lunes, diciembre 01, 2025

BONUS TRACK 321: TONIGHT'S THE NIGHT (NEIL YOUNG)


Tonight's the night
, la canción, podría ser una de esas piezas eternas de su autor en las que se sumerge para tardar en salir a flote, con un larguísimo tramo intermedio para balancearse obnubilado en la contemplación o en la soltura de la improvisación. Pero en Tonight's the night (1975), el disco, el tema abre y cierra, con cerca de cinco minutos en cada versión, un repertorio marcado por la tristeza y la angustia, por las pérdidas cercanas y cierta desolación. Es este uno de los álbumes más sórdidos de Neil Young (al que tenemos la manía de regresar con frecuencia), también de los más torcidos (esa manera tosca de afinar las voces o raspar las guitarras), pero es a la vez otro ejemplo de la imperfección seductora del canadiense. En Tonight's..., que parecen retazos extraídos de una sesión y de otra, coinciden Crazy Horse por un lado y los Stray Gators por otro, con Nils Lofgren como colega invitado. Y cada vez que suena ese hipnótico tema titular entran ganas de que no llegue al final.

viernes, noviembre 28, 2025

BONUS TRACK 320: SUTRAS (DONOVAN)


El amplio catálogo de producciones de Rick Rubin guarda asociaciones inesperadas. En 1996 el reclamado productor encontró un alma gemela en el terreno espiritual y creativo en Donovan Leitch, un antiguo icono del poder de las flores en la segunda mitad de los sesenta que, con el curso de las décadas, ahondaría, entre la música y la poesía, en territorios místicos. Rubin ya había extraído de Johnny Cash toda la fuerza de su mito en los primeros dos volúmenes crepusculares grabados bajo su producción cuando trabajó con Donovan en Sutras, catorce piezas escogidas de un cuaderno con más canciones que había empezado a llenar unos años antes.

La sombría profundidad de Cash desaparece con el escocés en el estudio, más meloso y melódico, suave en su recitado. Pero de la escasez instrumental Rubin y de la selección de unos pocos músicos de acompañamiento infalibles (Danny Thompson en el bajo, Benmont Tench en las cuerdas) vuelve a conseguir el ropaje perfecto para crear música cálida, precisa y cuidada en un disco tan estimable como olvidado.

lunes, noviembre 24, 2025

LIVE IN 316: VALERIE JUNE, SANTIAGO 2025


Esta mujer parece venir de otro planeta o dimensión. Una extraterrestre sin estilo o una agitadora de estilos. Reconoces el blues, el rock, el country, el bluegrass o el góspel en las líneas de su música y luego la ves ahí tan estrafalaria, con un pulpo de pelo en la cabeza, un vestido rojo con medias celestes y botas verdes y esa voz que chilla y se queja, que acaricia y ronronea, salta y se extiende sobre canciones que alcanzan una belleza indescifrable. Algo, de algún modo, fuera de lo común.

Esta es la Valerie June que vimos hace unos días en la Capitol de Santiago. Cuando se dirige a nosotros interpreta a una niña caprichosa o a una vieja gruñona, con un punto de encanto desconcertante. Cuando canta y desliza mansamente sus dedos sobre cuerdas de eléctrica, acústica y banjos de distinto tamaño su reportorio desprende paz o chispas y fuego, según cante Shakedown, Call me a fool o Endless tree.  

Solo un bajista eficaz y un contundente baterista también al cargo de coros arroparon a la artista. En la falta de más instrumentación noté que los temas de su último álbum, el fabuloso Owls, omens and oracles, sonaron más fríos. El resto alternó decibelios y desenchufes, nervio y paz. Valerie, rara, distinta, tremenda a veces.

viernes, noviembre 21, 2025

BONUS TRACK 319: THE STONE ROSES (THE STONE ROSES)


El vinilo sobresalía de una estantería en la casa de un amigo. Mucho más tarde pensaría que el fondo de la portada, bajo el nombre del grupo y las tres rodajas de naranja, podrían ser salpicaduras de pintura de Jackson Pollock. La aguja hacía sonar un espeso bajo hechizante y el cantante pedía ser adorado. Estuve atrapado en esa canción unas semanas, quería escucharla una y otra vez, I wanna be adored. El resto del disco no me despertaba misterio, nada más era capaz de retener. Después supe que los miembros del grupo salían de una pelea y se metían en otra. No había lugar al entendimiento. Solo un álbum más pudieron completar cinco años después. Y ahí se acabaron The Stone Roses.

Su despegue con el primer disco en 1989 solidificó la escena de Madchester; cómo molaba imaginársela en esa ciudad desconocida, gris y lluviosa, con aquella banda sonora que unía de la mano el pop y la música dance entre una base rítmica terriblemente adictiva, con la ayuda de un poco de ácido. La banda pariría hijos legítimos igual de conflictivos y dejaría una huella de nostalgia que supo explotar entre seguidores con morriña con un oportuno reencuentro dos décadas después. Aquel álbum lo aprendí a escuchar mejor después, en su frescura, en su misterio, comprensible legado de adoración.

sábado, noviembre 15, 2025

GREATEST HITS 376: FOOL TO CRY (THE ROLLING STONES)

Si tienen una hora libre, o un poco más, para interrumpir sus obligaciones y entregarse a la desconexión, prueben con un concierto de los Stones a mediados de los setenta, en la época del Black and Blue. Nadie cantaba en una veintena de idiomas en un mismo disco ni escribía letras y música trascendentales. A muchos que entonces éramos muy niños y más tarde creceríamos con Jagger y los demás aquellas canciones nos convertirían en creyentes, sin necesidad de envolver nuestra fe en marca y extravagancia.

Aún me abrazo a mi fe escuchando temas como Fool to cry. Vean a estos chicos, que limpias y molonas caen sus melenas (menos desde el cráneo del baterista), qué finura en sus voces, seducción en los labios, elegancia en los instrumentos. Es una de mis canciones favoritas de estos monarcas, de estos artistas del culto. Arrodíllense.

jueves, noviembre 13, 2025

VOLUME TWO 137: MR. SOUL


Este señor acaba de llegar a los 80 años. Su alma lleva más de treinta años trastocándome, el tiempo que ha pasado desde que empecé a entrar en su música, desde aquel presente hacia atrás y después hacia el momento de ahora: perdiendo la cuenta, desconectando y volviendo a alcanzarlo, enfadándome, asombrándome, según el viento caprichoso sobre el que siempre ha cabalgado Neil Young y sus colegas. No habrá una semblanza en las siguientes líneas, no tocan hagiografías. Solo unas cuantas ideas, recuerdos y emociones.

Fue con Harvest moon como empezó, su aroma de campo al atardecer, aquel bienestar. Los VIPS vendían aquel y otros discos suyos, que fueron cayendo a distinto ritmo: Neil Young, Zuma, Everybody knows..., Weld, Tonight's the night, Harvest, Comes a time... Y luego Sleeps with angels, Mirrorball y esa cuenta confusa de trabajos oficiales, discos descartados y archivos recuperados. Dejé hace tiempo de seguir el orden, me conformé con actualizarme según me apeteciese, preferí volver a sus canciones, las que todos conocían y de las que casi nadie se acordaba.

