No penes más, alma cándida, no penes más. Recupérate y muéstrale al mundo tu luz, el amor que, pese a todo, sigue brillando dentro de ti, que te susurra sus palabras a través de cada uno de tus poros.
Sé libre de verdad, póstrate ante tu dolor, acéptalo, levanta el corazón, ríe, comparte, porque en el mundo hace falta gente feliz. Lo hiciste lo mejor que supiste, como pudiste... Escucha a tu cuerpo, centra tu mente, libera tu amor. No penes más, corazón, que a través de tus ojos sólo puede brillar el sol.
Comienza una nueva vida, una vida mejor.