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martes, 16 de abril de 2013

VIOLENCIA EN 42ND STREET

Tim Kincaid no necesita presentación en este blog. Hemos reseñado algunas de sus pelis y recientemente le entrevistamos con pocos vistosos resultados. En aquella ocasión, mientras preparaba las preguntas,llegué a la parte en la que hablábamos de uno de sus títulos (no porno) más ignotos, "Riot in 42nd street". Originalmente la cuestión de marras se iniciaba con un "Esta peli es inédita en España", cosa que luego quité para, una vez publicado, acortarla al nivel de la decepcionante escueta respuesta. Suerte que lo hice, porque hubiese quedado como un ignorante. Es decir, como el ignorante que soy. Semanas después, visité la casa de nuestro viejo amigo Pajarillo y, ¿adivinan qué reposaba en el suelo encima de un puñado de cintas de vídeo?, pues sí, "Riot in 42nd street" titulada para la ocasión en su edición hispánica "Violencia en 42nd street" y distribuida sin mucho ahínco por "Five Video" (atención, pregunta: ¿por qué ese título y no "Violencia en la calle 42"?, ¿se imaginan a los típicos palurdos videocluberos de fin de semana intentando leer lo de "cuarentaydónnndddd"?. Supongo que la idea era aproximarse fonéticamente a la franquicia de moda entonces, "Pesadilla en Elm Street", si no, no me lo explico).
Cuando le pregunté por ella a Kincaid, su respuesta fue de lo más preclara y concisa: "Los productores se quedaron sin dinero a mitad de producción. Lo que existía se montó como se pudo y se estrenó en un cine de la calle 42 por unos cuantos días y únicamente por razones fiscales". Lo curioso del caso es que, vista hace menos de 24 horas, no he notado de ninguna manera su caótica gestación. Vale, no soy el más atento de los espectadores, y mucho menos cuando se trata de una ponzoña zetosa... pero, carajo, no sé, en términos generales me ha parecido como cualquier otra peli de Kincaid, solo que menos divertida al no incluir monstruos, mutantes o robots. ¿Quién sale más perjudicado ante tal afirmación, el cineasta o el espectador?, saquen conclusiones.
Un ex-convicto llega a su antiguo barrio. Concretamente al cine donde curraba y en el que mató accidentalmente a un individuo que vendía drogas en plena sesión matinal. El dueño es su padre, y por ahí pulula el hermano, un pandillero que le detesta. Decidido a emprender una nueva vida, convierte el lugar en una sala de fiestas, algo que no sienta nada bien al mafioso que dirige el antro situado justo delante. La cosa se complica tanto que, en la inauguración, los malos se presentan y arrasan con todos, incluido el padre del prota, quien decidirá tomar cartas in the asunto.
Resulta bastante evidente que la caratula daría mucho juego para una de nuestras habituales entradas dedicadas a la materia, ya que nada de lo que aparece en ella está en la peli. De hecho, el protagonista lleva bigote, sí, pero NO es negro. Está claro que "Five Video" robó la imagen de alguna otra peli y ni se molestaron en usar la acuarela correcta para cambiar el tono de piel. La moza de atrás, tan feliciana ella, tampoco sale... aunque sí hay strippers. De hecho, estas son lo más normal y moral de todo el pifostio, ya que "Violencia en 42nd street" va plagada de los habituales integrantes de cualquier lumpen que se jacte de serlo: prostitutas, drogatas, mafiosos, quinquis y/o punkis (Chris McNamee, la crestuda oficial de la época que has visto en "Mutantes en la universidad", "Street Trash" o la misma "Cazador de mutantes" de Kincaid). Incluso la gente normal, de a pie, también es de lo más ruda y mal educada. De hecho, Kincaid se deja las pestañas intentando recrear un ambiente casi apocalíptico donde todo el mundo es desagradable con el prójimo, las putas pegan a sus clientes, los patinadores se matan entre ellos y aquí suelta tacos hasta el apuntador. De lo más forzado, poco natural y, sí, descojonciable. Y es que la famosa calle 42 ya tenía fama de eso, de vertedero donde podías encontrar la peor gentuza, ya fuera en la calle como dentro de los muchos cochambrosos cines dedicados a proyectar las más perniciosas muestras de cine exploitation (y a las pruebas me remito, echa un vistazo a los carteles y marquesinas que aparecen en la peli y podrás encontrarte con títulos tan representativos como "Orgy of the she devils" de Ted V. Mikels, "The gore gore girls" de H.G.Lewis o la tercera parte de "Penitenciaria"). Luego vino no se quién y arrasó con la basura, convirtiendo el lugar en una especie de "paraíso perdido" para todo amante del cine chungo y zetoso, hoy día totalmente mitificado a base de libros, documentales y pelis que lo incluyen en sus tramas. También se le conocía como "The Duce", de ahí la canción final de "Violencia en 42nd street" titulada "Violence in the duce". Interesante, ¿verdad?.
La puñetera peli es puro Tim Kincaid en todos los sentidos. Tosca, patosa, recargada de diálogos, montaje escaso y con un regusto almidonado y altamente precario. Como es de ley, lo mejor lo tenemos en sus ingredientes desacomplejadamente exploitation, es decir, sexo y violencia. Secuencias como cuando la stripper anima a los mirones que la rodean a correrse gustosamente o los entrañables toques gore, que incluyen una jocosa decapitación y un cachivache puntiagudo atravesando un rostro. Aunque seguramente la guinda la ponga la matanza durante la inauguración del local, donde todos los comensales fenecen a balazos y con muy poco estilo (por si no queda claro, nos lo repiten a cámara lenta). Luego tenemos los elementos risibles, que también son muchos, destacando el aspecto de algunos personajes, las poco briosas peleas cuerpo a cuerpo (rodadas casi en plano secuencia, algo muy Kincaid), patéticas actuaciones musicales en la sala de fiestas y un comediante de esos de micrófono que es pa darle de tortas hasta en el DNI (y fallece durante el tiroteo, algo que nos invita a suspirar plácidamente).
"Violencia en 42nd street" es una auténtica cacota. Todas las pelis de Tim Kincaid lo son (y él lo sabe), solo que, como decía, molan más si hay algo de ciencia ficción y terror en la trama. No es el caso que nos ocupa, obvio. Aún así, con un poco de paciencia, un par de amigotes, algo que picar y ganas de reír, podría funcionar.
Y entre tanta podredumbre, un joven Jeff Fahey poniendo caras y posturitas. Quien le iba a decir en aquella época que lograría escapar de los viles tentáculos de la serie Z para, un porrón de años después, y tras unas cuantas pelis de peso, volver a dejarse atrapar y recaer en tan pantanosos terrenos. Trágico y sórdido. Claro que si le aplicamos el sentido de la sordidez de Tim Kincaid, básicamente lo acabamos convirtiendo en una comedia.

