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miércoles, 17 de febrero de 2021

Miércoles de Ceniza

Tengo un amigo, Paco, que por Cuaresma suele renunciar al dulce, que le pirra. Lo hace a modo de sacrificio y ofrenda. Yo creo que fue en 2018 cuando decidí emularle y hacer lo mismo, pero privándome del queso, que me pica más que el dulce. En 2019, con todo lo vivido en 2018, decidí que tampoco hacía falta fustigarse uno mismo de manera tan innecesaria; pero en 2020, en un arranque de necedad (que nadie se lo tome a mal), decidí retomar los cuaresmales sacrificios renunciando al dulce, que desgraciadamente y con la edad, cada vez parece que me guste más.

El caso es que recién estrenada la Cuaresma de 2020 fui, por fin, a comer a un restaurante de Almería al que le tenía muchas ganas y del que se cuentan maravillas sobre su tarta de queso. Maldición. Qué falta de previsión. Tuve que renunciar a probar el ansiado manjar (que digo yo que lo será, pues aún no lo he probado) por estar ya sumido en ese sacrificio autoimpuesto para la pasada Cuaresma. A los pocos días nos encerraron a todos en nuestras casas y la vida se sumió en este tedio que ya nos resulta tan familiar. ¿O soy el único que se asombra de ver multitudes o abrazos en la televisión?

En fin, que ya está aquí el de Ceniza de 2021 y no tengo ganas de prometer nada porque a nada sé ya por dónde meterle mano. Tanta incertidumbre rompe la baraja, desequilibra la balanza. Y en el horizonte empezamos ya a vislumbrar un nuevo Domingo de Ramos, estallido de la nada o, aún peor, reventón de la ausencia, de la herida mal curada en el calendario de unos días que no son sino la triste copia del día anterior en este vivir sin vivir que nos obliga a volver los ojos (y el corazón) a lo que siempre se ha llamado las pequeñas cosas para a continuación decir que son las más importantes. Aplastante ilógica. Y a la salud, ésa que tanto celebrábamos cada 22 de diciembre en busca de un consuelo impropio de Jueves Santo y a la que ya no queremos perder la cara, no sea que se cuele más aún en nuestras vidas ese bichito invisible que tantas y tantas ha segado, muchas de ellas sin cómputo ni registro oficial. Que ya no votan.

Y tras el de Ramos, el de Pascua o, como a mí más me gusta, el de Resurrección. También llegará para hacer el de 3 seguidos sin pisar las calles de una ciudad que ni sabe qué esperar, ni parece que le importe. Pero si hay una advocación bonita en este mundo ésa es la de la Esperanza y ya se sabe que la Esperanza es lo último que se pierde. A ver si a base de repetirlo nos lo terminamos de creer.


viernes, 16 de octubre de 2020

La caridad en las hermandades y cofradías.

Esta reflexión aflora con ocasión de la lectura del llamado Plan Estratégico 2020-2024 publicado por la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Almería. Vaya por delante mi más sincera felicitación a su junta de gobierno por el trabajo realizado en este plan y, en general, en todas sus actuaciones al frente del organismo aglutinador de nuestra Semana Santa. Creo que era hora de introducir en el ámbito cofrade algunas cuestiones interesantes más propias del mundo empresarial, tales como una fijación de objetivos, un trazado de planes, un análisis de lo que somos y queremos ser, etc. Es un camino hacia la seriedad, tratando de evitar que el día a día no nos permita más que tapar los agujeros que van surgiendo y seguir haciendo "lo mismo de siempre".

Dicho esto, también es cierto que en cuanto a sensaciones, el Plan Estratégico me llevó de más a menos, pues en su contenido hay una planificación de cuestiones a desarrollar y que se irán abordando en los próximos años, alguna interesantísimas e importantísimas, pero termina pareciendo que todo lo relevante tiene que ver con la caridad, pues, analizado al peso, es lo más destacado del plan. 

Por evitar malentendidos, si la pregunta es si las hermandades deben hacer caridad, la respuesta es obvia: sí. La caridad ha de ser, seguramente, uno de los pilares que sostengan el día a día de nuestras hermandades. Pero, ¿es nuestra misión principal como cofrades o lo más importante que debamos hacer en ese ámbito? Yo creo que rotundamente no. ¿Para justificar lo que hacemos ante la sociedad hemos de reducirlo todo a la caridad? Yo insisto en que no.