Me encantaba verlo tan atrás con los flecos largos de su chaqueta en Buffalo Springfield, el arrinconado en CSN. Medio siglo después no acierto a quedarme con una banda por encima de la otra. Imponía su altura, la mirada colgante, las veces en que su guitarra temblaba nerviosa o sonaba con mansos destellos acústicos. Una vez estuvo en mi ciudad y yo me planté en la segunda fila. No traía fresco su mejor disco, pero allí con Ralph, Billy y Poncho se apiñaron los unos a los otros de espaldas al público para hacernos parecer que eran insuperables.

Y quizá Neil lo sea, único, insuperable en su especie. El músico que ha hecho lo que le ha dado la gana, en sus caprichos, sin concesiones, tosco hoy, delicado mañana. Mr. Soul. Padrino de unos, norte de otros, genio de sí mismo. 

 

martes, noviembre 11, 2025

VOLUME ONE 704: SAD AND BEAUTIFUL WORLD (MAVIS STAPLES)


Creo haber reseñado, a la manera antojadiza en como lo hace este blog, los últimos seis álbumes de estudio de Mavis Staples desde 2007, además de aquella inolvidable actuación que me puso enfrente de ella, al alcance de sus manos y su entrañable menudez, en el pequeño escenario del Jazz Café de Londres a finales de 2010. Mavis es alguien a quien le encaja la particularidad de lo sagrado, de la vejez sabia. En su forma de ser y en su música, intérprete vocacional y vocalista emocional. Dejándose guiar por el criterio de colegas que podrían ser sus hijos o nietos, como Jeff Tweedy, M Ward, Ben Harper y ahora Brad Cook, ha firmado un final de carrera memorable.

Sad and beautiful world (Anti-, 2025) podría ser el fin de su travesía, o una etapa más, quién sabe. A ese Dios tan presente que la conduce en su camino, Mavis sigue dirigiéndose en sus canciones, a un mundo, en efecto, triste pero hermoso a través de canciones prestadas por Tom Waits o Kevin Morby (qué hermosa sencillez la de Beautiful strangers) y el discreto concurso de voces y destrezas como las de Boonie Raitt o Waxahatchee, que convierten este álbum en una brillante hoja más del invernal calendario de la gran Mavis Staples.

Nota: 8/10 

sábado, noviembre 08, 2025

SILVANA


Esta mujer no necesita detener el tráfico ni ensayar el caos. No necesita cubrirse de hábitos espirituales para retorcer lecturas o sembrar debates. Ni entrometerse en tu rutina cuando abres la web de un diario o cambias de dial. No le hacen falta profundas incursiones expertas (o no) en la superficie y el núcleo de su música o en los trazos de su escritura para encontrarle un sentido. No es ninguna reina, ninguna divinidad, ningún fenómeno de la sociedad moldeado por la pirotecnia. No necesita disrupciones ni invenciones para atraer asombros. Nadie estudiará al detalle las curvas de sus vestidos, el estilo de su peinado o maquillaje o la interpretación de una canción en una fiesta exclusiva o una gala de famosos. No necesita todo eso para ganarse merecidamente la brillantez, la que escasea en todo lo demás.

domingo, noviembre 02, 2025

BONUS TRACK 318: DAMN THE TORPEDOES (TOM PETTY & THE HEARTBREAKERS)


Si la pregunta fuera esta, ¿cuál de los primeros cinco discos de Tom Petty prefieres? (entre el 76 y el 82), creo que muchos de sus seguidores no dudaríamos en señalar el tercero, Damn the torpedoes (1979). El rubio de Florida y sus rompecorazones firman este quinteto inicial de álbumes, aunque solo en uno, el segundo, aparecen los cinco en la foto de portada. Para el tercero, ante el estor rojo de una ventana a juego con su camiseta, con la guitarra colgando en su cintura, el flaco Tom mira y medio sonríe con el gesto de la plena confianza en sus canciones. Esto es lo que hay, me ha salido un trabajo redondo.

Así es. En esta joya se concentra la esencia lírica y estilística de Tom Petty y su banda, la compenetración máxima de un grupo, todo lo que ha bebido y aquello de lo que beberán otros en adelante. Con los Byrds en la genética y el rock and roll en las venas, Damn the torpedoes se proyecta imparable desde su trío de despegue (Refugee, Here comes my girl, Even the losers) y suena como la primera gran bomba de una banda irrepetible.

viernes, octubre 31, 2025

LIVE IN 315: HOY HE VISTO A DARÍN


Hoy he visto a Ricardo Darín. No ha sido en la pantalla, no ha sido en la calle de incógnito o en un evento presentando un libro o una película. Ha sido a cuatro o cinco metros de distancia, desde la cuarta fila de un teatro en mi ciudad, en la tercera de las cuatro funciones diarias que el actor argentino representa junto a Andrea Pietra. La obra, Escenas de la vida conyugal. La inspiración en Ingmar Bergman y su Secretos de un matrimonio, la dirección a cargo de Norma Aleandro.

Hoy he visto a Darín, un actor monstruoso en un escenario. Tierno, cómico, dramático, gamberro, desesperado, irónico, patético, borracho, perdido, enamorado. Todo eso en apenas dos horas. En esas escenas de un matrimonio que se desnuda en su dependencia, su hartazgo, su humana imperfección. Una carcajada, un escalofrío. El arte mayúsculo de la interpretación, el placer de vivirlo tan cerca con un actor y una actriz colosales.

miércoles, octubre 29, 2025

VOLUME ONE 703: REAL WARMTH (JOAN SHELLEY)


Me ocupo estos días de este disco, no escucho nada nuevo más. Me tiene en estado de reposo, adormecido, abrigado, maravillado. Son sensaciones que surgen de las canciones frágiles de Joan Shelley en su octavo álbum, Real warmth (No Quarter, 2025): calor auténtico, música amable, precisa y preciosa en las fronteras del folk americano y británico. 

Me gusta todo lo que he escuchado de esta mujer, apartada ahora en una casa de Toronto con un grupo exquisito de músicos que convierten la finura de las cuerdas y las percusiones en postales de nostalgia. Sus canciones, que nacen y avanzan despacio, esquivan los estribillos y respiran con un detallismo en su arquitectura sonora que deslumbra, que hace flotar.