domingo, 25 de julio de 2010

LA MUERTE ATACA EN NEW YORK

Hay veces que, por alguna extraña razón, uno se siente más predispuesto a visionar/soportar un tipo de películas que, en otros momentos y ejes temporales, serían una auténtica tortura. Hoy mismo me ha pasado eso con "La muerte ataca en New York", copia original del VHS editado en estos lares por "Video Screen" -víctima de la humedad-, regalo del bueno de Víctor, y que he visto de un tirón sin avance rápido. Increíble.
La última vez que había intentado visionar este film fue hace bastantes años, cuando era un adolescente granuloso en busca de series Z que llevarme al buche. Gracias a las páginas de "Mad Movies" (mi verdadera biblia en aquellos tiempos) supe de la existencia de Tim Kincaid, uno de los realizadores habituales de la cantera de la "Empire", división "ultra-chungueces video-cluberas". El caso es que Kincaid venía del porno, del de temática homosexual concretamente, donde había triunfado usando el alias de Joe Gage. Por lo visto se le antojó meterse a hacer cine fantástico y tal y el bueno de Charles Band le abrió los brazos, proporcionándole escaso dinero para parir cosas del calibre de "Cazador de mutantes" (mi favorita durante mucho tiempo), "Robot Holocaust" o, por decir una más, "Superhuman". Ahora estas pelis hay quien las ve con afecto, pero en aquellos tiempos se consideraban basura de la más baja estofa, por lo que Kincaid se vió obligado a volver al terreno del porno-gay y no le va tan mal.
El caso es que a mi "La muerte ataca en New York" (o "Breeders", su título original) no me moló nada. Sin embargo hoy, tan víctima como los demás de la vil nostalgia, me ha parecido un pelín menos horrenda y hasta me ha caído en gracia. A ver, que es lo que es, la peli se lo toma con calma, abunda el diálogo, los decorados austeros... en fin, el acartonamiento habitual de toda Z-movie que se precie (y en especial si la firma Kincaid), pero bueno, no se, se trata de una clase de producto irrepetible, lo que siempre es beneficioso, y más con esos efectos de maquillaje un pelín cutres, pero lo suficientemente majos como para disfrutarlos, especialidad del mítico Sr.Ed French (habitual por entonces del clan Kincaid y reputado artista de los FX a día de hoy) que, además, se marca un papelillo bastante destacado.
La cosa va de un extraterrestre que llega a la tierra dispuesto a procrear a base de violar a mozas de buen ver. Da la puta casualidad que todas son vírgenes, algo especialmente difícil de creer más si tenemos en cuenta que casi viven en comunidad (vamos, según esta peli en los 80 había más vírgenes por metro cuadrado en Nueva York que cholos en Valencia), que están muy buenas, que son modelos, que se meten farlopa y, en fin... que no, macho, que eso sí es ciencia ficción y lo demás tonterías. Ponen la guinda un buen montón de tetillas y algo de gore básico.
Una caquita entrañable.