Hace escasas fechas, la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la Ciudad de Granada emitió un valiente comunicado en el que manifestaba su disconformidad con la reducción a la que ha sometido el Ayuntamiento de la ciudad nazarí a la subvención anual que perciben las cofradías. Y, leyéndolo, parece que diga, aun sin decirlo, que las hermandades merecen la subvención que reciben por esa labor asistencial y caritativa que realizan en su ciudad a lo largo del año. ¿Y ya está? ¿Eso es todo lo que ofrecemos y brindamos las cofradías a nuestras ciudades? Es decir, ¿en ausencia de caridad no somos nada? Reitero que el comunicado no dice eso, aunque a mí me deja esa sensación.

Indudablemente, la labor principal de las cofradías debe ser el culto público. Estoy convencido de que esto por sí mismo no merece subvención alguna, pues la alimentación del hecho religioso, la evangelización que cada uno pueda llevar a cabo conforme a sus medios, no es algo que deba recibir dinero público para su mejor realización. Cosa distinta es que la tradición ha conformado un ejercicio de ese culto público riquísimo desde el punto de vista artístico, social y cultural. Queramos o no, la Semana Santa que hemos de vivir de manera leal a nuestra fe, es para la ciudad en su conjunto un espectáculo de fantásticas dimensiones. Y eso sí que es subvencionable y merece la ayuda de la administración, como manifestación cultural de miles de ciudadanos que genera, además, un impacto económico destacado allí donde ha cogido cierto vuelo.

Desde ese punto de vista, la caridad debe ser un punto más a nuestro favor. Porque a la caridad nos obliga nuestra fe y nos obliga también la sociedad en la que vivimos, que espera esto de nosotros. Pero, cuidado, que gran parte de la sociedad no nos quiere sino laicos: poco importa para muchos que hagamos las cosas en nombre de Dios, pues lo único que quieren es que hagamos obra social y caritativa, como cualquier ONG, dicho en el mejor sentido de la expresión.

Por todo ello, opino que virar hacia la caridad, caridad, caridad y más caridad, es caer en cierto modo en la trampa de quienes nos obligan a justificarnos en aquellos ámbitos que, siendo tan nuestros, no son ni deben ser nuestro motivo de existir, ni nuestro objetivo principal.

Y, por último, siguiendo la línea de lo que se propone en el Plan Estratégico, a la hora de afrontar las obras de caridad seamos listos: no todo es dinero, hay mucho que hacer empleando tiempo, conocimiento y voluntad. No pretendamos viajar siempre solos, unámonos entre nosotros o incluso con otros que ya saben bien lo que hacen y cómo lo hacen. Y, por supuesto hagamos más caridad. Y más  y mejor hermandad, AMDG. 

jueves, 30 de abril de 2020

Semana Santa 2020

Perdón por el retraso. Qué Semana Santa la de 2020, ¿verdad? Costará olvidarla, aun sin saber si habrá de ser replicada en el futuro. Que ya hay quien dice que a ver si en 2026... pues como si dicen 2052: nadie sabe nada. Dudar de 2021 parece más razonable, como parece razonable que las más inminentes habrán de ser en algo distintas a las que vivimos hasta 2019, aunque tampoco creo que esté muy claro ni en qué, ni en cómo.

Dejando esas obviedades a un lado, pasemos a otras: en mi opinión, las hermandades de Almería se han esforzado, cada una según sus medios y posibilidades (que tantas veces son los medios y posibilidades de las personas que conforman sus juntas de gobierno) en ofrecernos una experiencia de Semana Santa tanto a sus hermanos como al conjunto de los cofrades. Yo creo que aquí no cabe más que felicitar y felicitarnos por tan variados y en ocasiones imaginativos intentos. Unas veces con más desempeño tecnológico, otras veces con menos; algunas veces con lágrimas, otras veces sin ellas; pero creo que nadie se ha conformado con quedarse al margen y esto me parece una buena noticia: hemos tenido a nuestro alcance más contenido del que podíamos disfrutar pues no había tiempo para todo, ni estando confinados.

Lo que sí me parece que merece una reflexión es que, al final, queda un poco la sensación de que a cada uno le gustó y le emocionó lo suyo y lo de sus amigos. Partiendo de que esto último es algo netamente humano, creo que nos equivocamos cuando hacemos sorna o desmerecemos lo que han hecho otras personas desde otras hermandades; a fin de cuentas, si hicieron tal cosa es porque les gustó (luego a alguien ha de gustarle eso que a ti no te gusta) o porque no tuvieron o no supieron tener otros medios, lo que ciertamente merece también un punto de respeto o al menos de condescendencia. Dicho lo cual, reitero, sin ser yo nadie, mi felicitación para todos los que de una u otra manera quisieron acercar una nueva experiencia de Semana Santa a hermanos y cofrades en general.

