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lunes, 10 de enero de 2011

Rape con costra de almendras en salsa de turrón de yema quemada (de Eri)


Este plato lo hice para la comida de Navidad y gustó muchísimo. Si os ha sobrado turrón de yema y queréis aprovecharlo en una receta que no sea dulce, aquí tenéis una propuesta rápida y muy sencilla de hacer.

Ingredientes (para 4 personas):
  • 4 colas de rape abiertas sin espina
  • 1 huevo
  • 1 cucharada sopera de pan rallado
  • Almendras en grano (también puede hacerse con almendras molidas o en láminas)
  • Sal
  • Pimienta blanca
  • Aceite de oliva
  • Media tableta de turrón de yema quemada
  • 50 ml aproximadamente de nata líquida 18% MG
  • 50 ml aproximadamente de caldo suave de verduras

Preparación:
Salpimentamos el rape. En una paella ponemos unas gotas de aceite y cuando esté caliente ponemos el rape hasta que esté hecho por los dos lados.
Batimos un huevo y separamos la mitad en otro bol. En uno de ellos añadimos la cucharada de pan rallado (con el pan conseguiremos que se forme una costra). Con esta mezcla pintamos los rapes. Después ponemos por encima del rape las almendras en grano. Finalmente, con la otra mitad del huevo batido volvemos a pintar por encima de las almendras.
Ponemos el rape en el horno con la función «grill» hasta que quede dorado y con la costra tostadita.

Mientras, preparamos la salsa:
Ponemos en un cazo el turrón a trozos a fuego suave, 50 ml del caldo y 50 ml de la nata, hasta que se haya disuelto el turrón y formado una crema.
Hay que tener un poco más de caldo y nata, ya que en función de la marca del turrón necesitará más o menos líquido. También en función de la textura que le queráis dar a la crema.

Ponemos en el plato la salsa y encima la cola de rape. ¡Ya tenemos el plato listo!

Eri (Barcelona)

Copa de brandada de bacalao y ceps con crema de espigalls salteados con bacalao y bacalao al cava con moixernons (de Carme Arce Peña)


 Ingredientes:

Para la brandada de bacalao y ceps:
  • 200 g de lomo de bacalao desalado
  • 1 ajo
  • 3 láminas de ceps hidratado
  • 50 ml aceite de oliva virgen
  • 200 ml de aceite de girasol

Para la crema de espigalls y bacalao:
  • 150 g de espigalls*
  • 50 g de bacalao desalado
  • 1/2 ajo laminado

Para el bacalao al Cava:
  • 200 g de bacalao desalado
  • 1 trozo de cebolla (1/2 de una entera)
  • 1 cl de tomate
  • 25 g de moixernons deshidratados
  • 1/2 copa de cava
  • 10 g de piñones

Peineta de bacalao:
La piel del bacalao la cortamos como si fuera un triángulo y la freímos vuelta y vuelta hasta que esté crujiente, la dejamos un rato en papel de cocina.


Elaboración: 
En una sartén con aceite de oliva, ponemos 1 ajo laminado a dorar, una vez esté dorado añadimos el bacalao desmigado y los ceps, cuando esté al punto, sin llegar a que se fría, lo retiramos y lo ponemos en un recipiente (vaso de hacer mahonesa), añadimos el aceite de girasol e igual que si hiciéramos la mahonesa con la ayuda del túrmix, habremos obtenido la brandada, reservamos en la nevera.
Cocemos los espigalls hasta que estén al dente, escurrimos y reservamos un poco de caldo, a continuación laminamos un ajo y lo doramos en aceite de oliva, añadimos el bacalao y a continuación la verdura, salteamos todo unos 5 minutos, lo reservamos en un recipiente para poder pasarlo por la batidora con un poco del caldo de hevir que teníamos reservado, hasta obtener una crema bien fina, salpimentamos si hace falta, porqué el bacalao siempre lleva un punto de sal.
En una cazuela, pochamos la cebolla, seguidamente añadimos los moixernons y el poquito de tomate, una vez que esté bien pochado añadimos el bacalao, que se haga un poco, añadimos el cava hasta que reduzca y añadimos los piñones que habremos tostado en una sartén.

