10 de diciembre de 2009
19 de febrero de 2009
He guardado un silencio bastante parecido a la estúpidez...
29 de diciembre de 2008
El amor no es una sopa instantánea...
Bien... nos han hecho creer que el Amor también es así: instantáneo.
Dos que se atraen en los primeros diez minutos de la película, transitan cuatro días o dos meses
con encendidas miradas que se cruzan... y ya está!. Entonces se dicen las ineludibles palabras: "TE AMO". No, no,no!
Corte, señor Director! Ese guión esta mal escrito!
El Amor no es una sopa instantánea: es una comida compleja, de cocción muy, muy lenta...
Es más: nos han hecho creer que " cuando el Amor aparece" es como sí estuvieras ante una mesa con mantel blanco y velas encendidas, y un Alguien anhelado te lo fuera a servir en bandeja de plata.
No, no, no! No te lo dan así: la vida te trae sólo una cesta rústica con muchos ingredientes.
Y tendrás que trabajar arduamente con ellos: llorar pelando cebollas, mascar amarguras, quemarte, equivocarte en la mezcla y tirarla una y cien veces.
Hasta que quizás logres cocer el manjar.
Y puede que tenga fecha de vencimiento.
Pero puede ser, en cambio, que hayas logrado gestar con el otro un alimento no-perecedero.
Amor Consciente
A medida que corta, pela, revuelve... cada cocinero se va transformando.
Pues es más que cocina: es alquimia!
Y eso tiene un valor extraordinario, porque aunque lo cocido, al final, no fuera comido ya por nadie, -si el vinculo se malograra-, hay algo que justifica plenamente esa tarea: que el cocinero pueda salir del vinculo más maduro, más crecido... más sabio.
En ese caso, la experiencia que haya desarrollado implicará una pericia que le quedará disponible para sí mismo, pues se podrá perder o arruinar el objeto amor, pero el Amor, jamás: es una habilidad que queda dentro de uno.
Sí: saber amar requiere entrenamiento. (Nunca nos dijeron!)
Y cuando se dé una nueva ocasión es posible que ese cocinero, antes torpe, compruebe que se ha ido convirtiendo en un verdadero cheff: sabes distinguir mejor los ingredientes nobles de los potencialmente tóxicos, sabe descartar una mala poción a tiempo,sabe, cuando el potaje
es bueno, tenerle paciencia al fuego lento para que no se arrebate con demasiada intensidad...
Todos lo sabemos en relación a la amistad: para que uno diga "Es mi mejor amigo", ¿cuántos años tienen que haber pasado? ¿Cuántas pruebas superadas juntos?
Entonces: sí decidimos que una pareja es "más que una amistad", ¿cómo puede uno afirmar a los quince minutos de iniciada su propia película "es el hombre (mujer) de mi vida"?
Esa falta de realismo produce inevitablemente DOLOR. Pero ese dolor puede hacer que comprendamos que el Amor no es como nos lo dijeron.
Que necesitamos tirar a la basura nuestras insensatas creencias sobre lo que supuestamente es el Amor.
Que ese raro manjar sólo puede elaborarse con TIEMPO y con TRABAJO INTERNO: explorar un vínculo nuevo hasta conocerlo, y, sobre todo, CONOCERSE A SI MISMO A TRAVÉS DE ESE VINCULO. Eso es el Amor Consciente. Escuchemos a Jonh Lennon decirlo:
No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestras vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente.
Si estamos en buena compañía es más agradable.
Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual...
Que era eso lo que funcionaba!
No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación.
Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser
reprimidos.
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan a ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.
Ah, tampoco nos dijeran que nadie nos iba a decir todo esto:
cada uno lo va a tener que descubrir solito.
Y entonces, cuando estés "enamorado de ti mismo" vas a poder ser feliz y te enamorarás de Alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día."
3 de diciembre de 2008
Vida
19 de octubre de 2008
31 de agosto de 2008
Necesito un abrazo.
Investigaciones científicas apoyan el hecho de que los abrazos son absolutamente necesarios y muy recomendables para el bienestar físico y emocional, veamos:
- Un abrazo, es agradable y ahuyenta la soledad,
- Aquieta los nervios,
- Fortalece la autoestima,
- Demora el envejecimiento,
- Ayuda a dominar el apetito,
- Alivia las tensiones,
- Combate el insomnio,
- Es democrático.
- Para darse no necesita de un lugar especial,
- Hace más felices los días difíciles.
- Más soportables de los insoportables.
- Llena los vacíos de la vida.
Al dar un abrazo se expresa y se hace sentir:
- Amor, cariño, seguridad, protección, confianza,
- Fortaleza, apoyo, aprecio, amistad, alegría, felicidad.
¿Abrazos? ¿dónde?, ¿cuándo?:
- Cualquier lugar es bueno para un abrazo.
- A cualquier hora, en la mañana, tarde o noche.
- Acompañados siempre de una sonrisa.
Se debe recordar:
- 4 abrazos para sobrevivir
- 8 para mantenerse en pie
- 12 para crecer.
Pero lo más importante son los espontáneos, los que damos o nos dan a la hora inesperada.
Anónimo
22 de agosto de 2008
Hagamos realidad nuestros sueños..
