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Escultura en mármol

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Mesa Demidoff o Mesa de los Amores, de Lorenzo Bartolini, Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

Escultura en mármol es la denominación de una de las más importantes técnicas de escultura, la que utiliza como materia el mármol. A diferencia de las técnicas basadas en el modelado (como la escultura en bronce), se basa en la talla (al igual que otras, como la escultura en madera). Se utiliza tanto para figuras de bulto redondo como para los relieves; y en cuanto a género escultórico, sobresale su uso en estatuaria, en sepulcros, en fuentes monumentales[1]​ y en todo tipo de monumentos públicos.

Sala romana de la Gliptoteca Ny Carlsberg, Copenhague. En primer plano, retrato de Pompeyo.

Origen y cualidades del material

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Victoria de Samotracia, siglo III a. C., Museo del Louvre, París.
Caída de Faetón, sarcófago romano conservado en el Museo del Hermitage, San Petersburgo.
Busto de Felipe II, de Pompeo Leoni, segunda mitad del siglo XVI, Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
Virgen de la escalera, de Miguel Ángel, ca. 1491.

El mármol es una roca metamórfica derivada de la roca caliza. Está compuesto en su mayor parte del mineral calcita (una forma cristalina del carbonato de calcio, CaCO3). La fuente original es la sedimentación del carbonato de calcio en forma de restos de animales microscópicos o materiales similares. La roca caliza así formada sufre un proceso metamórfico en condiciones adecuadas de presión y temperatura. La intrusión de distintos materiales, como óxidos metálicos, altera la composición y el color del mármol, que de otra forma es blanco. Los diferentes tipos de mármol forman una gama amplísima; siendo los provenientes de algunas afamadas canteras los más apreciadas por sus especiales características: el mármol del Pentélico (fino y que "envejece" con tonos dorados) que se usó por Fidias en la Atenas clásica, el mármol travertino (con una particular textura y color crema) de canteras cercanas a la ciudad de Roma, o el mármol de Carrara (de una gran pureza y blancura) que utilizó Miguel Ángel.[2]

A pesar de la diferencia petrológica y mineralógica con otras rocas de apariencia y uso escultórico hasta cierto punto similar, como el alabastro, es muy habitual que en textos históricos y artísticos se utilice impropiamente el término "mármol" para referirse a otro tipo de piedras escultóricas.

Ventajas

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Frente a otras piedras usadas en escultura, el mármol presenta como cualidad destacada una superficie traslúcida en un grado tal que la asemeja en cierta forma al aspecto de la piel humana, dando a las esculturas de mármol una profundidad visual bajo su superficie que permite un notable "realismo" o verosimilitud en las representaciones de figuras humanas. Otras grandes ventaja es la mayor finura de la granulometría del mármol y la relativa facilidad en su talla, que permite detalles mínimos (como representar cabellos) y pulimento (hasta las texturas más finas).[3]​ A medida que transcurre el tiempo, las esculturas en mármol se hacen más sólidas y durables. El mármol es más resistente a la erosión física que otros materiales, resistiendo mejor el agua (excepto cuando es ácida).

Trono Ludovisi, ca. 460-450, Palazzo Altemps, Roma.

Desventajas

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Detalle del Arco de Septimio Severo, Roma, 203.
Copia romana en mármol del Hermes de Atalante de Lisipo.

La conservación del mármol es problemática por varias razones: al absorber la grasa de la piel cuando se le toca, lo que le lleva a adquirir tonos amarillentos; en cuanto al ataque de los ácidos, aunque en menor medida que la caliza, se ve afectado por ellos, particularmente la lluvia ácida y las deposiciones de las aves, haciéndole vulnerable a su exposición a la intemperie. En ambas circunstancias, otras rocas como el granito son mucho más resistentes, aunque más difíciles de trabajar y menos apropiados para trabajos refinados.[3]​ En comparación con los metales, el mármol carece de ductilidad y requiere de consideraciones especiales para evitar que su propio peso haga que las extremidades se rompan. En el caso de las copias en mármol de originales en bronce, es habitual añadirle soportes para evitarlo (más o menos dispuestos abruptamente donde son necesarios o disimulados en forma de figuras complementarias cuando es posible),[4]​ a no ser que por sus características sea innecesario, como en la Afrodita agachada[5]​ de Doidalsa.