Cambiando de tercio, lo pongo aquí porque no creo que merezca una entrada propia: esta pandemia que a nivel social es un sindiós con todas las de la ley, porque Dios ha sido relegado de nuestra existencia social, me ha invitado a probar una nueva "sección" por así decirlo para esta más que humilde bitácora en la que intentaré subir una foto que nos mueva a Dios -preferentemente de temática cofrade- con algún pequeño texto en formato libre y en la que me gustaría contar con firmas invitadas. Si soy fiel a esta idea, se publicará una entrada con esas características el lunes siguiente al primer domingo de cada mes. Por cierto, si aún me lees, busco nombre para esa sección o etiqueta (hashtag) para esas entradas pues no encuentro nada que me convenza. El próximo lunes la estreno.

miércoles, 9 de enero de 2019

Mi fe (parte 3: gente que no ayuda)

Lejos en el tiempo queda ya aquella parte 2 sobre mi fe, publicada a mediados de septiembre en este mismo blog. Es un tema que merece siempre una reflexión seria y sobre el que no siempre es fácil escribir. Hoy paso a la parte 3, dedicada a un rasgo sumamente importante de la Iglesia Católica: la humanidad de sus miembros. Sobre ello escribo a continuación: desde los hechos más repulsivos, hasta otras cuestiones mucho más cercanas. Y es que...

...cuánto daño y cuánto dolor cada vez que se destapa algún caso de abusos de menores en el seno de la Iglesia. Y no porque se destape, claro, sino por su existencia. Ojalá nunca hubieran existido estos asuntos, ni en la Iglesia ni fuera de ella; pero una vez que existen, deben ser destapados y perseguidos hasta las últimas consecuencias. Estamos hablando de uno de los delitos (¡y pecados!) más graves que pueden existir.

La Iglesia católica es una institución humana: gobernada por personas y esto no requiere mayor explicación. A lo largo de la historia ha acumulado una colección notable de errores graves, consecuencia sin duda de esa condición humana y de su antigüedad. ¿Qué otras instituciones tienen su volumen y longevidad? Pero esto, por penoso que sea, no puede nunca hacer que la fe se tambalee.

Bajando a un terreno mucho más próximo, no es difícil pensar en esa persona que acude a Misa con asiduidad y no hace "nada" bueno al cabo del día. Hay mucho hijo de puta en las primeras filas de las iglesias, si me permiten la expresión. Seguro que todos hemos visto a personas decir que acudían a un templo a rezar y escuchar a Dios, mientras únicamente tenían ojos y oídos para el diablillo que se les posaba sobre el hombro. Sé de lo que hablo.

Gran Poder 05
Basílica del Gran Poder, Sevilla.
Pero ni mi fe, ni la de nadie, puede depender de estos individuos. A fin de cuentas, tampoco nosotros somos perfectos, por más que al menos conservemos la vergüenza. La fe depositada en Cristo encuentra en la Iglesia el mejor, que no el perfecto, vehículo para la conversión; pero también para conocer la debilidad, y en muchos casos hasta la miseria, de la naturaleza humana.

En todos sitios, y la Iglesia no es una excepción, hay gente maravillosa y auténticos despojos de seres humanos. ¿Cómo podría eso condicionar la fe de nadie? ¿Cómo vas a tener que alejarte de la Parroquia de tu barrio, o mirar mal a un cura, porque otros hayan hecho X cosas? También hace la Iglesia una labor humanitaria a lo largo y ancho del Mundo y no por ello tendría nadie que creer en Dios, a fin de cuentas existen "otras" ONGs con una labor encomiable.

En fin, alcemos la mirada y no nos dejemos turbar por tanto canalla. 

lunes, 13 de agosto de 2018

Mi fe (parte 2: ver a Dios)

Una de las cuestiones más difíciles a la hora de tener fe o dejar de tenerla, es la ausencia de la experiencia sensorial. Resulta evidente que ver a Dios o escuchar su voz con tanta claridad como todo lo que escuchamos a lo largo del día simplificaría enormemente la cuestión. Si vemos, creemos. Si tocamos, creemos. Si escuchamos, creemos. Pero si nos falta todo eso, todo se vuelve harto difícil.

El arte ha intentado ayudarnos en ese camino pero, obviamente, no es suficiente. Cuando vemos una pintura, una escultura o un relieve sabemos que no estamos viendo más que creaciones humanas, por mucho que nos acerquen a la idea de Dios o al sufrimiento que pudiera padecer Cristo en su pasión y muerte.