3 de agosto de 2008
De tí depende...
21 de julio de 2008
Cerrando Círculos.
Siempre es preciso saber, cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario; pierdes la alegría y el sentido del resto. O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida, que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabo?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqués, en devolver el cassette, y tratar de entender por qué sucedió tal y cuál hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos; todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja.
A terminar con etapas o con momentos de la vida, y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos ni adolescentes tardíos ni empleados de empresas inexistentes ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a ganar y a perder. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, no espere que lo reconozcan, no espere que “alguna vez se den cuenta de quién es usted”.
Suelte. El resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida sigue para adelante, nunca para atrás.
Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas” –por si acaso- nunca podrá desprenderse ni vivir el hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidades de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.
¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir; cierre capítulos.
Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo no por soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio; usted ya no es el mismo que se fue hace dos días, hace tres meses, hace un año; por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo, desprender lo que ya no está en su vida.Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo; nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es tan solo: “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal, aprender a vivir sin él –sin el adhesivo humano o físico- que hoy le duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte...Hay tantas palabras para significar salud mental y, cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Paulo Coelho
7 de julio de 2008
Tormentas
¡Y Dios se lo concedió!
Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc.
Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes.
Pero Dios le contestó - “Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan…”-
Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.
El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se echa para atrás. Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.
Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.
LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS, SINO TENER FE Y CONFIANZA EN QUE PRONTO PASARÁN Y NOS DEJARÁN ALGO BUENO EN NUESTRAS VIDAS."
30 de junio de 2008
Hoy es un buen día para comenzar...
Hoy es un buen día para empezar,
Cancelar mis deudas y reorganizar.
Comer a mis horas y dejar de fumar,
Antes de que el cuerpo empiece a reclamar.
Hoy es un buen día para respetar,
A ese rayo de sol que me viene a despertar...
Y dejar todo atrás, lo mejor será empezar...
Hoy es un buen día para empezar.
Hacer borrón cuenta nueva y dejar todo atrás.
Conseguirme una novia y dejar de saltar,
De cama en cama sin hallar mi lugar.
Hoy es un buen día para saludar,
A mi peor enemigo y decirle ¡qué tal!
Y dejar todo atrás lo mejor será empezar...
Porque el balance de las cuentas, de la cosa existencial.
Arrojan un terrible saldo que se llama soledad.
Por eso es que es un buen día... Para empezar...
Porque hasta hoy he sido solo una ensarta de moléculas,
Un sube y baja de la sangre.
Un armazón de calcio con articulación.
Porque hasta hoy he sido solo algo que llena la nada,
O quizá solo el juguete predilecto,
De algún niño extraterrestre,
Que juega conmigo a los humanos...
Hoy es un buen día para empezar,
Que más da lo que fue frente a lo que vendrá.
Tirar los rincones en algún lugar,
Que de tanto acumularse me van a reventar...
Hoy es un buen día para olvidar,
Todas aquellas cosas que me hicieron llorar,
Y dejarlas atrás lo mejor será empezar...
Y olvidar los problemas económicos,
Que redundaron en gastronómicos,
Y mis ansias de poder que pretendían trascender...
Por eso es que es un buen día para empezar...
20 de junio de 2008
¿Quién dijo que es fácil el camino?
5 de junio de 2008
Cicatrices...
Dice un antiguo refrán culinario:
"no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos".
Cuando decidimos actuar,
es natural que surjan conflictos esperados.
Es natural que se produzcan heridas en el transcurso de estos conflictos.
Las heridas pasan: sólo quedan las cicatrices.
Esto es una bendición;
esas cicatrices se van a quedar con nosotros el resto de nuestra vida,
y van a sernos de mucha ayuda.
Si en algún momento por comodidad o por cualquier otra razón,
la voluntad de volver al pasado fuera grande,
bastará con que las miremos.
Las cicatrices nos van a mostrar las marcas de las esposas,
nos van a recordar los horrores de la prisión y nos harán ir hacia adelante.
17 de mayo de 2008
Almas en el horizonte.
10 de mayo de 2008
Ser como el río que fluye...
27 de abril de 2008
La vida es eso que pasa mientras pensamos en otra cosa.
22 de abril de 2008
Nunca creas todo lo que pensás.
25 de marzo de 2008
Convención de los heridos de amor.
A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo vale” es completamente verdadero;
B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación de los heridos de amor, muy superiores en número;
Se decreta que:
Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo, quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños. Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que ambos corren el mismo riesgo.
Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como “amor no correspondido”. En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la flecha del corazón y la tire a la basura. Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo. La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le dice “vale la pena luchar por esta persona”.
Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el guión, queda expresamente prohibida la venganza. En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra. La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del Art. 2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.
Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones, pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero, debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdón. Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de odio.
Art. 5 – En todas las heridas definitivas, también conocidas como “rupturas”, el único medicamento que tiene algún efecto se llama Tiempo. De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo. Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán permitidos dos vasos de vino diarios.
Consideraciones finales: los heridos por el amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonía y el éxtasis de su elección.
Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he vivido”. Porque no vivieron."
Fuente: "El guerrero de la luz on line" http://www.paulocoelho.com/