Nota: 9/10 

lunes, octubre 27, 2025

BONUS TRACK 317: THE TRINITY SESSIONS (COWBOY JUNKIES)


Quizá porque me ha llegado desde el Oriente lejano en una mochila cargada de discos a precios deliciosos y viciosos, hoy saboreo mejor que nunca el día aquel en que los Cowboy Junkies grabaron con solo un micrófono este álbum en la iglesia de la Sagrada Trinidad de Toronto, un 27 de noviembre de 1987. Fue el segundo álbum de los hermanos Timmins, sin que apenas el primero se hubiera conocido y escuchado, y con esa suavidad característica con que grabaron canciones propias y ajenas dejaron claro el territorio en el que se iban a asentar y el clima que lo iba a definir. De la revisitación del Blue Moon al lamento lloroso de Hank Williams (I'm so lonesome I could cry), de los arreglos hipnotizantes de Working on a building al sigiloso préstamo de Sweet Jane. La epifanía bluesera de Walking after midnight eleva The Trinity Sessions a la inmortalidad veinte, treinta, cuarenta años después de que se acomodase entre los muros de aquella iglesia.  

sábado, octubre 25, 2025

SOUNDTRACK 292: NEBRASKA Y BRUCE


"Busco lo auténtico entre tanto ruido".

El ruido es el éxtasis, la carga de la imagen, la saturación de halagos, la urgencia por vender y convencer. El Bruce público que disuelve al Bruce privado, que no se encuentra, no se reconoce. Lo auténtico es encontrarse, reconocerse, limpiarse en las canciones, latir con la música.

Conocemos muchos lo ocurrido. En resumen: Springsteen, ese rockero del pueblo, el tipo al que la calle reconoce, acaba exhausto la gira del doble álbum The River, conciertos de tres horas, un retiro, un colapso, el pasado que vuelve, el presente confuso, la depresión. Encerrado en una casa con una mesa de cuatro pistas escribe sus nuevas canciones, desnudas, sombrías, tristes, desafinadas o con grano. Así nace Nebraska (y otros temas que poco después entrarían en Born in the USA), sin singles, sin promoción, sin conciertos, sin el rostro del músico en la portada. El brillante paréntesis en una ruta que lo elevaría todavía más arriba. 


Springsteen. Deliver me from nowhere pone aquel tiempo en pantalla. La película recién estrenada condensa unos meses de tormenta y lágrimas, la angustia del artista, ese dolor por no reconocerse ni saber hacia dónde dirigirse. Es en ese laberinto de emociones y en la crisis de identidad de un ser idolatrado donde el director Scott Cooper más acierta y el film más crece: con la banda sonora de unas canciones que purifican y con la estupenda actuación de Jeremy Allen White.

Bruce y su música nos curan tantos años después. A quienes se enfrentan al papel en blanco para retratarse en las canciones y a quienes luego nos encontramos en ellas. 

miércoles, octubre 22, 2025

SOUNDTRACK 291: LA RESIDENCIA

El juego Cluedo, Agatha Christie, Sospechosos habituales y otras fuentes detectivescas se unen en La residencia, una prodigiosa serie estadounidense de misterio que en ocho episodios avanza a ritmo de vértigo aunque solo abarque una noche en la que se produce un asesinato, los interrogatorios de las horas siguientes y una toma de declaraciones posteriores. De atrás adelante y de adelante atrás en un montaje laberíntico pero nunca confuso, esa residencia que es la Casa Blanca se convierte en un escenario cómico y dramático donde el espectador se desliza entre sospechas, coartadas, historias delirantes y conflictos personales.

En una cena de Estado aparece muerto el jefe del personal de servicio de la residencia. La investigación de un caso tan inesperado recae en la excéntrica Cordelia Cupp, observadora de aves, perspicaz en sus preguntas, impredecible en sus deducciones, desesperante en sus métodos. Todos hablan, todos le cuentan, todos tienen motivos para haber matado a la víctima. Es la puesta en escena, ágil y juguetona, y el montaje zigzagueante lo que saca del montón a esta intriga imposible y la transforma en un festín. Con la gran Uzo Aduba (la inolvidable Crazy Eyes de Orange is the New Black) en una genial maestra de ceremonias.

domingo, octubre 19, 2025

¿QUIÉN SUCEDERÁ A MATT?


La noticia me llegó tarde, por voz de un baterista, quién si no, mientras a nuestra memoria volvían aquellos conciertos de Pearl Jam que vimos juntos hace tiempo. ¿Y ahora quién va a suceder a Matt Cameron?, me preguntó. ¡Cómo!

Lo anunció hace unos meses, la salida del grupo en el que ha estado más años, más de 25, las baquetas más duraderas de una banda que al principio tardó en asentarse como quinteto estable porque la pata que siempre se rompía era la del asiento del baterista. 

Dave Krusen, Dave Abbruzzese, Matt Chamberlain, Jack Irons, Matt Cameron. Por una u otra razón todos se han ido. En el otoño de sus vidas, de su carrera, alguien relevará a Matt Cameron, quizá para volver a los estadios e incitarnos a sentirnos mucho más jóvenes en 2026.

Mi amigo el baterista se preguntaba quién estaría junto a Eddie, Mike, Jeff y Stone en las próximas fotos. Me acordé de aquel lejano Dirty Frank, del dueño de la batería en el segundo álbum de Vedder y compañero de su gira. ¿Serías a la vez miembro de los Peppers y de Pearl Jam?

miércoles, octubre 15, 2025

VOLUME TWO 136: STONE THE CROWS


No recuerdo cómo di con este grupo, qué cadena de caminos me llevaron a Stone The Crows. Fueron uno de tantos asteriscos sin importancia que descansan en los márgenes de las páginas del rock, eclipsados por el brillo de quienes merecieron más atención y se bañaron en éxito, mucho más éxito. Y es extraño, tenían ingredientes para ser algo más que una anécdota y haber prolongado su breve vida, porque contaban con la promoción del manager de Led Zeppelin, Peter Grant, y en la voz se hacía notar una cantante de poderosas cuerdas vocales, Maggie Bell, a quien quisieron comparar (y no fue un disparate) con Janis Joplin.


Nacieron en Glasgow a finales de 1969, abducidos por los rayos más psicodélicos del blues rock, con acento clásico y sonido crujiente en su tarjeta de presentación. Cuatro discos llenan su curriculum hasta poco antes de 1973, cuando pusieron fin a su travesía tras cambios en la formación y el desgraciado adiós de su guitarrista, Les Harvey, electrocutado sobre el escenario en un concierto. Grant no fue factor de éxito, el público no los escuchó. No tenía sentido continuar. Teenage licks, de 1971, es el único disco que tengo y he escuchado de Stone the Crows, un muy buen testimonio del talento frustado lejos de los focos.

lunes, octubre 13, 2025

VOLUME ONE 702: HERE AND NOWHERE (THE AUTUMN DEFENSE)


Cuando Jeff Tweedy descansa de Wilco, en su música estás sintiendo el rastro que deja el eco de Wilco en sus canciones sin el resto de su banda. Tan adhesiva es su impronta al frente de un grupo mayúsculo que nunca se entenderá sin su voz, sus letras, su aura. El reciente tríptico Twilight override, extenso pero notable, vale de ejemplo. Si escuchas sin saberlo a John Stirratt y a Pat Sansone en su vida paralela al margen de Wilco, The Autumn Defense, nunca acertarías a encontrar a miembros de Wilco en tal formación. Pero ahí están, excelsos como son en un proyecto que se aparta formal y estéticamente de los parámetros del sexteto mágico de Chicago y que alcanza otra exquisita, y diferente, brillantez.