Montaje de la copa: 
Primero pondremos la brandada, a continuación la crema d'espigalls y encima los trocitos de bacalao al cava, decoraremos finalmente con una peineta de la piel del bacalao.

*Los espigalls, es una verdura autóctona de la Zona del Garraf (Costa de Barcelona), el gusto puede asimilarse al de una col muy suave.
En mi blog, hay alguna receta y también solo cocidos.


Carme Arce Peña (Vilanova i la Geltrú, Barcelona)

domingo, 9 de enero de 2011

Arroz con setas y carabineros (de Betty Misiego)


 Ingredientes:
  • Setas plancha (¼ kg)
  • 1 cebolla grande
  • 1 diente de ajo
  • Vino blanco
  • 4 carabineros
  • 12 langostinos
  • 2 carrilleras de rape
  • Arroz
  • Aceite
  • Sal

Elaboración:
  1. Se pocha la cebolla y se le añaden las setas pero se hace con poquito aceite y a fuego lento.
  2. Se cuecen las carrilleras en 1 litro de agua y en 3 minutos las retiramos. En esa misma agua añadimos las cabezas y pieles de los carabineros y los langostinos y cocemos a fuego lento durante media hora. Con la cuchara de madera se aplastan las cabezas para que saquen todo su jugo.
  3. En la olla donde están la cebolla y las setas se añade un vasito de vino blanco, los cuerpos del marisco y cuatro tacitas de café llenas de arroz blanco y sal al gusto. Se deja cocer a fuego lento y removiendo lo mínimo durante unos 20 minutos.
  Betty Misiego (Zaragoza)

sábado, 8 de enero de 2011

Calamares rellenos con crujiente (de Ángeles Ballesta Castillo)


Hay un dicho que dice... ¡¡He comido como un rey!!
Así hay que alimentarse de cuando en cuando, jejeje... es una de las cosas con las que disfrutamos, y yo, doblemente, elaborando; y después... ñam, ñam, ñam...

Ingredientes:
  • 1 kg de calamares medianos (han entrado 10 piezas)
  • 250 g de carne de cerdo picada
  • 2 dientes de ajo y perejil picados finamente
  • 100 g de nueces pacanas, partidas grosamente
  • 10 orejones cortados en juliana
  • 1 huevo batido
  • Sal
  • 10 palillos para cerrar los calamares

Para el emborrizado:
  • Pan rallado
  • 1/2 vaso de semillas de sésamo amarillo mezclados

Para la salsa:
  • 180 ml de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
  • 2 cebollas medianas cortada en brunoise
  • 6 dientes de ajo muy picado
  • 1 vaso de vino barbadillo
  • Azafrán o colorante
  • 2 hojas de laurel
  • 1 guindilla (opcional)
  • 1 vaso de agua mineral
  • Sal

Para acompañar:
  • Arroz cocido
  • Patatas fritas
      
    Elaboración:
    Vaciar los calamares y volverlos del revés (como un calcetín) para limpiar bien de arenillas. Cortar las patas y aletas. Mezclar la carne con todos los ingredientes (ajo, perejil, nueces, orejones, patas y aletas, huevo y sal). Introducir esta mixtura en los cucuruchos de los calamares y cerrar estos con los palillos. Pasar los calamares con la mezcla del pan rallado y semillas. Dorar los calamares en los 180 ml de aceite, escurrir en papel absorbente y reservar. En el mismo aceite, sofreír, a fuego flojo, el ajo y cebolla con la sal; añadir la guindilla, laurel, azafrán o colorante y el vino. Dejar reducir un poco. Introducir los calamares y el agua. Subir el fuego al máximo y cocer 15-20 minutos o hasta que espese. Mover de vez en cuando. ¡Listo para el emplatado... con las patatas y arroz. Que aproveche!

