Un juego de cuento de hadas de terror
Little Misfortune es una historia interactiva de Killmonday Games. Cuenta la historia de una niña imaginativa de ocho años llamada Misfortune Ramírez Hernández. En el juego, Misfortune busca el premio Eternal Happiness, es decir, la felicidad eterna, para dárselo a su madre. Entonces, con la ayuda de su nuevo amigo, Mr. Voice, se aventurará en un bosque lleno de misterios y mala suerte. Little Misfortune es un videojuego centrado en la exploración y en todos sus personajes, tanto los más dulces como los oscuros. Es, fundamentalmente, un cuento de hadas de terror, que recuerda a los cuentos de los hermanos Grimm, y aventuras agridulces, que llevarán a los jugadores a un viaje muy maduro a través de un gran y aterrador mundo exterior.
Una aventura de terror con mucha purpurina
Little Misfortune comparte el mismo universo del videojuego de culto, Fran Brow. Comienza con una misteriosa voz en la cabeza de Misfortune, que le pide que participe de un juego a cambio de la felicidad eterna. La niña accede porque le encantaría darle el premio a su madre. Todo lo que sigue es una aventura interactiva. A diferencia de Fran Brow, que utiliza la mecánica de apuntar y hacer clic, Little Misfortune le permite al jugador moverse hacia la izquierda y la derecha a través de cada escena a su propio ritmo.
El jugador puede interactuar con los objetos y analizarlos con Mr. Voice. Además, puede tomar decisiones con consecuencias que se desarrollarán más adelante en la historia. En cualquier momento del juego, se puede arrojar purpurina para iluminar las cosas terribles que abundan en el bosque, como animales muertos. Si bien el juego comienza con una niña muy dulce que vive en un mundo de dibujos animados, Little Misfortune es sorprendentemente oscuro. El videojuego se inspira en los horrores del mundo real e incluye algunas amenazas sobrenaturales.
El juego aborda temas como el abuso e, incluso, el suicidio, lo que provoca una sensación perturbadora y desagradable. Esas sensaciones no se ven favorecidas por el desajuste que provocan la combinación de los miedos adultos y el humor juvenil. Aunque este título pueda parecer un juego de niños, no es para los más jóvenes. Esto es una lástima porque, más allá de algunos pequeños rompecabezas, lo único que queda por hacer es desentrañar los diálogos y vivir los giros de la trama.
