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viernes, 9 de marzo de 2012

No Nos Podemos Quejar... ???




Acabo de recibir un comentario muy interesante de una madre que dice "a los padres adoptivos parece que les está vedado quejarse". Es algo que he pensado muchas veces.

Cuando estamos en el proceso, esperando a nuestro hijo, no nos queremos quejar de nada por si no nos concedan la idoneidad, por si nos digan que no podemos adoptar, por si alguien se enfade con nosotros. Hay que tener cuidado...

Y una vez que hemos adoptado, hay otros motivos para no quejarse. Por fin tenemos nuestro hijo en casa. ¿Cómo podríamos quejarnos? ¿Que van a pensar los demás si nos quejamos de cualquier cosa - si llevamos tanto tiempo esperando? Así que, mientras que los demás padres se pueden quejarse cuando no pueden dormir o cuando el niño se está pasando por una etapa difícil o tiene problemas de aprendizaje, nosotros nos tenemos que callar.


¿Es cierto?

En su libro "El Apego en la Adopción", Debora Gray destaca la importancia que tiene para los padres adoptivos comunicar con los demás - sobre todo pedir ayuda o apoyo - en momentos de dificultad. Algunos de estos momentos podrían tener algo que ver con el hecho de que el niño sea adoptado y otros no. Lo importante es comprender que como padres adoptivos tenemos la misma necesidad que tiene todos los padres para sentirnos comprendidos y apoyados.

En su libro, Gray cuento casos bastante extremos, de familias que han adoptado niños que tienen dificultados para relacionarse con los demás, para confiar en las personas, para amar. Al cabo de unos meses, sus padres están totalmente agotados, pero no quieren pedir ayuda - primero para no fallar al niño, para no separarse de él o de ella, y segundo porque en algunos casos temen que los demás les van a ver como padres deficientes...

Somos padres y madres como todos. Somos seres humanos. En realidad, yo personalmente prefiero actuar en vez de quejarme, pero reconozco que hay momentos en los que simplemente necesitamos hablar con alguien y... sí, quejarnos.

Me acuerdo que después de llegar a España con mi hija, me sentí abrumada cada vez que salimos de casa con los niños. Antes habíamos sido una familia invisible, como las demás. Pero, de repente, nos habíamos transformado en una familia visible - no, SUPER visible. Llamábamos la atención de todo el mundo. Además, muchos eran los que hicieron comentarios. Había gente incluso haciendo preguntas. Yo no sabía que hacer.

Pero me daba vergüenza quejarme. No quería dar la impresión de que no estaba contenta con mi niña, que ella tenía la culpa - o, incluso que la situación fuera problemática. Pero hasta mis hijos mayores se sintieron incómodos a veces. Era algo real.

Es importante comprender que desde el punto de vista de muchísimas personas, la adopción no es simplemente una manera de formar una familia. Es un cuento de hadas; es algo sagrado; es una obra de caridad. Y como tal, no cabe la realidad diaria de criar a una familia. No hay lugar para una madre desesperada que no saber qué hacer en algún momento. Por mucho que su situación es igual que la de cualquier otra madre, algunas personas no van a poder comprenderlo simplemente porque no comprenden lo que significa la adopción.

A corto plazo, la sociedad no va a cambiar. Por eso es tan importante que haya asociaciones de familias adoptivas. Lejos de crear guetos, estas organizaciones tienen un papel primordial a la hora de normalizar nuestras experiencias. Crean espacios - reales o virtuales - donde podemos expresarnos con libertad y encontrarnos con el apoyo que tanto necesitan todos los padres.

miércoles, 25 de julio de 2007

Sobre Nuestros Hijos

Hoy os dejo con las palabras de Khalil Gibran, el poeta, artista y místico libanés que, entre tantas otras cosas, habló sobre los hijos:

Y una mujer que sostenía un bebé contra su pecho dijo, "Háblanos de los Hijos. "

Y el contestó:

"Vuestros hijos no son vuestros hijos.

Ellos son los hijos y las hijas de la Vida que trata de llenarse a si misma.

Ellos vienen a través de vosotros pero no de vosotros.

Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen.

Les podeís dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.

Porque ellos tienen sus propios pensamientos.

Podeís dar habitáculo a sus cuerpos pero no a sus almas, Pues sus almas habitan en la casa del mañana, la cual no ser puede visitar, ni tan siquiera en los sueños.

Podeís anhelar ser como ellos, pero no lucheís para hacerlos como sois vosotros.

Porque la vida no marcha hacia atrás y no se mueve con el ayer.

Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas vivientes son lanzados a la Vida. El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con su poder y sus flechas pueden ir rápidas y lejos.

Haced que la forma en que dobleís el arco en vuestra manos sea para alegría.

El también, además a amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable."


Mas sobre Khalil Gibran haciendo clic aquí.