viernes, 19 de agosto de 2011

HOLOCAUSTO ROBOT

De Tim Kincaid ya he hablado en otras ocasiones, pero déjenme volver a hacerlo porque me encanta su historia. Director de cine pornográfico destinado al público homosexual bajo el pseudónimo de Joe Gage, en los 80 decide intentarlo en el "normal" usando su verdadero nombre. Obviamente, con semejante currículum, únicamente podía acceder al terreno de la serie Z y el "exploitation" más ramplón, y termina fichado por Charles Band para su subdivisión de cine videoclubero de tercera categoría, "Beyond Infinity", junto a otros astros del calibre de Gorman Bechard o Ken Dixon. Es en esta tesitura donde Kincaid realiza sus títulos más conocidos, de entre los cuales destacan -por cutres y demenciales- "Cazador de mutantes", "La muerte ataca en New York" y este mismo del que les hablo ahora, que si no es el mejor del pack, poco le falta (todos ellos luciendo magníficos y espectaculares posters... cuya semejanza con la verdadera naturaleza del film que representan es escasa).
"Holocausto Robot" nos cuenta la historia de un futuro en el que la humanidad se ha convertido en esclava de las máquinas y los robots (ding dong!, "Terminator"). Todo está en ruinas e impera de ley del más fuerte (ding dong!, "Mad Max 2"). Afortunadamente existen pequeños grupúsculos rebeldes formados por tios con taparrabos y espadas (ding dong!, "Conan, el bárbaro") dispuestos a derrotar al jefe de todo ello, el llamado Amo Oscuro (ding dong!, errr... ponga aquí su título). A lo largo de los incomparables 79 minutos que dura esta joya, acompañaremos al héroe de turno en su lucha por derrotar al mal, junto a su robot horrible (comparsa cómica altamente cargante), una churri guapa que busca a su padre prisionero, una amazona que odia a los hombres, dos hermanos tontos y un eunuco cachas y greñudo que parece salido de un grupo heavy metal AOR de los 80. Sus enemigos son: una cyborg maciza adicta a máquinas masturbatorias, un robot de espectacular, comiquero pero aparatoso armatoste y mil y un peligros, como gusanos mutantes, robots mutantes y mutantes mutantes.
Naturalmente, todo ello condimentado con una ausencia total de ritmo, lo que convierte los 79 minutos de marras en casi 120. Sin embargo, el delirio de todo ello, y su inevitable/entrañable cutrismo, convierten esta pieza de basura en un producto bastante disfrutable, sobre todo si lo haces en compañía masculina (si lo haces en compañía femenina, dejarás de ver la película, aceptémoslo). Los efectos especiales son tan chusqueros como majos (algo habitual en el cine-no-porno de Kincaid, especialmente si el gran Ed French anda por medio), destacando los descarados puppets (en este caso, cualquier forma de vida gusanil) y la araña gigante que, por obvios motivos presupuestarios, se limita a una pata peluda casi inmóvil. La guarida del Amo Oscuro es una pintura mate tremendamente tosca. Los escenarios, pues los típicos en estos casos: el bosque y una fábrica abandonada (¿qué sería de la serie Z futurista sin fábricas abandonadas?). Diríase que "Holocausto Robot" era el intento por parte de Tim Kincaid de facturar algo más juvenil, casi para todos los públicos, pues la violencia y el tetamen son menores de lo habitual (ausencia esta debida a cuestiones presupuestiles, como él mismo explicó en su respectiva entrevista). No lo consigue, claro, pero aún así la peli termina siendo una ñorda de lo más simpática, en serio.
Desafortunadamente, después de su periplo en el cine de género, Kincaid regresó al porno-gay (retomando su pseudónimo), que por lo visto le da más dinero y prestigio. ¿Para cuando su return?.
Antes de finalizar, os dejo con la que, para mi, es la mejor escena de toda la película y representa mucho y muy bien el espíritu zetoso de "Holocausto Robot". Fijaos en la tremendamente realista y apasionada reacción que tiene este actor frente al visionado de lo que se supone es una criatura de aspecto horrible... ¡¡¡impagable!!!.