Here and nowhere (Yep Roc, 2025) junta la versatilidad de los dos multiinstrumentistas de Wilco (Stirratt desde el origen, Sansone desde 2004) para dar forma a su sexto capítulo, once años después de la anterior trama, cuando los descansos entre álbumes y giras con su jefe se lo han permitido. Acompañados por músicos de una especie menos visceral y más conservadora, este álbum se digiere con placentera relajación, con brisas del soft rock californiano de la década en que nacimos, detallista, limpio, de una ligereza pulcra y elegante, digno de sus padres, instrumentistas extraordinarios.

Nota: 8/10 

sábado, octubre 11, 2025

BONUS TRACK 316: MIRROR BALL (NEIL YOUNG & PEARL JAM)


Una boda con músicos magníficos entre los invitados, reencuentros emocionantes, siempre provechosos, un hilo musical irreprochable. Discos, artistas, canciones que entran y salen de las conversaciones. Heart of gold como anticipo del postre. El recuerdo de un concierto reciente de Neil Young, de un tema fulgurante rescatado de aquel álbum con Pearl Jam. Mirror ball (1995), sí, es una de esas joyas que guardaremos en el fondo de un cofre para reproducir cuando volvamos a vernos tan jóvenes y nos pueda la nostalgia.

Me gusta todo de este disco. Lo que más, ese enchufe directo de adrenalina, sin entonar, sin preparar, como improvisado, con un latido clásico que no cesa, el eco del hechicero, maestro y alumnos en el mismo ensayo a bordo de un tren sobre el océano. Fue un solo encuentro en el estudio, el viejo volvería a gritar rock en el mundo libre para cerrar conciertos de los chavales. Y a nosotros nos queda esa bola de espejos que protegemos en el baúl de los tesoros rockeros.

martes, octubre 07, 2025

BONUS TRACK 315: BOB MARLEY & THE WAILERS (RASTAMAN VIBRATION)


No necesito flotar en dimensiones paralelas ni absorber humos estimulantes para dejarme hechizar un rato por el clima y la evasión del reggae. No son numerosas estas desconexiones. No surco aguas para explorar el camino que han seguido los hidalgos del género. Pero me he tomado la molestia de aprenderme más o menos a Bob Marley y calibrar el peso de su figura. Y un poco la de alguno de sus contemporáneos. Me gusta el reggae, me relaja. Sin más.

Pero en esos momentos me permito el lujo de caminar lentamente por la música, seguir con la cabeza el ritmo de la percusión, cerrar los ojos y acompañar la cadencia de las guitarras, reposar el cuerpo en los pellizcos de otros instrumentos, sentir la emoción de los versos cantados. Consigo esto con la mayoría de los álbumes de Marley. Coged cualquiera y dedicarle una atención parecida. 

Como este octavo disco, Rastaman vibration (1976), del año en que su fama mundial casi lo mata en un intento de asesinato. Se marcharía a Londres para grabar el oportuno Exodus un año después. Era ya un dios terrenal, la voz de un pueblo, un artista molesto. Y hacía música de ensueño.

viernes, octubre 03, 2025

EL OCASO


En el largo camino las decepciones llegan en algún momento. Lo que sentías cerca se va alejando y perdiendo, hasta que se diluye y desaparece. La música nos une a quienes amamos, nos ata a quienes admiramos, aunque los cordones, tarde o temprano, se van aflojando... por tu culpa o por la suya: nos distanciamos, nos olvidamos, nos ignoramos. Queda el recuerdo de cuando nos gustábamos, una huella irreconocible cuando el desengaño se ha consumado.

Esta es la reseña de una decepción. Crecimos juntos desde el mismo año. Te conocí con tus primeros discos. A ti te gustaba lo mismo que a mí. Había conexión, tío. Sabías cantarlo bien, notaba que lo sentías. Algún día también tú serías un clásico, podría ser, uno de esos clásicos. Acertaste una vez, otra, otra. Te vi en un concierto, compartíamos pasión a distintos lados de la barrera que me separaba del escenario. Seguí tus pasos. Pero con el tiempo me fui quedando atrás, o no respirábamos al mismo ritmo.

Volví a otro concierto más tarde. Tus canciones nuevas no me decían nada; las de antes, que las recuperabas para excitar aún más al regimiento fiel que te gritaba desde abajo, aún me conmovían. Tú por un lado, yo por otro, distintos cansancios, recogidos cada uno en sintonías distantes. Otro disco, otra ausencia. Otro, otra nada. No te reconocía en tu música, no me reconocía yo en la música que en ti nacía.

He mantenido la esperanza después de los tropiezos. Ahora recuerdas tu año en el último de tus álbumes, mi año. Pero no. No hay guiño. No sé qué cantas, no distingo lo que cuentas, escenas, chispazos, flashes sin luz, sin alma. Siento que cantas mal, que no transmites nada, que encajas palabras de cualquier manera. Tu música me deja helado. Hubo una vez en que fue bonito. Salud.

martes, septiembre 30, 2025

VOLUME ONE 701: SAVING GRACE (ROBERT PLANT)


Decidme, ¿quién susurra hoy mejor que él en una canción?, ¿quién se tumba como él en la música para hacer reposar tan bien al oyente sin prisas? La última reaparición de Robert Plant en el siglo XXI viste de entrañable a este abuelo de leyenda, arropado por capas de folk, blues y rock que se fusionan como hechizos en un álbum de esos a los que le duran el sabor y crean largos regustos.

Salvo aquella espesa unión psicodélico-espacial que diera como resultado Lullaby... and the ceaseless roar en 2014, el tránsito de Plant por estas últimas dos décadas y media nos regala sociedades muy acertadas y discos muy notables, bien con Band of Joy, con Alison Krauss, ahora con Saving Grace, formación que da nombre un trabajo de versiones de hoy y de ayer que navega entre la tradición evocadora y el desafío de la actualización.

Saving Grace (Nonesuch, 2025) desvela de nuevo a ese Robert Plant sabio y resuelto, intrigante entre atmósferas cruzadas y sedoso en las voces relajadas, seductor siempre con la melena gastada al viento, camuflado entre banjos, acordeones, cellos, guitarras y percusiones brumosas. Flota en los surcos un aire de gospel crepuscular que bendice el ejemplar envejecimiento de un autor muy bien conservado.

Nota: 8/10 

domingo, septiembre 28, 2025

GREATEST HITS 375: DON'T YOU FORGET ABOUT ME (SIMPLE MINDS)

Qué tiernos éramos, ellos y nosotros, en sus ficciones y en nuestras vidas. Aquellos días del videoclub, el alquiler de comedias universitarias, inocentes unas picantes otras. Una de aquellas, sin pretenderlo, acabó en las vitrinas del culto. Quizá porque en sus cinco personajes nos identificábamos todos, en uno de ellos o en varios a la vez: la pija, el deportista, el pardillo, el inadaptado y la rarita, cada uno/una con sus variantes. El club de los cinco, o cómo pasar un sábado castigados en el instituto.

