado en	Italia y Polonia
Orden religiosa	Salesianos de Don Bosco
	[editar datos en Wikidata]

Augusto Czartoryski y Muñoz, II conde y luego I duque de Vista Alegre (París, 2 de agosto de 1858 - Alassio, 8 de abril de 1893), fue un sacerdote salesiano francés, de origen polaco.

Biografía

Augusto Czartoryski nació en el exilio, siendo hijo del príncipe Ladislao Czartoryski y de María Amparo Muñoz y Borbón, I Condesa de Vista Alegre. Desde hacía unos treinta años su noble estirpe, ligada a la historia y los intereses dinásticos de Polonia, había emigrado a Francia, y desde el Palacio Lambert, en la rivera del Sena, dirigían una vasta acción entre los connacionales y ante las cancillerías europeas, con el fin de restaurar la unidad de su patria, desmembrada y repartida desde el 1795 entre las grandes potencias.

El príncipe Adán Czartoryski, guerrero y hombre político, había cedido las riendas de la estirpe, así como de la actividad patriótica, al príncipe Ladislao. Augusto, el primogénito de la familia, fue visto como el punto de referencia de todos los que, después del tercer desmembramiento de Polonia, soñaban con su renacimiento.

Su familia le llamaba cariñosamente Gucio.Cuando él tiene seis años muere su madre de tuberculosis. Augusto también contrae la enfermedad heredada de su madre. Cuando en él se manifiestan los primeros síntomas, comenzó una larga y forzosa peregrinación en busca de la salud, que nunca recuperó: Italia, Suiza, Egipto, España fueron los lugares a donde viajó. Aparte de recuperar la salud, su principal objetivo era la búsqueda de su vocación. Estudió en París y Cracovia.

En 1872, cuando Augusto tenía catorce años, su padre se casó en segundas nupcias con la princesa Margarita Adelaida de Orleans, con la que tuvo dos hijos: Adán y Witold. En 1874, su padre le puso un tutor José Kalinowski, quien más adelante será conocido como Rafael Kalinowski, un patriota polaco que regresaba de Siberia en la que había estado diez años de trabajos forzados. José estuvo junto Augusto hasta 1877, cuando ingresó en la orden de los carmelitas. El poco tiempo que compartió con Kalinowski dejó una profunda huella en el joven Augusto.

No tardó mucho en darse cuenta de que no estaba hecho para la vida de la corte. A los veinte años, escribiendo a su padre, le confiesa que está cansado de todo aquello.

Es su discernimiento vocacional influyeron las figuras de san Luis Gonzaga y de su compatriota san Estanislao Kostka. Cuando Kalinowski entró entre los Carmelitas, el padre de Augusto, aceptando su propuesta, puso al lado de su hijo como nuevo tutor a un sacerdote, Stanislao Kubowicz.

Augusto tenía 25 años, cuando conoció a Juan Bosco en París, precisamente en el palacio Lambert. La vocación a la vida religiosa se había ido aclarando cada vez más para Augusto. No mostraba inclinación a formar una familia, a pesar de su calidad de primer heredero. Ante precisas propuestas de matrimonio, Augusto, si por una parte por respeto a su padre y según la etiqueta de la nobleza no había opuesto un rechazo rotundo, por otra parte, jamás había mostrado interés por las personas indicadas. Después del encuentro con Don Bosco, Augusto no solo sintió que se reforzaba su vocación al estado religioso, sino que tuvo la clara convicción de ser salesiano.

Cuanto su padre se lo permitía, Augusto iba a Turín para encontrarse con Don Bosco y recibir sus consejos. Con quien también hizo varios cursos de ejercicios espirituales.

Don Bosco, sin embargo se mostró cauteloso sobre la aceptación del príncipe en la congregación. Será en cambio el Papa León XIII en persona, quien le ordena recibir a Augusto entre los salesianos.

A finales de junio de 1887, después de haber renunciado a todos sus derechos en favor de sus hermanos, el joven Augusto fue mandado a San Benigno Canavese para un breve aspirantado, antes del noviciado, que comenzó en ese mismo año bajo la guía de don Giulio Barberis. Su padre va a visitarlo y trata de disuadirlo de su vocación. Pero Augusto no se deja convencer. El 24 de noviembre hace la vestición en la Basílica de María Auxiliadora por manos de Don Bosco.

Don Bosco muere después de dos meses, y el príncipe Czartoryski llega a ser salesiano emitiendo los votos religiosos.

A causa de su enfermedad es enviado a la costa de Liguria, y aquí se enfrenta a los estudios de teología. El decurso de su enfermedad hace que la familia emprenda con mayor insistencia las tentativas de alejarlo de la vocación religiosa, pero Augusto se muestra feliz con la elección que ha hecho en su vida.

El 2 de abril de 1892 es ordenado sacerdote en San Remo por monseñor Tommaso Reggio, obispo de Ventimiglia. Su padre y su tía no participaron a la ordenación. Toda la familia se reunió después en Mentone el 3 de mayo, donde se produjo una tácita reconciliación, que le imponía al príncipe Ladislao la renuncia definitiva a sus sueños.

La vida sacerdotal del padre Augusto duró apenas un año, que él pasó en Alassio, en una habitación que daba al patio de los muchachos. La tarde del 8 de abril de 1893, murió a causa de su enfermedad. Sus restos fueron repatriados a Polonia y sepultados en la cripta parroquial de Sieniawa, junto a las tumbas de la familia, donde un día Augusto había hecho su primera comunión. Posteriormente sus restos fueron trasladados a la Basílica de la Trinidad, en Sevilla, en las Santísimas Cárceles.

Fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de abril de 2004 en Roma.