La Eucaristía, que para los católicos es (o debería ser, aunque este jardín me viene muy grande como para profundizar más) presencia real de Cristo, tampoco nos soluciona el problema porque al tacto y a la vista no deja de ser un producto elaborado por el ser humano.

Con todo este potaje, ¿dónde vemos a Dios? ¿dónde podemos escucharle a Él? Ahí va la cursilada: hay que verle con el corazón, porque no está disponible a la vista.

¡Con lo fácil que sería, suponiendo su existencia, que se manifestase! Pero no, ese recurso lo podemos dar por perdido: no aspiro a vivir ninguna aparición que me arrebate la poca cordura que me queda.

El Dios de Miguel Ángel
Pero esto de verlo con el corazón no parece tan descabellado, ¿o sí? Yo ya escribí AQUÍ que Dios se me hizo visible en la primera ecografía de mi hijo. No vi a un señor con barba blanca, ni con firme mirada, ni con un dedo apuntador hacia ninguna parte; no vi nada de eso, pero sentí que veía a Dios. Es muy difícil explicarlo más allá de como ya lo he explicado; y lo cierto es que el fenómeno, en ocasiones, se me repite. Cuando veo a mi hijo durmiendo plácidamente en su cama, en algún lugar al fondo de mi cerebro se me antoja que estoy ante un altar, hasta el punto de que podría arrodillarme y rezar tranquilamente, incluso mejor que en una Iglesia. ¿Eso es ver a Dios o estar mal de la cabeza? Espero que mis lectores tengan piedad de mí y no respondan a esta pregunta.

jueves, 9 de agosto de 2018

Mi fe (parte 1).

Me pidieron en Instagram que escribiera sobre mi fe, contando de dónde viene o dónde la encuentro; y parece que el tema suscitó un poco de interés.

Veréis, mi fe es uno de mis mayores tesoros. Junto a mi hijo, mis padres, el resto de mi familia, mis amigos de verdad. Es, por tanto, algo que cuidar y defender; lo que no siempre es fácil.

En el origen de la fe de cada uno hay un factor fundamental que es quién te la hace llegar o cómo te llega. En la Andalucía donde yo crecí lo natural es que a muchos niveles la fe católica fuese la opción principal, quizás incluso la única, a la hora de "escoger" religión y tiene, por tanto y en mi caso, un origen concreto en las bases de mi educación tanto a nivel académico como familiar. Existe, además, en esa Andalucía de la que hablo una fuerte relación entre religión y cultura que se asienta en la Semana Santa, las cofradías y en muchas cosas más: el arte, los monumentos, muchas frases y coletillas populares e incluso muchos gestos individuales que alcanzan gran proyección: por ejemplo, el futbolista que se santigua cuando salta al campo.

Clavius, de la película "Resucitado"

El caso es que desde niño asumí esta fe, la mía, como verdadera y por eso siempre digo que la educación ha sido fundamental en ese camino. Pero todos sabemos que no basta con eso: son miles y miles las personas que en el mismo entorno y con una educación similar han desistido y han perdido esa fe o simplemente la han descartado. ¿Entonces?

Entonces, la respuesta es compleja. Algo debe haber en mí que me lleva a creer. No sé si es una necesidad de pensar en una vida trascendente, no sé si es alguna intuición de paz interior o, sin más, alguna intuición de Dios, ¡no lo sé! Sé que en este camino me ha ayudado mucho leer ciertas cosas, pensar algunas otras y vivir mi fe en comunidad: yendo a Misa con cierta frecuencia, recibiendo algún tipo de formación, participando aunque sea ligeramente en la vida parroquial, siendo muy activo en el asunto de las cofradías, etc.

También es cierto que siempre me rodeé de personas creyentes. Aunque esto es un arma de doble filo y probablemente otro día lo explique mejor.

Como el texto va saliendo largo, le van saliendo aristas, se va enredando; voy a partirlo aquí, no sin antes dejar un fragmento de mi último pregón (al menos hasta la fecha), que es el que dediqué a la Virgen del Carmen hace apenas unas semanas:

Mi fe, mi religión, la que también es la vuestra, no es un esquema de creencias orientado a la resignación, la del que con tono casi angustiado dice “que sea lo que Dios quiera”. Mi fe es la fe de la esperanza, la del que dice eso mismo pero con una sonrisa dibujada en el rostro y en el corazón. ¡Que sea siempre lo que Dios quiera! Pero, al mismo tiempo, como expresa el sabio refranero español: a Dios rogando y con el mazo siempre dando. Yo no lo veo de otra forma. Porque en Dios no dejo caer todo mi peso para descansarme sobre Él, no, Dios se parece más a la piedra en la que me apoyo para levantarme; o al bastón que, cuando piso terreno poco firme, me ayuda a no tropezar. Pero Dios es mucho más que eso: es la fuerza trascendente que ordena mi vida y da sentido a mi existencia