Algunos nos quedamos con aquella canción, que nos envía a la película cuando la escuchamos cuarenta años después. "No te olvides de mí", pedían Jim Kerr y sus colegas en Simple Minds, un éxito pop que se convirtió en algo parecido a un himno generacional para quienes la música es algo que trasciende más allá de sus márgenes. 

viernes, septiembre 26, 2025

VOLUME ONE 700: NEON GREY MIDNIGHT GREEN (NEKO CASE)


Me tiene fascinado este álbum, me deja hambriento, con algo de gula, Neko Case. Comparo sensaciones con las de esa música que adviertes aventurada y primorosa cada vez que la escuchas y te deja con ganas de seguir apreciando nuevos deleites una vez más. Está bien, tiene misterio y sustancia, recursos y salidas inesperadas, giros que no ves venir, clímax. Y algo más que no consigues descifrar, algo parecido a un imperceptible y placentero desconcierto.

Al llegar a Neon grey midnight green (Anti-, 2025), su noveno disco si sacamos de la lista la deliciosa sociedad que en 2016 creó con Laura Veirs y k.d. Lang, la autora virginiana alcanza la montaña creativa de su carrera, justo después de quitarse los ropajes en una biografía publicada y llevando en el retrovisor a todos los músicos fallecidos que ha admirado. Ella sola en la sala de máquinas, con la pluma y las palancas.

En un álbum tan lúcido como otros, reconoces aquí a la cantante vigorosa que siempre ha sido Neko Case, esta vez huyendo de conformismos, entregada a canciones que desprenden osadía, fe, inquietud y también bienestar. Con esa gran virtud que, por ejemplo, se encuentra en los discos de Jonathan Wilson, la de convertir la dificultad en algo natural y muy bien facturado.

Nota: 8/10 

martes, septiembre 23, 2025

VOLUME ONE 699: STREETS OF YOUR TOWN (JOSH ROUSE)


La vida parece más bonita si le pone música Josh Rouse. Y apenas te das cuenta. Porque el bueno de Josh es de esos selectos artesanos cuyas habilidades fluyen sin notarse. Un tipo tan callado, discreto, tímido en sus contornos, encierra un exquisito fabricante de joyas musicales. Siempre lo he visto así, cuando se confundía en el anonimato de su Nebraska natal en sus primeros álbumes y cuando seguía escondiéndose en su hogar valenciano, ya hace más de dos décadas.

No ha hecho mucho Josh por exhibirse, por salir de su confortable humildad. Cada cierto tiempo te enteras de que tiene nuevas canciones y de repente te lo encuentras en su decimocuarto disco, surgido así como de la nada, de tapadillo, entre las novedades inadvertidas en segundo y tercer plano. Este Streets of your town (2025) que toma el título del éxito de los Go-Betweens coge prestadas esta y otras canciones ajenas para juntar una modesta colección de versiones (Nick Lowe, The Blue Nile, Jackson Browne).

Domina la acústica, algún lujoso malabarismo eléctrico, un frívolo jueguecito sonoro como despedida, y, de nuevo, la sensación de que Josh Rouse no necesita hacer trabajos memorables para ofrecer música muy agradable.

Nota: 7/10 

viernes, septiembre 19, 2025

BOOTLEG SERIES 137: SAM Y BEN, CAPÍTULO 2


La larga amistad de Sam Beam (Iron & Wine) y Ben Bridwell (Band of Horses) desemboca en una segunda entrega de versiones frágiles y a la vez atrevidas, íntimas en hechura y fondo, diez años después de su primera colaboración discográfica: Sing into my mouth (2015) era un LP, una pena que Making good time (Black Crickett, 2025) sea un EP de cinco cortes. 
Nada que lamentar en profundidad: parte de esos temas elegidos no encajan en las llanuras recorridas por Sam y Ben en sus respectivas carreras, pero se transforman en delicias familiares, con sus escorzos y estiramientos reconocibles. No importa que sean U2, Roxy Music, Foreigner o boygenius los patrones escogidos. Los dos músicos, agrupados en el estudio de Brad Cook, dibujan hermosas versiones para escuchar en reposo y satisfacción.

martes, septiembre 16, 2025

BUTCH Y SUNDANCE

Ahora caemos todos con aquel salto, en un grito liberador antes de mojarnos. Guapos, queridos, inmortales. Inalcanzables en su magnetismo. Creíamos que vivirían para siempre. Cuando los veo así, cercanos y reales, lo pienso.

Hoy se habrán reencontrado Paul y Robert, Butch y Sundance, en lo alto del desfiladero. Buscaban un destino; en sus películas lo buscábamos nosotros. Nadie ha sido tan grande como ellos en la pantalla. El viaje ha sido una gozada. 

Un homenaje repetido. 

jueves, septiembre 11, 2025

VOLUME ONE 698: DOUBLE INFINITY (BIG THIEF)


Sabía que este día llegaría, que acabaría por elogiar a Big Thief después de no dar conseguida mi aprobación. Ni al principio cuando del vasto vivero creativo de Brooklyn merecían las más encendidas reseñas, ni cuando sin perder su independencia sobresalieron hasta la mayor y más ambiciosa de sus propuestas, el doble y hastioso álbum Dragon new warm mountain I believe in you (2022), fui incapaz de conectar con esta banda. ¿Por qué? Pues las respuestas se ajustan a parcas explicaciones: porque no; si buscaba justificar más mi rechazo, no encontraba otras razones.

Pero al mismo tiempo esa falta de atractivo que veía en el grupo sabía que no sería permanente: intuyo que en algún momento acabaré encontrándole la gracia. Si antes no me convencía en absoluto Big Thief porque no, con Double infinity (4AD, 2025) ahora cambio totalmente de opinión. ¿Y eso a qué se debe? Ve tú a saber, podría responder. Porque sí. Hay un reposo líquido en este disco, una interacción climática entre voces, instrumentos, letras y ambientes que lo convierten en una viciosa satisfacción. Esta vez sí.

Nota: 7,5/10 

martes, septiembre 09, 2025

LIVE IN 314: LAS CANTANTES DE LA FAMILIA GUTHRIE

Llegan a mi ciudad, saturada de festivales masivos, agraciada con ciclos modestos como este Elas Son Artistas, tres mujeres de la misma familia.

No conocieron a su abuelo, a su bisabuelo, pero han crecido con sus canciones, viven con su mensaje, cuando las guitarras eran máquinas que mataban fascistas y la música relataba y denunciaba miserias. Serena y Robin son primas. La madre de una y la tía de otra es Sarah Lee. Juntas, cantan de maravilla. Son miembros de la familia Guthrie.