    Ángeles Ballesta Castillo (Málaga)
    Blog: Kesito

      viernes, 7 de enero de 2011

      Espirales con paté de mejillones rellenas de mousse de atún (de Lily)


       Ingredientes para la cobertura:
      • 32 rebanadas de pan de molde sin corteza + 3 para la base
      • Paté de mejillones

      Ingredientes para la mousse de atún:
      • 350-400 g de atún en aceite (bien escurrido)
      • 4 claras de huevo
      • 200 ml de nata para cocinar
      • 100 ml de nata para montar (sin azúcar)
      • 5 hojas de gelatina sin sabor

      Preparación paté de mejillones:
      • 175 g mejillones escabeche
      • 75-100 g atún en aceite (escurrido)
      • 4 quesitos

      Preparación Mousse de Atún y preparación plato:
      En primer lugar poner en remojo las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.
      Poner film transparente forrando el molde para posteriormente poder desmoldarlo mejor.
      Pasar el rodillo por cada una de las rebanadas de pan, para que sean más finas y compactas y conseguir una mejor manipulación.
      Untar cada rebanada con el paté de mejillones.
      Juntar 8 rebanadas de pan solapando un poco una encima de otra. (en 2 filas 4 + 4) enrollar a lo ancho como si hiciéramos un brazo de gitano, presionando suavemente.
      Envolver el «churro» en papel film de cocina, para que conserve mejor la forma y meter en la nevera mientras preparamos la mousse. De esta manera se costará mejor y mantendrá mejor la forma de espiral resultante.
      Triturar el atún con 100 ml de nata para cocinar y reservar (debe quedar un puré con textura suave).
      Montar las claras de huevo con un pellizquito de sal para que monten antes. Reservar en la nevera.
      Una vez hidratada la gelatina, escurrirla bien y secarla con papel de cocina.
      Poner los 100 ml de nata para cocinar en un cazo al fuego, cuando esté caliente, añadir la gelatina y remover hasta que esté deshecha por completo. Juntar con el atún y remover bien. Dejar enfriar un poco para impedir que bajen las claras y la nata montadas.
      Semi-montar la nata y reservar en la nevera.
      Una vez que el atún ha perdido todo el calor del fuego (será pronto pués al juntar la parte de nata caliente con la parte de nata fría se templa enseguida), añadir la nata montada, removiendo suavemente con movimientos envolventes para evitar que ésta se baje.
      Añadir las claras montadas (pero ojo que no tengan claras líquidas, si se ha formado líquido, volver a montar) también con movimientos envolventes y con suavidad.
      Sacar los «churros» de la nevera y cortarlos en lonchas de algo más de 0,5 cm.
      Colocar las dichas lonchas cubriendo todo el molde.
      Introducir en el hueco que ha resultado, la mousse de atún.
      Partir y colocar las 3 rebanadas de pan restantes tapando la mousse.
      Cubrir con el film sobrante y meter en la nevera hasta que cuaje. (mejor de un día para otro)
      Una vez cuajada, desmoldar y servir.

      Lily (Barcelona)

      domingo, 2 de enero de 2011

      Arroz de huerta, mar y monte (de Marisa Lanca)


      Entrado el nuevo año, ahí va otra recetica. Porque vosotros lo valéis... Y porque me ha salido tan buena que me he dicho ¡la mando!