miércoles, 20 de marzo de 2013

INTERVIEW: TIM KINCAID

Tim Kincaid es uno de mis cineastas de serie Z favoritos. Por alguna inexplicable razón, las pelis que hizo para Charles Band y su subdivisón video-clubera chunga "Beyond Infinity Films", me hacen mogollón de gracia. Tienen muchísimo encanto. Os hablo de las inmortales "Holocausto Robot", "La muerte ataca en Nueva York" y "Cazador de mutantes". En el pack también cabría "Superhuman", pero esa siempre la he visto como algo aparte. Las tres primeras, juntas, forman una trilogía "muy coherente".
Por si no lo sabían, Kincaid venía del porno, concretamente del de tendencia homosexual, donde curraba bajo el alias de Joe Gage. Cuando se metió en el cine no-pajero su plan era usar las mismas técnicas de rodaje que cuando filmaba cacas petados, es decir, poca guita y pocos días. Claro, así le salieron. Tras unos cuantos títulos más, y unos años retirado, retomó su alias y se metió a hacer porno otra vez, solo que, hasta hoy, no ha parado de grabar y triunfar.
Por todo eso, me hacía mazo de ilusión entrevistarle. Sin embargo, sus respuestas, escuetas y algo frías, me han resultado una gran decepción ya que mis preguntas (más largas originalmente que las aquí expuestas) iban cargaditas de pasión y datos. A punto he estado de no publicarla, pero al final me he dicho aquello de "Qué carajo!"...
Pasen y lean (aunque sea poco)...


 Tim Kincaid, disfrazado de Joe Gage, en plena porno-faena....

¿Cual es el origen de su interés en el cine?, ¿hacía cortos en super 8 siendo adolescente?...

Amaba las películas desde la infancia. Comencé como actor pero nunca me puse tras una cámara hasta que hice mi primera película profesional.

En la película del 1971 "Quadroon", hay un Tim Kincaid en el reparto. ¿Es usted?.

Sí, soy yo.

Según algunas fuentes, nació como Tim Gambiani. ¿Por qué esos cambios de nombre?.

Esa información incorrecta ha estado en Imdb, y otros sitios, desde hace años. No tengo ni idea dónde comenzó.

Su primera película fue "The Female Response", del 73. Háblenos de ella.

Las películas de sexo "softcore" florecieron en los primeros años 70. Reuní a un grupo de inversores para poder meterme en el mundillo.

Y de ahí pasó a la pornografía. ¿Por qué el cambio?.

En aquella época, pensaba que era el futuro del cine "mainstream".

En 1986, deja el porno y rueda "La prisión" ("Bad Girls Dormitory"). ¿Por qué una peli "w.i.p" (women in pison)?

Siempre fui un fan del género, y quería probarlo.

De ahí pasamos a "Beyond Infinity Films". ¿Cómo comenzó todo ello, incluida su relación con Charles Band?.

Nos conocimos en una convención de cine americano en Los Angeles. Vió el trailer de "La prisión" e inmediatamente me ofreció un contrato para varias películas.

¿Cual era la infraestructura de esas películas?

Todas se rodaron en 35mm en cuatro o cinco días, con presupuestos sobre los 85,000 dólares cada una, si no recuerdo mal.

Da la sensación de que comenzaban con un poster espectacular y un título llamativo. ¿Es correcto?.

Es correcto!.