En la sala Mardi Gras de A Coruña, fin de gira española, se hizo el silencio para escuchar cómo aquellas viejas canciones eran aprendidas, cómo otras nuevas fueron naciendo a través de la sangre de una saga que define un país. Sarah Lee dormía en las fundas de las guitarras, Robin y Serena se hicieron mujeres en la carretera, en los bares, unidas por una música que corre por sus venas. Sus voces se integran con imperceptible suavidad, duermen las canciones, las miman. No tienen música editada, la llevan dentro.

Éramos una decena de rockeros en la sala, absortos en música de autor, callados porque cantaban y contaban cosas las herederas de Woody Guthrie

VOLUME ONE 697: A MATTER OF TIME (FUN LOVIN' CRIMINALS)


Cuando nos sorprenden los retornos tardíos (Pulp como ejemplo reciente) nos sentimos un tanto despistados al principio, sin adivinar qué nos podemos encontrar: una reafirmación de confianza, un giro escéptico hacia la desidia. Con el regreso de Fun Lovin' Criminals, con nueva formación sin variar el formato de trío y veinte años después de aquel Livin' in the city, debemos celebrar el reencuentro con lo esperado. En este caso es garantía, seguramente por cuenta de una banda que no admite, aunque se haya demorado tanto, experimentos impredecibles.


Aunque hayan pasado dos décadas, aunque Huey Morgan ya no esté al frente, FLC conserva en A matter of time (DiFontaine Recordings, 2025) el groove cool, entre macarra y elegante, con el que trazaron una carrera de solo seis álbumes. Del primer al último corte navegamos por corrientes reconocibles (funk granulado, rock fulminante) que nos llevan a calles peligrosas, garitos oscuros y negocios turbios a los que el grupo ha puesto banda sonora. Mafia, NYC, ahí suenan los Criminals. Funciona bien esta reaparición, reconfortante por cuanto ofrece lo esperado; no había que demandar más.

Nota: 7/10 

sábado, septiembre 06, 2025

GREATEST HITS 364: WHEN LOVE COMES TO TOWN (U2)

Pues sí, aquellos irlandeses famosos conquistaron América entrando en sus tripas. Años antes habían clavado la bandera de su domingo sangriento en el desierto de Red Rocks; junto al árbol de Joshua se habían retratado muy serios, encaramados en un éxito envidiable, en alta velocidad; con el álbum aquel, crearon el suficiente barullo como para ganarse a los escépticos, cabalgando en el dólar, a orillas del Mississippi, en los estudios Sun, cantándole a Harlem y sus ángeles, compartiendo micro con Dylan y con BB King. El amor llegaba a la ciudad, y allí estaban U2 en blanco y negro como unos críos dichosos en la misma habitación que ocupaban Lucille y su dueño.

jueves, agosto 28, 2025

LIVE IN 313: MAVIS, 86


Antes de cumplir los 10 años Mavis ya cantaba en la iglesia junto a sus padres. El próximo noviembre la volveremos a oír cantar con 86. Me asombra esta resistencia, la entereza de este mujer, carismática en su sencillez, grande en su pequeñez. Desde las entrañas nace su fe, su calor. Es nuestra abuela, quieta, sola y pensativa en esta imagen, en un rincón ante la mesa camilla, preparada para cantar mientras piensa en lo triste y hermoso que es al mismo tiempo este mundo.

Así se titula su próximo álbum, Sad and beautiful world. Su invierno no puede tener mejor compañía: Ry Cooder, Jeff Tweedy, M Ward, Ben Harper y ahora Brad Cook se han responsabilizado de la producción. Los créditos autorales de este adelanto son de Kevin Morby, pero me cuesta localizar previamente la canción, esta deliciosa Beautiful Strangers con la que Mavis Staples, serena y deslizante, merece nuestro abrazo eterno, su estatus de divinidad.

lunes, agosto 25, 2025

BONUS TRACK 314: BORN TO RUN (BRUCE SPRINGSTEEN)


La prensa nos recuerda esta efeméride apabullante: ni más ni menos que medio siglo desde Born to run. Cualquier texto publicado hoy, con los hechos, con el contexto y con las huellas, es un abrazo caliente y fuerte a las canciones de este disco y a su autor, a lo que nos dijeron cuando las descubrimos aquel día, en aquel momento, a los 10, 15, 18, 22 o 30 años. 

No podemos explicar a Bruce, sino sentirlo. Sobran palabras, quedan emociones. He intentado ser frío, objetivo, en alguna conversación, cuando su música entra y sale en una sucesión de recuerdos o vivencias que me han acompañado o de referencias a sus discos. Me detengo, renuncio. De Bruce hablo para mí: si tengo que admitir su condición humana, con sus aciertos y errores, o si debo elevarlo a los cielos.

Como cuando escucho, hoy de nuevo, Born to run, y trato de imaginarme cómo y cuándo explotaron sus canciones en un público que hoy nos parece irreal pero que entonces sabía que en la música encontraba mensajes y brújulas. Yo no estaba allí... Sí estaba en otro lugar y en otro tiempo, proclive, por fortuna, a dejar que la música me cautivase.

Entonces, y hoy, el cuerpo sufría latigazos de placer, de pletórica felicidad, cuando Bruce Springsteen le gritaba a Mary que se marcha de una ciudad de perdedores para poder ganar... cuando se esconde en los callejones... cuando sopla el viento helado en la décima avenida... cuando Big Man abrasa sus pulmones... cuando la jungla urbana alcanza la épica con el eco de las guitarras... en cada segundo y cada palabra de Bruce bramando y coreando que vagabundos como él, como nosotros, han, hemos, nacido para correr.

domingo, agosto 24, 2025

DISCOS DE SEGUNDA MANO

Hace unos días estuve de buceo en una feria del disco, de caja en caja y entre álbumes usados, vinilos y cds. Olor a plástico, a cartón, a humedad. Me gusta ese ritual, desde luego, localizar discos raros o perdidos, reliquias y caprichos. Elegir algunos y recuperar su contenido horas después tumbado en el sofá.
Leo una novela que tiene por escenario una tienda de discos de segunda mano: el lugar, Los Angeles; quien escribe, desde el norte peninsular. Evitaré dar el título y más detalles porque la decepción no merece publicidad. Pero hay alguna débil luz, emociones que esa mercancía musical suscita entre los más sensibles.
Me quedo con la historia de cada disco, lo que deja detrás ese ejemplar que acaba en una caja entre miles de otros álbumes viejos que quizá tengan otra vida junto a otro dueño, en una habitación distinta, tardes grises o noches frías para volver a ser escuchados.
¿De quién era ese disco que tú te llevas ahora? ¿Por qué lo compró o quién se lo regaló? ¿Cuántas veces lo escuchó y con quién? ¿Por qué se ha desprendido de él? ¿Volverá a comprar más discos?