Me quedan cuestiones para siguientes textos: ahondar en las dificultades que plantean otras personas en mi fe; rescatar y reflexionar de nuevo en torno al instante en que vi a Dios y dónde lo puedo seguir encontrando día a día; darle una vuelta a cómo son mis conversaciones con Él y, de manera especial, las tres cosas que más fervientemente le he pedido en mi vida; y, si soy capaz, unir la fe y la existencia de Dios con una cuestión de lógica del pensamiento a la que me he adherido hace bien poco: la navaja de Ockham. También, y esto va a ser muy difícil, querría dejar escritas un par de cosas sobre lo cofrade y su relación no siempre correcta con la fe. Todo, como siempre, desde mi personal punto de vista.

miércoles, 18 de julio de 2018

Exaltación de Nuestra Señora del Carmen Coronada

Fue algo totalmente inesperado, la verdad. No entraba en mis quinielas. Pero allá por marzo el Hermano mayor de la Hermandad del Carmen de las Huertas, como es llamada cariñosamente, me comunicó la decisión de su Junta de gobierno de designarme pregonero para el inicio de sus cultos de 2018.

Desde ese momento hasta la lectura del Pregón, mi vida dio un par de vueltas no deseadas, la verdad. Total, que pude rescatar recuerdos de tantos años en Aguadulce, precisamente en el mirador que da nombre a este blog, disfrutando de la Patrona del barrio cuyas fiestas se celebran siempre a mitad de julio.

Este camino de dar pregones es, cuando menos, curioso. Hay mucho disfrute tras la responsabilidad que por momentos incluso se torna en una cierta angustia derivada precisamente de la inquietud que genera el no saber si lo que estás preparando gustará.

Pero la vida me va enseñando que cuando las cosas se hacen de corazón, con buena intención, ya estás un paso más cerca de que salgan bien.

Dejo el texto por aquí, para quien guste:



domingo, 24 de diciembre de 2017

Feliz Navidad

A black and white sketch of Mary and Joseph standing over the baby Jesus on Christmas night.

A todos los que de un modo u otro pasáis por este blog, 
feliz Nochebuena y feliz Navidad.

martes, 24 de octubre de 2017

Un año de un momento único.

Hace exactamente un año, recibí una de las llamadas más emocionantes de mi vida. La Hermandad de Pasión a través de su Hermano mayor me proponía ser su pregonero para la Cuaresma de 2017. Lo demás es ya Historia de mi vida. Y como prefiero repetirme a quedarme corto en el agradecimiento: gracias a Ricardo Salvador por ser tan partícipe y protagonista de este regalo que forma ya parte de cada latido de mi corazón.

Para celebrar este pequeño aniversario, me permitiré la osadía de compartir con quien guste de leerlo el texto de mi pregón para mi querida Hermandad de Pasión.

Espero que agrade a quien lo lea.


viernes, 18 de noviembre de 2016

A Gracia y Amparo



Cuando el pasado 22 de octubre presenté a Daniel Valverde Miranda con motivo de la XVII Exaltación Mariana celebrada por la Hermandad de Coronación, fue para mí un enorme privilegio saludar públicamente a María Santísima de Gracia y Amparo del siguiente modo:



Ave, María, mira que estás guapa

Dios te salve llena de gracia, regálanos tu amparo

El Señor es contigo, es en ti y sin ti no sería

Bendita tú entre todas las molineras

Y bendito siempre el fruto de tu vientre:

Jesús de Humildad y Paciencia

María Santísima de Gracia y Amparo

Madre de Dios, elegida por el mismo Dios,
obra predilecta de su creación

Tú, que ayer acogiste a nuestros pequeños y, en ellos, a nosotros

Tú, que floreces cada mes de octubre y te vuelves rosa encendida de primavera cuando el otoño ya pasea por nuestras vidas

Tú, que aquí naciste gitana y yo, yo te veo cada vez más refinada

Tú, que al final de todos los caminos que llevan a ti te vuelves centro y principio de todas las cosas

Tú, que en este templo estás posada a la derecha de tu Hijo y esperas siempre nuestra visita, la que casi nunca llega

Tú, que llenas tu paso de palio y lo haces tan gloriosamente tuyo que no queda en él un hueco donde posar la mirada, salvo Tú

Tú, que te levanta la valiente, que te lleva la valiente, que te trae de vuelta la valiente y yo, que pienso que para valiente ya estás Tú

Tú, que embelesas la mirada, que enamoras los corazones, que arrebatas las pasiones, que eres pura, inmaculada

Tú, y a ti que te cantaré, cantaré, cantaré…

Ruega por nosotros, cofrades, sí, pero pecadores

Ahora y siempre hasta la hora de nuestra muerte

Amén

viernes, 8 de abril de 2016

Resucitado (Risen), la película.