      Ingredientes: (para 4 o 5 personas)

      • 1/2 kilo de conejo
      • 1/4 de gambas peladas
      • 6 alcachofas
      • 1/2 kilo de arroz
      • 1 pimiento rojo pequeño
      • 1 tomate
      • 3 rodaballos
      • Vino blanco
      • Limón
      • Azafrán
      • 3 dientes de ajo

      Elaboración:
      Para empezar se meten al horno 3 rodaballos con base de aceite de oliva y espolvoreados con sal, el zumo de un limón y un poco de eneldo, y regado con vino blanco y unos cacitos de caldo de pescado. Diez minutos a 200 ºC. El resultado de este guiso es un caldo muy sabroso que reservaremos en un cuenco para nuestro arroz. Con el rodaballo cada uno que haga lo que quiera; no nos interesa.
      En una paellera, paellador eléctrico o cazuela al gusto se fríe con cantidad no despreciable de aceite de oliva el conejo previamente cortado a trozos delicados. Se reserva.
      Pelamos bien las alcachofas, las cortamos en cuartos y las incorporamos para freír. Cuando estén doraditas, añadimos las gambas, los ajos troceadicos y el pimiento a dados finos, y aderezamos todo con sal. Esto ya tiene una pinta excelente de color: rosa, verde, rojo...
      Es el momento de añadir el tomate pelado y triturado. Si observamos que falta aceite, vamos añadiendo sin problema. Removemos constantemente con cuchara de madera.
      Ahora viene el arroz: 1 taza mediana por persona. Yo suelo espolvorear con colorante amarillo y un poco de pimentón dulce, pero no es imprescindible.
      Se revuelve el arroz con el sofrito unos 2 minutos y se añade el caldo de rodaballo: 2 tazas por cada una de arroz que hayamos echado. Si nos falta, se completa con agua. También se incorporan los bocados de conejo que teníamos reservados.
      Cocerá 15 minutos justos y listo. El plato servido se decora con unas hebritas de azafrán.

      Nota: Si después de comer nuestro arroz, todavía queda en la paellera alguna ración, al día siguiente se prepara un ajolio, se calienta el arroz en una sartén y veréis la combinación... ¡qué ricura!

      Marisa Lanca (María de Huerva, Zaragoza)

      jueves, 23 de diciembre de 2010

      Lomos de lubina sobre camita de lombarda, cebolla, nueces y champi, caramelizados (de Toñi «Picapusa»)


       Lo que hace especial este plato es la guarnición del mismo.

      Para prepararlo necesitamos:
      • Lubinas, que nos limpien los lomos para hacerlos a la plancha
      • Unas patatas panadera para acompañar
      • Un pedazo de col lombarda
      • Una cebolla tierna
      • Unos champiñones
      • Una cucharada de azúcar
      • Un puñado de nueces
      • Sal, pimienta, aceite y vinagre

      Preparación:
      Rehogamos la cebolla cortada muy fina y a medias incorporamos la lombarda cortada en juliana y los champiñones, añadimos sal y dejamos pochar.
      A los cinco minutos a fuego moderado, incorporamos una cucharada colmada de azúcar, dejamos que termine de pocharse y añadimos un chorrito de vinagre y lo mantenemos al fuego unos minutos más.
      Hacemos la lubina a la plancha y montamos el plato con las patatas panadera, la lubina y de cama nuestro rehogado de lombarda, etc...

      Toñi «Picapusa» (Santa Pola, Alicante)

      martes, 14 de diciembre de 2010

      Calamares rellenos en su tinta a la inversa con cebolla caramelizada (de Yoyo Yoyo)


      Bueno, despues de pensar mucho si mandaba receta o no, al final me he decidido y ahí os la dejo. Una lástima que no se puedan postres. Espero que os guste a todos. A todos los que la hagáis en casa, no al jurado, que no estoy haciendo la pelota.