El desarrollo del trabajo escultórico en mármol

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El trabajo del escultor en mármol comienza con la selección del bloque sobre el que se ha de trabajar. Era particularmente importante para artistas como Miguel Ángel, que explicitó en sus escritos la relación íntima que establecía con el mármol desde la cantera, y cómo definía su trabajo como liberar o hacer salir la forma que ya estaba bajo la superficie y que él veía con su imaginación.

La talla puede realizarse de forma directa, o con un esquema previo realizado en dibujos de las distintas "vistas" que se copian en la superficie del bloque.[6]​ También se realizan bocetos a menor escala o en materiales más baratos (muy a menudo modelados en arcilla o cera), que se trasladan al mármol "por puntos", con distintos tipos de asistencias técnicas, incluso mecánicas ("máquina de sacar puntos").[7]

Herramientas y técnicas

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Video externo
Carving Marble with Traditional Tools, (2:47), J. Paul Getty Museum
Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de la Fundación Wikimedia.

Términos italianos para las herramientas de talla del mármol:

  • La Mazza (maza o martillo, la variedad es muy amplia, desde la Bocciarda a Martello para golpear la piedra directamente hasta el Martello Pneumatico -martillo neumático-)
  • Gli Scalpelli (cincel, la variedad es muy amplia, y las denominaciones se pueden identificar con las herramientas utilizadas en la talla de la madera -escoplo, formón, buril, gubia- e incluso con las usadas en cirugía -escalpelo-):
    • La Subbia (en punta)[8]
    • L'Unghietto ("pequeña uña", redondo)
    • La Gradina (con múltiples dientes, que resulta en líneas paralelas; se usa para dar textura)
    • Lo Scalpello (plano)
  • Lo Scapezzatore (punta ancha)
  • Il Flessibile (afiladora en ángulo, con una hoja de diamante)

También se utilizan distintas herramientas y materiales para el pulimentado[9]​ y la obtención de distintas texturas en el acabado, incluyendo escofinas, limas, lijas (para el mármol lo más indicado es la piedra pómez y el esmeril) y productos abrasivos;[10]​ y en algún caso se usan incluso colorantes.

Martillo y cincel son las herramientas utilizadas en la técnica más habitual para la talla del mármol (similar a la de cualquier obra de cantería); se emplea desde la Antigüedad, y aparece descrita en la leyenda de Pigmalión. En Grecia su uso se detecta desde al menos el siglo VII a. C. Consiste en sostener el extremo afilado del cincel contra el mármol y golpear su extremo romo con el martillo, lo que concentra la energía del golpe en un solo punto de la superficie del bloque, haciendo que una pequeña parte del material se desprenda. Los golpes se dan con más fuerza en el desbastado inicial y con más cuidado según progresa la tarea. Así se continúa en una línea que sigue el contorno deseado. Adquirir pericia en esta técnica requiere un prologado entrenamiento. Los canteros experimentados pueden mantener durante prolongadas sesiones de trabajo el ritmo adecuado de golpes, acompasando los movimientos de martillo y cincel en la secuencia conveniente para un trabajo eficaz, cuidando además de respetar las peculiaridades de la composición de cada bloque para evitar rupturas indeseadas.

Para la excavación profunda se usa el taladro. El "calado" que permite la técnica del trépano, una especie de berbiquí que socava desde un lado el interior, dejando intacta la superficie,[11]​ proporciona efectos de luz y sombra que se utilizan especialmente en la decoración escultórica de elementos arquitectónicos en el arte bizantino y el arte islámico.

La escultura en mármol en la historia del arte

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Cleobis y Bitón, Delfos, ca. 600 a. C.
Busto de Atenea en la Gliptoteca de Múnich.

Edad Antigua

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Esculturas del frontón occidental del templo de Afaya en Egina.