Tras una Semana Santa vivida, trabajada, disfrutada, toca volver a esta Terraza. Y aunque ya hablaremos de la Semana Santa, hoy toca otra cosa.

Hace unos días fui al cine a ver la película "Resucitado", la que cuando estaban rodando en Almería parecía que iba a llamarse "Clavius".

Fiennes interpreta al romano Clavius
Obviamente, quien escribe no es neutral ante esta película por varias razones:

  1. Está rodada en gran parte en Almería.
  2. Trata una visión sobre la historia de Jesús tras su muerte y su Resurrección.
  3. Es un bonito gesto por parte de Hollywood el de estrenar esta película coincidiendo con la primera Semana Santa de mi Hermandad de Jesucristo Resucitado, ¿que no?
Bromas aparte, creo que hay al menos dos grupos de seres humanos que deberían acudir a ver la película sin ninguna duda: de un lado, los almerienses, porque la película está repleta de nuestra tierra y se ve realmente bella a pesar de su aridez; de otro lado, los cristianos y los que tengan inquietudes al respecto. Es verdaderamente emocionante la forma en que la película nos muestra determinados encuentros, determinados momentos que bien pudieron existir y muy especialmente el desconcierto en un momento histórico en el que un profeta, se dice, ha resucitado de entre los muertos.

Además, aunque de manera quizás un poco exagerada, impresiona ver el retrato que se hace de los primeros cristianos en aquellos días de duda e incertidumbre.

Desde el punto de vista cinéfilo yo no soy ningún experto, pero por lo que leo la película además de ser entretenida cuenta con una magnífica interpretación del protagonista, Joseph Fiennes, quien cuenta ya con una estrella en el Paseo de la Fama de... Almería.

Fiennes y Reynolds con los entonces concejal y diputada de Cultura.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Trampa.

"Cada uno siente la fe de diferentes formas, rezando, yendo a Misa, siendo costalero o simplemente llorando ante una imagen...".

Ya que recupero mi blog, será también para meterme en algún jardín, ¿no? Pues bien, el otro día en el grupo de whatsapp que tenemos de la cuadrilla de costaleros de Jesucristo Resucitado del 2015 salió el (un tanto manido) tema de costaleros con fe o sin ella. Discusión en la que por cierto no me voy a meter ahora, aunque diré que acepto pulpo como animal de compañía, sí, pero llamándolo pulpo, no le cambio el nombre ni por gato ni por perro para que parezca más de compañía de lo que es, ¿me explico?

El caso es que en el contexto de esa conversación, un compañero de cuadrilla al que aprecio mucho, pues son muchos años ya los que llevamos conociéndonos, dijo la frase con la que arranca esta entrada. Y yo, torpe o acertadamente, me vi en la obligación de matizar o corregir porque creo que ésa es una de las peores trampas que las cofradías ponen a los cristianos: la de confundir un camino con la meta.

Particularmente entiendo que quien sigue exclusivamente a las imágenes, en realidad no comparte mi fe. Y no la comparte porque mi fe está en la Eucaristía y no está en el Cachorro, ni en el Gran Poder, ni en la imagen de Cristo Resucitado. Aceptar que profesa mi fe una persona simplemente porque se emociona ante el Cautivo del Polígono de San Pablo es un error demencial. Y, ojo, que yo también me emocionaría y me he emocionado en muchas ocasiones; pero sabiendo dónde y ante qué estoy. ¿Cómo no conmoverse, por ejemplo, con lo que podréis ver a continuación (recomiendo resolución 1080 y a pantalla completa)?


Me atrevo al profundizar un poco más en todo esto y digo que ese relativismo que resta importancia a la sustancia de las cosas es veneno puro. ¿Cómo va a ser igual "sentir la fe" yendo a Misa que siendo costalero o llorando ante una imagen? ¿Cómo puede ser lo mismo salir de nazareno que comulgar? Y mira que el sacrificio de salir de nazareno es mayor que el de comulgar, ¡pero ni aun así son cosas mínimamente comparables! Y si usted, nazareno o costalero, no da valor a la Eucaristía, usted no vive la fe que de algún modo cree vivir. Y no hace falta ser teólogo para esto, ¿no?