      Comencemos:

       Ingredientes:
      • 500 g de calamares o chipirones (5 o 6 medianos)
      • 5 langostinos
      • 2 lonchas de jamón serrano
      • 1 huevo cocido
      • 2 dientes de ajo
      • 2 cebollas grandes
      • 1 copita de Brandy
      • Tinta de calamar (una bolsita, si no tenéis natural)
      • Aceite de Oliva Virgen
      • Sal
      • Pimienta

      Manos a la obra:
      Limpiar los calamares, reservando las patas y aletas. Una vez limpios les damos la vuelta como si fueran un guante.
      Cortar las patas y aletas en trozos pequeños, al igual que el jamón y los langostinos (los langostinos pelados).
      Picar las dos cebollas en una picadora o robot, no muy picadas, pero finitas. Las ponemos a pochar en un buen chorro de aceite, añadimos sal, una pizca de azúcar moreno, dos gotitas de vinagre, pimienta, a fuego lento y las dejamos hasta que cojan un color doradito. Tiene que ser el fuego muy bajo porque sino se quemarían y amargarían. Para daros una idea, tienen que estar por lo menos 30 minutos.
      En otra sarten ponemos aceite y añadimos los ajos en láminas finas; cuando cojan color, poquito, echamos las patas y las aletas de los calamares, salpimentar, pero poquito. Se rehogan dos minutos y añadimos el jamón, otros dos minutos, esta parte con el fuego suave. Para terminar añadimos los langostinos y el huevo duro rallado. Damos unas vueltas con la cuchara de madera e incorporamos la tinta de calamar. Dejamos dos minutos a fuego suave y sacamos para que se temple.
      Con esta farsa rellenamos los calamares o chipirones, no muy llenos porque al cocerlos merman y se nos saldría el relleno, no hace falta poner palillos, al darles la vuelta se cierran al cocer y no dejan salir el relleno. Pasarlos por una sarten con aceite caliente, simplemente para que se marquen.
      Los pasamos a la cazuela con la cebolla ya terminada de caramelizarse, ponemos la copita de brandy y los dejamos unos cinco o siete minutos. Apagamos el fuego, dejamos reposar 15 minutos y LISTO.
      Decorar el plato con esparragos verdes a la plancha o con arroz, o con cualquier otra hortaliza.
      Y ya puestos, si lo acompañáis con un cava, triunfáis.
      Yoyo Yoyo (Zaragoza)

      jueves, 2 de diciembre de 2010

      Fardelicos de salmón (de Badil)


      Ingredientes:
      • Una rodaja de salmón
      • 2 filetes de salmón ahumado
      • 1 limón
      • Un trozo de cebolla de Fuentes
      • Pimienta negra
      • Nata líquida, 50 g
      • Huevas de lumpo
      (Yo de aquí saco más o menos 5 fardelillos)

      Preparación:
      Quitar la piel, la parte central de la espina y las espinas sueltas de la rodaja de salmón.
      Picarla con el cuchillo en cuadradicos chiquitines y ponerla a macerar un rato (de media hora a una según la cantidad de picada) con el jugo de un limón, dándole vueltas con un tenedor de cuando en cuando para que el limón llegue a todo.
      Picar cebolla (mu pequeña también) y añadirla al salmón (quitándo el caldo del limón, si hay sobrante).
      Echar un poquito de pimienta negra y un poco de nata líquida hasta que quede jugoso pero con cierta consistencia, si no se escuajeringa.
      Rellenar los filetes de salmón ahumado con el picadillo en forma de canelón, ravioli, limosnera... Depende la maña, maños.
      Se adorna con caviar, huevas de lumpo, o ralladura de limón (según bolsillo).
      Y a la nevera un rato.

      Dirán ustedes ¡Maldita sea, pero si no ha encendío un fogón!
      Vaaaaaaaale, malcontentadizos.
      Ya que se acercan las navidades, bendeciremos este plato con una ensalada de canónigos.
       
       Ingredientes:
      • Canónigos
      • Beicon ahumado
      • Nueces
      • Pasas
      • Salsa vinagreta suavecica ( vinagre de jerez o módena según grado de patriotismo)

      Preparación:
      Se trocean las pasas quitándoles las pepitas y se echan a la vinagreta que se hidraten un rato.
      Se pica, muy picao, el beicon, y se turra en un sartén con muy poquico aceite.
      Se trocean las nueces (a mano mismamente) y se reparten sobre los canónigos.
      Lo mismo con el beicon y justo antes de servir se bautizan con la vinagreta «pasada», si se hace mucho antes los canónigos pierden su orgullo. Y no es igual.

