Lo primero que leo de ero-guro japonés, con muy poco de erótico y mucho de grotesco. Son treinta y tantos microcuentos de no más de cuatro páginas cadLo primero que leo de ero-guro japonés, con muy poco de erótico y mucho de grotesco. Son treinta y tantos microcuentos de no más de cuatro páginas cada uno cuyo fabuloso dibujo me ha hecho recordar la estética noventera de aquella película de Paul Verhoeven con Schwarzenegger, Total Recall, y la de los cabezones surrealistas de Fang Lijun, de aquel movimiento chino de los Cínicos Realistas. No obstante, los temas tratados son muy siglo XXI. Si se lee entre líneas, el poso que deja cada cuento es desolador, la crítica a la sociedad urbanita es despiadada (acoso, ansiedad, invisibilidad social, explotación de recursos, miedo al inmigrante...) pero todo ello está aderezado, así lo veo yo, con altas dosis de retranca gallega. Los que más me han gustado son los cuentos que tratan la falta de espacio tanto físico como mental, sobre resquicios, callejones sin salida, ciudades amuralladas, vías férreas, y en especial, aquel de la niña que arreglaba el mundo reabrochando los cierres con botones....more
Vaya por delante que la historia pche, está mascada de más, echo en falta más elipsis entre viñetas. Sin embargo, me ha gustado mucho el grafismo, tanVaya por delante que la historia pche, está mascada de más, echo en falta más elipsis entre viñetas. Sin embargo, me ha gustado mucho el grafismo, tan fauvista, con el uso temporal del color plano, rojos y azules para la nieta y rosas para la saga familiar. Destacaría también la atención en resaltar la decoración de interiores y el montaje de perspectivas insólitas sin techo que muestran tan bien las calles, patios y tejados de la conurbación bonaerense. [image]...more