La gran estatuaria egipcia no utilizó el mármol, sino otros materiales pétreos, como el granito, o realizaba la talla de grandes esculturas ciclópeas directamente sobre una pared rocosa. Fue la escultura griega, desde el arte cicládico, la que tuvo el mármol como material idóneo, a una escala humana. Los griegos terminaban las esculturas en mármol con policromía; el aspecto actual de las obras es el resultado de la degradación de los pigmentos. En cambio, los romanos tenían frente a la escultura griega una postura estética cercana a la nuestra: preferían la superficie del mármol sin pintar, y encargaban copias en mármol de los originales griegos en bronce.[12]

  • Relieves del Partenón (frontones, metopas y frisos). Extraídos en su mayor parte, se conservan en el British Museum de Londres (colección denominada Mármoles Elgin). La totalidad de la Acrópolis es un conjunto artístico en el que el mármol era el material dominante (para el Partenón hasta las tejas se labraron en mármol), aunque para las grandes imágenes se preferían otros materiales: bronce y combinación de marfil y oro (esculturas "crisoelefantinas"). También los elementos arquitectónicos labrados en mármol se pintaban.
Detalle del Friso del Partenón.
Ofrenda de Orestes y Pílades, ca. 10 a. C., Museo del Prado.
Livia como Ceres, Altes Museum, Berlín.[17]
El emperador Cómodo como Hércules, 191-192.
Ara Pacis, 13-9 a. C.

Dentro de las técnicas del mosaico romano, el opus sectile utiliza piezas planas de piedras de distintos colores, incluyendo distintos tipos de mármoles; pero las obras resultantes son pictóricas (bidimensionales), no escultóricas.

Edad Media

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Sepulcro de Ilaria del Carretto,[24]​ de Jacopo della Quercia, Catedral de San Martín de Lucca, 1406-1408.
Sepulcro de Carlos III de Navarra y Leonor de Trastamara, en alabastro policromado, mármol y bronce, de Janin Lomme, Pamplona, 1413-1419.[25]​ La introducción de la escultura renacentista italiana en España se produjo a finales del siglo XV a través de los monumentos funerarios en mármol, destacadamente con Domenico Fancelli.
Cantoría de Santa Maria dei Fiore,[26]​ Florencia, de Luca della Robbia, 1431-1438.

La escultura románica, subordinada a la arquitectura (capiteles historiados, pórticos), no tuvo preferencia por el mármol, que en cambio sí aparece en elementos estructurales y decorativos (fustes y otros elementos de columnas, a veces reutilizados de construcciones romanas -especialmente en el prerrománico- y losas para cubrir suelos y muros). Tampoco es muy habitual en la escultura gótica, aunque en esta época la escultura adquiere presencia independiente en retablos (donde lo habitual es la talla en madera, aunque también se usa el alabastro y otras piedras, incluido el mármol) y los monumentos funerarios. Son excepcionales algunos púlpitos italianos:

Edad Moderna

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Crucifijo de Benvenuto Cellini en la Basílica de El Escorial, 1559-1562.

Desde el Renacimiento se impuso un gusto artístico que sacralizaba las esculturas de mármol de la Antigüedad, que se buscaban ávidamente y que alcanzaban cotizaciones extraordinarias en el mercado de arte.

San Jorge salva a la princesa (Donatello), relieve de la base de la hornacina donde se situó el San Jorge, 1416-1417.
Tumba de Giuliano de Medici.
Tumba de Lorenzo de Medici.

A partir del Renacimiento se recupera la tradición romana de la utilización de mármoles, junto con otros materiales, en la elaboración de piezas bidimensionales (intarsio, pietre dure).

Obras de Thorvaldsen en el Museo Thorvaldsen, Copenhague.
Armory Show de 1913. A la izquierda, contrastando con otros mármoles de estilo academicista, el polémico Retrato de Mademoiselle Pogany de Constantin Brancusi. En la reseña que acompañaba esta fotografía de la época, se indica que "esta monstruosa escultura no se parece a otra cosa más que a un huevo, y ha provocado mucha burla y risa".[32]
Monumento a la Constitución, de Miguel Ángel Ruiz-Larrea, Madrid, 1979.