Y vaya por delante, aunque lo escriba al final, que yo mismo no voy a Misa todos los domingos y fiestas de guardar. Que falto bastante y no siempre que voy me veo preparado para comulgar, pero no creo que haga falta ser cura para ver la diferencia entre la madera magistralmente tallada, bellísima, capaz de evocar las más inmensas emociones; y el humilde trozo de pan que vale mucho más que todo eso.

La imagen sagrada es un camino que debe acercarnos a la meta. La meta debe ser la comunión con Cristo a través de la Eucaristía.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Cuestión de respeto.

En este blog, para no llevar a engaño, somos de la opinión de que no pocos derechos deben estar por encima del derecho a la libertad de expresión. Así, entiendo que la seguridad de los individuos es más importante que el derecho a tuitear la ubicación de la policía en una operación antiterrorista, entiendo que no se debe insultar a nadie por su condición sexual; y del mismo modo entiendo que determinadas chanzas con el asunto religioso están fuera de lugar.

Lógicamente y para que nadie se altere, considero que la agresión hecha por el lenguaje o expresiones artísticas nunca merece ser castigada con la violencia física. Vamos, que je ne suis pas Charlie Hebdo, aunque condené enérgicamente los atentados que sufrieron. Ni tan siquiera comparto la postura del Papa de que si alguien se mete con mi madre, lo menos que debe esperar es un guantazo. Pero, insisto, las bromas con la religión me parecen de muy mal gusto.

Como de muy mal gusto me parece lo que ha hecho un artista de los modernos, de los que probablemente no sepan hacer la O con un canuto. Probablemente ya sepáis a qué me refiero, pero por si no lo sabéis os lo ilustro en un par de fotografías:



Este tipo, mal artista y peor persona, se entretuvo en recopilar doscientas y pico formas (según dice y pretende acreditar con fotos como la inferior) consagradas para formar la palabra P E D E R A S T I A; porque según él todos los sacerdotes son asiduos delincuentes de esa tan baja forma. 

¿Es necesario que las formas sean consagradas para que el mensaje sea el pretendido por el llamado artista? No. ¿Es conveniente para alcanzar mayor notoriedad? Sí. ¿Es normal que se subvencione con dinero público una muestra artística de este nivel? No. ¿Debe encajar semejante delirio artístico en el concepto de libertad artística o de expresión? En mi opinión, legalmente puede que sí; desde un punto de vista más humanista, no. Porque la pederastia se puede perseguir de muchas maneras; y ya que este tipo asegura que todos los sacerdotes son pederastas la forma idónea de combatir esa lacra de la sociedad es denunciando la comisión de los hechos delictivos. Porque ojalá todos los pederastas, sacerdotes o no, estuviesen bien encerraditos entre rejas y a ser posible pasando un poco de frío este invierno. Pero que no se juegue con algo tan serio como es una forma consagrada para un cristiano católico.

Dicho esto, en parte debo dar las gracias al artista pues verdaderamente ha despertado en mí sensaciones maravillosas, aunque sea indirectamente. Para mí, ha sido una verdadera revelación ver a cientos de personas orando ante las puertas de la exposición o arrodilladas antes las hostias que formaban la dichosa palabra. Los gestos de todas esas personas, su manera de reaccionar al más vil de los insultos, me ha conmovido y me ha ayudado a crecer en la fe. Para mí, esto es una verdadera obra de Dios:




Así es el pueblo de la Cruz.

domingo, 14 de junio de 2015

El Corpus en Almería, versión 2015

Hablamos el año pasado de la procesión de alabanzas al Santísimo Sacramento del Altar y lo hicimos así. 

Para este año las reflexiones son muy parecidas: no me gusta el paso por la estrechez de Trajano a Lachambre porque es algo que sorprende a propios y extraños, ¿tanto cuesta pasar ante la Patrona?

De este año quiero destacar que ha habido más altares y, de hecho, incluso ha habido un concurso para destacar a los mejores que ha sido ganado por la Hermandad del Silencio, si mal no recuerdo. Otro hecho destacado fue el concierto que ofreció Santa Cruz a las 12 ante el altar de la Hermandad de Coronación.

Por lo demás y como decía la tónica fue muy similar a la del año pasado aunque la petalá que vivimos en la Plaza de la Catedral fue verdaderamente impresionante, sí señor.