DOS MINUTOS


El tiempo es oro. No lo malgastes. Si te llegan dos minutos, que no sean tres. Vamos deprisa por la vida. La relajación y la calma son lujos esquivos. Si dispongo de ellas, me niego a dedicar solo dos minutos a una canción.
Redes, comunicaciones inmediatas, prisas y ganas de acaparar, de presenciar o de estar en todas partes nos meten en veloces remolinos que nos alejan de la paciencia que la música reclama para ser atrapada con íntimo placer.
Leo un reportaje que rebusca canciones de menos de dos minutos para rivalizar con esos fogonazos de la misma duración con estribillos inmediatos planificados para captar al consumismo actual cargado de urgencias. 
No llego a tan poco. Menos de dos minutos no llega a aperitivo casi, pero con menos de tres, en torno a los 2’30’’, la música nos regala joyas de las Supremes, Nina Simone, Sam Cooke, Johnny Cash, The Byrds, Beach Boys
La música no tiene límites de tiempo. Solo quiere el tiempo que tú le das. Que sea generoso. Lo merece. Lo mereces.

lunes, agosto 18, 2025

BOOTLEG SERIES 136: Q LAZZARUS

¿Quién fue/quién es Q Lazzarus? Quienes admiramos el trabajo cinematográfico de Jonathan Demme siempre tendremos en el recuerdo aquel hechizante tema que incluyó no en una sino en dos de sus películas: Goodbye horses, la música con la que Buffalo Bill se maquillaba y grababa ante una cámara de vídeo en El silencio de los corderos. La canción la habíamos escuchado antes en Casada con todos, pero en el oscarizado filme nos llevó a un dimensión de horror, quedó asociada a aquel secuestrador y asesino en serie y permaneció en la memoria para siempre. Hicimos un esfuerzo por encontrar el tema, por descubrir quién coño era Q Lazzarus, pero no llegábamos a otro lugar que a un agujero negro.

Goodbye horses. The many lives of Q Lazzarus es el documental que ocho años después del fallecimiento de Demme y 34 después de los Corderos descubre quién estaba detrás de aquella canción, un tema que otras bandas y artistas llevaron a sus directos en sus propias versiones como muestra del poder de seducción que tenía aquella música inquietante, indefinible, a medio camino entre el pop y la new wave. ¿Qué pasó con Q Lazzarus, que después de aparecer en una escena de Philadelphia, otra película de Demme, desapareció sin dejar rastro?

La directora del documental, Eva Aridjis Fuentes, recurre a la misteriosa cantante, redescubierta como taxista anónima, para que cuente en primera persona el impacto que tuvo aquella canción y cómo todo se torció a continuación. Personas que la han acompañado completan el relato (músicos con los que trató sin éxito de ganarse una plaza en el mundo de la música, amigos, familiares), expuesto con cierta frialdad, sobreactuación en la protagonista principal, con un esquema convencional que repasa las clásicas miserias (fracaso, abandono, drogas, prostitución, cárcel, desintoxicación) que definen a los ángeles caídos y por las que pasó Diane Luckey, aquella Q Lazzarus desafortunada de extraña fascinación.

Grabó canciones que nunca se juntaron en ningún disco, suenan en la cinta. Goodbye horses fue la única en encontrar formato, pieza de coleccionismo, una rareza aún irresistible. 

martes, agosto 12, 2025

VOLUME ONE 696: NO RAIN, NO FLOWERS (THE BLACK KEYS)


No me arrojarán en marcha, no descarrilaré. El tren de los Black Keys me lleva siempre a buen destino. Cuando salió de la estación, cuando alcanzó su máxima velocidad y ahora que avanza con el piloto automático puesto, me siento seguro en el viaje. El trayecto puede pasar por alguna fase de turbulencias, el paisaje puede ser frío y tosco o cálido y sedoso, me vale. Si alguna vez me viene la tentación de afilar mi veredicto y repartir peros o admitir decepciones, nada, que no soy capaz.

Auerbach y Carney ya van por el decimotercer álbum, muy alejados de su bautismo, muy acomodados en el alfombrado de rock blusero de barniz bailable, unas veces ácido otras picante, siempre contagioso. No rain, no flowers (Warner, 2025) cabalga por los mismos terrenos de Let's rock, Dropout boogie y Ohio Players: fiables texturas, seductores ambientes, estribillos rentables. Quizá falta algún tema redondo, aunque la marca de fábrica es una garantía que, de momento, voy a seguir sin cuestionar.

Nota: 7,5/10 

jueves, agosto 07, 2025

BONUS TRACK 313: SOUTH COAST (RAMBLIN' JACK ELLIOTT)


Nos preguntamos asombrados cómo es capaz Willie Nelson de desafiar a la naturaleza y grabar uno o más discos al año cuando ya supera los 92 abriles. Yo tengo más simpatía por otro forajido de las raíces de la música americana que hace una semana cumplió 94, con un legado discográfico más reducido pero un eco y magisterio igual o superior: Ramblin' Jack Elliott.

Jack está en Dylan, como él estuvo en Guthrie. Su horizonte estaba más próximo, sus pasos eran más cortos; la fama, el éxito, la figura, el mito... no iban con él, que prefería vagar abrazado a su guitarra acústica. El respeto, el cariño entre los suyos, en quienes aprendieron de su modestia, no ha tenido fronteras. ¿Pequeño gran músico? Grande.

En 1995 regresó a un estudio y grabó su primer álbum en 25 años. Cantó piezas de Woody, temas tradicionales que interpretaba en todas partes, ensombrecido por el ala de su sombrero. South Coast es la esencia misma de Ramblin' Jack: conciso, escueto, vibrante, sentido, emocionante en su sencillez. Un disco culminante, como 14 años después sería su último canto, A stranger here

 

BONUS TRACK 312: TRAFFIC (TRAFFIC)


Ahora que nos hemos ido de lecturas por Birmingham, fábrica natal de Ozzy, no está mal recordar que en los paisajes grises de las Midlands también crecieron Traffic. Puedes imaginártelos: cuatro chavales de poco más de 20 años, uno aún andaba por el final de su segunda década de vida, músicos en la adolescencia, entre el prodigio y el anonimato. Llegaron a vivir juntos en el campo para fortalecer los vínculos de la comunidad creativa, pero los nudos se desataron con frecuencia, algunos querían volar en libertad. Winwood, Mason, Wood y Capaldi formaron un cuarteto de esos cuya música combina colores sin desentonar en la mezcla. Su unión cromática era irresistible, capaz de adherir a los psicodélicos, atraer a los rockeros, seducir a los progresivos y, a la larga, engatusar a los jazzísticos.