      Del apartado de presentación, me retiro, porque es muy difícil hacer filigrana cordobesa cuando sientes el aliento de los comensales en la nuca y en cuanto al de fotografía, me reservo el derecho de utilizarla para el Móvilmasters 2010.
      Ahora, el de ahorro energético es mío, porque si no hay un tongo como una casa.

      Badil (Zaragoza)

      miércoles, 1 de diciembre de 2010

      Sacrilegio a la marinera (de Miguel Ángel Cortés)


      Dada mi lejanía  moral y filosófica con  la profesión de recetario pero mi gran afición a la cocina arrastro un bloqueo mental desde hace años que intento suavizar saltando de foro en foro y de blog en blog buscando un sitio donde me enseñen a cocinar y no se limiten a copiar ecuaciones con muchas incógnitas. No soy químico ni pastelero (valga la redundancia) ni tampoco me considero cocinero; un mero y llano juntaingredientes que disfruta viendo a sus invitados hablando, riendo, bebiendo y olvidándose de lo que yo mismo les he cocinado mientras los platos quedan vacíos y hasta las más “comemiguillas” repiten ración.
      Pero me piden una receta. ¡Dios me libre de cometer tan magnífico derroche de tiempo y provocar desperdicio igual en el jurado! Escribiré algo más interesante, aunque no por ello más útil que una receta, provocaré desasosiego, rechazo, críticas, risas altivas e incredulidad mezclando en una misma tartera pescados, mariscos, nata, mantequilla, queso y masa quebrada, entre otros extraños compañeros de viaje para producir el mejor de los resultados estéticos posibles: la provocación. Además de una placentera y etílica  sobremesa de todo el que ose inspirarse con el aroma que despide este texto.
      Dejen de leer, por favor, los que no se confiesen en la pescadería o los que disfruten comprando rodeados de luces de neón. A los que quedan les emplazaremos a su mercado más cercano, con su párroco de confianza, recibiendo una penitencia acorde con sus pecados; o sea, a más pasta, mejor mercancía. El pecador cargará con morralla y cangrejos para el caldo, pescado de firme carne para freír enharinado a tacos, crustáceos también de carne firme tipo langosta o bogavante, algunas gambas o langostinos, mejillones y almejas. Una vez cumplido este ritual podemos continuar con los menesteres menos importantes que nos separan del final del trayecto. Unas cervezas y un compañero nos lo harán más llevadero.
      Para el caldo no debemos olvidar añadirle un tomate, unos pimientos, puerros, una hoja de laurel, granos de pimienta, las cabezas de todos los crustáceos y algo de azafrán tostado al agua justa para que nos sobre tan sólo una tacita por cocinero que beberemos luego, a modo de aperitivo, mientras destapamos una segunda cerveza. Transcurrido como máximo el tiempo que dura un CD de música pop chafaremos todo y lo colaremos.
      Rape, bacalao, lubina, rodaballo o pargo nos servirán. Igual que los crustáceos lo cortaremos a tacos, sin espinas por supuesto, los pasaremos por harina y los freiremos breve pero intensamente.
      Cebolla, ajo, pimiento verde, vino blanco y tomate a fuego lento pero seguro hasta que parezca una mermelada oscura y compacta a la que añadiremos, muy poco a poco, el caldo anterior intentando que parezca todo un mismo cuerpo. El sacrilegio viene ahora: sin apartar del fuego verteremos nata (y concentrado de tomate si queremos más oscuridad) hasta que todo hierva tímidamente sin dejar de mover con unas varillas. Apartado ya del fuego remataremos con parmesano rallado, mantequilla y hierbas frescas a placer y gusto del que abrirá la tercera cerveza para afrontar la última y decisiva etapa. En el mismo recipiente juntaremos el pescado frito anteriormente con las gambas, langostinos, mejillones y almejas bien limpios de pelos y barbas removiendo bien el conjunto para unificar sabores.
      Un recipiente elegante, ovalado y con el borde suficiente hará los honores de recibir a todos los anteriores invitados que sellarán su amistad con un tejado de masa quebrada delgada, pintada con huevo y agujereada para no elevarse a los cielos precipitadamente.
      La cuarta cerveza será el tiempo necesario de horno y también suficiente para el abrebocas que los hambrientos comensales ignorarán antes de romper con una delicada pero gran cuchara el techo que les separa de los sabores y aromas del sacrilegio marino que están a punto de olvidar también. Un poco de costra, algo de pescado, gambas y conchas regado con el contundente jugo en un plato hondo serán el medio para conseguir la felicidad de nuestros invitados. Con un poco de suerte la conversación para ellos y las cervezas para nosotros serán suficientes para que tan rotundo plato pase totalmente desapercibido y no por ello disfrutado.