Respecto de los altares, un último comentario: es de valorar muy especialmente lo que hicieron Coronación y Macarena, hermandades que montaron altares muy lejos de donde ellos guardan sus enseres. Sin despreciar a nadie, creo que los que piden que más hermandades monten altares lo primero que deben entender es que la logística no es ni parecida entre montar en la puerta de tu parroquia o a 20 metros de tu Casa de Hermandad a hacerlo con varios kilómetros de distancia. Por ejemplo, en el caso de Coronación, cuando desmontaron el altar se llevaron empujando una parihuela a ruedas desde la calle Trajano hasta Los Molinos. Por eso digo que sin despreciar a nadie seamos conscientes de que no todas las hermandades tienen en este tema las mismas facilidades, ni el mismo patrimonio.

Fotografía del altar soleano
Por cierto, para mí este año Soledad volvió a montar el mejor altar. ¡Enhorabuena aunque no ganaran el concurso!

lunes, 5 de enero de 2015

Ya vienen SSMM los Reyes Magos de Oriente


Un cielo salpicado de estrellas y con un par de nubes sueltas mostraba casi todos sus secretos a quienes supieran mirarlo con ojos de sabiduría. Baltasar y Gaspar miraban hacia arriba y acto seguido, a la luz de la antorcha, comparaban lo que veían con las notas que el propio Baltasar llevaba años acumulando en la pequeña mesa que constituía el único mobiliario de aquel espacio dedicado a la observación.




En alguna ocasión anterior ya había estado Gaspar en aquella estancia con Baltasar, en la que el experto además gustaba de explicarle al novato algunas de las claves de aquella ciencia o arte, según se mire, que consistía en el estudio del movimiento de estrellas y planetas. Como de costumbre, la relación lógica entre lo que se veía en el cielo y en las notas del Mago Baltasar era perfecta y de total sintonía. Gaspar se limitaba a escuchar con atención y ocasionalmente hacía alguna pregunta con la que buscaba saciar alguna curiosidad más o menos concreta. En ese momento, ocurrió algo insólito: mientras Baltasar anotaba algunas referencias en sus mapas estelares, un soplo de viento movió una de las pocas nubes que adornaban la noche y tras ella apareció una pequeña estrella que, sin ser la más brillante, sí que emitía unos destellos muy particulares que pasaban del blanco a un tono más azulado, y al verde, y al rojo. Gaspar se quedó mirándola fijamente pues no quería perderla de vista: había despertado su curiosidad. Con la mano buscó el hombro de Baltasar.



-          Mira allí, ¿qué estrella es aquélla que parece nerviosa? ¿Por qué parece estar inquieta?

-          A ver Gaspar, déjame que eche un vistazo.



Baltasar siguió el dedo índice de Gaspar y efectivamente dio con una estrella bastante singular que no era la más luminosa del firmamento, ni la más grande; pero había dos cosas en ella que la convertían en única: la primera eran esos destellos tan especiales que de veras la hacían parecer nerviosa, la segunda es que aquella estrella era, con total seguridad, la única del cielo que Baltasar no tenía señalada en sus mapas del firmamento.

Jugando a imaginar, he querido pensar que bien pudo empezar así un viaje que hace más de 2.000 años terminó en un portalillo en Belén y que esta noche desembocará irremediablemente en los hogaras de miles y miles de pequeños de todo el mundo.

Pero antes de pasar casa por casa, ya sabéis que Melchor, Gaspar y Baltasar seguirán el siguiente itinerario en nuestra querida Almería:


17:30 h: 

Salida de SS. MM. Los Reyes Magos de Oriente y su comitiva de la Alcazaba para dirigirse por las calles Almanzor, La Reina, Arráez, Plaza de la Administración Vieja hasta Plaza de la Constitución, donde se les dará la bienvenida por el Excmo. Sr. Alcalde de Almería y el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Almería.



19:00 h:

Se inicia la cabalgata y hará su recorrido por Rambla Obispo Orberá, Puerta de Purchena, Paseo de Almería, Plaza Emilio Pérez, Avda. Federico García Lorca, hasta el Anfiteatro donde finalizará.

OJO QUE ESTE RECORRIDO TIENE TRUCO. Tradicionalmente la cabalgata ha empezado a eso de las 19 horas desde el Anfiteatro de La Rambla en sentido descendente; este año nos indica el Ayuntamiento y la prensa que arrancará a las 19 horas desde Obispo Orberá. Yo CREO que arrancará el desfile desde el mismo punto que todos los años, aunque quizás ello implique como se puede leer por algún sitio que lo haga a las 18.30 para estar efectivamente al inicio de Obispo Oberá a eso de las 19.