Allá por el 68, Mason abrió la puerta y dejó al grupo apañado en trío. En vivo no era sencillo funcionar como tal, con Winwood usando pedales en su órgano para hacer sonar el bajo mientras cantaba, otra veces agarrando la guitarra, Capaldi en la percusión y Wood con el saxo o la flauta. Mason se reconcilió, luego volvería a darse el piro. Pero en el tiempo en que fueron de nuevo cuatro grabaron su tercer álbum, Traffic. Lo dicho: una amalgama que en su heterogeneidad consigue ser homogénea, satisfacción de unos gustos y de otros. Un disco fantástico, como esos que ya no se hacen.

miércoles, agosto 06, 2025

VOLUME ONE 695: FIND EL DORADO (PAUL WELLER)


El largo otoño de Paul Weller deja caer hojas de ese cálido marrón que convierte la estación en la preferida del año sin que el color se marchite. Cada caída al suelo es una lección ejemplar de saber adaptarse al paso del calendario con naturalidad, dueño de una integridad que permite escarbar donde (casi) nadie más lo hace para no pecar de soberbio ni resultar intrascendente.

Find El Dorado (Parlophone, 2025), quinto disco de Weller en esta última media década, recupera canciones que la gran mayoría de sus oyentes teníamos olvidadas... más bien diría que originales que nunca habíamos escuchado, para llevarlas a un terreno que últimamente tiene muy bien sembrado, en el que crecen elogiables trabajos como A kind revolution, On sunset o 66.

Conocemos a Richie Havens, a Merle Haggard, a los Bee Gees o a Ray Davies, pero seguro que no recordábamos las canciones que Weller toma prestadas para elaborar un muy versátil álbum de versiones, donde la sabiduría se convierte en la mejor herramienta y arroja unos cuantos de los mejores temas recientes (aunque no sean propios) del autor: Pinball, Lawdy Rolla, El Dorado.

Nota: 8/10 

martes, julio 29, 2025

BOOTLEG SERIES 135: DÉJÀ VU REVISITED BY...


Todo aspirante a hacer del escenario y el micrófono su hogar de creación, el hábitat de su aprendizaje y evolución musical, debería afrontar esta prueba: interpretar a su manera y ante el público alguna canción de Déjà Vu, o todas. Una audiencia experta aprobaría o tumbaría el atrevimiento, apadrinaría o enterraría una futura carrera entre partituras y compases. No sería necesaria la excelencia ni la imitación forzada, nada de réplicas, bastaría con rozar o alcanzar el sentimiento que late en los temas originales del inigualable álbum de Crosby, Stills, Nash & Young, sentir su alma.

The Wandering Hearts son londinenses que profesan amor al folk rock americano, y a este disco en particular. Se advierte solo con escuchar este tributo que constituye su tercer trabajo: Déjà Vu (We have all been here before). No son cuarteto, son trío; un hombre y dos mujeres alternan voces y tejen armonías vocales con la delicadeza con que se entendían CSN&Y cuando sus egos se tomaban un descanso. La prueba, el experimento, el homenaje, apuesta por la fidelidad sin descartar la modesta distancia. El aplauso que merece solo tiene un punto en contra: que desde hace más de medio siglo existe la obra maestra que es su modelo. No importa, nada se estropea, se embellece más.

domingo, julio 27, 2025

LIVE IN 312: FESTIVAL DE HOY Y DE AYER


Hoy he vuelto a un festival, uno de tantos que llenan el verano de música, evasión y consumismo mecánico. Uno de los dos días de conciertos. No me interesaba nadie en el cartel. De más de la mitad no he escuchado ninguna canción, aunque ya han venido otras veces a mi ciudad, donde los promotores se empeñan en traer a los mismos artistas uno o dos años después de su anterior actuación, en este o en otro festival. ¿Entonces? Había que ejercer de compañía, y el coste fue... no tuvo coste alguno (beneficios de la comunicación), salvo el vaso que te compras con el nombre del festival para que consumas agua o refrescos al doble del precio normal y te quedes el objeto como recuerdo. Mientras caminaba hacia la zona de los escenarios nada más entrar me preguntaba cuánta público con mayor edad que yo habría. Localicé unos pocos. Cogimos sitio cerca, luego nos echamos un poco hacia atrás, un buen lugar desde el que ver las pantallas. Nos empezó a rodear la purpurina, los outfits de festival contemporáneo, público de un lado a otro sin interés por quien actúa tratando de que no le caiga al suelo el trozo de pizza o el vaso de cerveza, público al que sí le interesa quién actúa porque no tarda más de dos canciones en elevarlo a la categorías de las/los diosas/dioses...

Entonces recordé aquellos festivales a los sí fui porque me gustaban los músicos, solo o acompañado, y me acordé de muchas de aquellas actuaciones (Ben Harper, The Cult, Wolfmother, Pearl Jam, Bruce Springsteen, Eagles of Death Metal, Guns N Roses, Noel Gallagher, Wilco, Gomez, Beck, Tom Petty & The Heartbreakers...). Y en esos momentos de nostalgia arenosa, de presente oxidado, me dije en voz alta sin que nadie me escuchara: ¿Qué coño hago yo en esta mierda? 

miércoles, julio 23, 2025

BONUS TRACK 311: SHADES (JJ CALE)


Agarremos al azar un álbum de uno de esos músicos intachables, siempre satisfactorios, por los que merece la pena renovar votos en el flujo placentero e inspirador de las canciones. JJ Cale responde al perfil, y no admite reproches. La elección es Shades (1980), sexto capítulo de un listado exquisito de discos. Este, menor en consideración que el manojo anterior, es otro manjar.

Fíjense en la alineación de bateristas: Hal Blaine, Jim Keltner, Russ Kunkel y Kenny Buttrey entre varios. La gran Carol Kaye salta sobre el bajo en la inicial Carry on. James Burton acaricia la guitarra en Pack my jack. Dos cortes se inclinan hacia el jazz en una esfera pacífica que deja en la gloria. Y Cale se encarga de mimar, como siempre, esas cuerdas tan limpias, tan únicas. Mmmm.

domingo, julio 20, 2025

BONUS TRACK 310: RICK DANKO (RICK DANKO)


Que recibas este disco como regalo, y en el formato de 33 revoluciones por minuto, ya es un tesoro. En el universo The Band, el primer álbum de Rick Danko, al que dio su nombre en 1977, merecía mejor suerte. Salir del olvido para empezar, y más reivindicaciones atemporales como esta. Para ello estamos.

El grupo llevaba un año separado y la publicación de Rick Danko se produjo casi al mismo tiempo que la despedida oficial de The Band, el radiante e inolvidable último vals. Rick estaba triunfal en el film de Scorsese, pero con su disco no fue más que una anécdota pese a la altísima categoría a la que llegaba. 

A Rick Danko echaron granos de arena sus antiguos compañeros y unos cuantos contemporáneos ilustres. Las dos caras del vinilo dejaban entrar vibrantes y emotivas canciones, algunas con baquetas y órganos de Hudson y Helm que habrían lucido en discos de la banda. Corto, divertido, entrañable.

Las reunificaciones de The Band sin Robertson ni Manuel nos regalaron la integridad de la camaradería de Helm, Hudson y Danko: hermosos trabajos, músicos queridos. El declive físico y psíquico del bajista fue acabando con él poco a poco, hasta despedirse hace ya 26 años. Desde aquí te recordamos y admiramos como siempre.