      Miguel Ángel Cortés
      Blog: El gastrónomo mallorquín

      domingo, 28 de noviembre de 2010

      Escalibada en milhojas (de Riso amaro)

      Ingredientes (para dos personas):
      • 1 calabacín mediano
      • 2 berenjenas medianas
      • 8 hojas de col rizada (repollo, berza)
      • 1 bote de 150 g de pimientos del piquillo asados enteros
      • 1 lata pequeña de anchoas en aceite
      • 1 puñadito de fideos de arroz
      • 1 ajo tierno
      • 1 diente de ajo
      • Aceite de oliva virgen extra, vinagre de jerez, reducción-crema de vinagre balsámico de Módena, escamas de sal.

      Preparación:
      Primero asamos el calabacín y las berenjenas. Para ello las cortamos en rodajas de unos 3 mm de grosor, las colocamos en una bandeja de horno, las salamos y las regamos con aceite de oliva, sal y un vaso de agua para compensar la pérdida de humedad que se produce en este proceso. Hornear unos 50 minutos a unos 200 ºC ,vigilando de vez en cuando para que no se quemen o pierdan demasiada humedad. Si esto ocurre, se puede añadir un poco más de agua. Debemos también darle la vuelta varias veces para que se hagan igualmente por los dos lados.
      Una vez realizado este proceso, se reservan las berenjenas y el calabacín para que se vayan enfriando.
      Mientras asamos nuestras verduras, ponemos a hervir agua abundante en un puchero, cuando esté el agua en ebullición, introducimos las hojas de col que procuraremos queden enteras. Una vez que el agua vuelva a entrar en ebullición, las dejamos unos tres minutos y las escurrimos para que se vayan enfriando. La textura que nos interesa es un pelín tierna, si queda demasiado blanda se nos romperá más fácilmente y el montaje será más difícil.
      Con la verduras templadas o frías, pasamos al montaje. Este es el proceso: Dentro de un aro metálico colocamos una capa de col, una de berenjena, una de calabacín, una de col de nuevo y una de pimientos. Repetimos la operación hasta completar la altura del aro. Debemos tener en cuenta que la capa superior tiene que ser de pimientos ya que nos permite mayor alegría en la decoración.
      Una vez colocadas todas las capas, adornamos con una última de anchoas. Con dos tres por persona será suficiente.
      Por último, vamos a darle el toque final con un Orio de la siguiente manera: laminamos el diente de ajo y lo doramos en un  poco de aceite de oliva. Cuando el ajo está dorado, apartamos la sartén del fuego unos 30 segundos (muy importante, por seguridad) y echamos un chorrito de vinagre de jerez removiendo airosamente con una cuchara de madera para que liguen el aceite y el vinagre. ¡Cuidado con las salpicaduras! Regamos con este Orio nuestro milhojas y adornamos también con un chorrito de reducción de vinagre de módena de esos que venden ya hechos que vienen muy bien. Le damos un último punto divertido con unas escamas de sal espolvoreadas.
      Para el hatillo de fideos: hacemos un montoncito con unos pocos fideos de arroz y los atamos con una hebra que extraemos de un ajo tierno un poco largo. Freímos el hatillo, mejor en freidora (unos segundos son suficientes para que se hinchen los fideos). Sacar rápidamente, salar por encima y colocar junto a nuestro milhojas.
      ¡Ahora solo hace falta un poco de apetito y a disfrutar!
      Riso amaro (Bilbao)