Edad Contemporánea

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Notas

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  1. Barry Midgley, Guía completa de escultura, modelado y cerámica: técnicas y meteriales, pg. 123
  2. a b Marble. New World Encyclopedia.
  3. Web del Louvre, fuente citada en Afrodite accovacciata
  4. Véase la nota correspondiente en Manierismo.
  5. Las claves, op. cit. La máquina de sacar puntos
  6. Subbia
  7. Morisot J.M., Tableaux détaillés des prix de tous les ouvrages du bâtiment (marbrerie), Carilian, 1814. Fuente citada en polissage
  8. Las claves de la escultura - El instrumental
  9. Las claves... op. cit.
  10. El color de los dioses, exposición en el Museo Arqueológico Regional, Alcalá de Henares, 2009. (Vídeo - Radio Alcalá)
  11. Staatliche Kunstsammlungen Dresden, Statue einer tanzenden Mänade. Fuente citada en Menade danzante. La guía 2000
  12. Ficha de la copia conservada en los Museos Capitolinos de Roma Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine.
    La copia conservada en la Gliptoteca de Múnich
  13. Braccio Nuovo of Vatican Museums. Fuente citada en Nile God Statue, Naples
  14. Francis Haskell and Nicholas Penny, 1981. Taste and the Antique: the Lure of Classical Sculpture 1500-1900. Fuente citada en Ares Ludovisi
  15. Es una tipología muy extendida, con copias en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) y el Louvre (París).
  16. Ficha en la web del museo Archivado el 27 de agosto de 2014 en Wayback Machine.
    Togato Barberini, Museos Capitolinos, Roma.
  17. Web del Louvre, fuente citada en Marcellus as Hermes Logius
  18. Véase Arte equino
  19. Olympic victor monuments and Greek athletic art (1921). Washington: Carnegie Institution. Fuente citada en Μεγάλο ανάγλυφο του Σκόπα
  20. Haskell, Francis and Nicholas Penny (1981). Taste and the Antique: The Lure of Classical Sculpture, 1600-1900. New Haven: Yale University Press. Fuente citada en Sleeping Hermaphroditus. Véase también la réplica del Prado
  21. Ficha en el Louvre, fuente citada en Antinous Mondragone
  22. Marco Paoli, Il monumento di Ilaria del Carretto nella Cattedrale di Lucca, Lucca, Pacini Fazzi 1999. Fuente citada en Monumento funebre a Ilaria del Carretto
  23. «esarteespañol». Archivado desde el original el 6 de junio de 2013. Consultado el 6 de septiembre de 2014. 
  24. AA.VV., Il museo dell'Opera del Duomo a Firenze, Mandragora, Firenze 2000. ISBN 88-85957-58-7 Fuente citada en Cantoria di Luca della Robbia
  25. laguia2000
  26. AA.VV., Il museo dell'Opera del Duomo a Firenze, Mandragora, Firenze 2000. ISBN 88-85957-58-7. Fuente citada en Cantoria di Donatello
  27. Giovanni Morello e Maria Grazia Bernardini, Visioni ed Estasi. Capolavori dell'arte europea tra Seicento e Settecento, Skira, 2003, fuente citada en Estasi della beata Ludovica Albertoni
  28. Wittkower, Rudolf. Bernini: The Sculptor of the Roman Baroque. Fuente citada en Tomb of Pope Alexander VII
  29. Paul Fréart de Chantelou, Journal du voyage du cavalier Bernin en France. Fuente citada en Buste de Louis XIV (Le Bernin)
  30. This freak sculpture resembles nothing so much as an egg and has excited much derision and laughter. Archives of American Art, Smithsonian Institution, Walt Kuhn scrapbook of press clippings documenting the Armory Show, vol. 2, 1913, Page 135. Fuente citada en Constantin Brancusi
  31. sito ufficiale, fuente citada en Paolina Borghese (Canova)
  32. Coe, Fanny E. (1896). Dunton, Larkin, ed. Modern Europe. Fuente citada en Christus (statue)
    La talla original, en la iglesia de Nuestra Señora de Copenhague, 1838. Hay numerosas copias en distintas ubicaciones.
  33. Ficha en la web del museo
  34. Soo Yang Geuzaine et Alexia Creusen. Fuente citada en Le Génie du Mal

Enlaces externos

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