      martes, 23 de noviembre de 2010

      Lomo de salmón sobre lecho de cebolla con puré de patata y mascarpone (de Ana Lucía Gracia)


      Ingredientes (para dos personas):
      • Un lomo de salmón de 300 g
      • 2 cebollas medianas (250 g)
      • 3 patatas no muy grandes
      • 100 g queso mascarpone
      • Pimienta, orégano, sal y guindilla

      Preparación:

      Pelamos las cebollas, las cortamos por la mitad y las cortamos finas. Echamos en la sartén con aceite y mantequilla a fuego lento hasta que estén transparentes y bien pochadas. Rectificamos de sal. Reservamos.
      Metemos las patatas en el microondas a máxima potencia durante 8 minutos a 800 w. Pelamos y machacamos con un tenedor, añadimos el mascarpone y el orégano, mezclamos bien y salpimentamos.
      Hacemos el salmón en la parrilla teniendo especial cuidado en que no se quede muy hecho.
      Emplatamos la cebolla, encima el salmón y al lado el puré. Damos un golpe con un molinillo de guindilla por encima del salmón.

      Ana Lucía Gracia

      domingo, 21 de noviembre de 2010

      Naveta de salmón gratinado bajo los humos del Krakatoa (de Amalia Barrachina)


      Ingredientes (para tres personas):
      •     3 lomos de salmón fresco de 200 g cada uno
      •     1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón
      •     Zumo de 1/2 limón
      •     Eneldo, cebolla y ajo (en polvo)
      •     200 ml de nata líquida para cocinar
      •     Queso en polvo Grana Padano
      •     Sal
      Para la guarnición:
      •     4 patatas gallegas medianas
      •     1 cucharada de mantequilla
      •     1 yema de huevo
      •     Sal
      •     1/4 de repollo
      •     Pimiento rojo asado en tiras 

      Preparación:
      Precalentar el horno a 250 ºC.
      Pelar y cortar las patatas en pellizcos gruesos. Poner a hervir en agua con sal hasta que estén cocidas.
      Mientras se cuecen las patatas preparamos el salmón.
      En una tartera de barro pintar el fondo con una cucharadita de aceite de oliva y distribuir los lomos del salmón, con la piel hacia abajo. Rociar con el zumo de limón, espolvorear con sal y eneldo y cubrir todo con la nata líquida. A continuación especiar abundantemente con el ajo y la cebolla en polvo y añadir por último el queso.
      Se introduce en el horno a 200 ºC unos 15 minutos.
      Ahora cortamos el cuarto de repollo en juliana. Lavar y escurrir bien y poner a pochar en una sartén hasta que quede doradito. Salar suavemente.
      Es el momento de preparar el puré.
      Escurrir bien las patatas cocidas y poner en un bol más ancho que profundo. Escachar con un tenedor e ir añadiendo la mantequilla y la yema de huevo.

      Presentación:
      Modelar con el tenedor una montaña de puré en un lado del plato. Coronar con la col pochada.
      Elaborar unos rollitos con las tiras de pimiento y disponer sobre el plato. Una debe ir sobre la cima para simular la lava de un volcán.
      Con una paleta y mucho cuidado colocar la naveta de salmón gratinado junto a nuestro volcán y decorar con una ramita de perejil.
      Acabamos de tomar la isla de Krakatoa. ¡Buen provecho!

      Amalia Barrachina (Zaragoza)