En aquellos tiempos, todas esas pelis eran automáticamente tildadas de basura. Ahora, con los años, parece que ha mejorado la opinión al respecto. ¿Qué opina de ese cambio de mentalidad y qué piensa usted de ellas?.

Las considero pecadillos de juventud. La audiencia puede disfrutar de ellas como pequeñas y baratas cápsulas temporales.


De todas, "Holocausto Robot" parece enfocada a un público más juvenil por su tono aventurero/fantasioso y su ausencia real de violencia y tetas....

En realidad es que no había presupuesto suficiente para expandir las áreas de acción y desnudos.

El gran Ed French era colaborador habitual suyo, no solo como maquillador, también como actor. ¿Qué tal?.

Trabajar con Ed era una maravilla y su trabajo era de primera clase. Su talento interpretativo no estaba tan mal, después de todo.

En "Superhuman" ("Maximum Thrust"/"The Occultist") aparece un tio con una polla-metralleta. Gran idea. ¿De dónde sale?.

De Ursula Andress y sus tetas-pistola en "La víctima número diez". Ahora Robert Rodriguez está llevando la antorcha con Sofia Vergara en la secuela de "Machete".

¿Solía relacionarse con los otros integrantes de "Beyond Infinity Films" como David DeCoteau o Gorman Bechard?.

Ellos trabajaban en California, yo lo hacía en Nueva York, así que nuestros caminos raramente se cruzaban.

¿Que tal su experiencia como productor en 1987 con "Enemy Territory" y "Necropolis"?

Desagradable en extremo.

Háblenos de la menos conocida de sus películas durante este periodo, "Riot on 42nd St.". En ella actuaba un imberbe Jeff Fahey, ¿que tal fue la movida?.


Los productores se quedaron sin dinero a mitad de producción. Lo que existía se montó como se pudo y se estrenó en un cine de la calle 42 por unos cuantos días y únicamente por razones fiscales. He oído que hay un DVD en marcha justo ahora, pero no lo he visto y ni ganas tengo.
Jeff Fahey hizo su primera película conmigo con el fin de aclimitarse a los tejemanejes de la industria del cine y así afrontar su siguiente película, "Silverado". Era excelente y un auténtico buen chico.

¿Es "Ella ha vuelto" ("She´s Back") una parodia de las pelis de venganzas y justicieros?

Sí, lo es.

En esa peli curró con Carrie Fisher en plena resaca drogadiza. ¿Qué tal la experiencia?. Por otro lado, Buddy Giovinazzo, director de "Combat Shock", era el guionista.

Nunca he hablado de lo que supuso trabajar con Carrie, y no lo haré ahora.
Buddy estaba lleno de ideas y siempre centrado en el trabajo. Ahora enseña cine y trabaja en Europa.

Y entonces volvió al porno, retomando su pseudónimo de Joe Gage. ¿Por qué ese regreso, se siente más cómodo así?.

Seguía al dinero. El nombre de Joe Gage se convirtió en una marca en sí misma, y disfruto del trabajo. Las personas no son menos incompletas que aquellas que negocian en otras ramas de la industria cinematográfica.

Imagino que las cosas habrían cambiado mucho en el mundillo, ¿no?, ¿qué tal la reentrada?.

Re-comencé justo cuando el salto al cine digital estaba en pleno apogeo y en seguida me di cuenta de que había encontrado el paraíso.


¿Ha pensado en regresar al cine no-porno, alguna idea?

Siempre ando buscando nuevos territorios que conquistar.

Y para terminar, tres curiosidades...
¿Es cierta su implicación en tareas de co-director en la peli "Simbad" de la "Cannon"?

Más información equivocada de Imdb. He contactado con ellos a lo largo de los años para que lo arreglen, pero nunca ha ocurrido nada.

Entre 1989 y 2001 se dedica a escribir novelas...

Escribí un par, "Today, tomorrow and always" y "Never let me go", dentro del género de "novelas para leer en el aeropuerto o en la playa". Fueron exitosas y divertidas de hacer, pero me llevaron mucho tiempo y mucho trabajo, así que volví a las cámaras.

En una ocasión me sorprendió leer que mencionaba a los Hermanos Kuchar (de los que somos muy fans) como influencia. ¿Cierto?.

He seguido a los Hermanos Kuchar desde el principio. No había nadie más valiente que esos dos y los admiro enormemente. Una de las grandes frases de "Thundercrack!" es: "Puedes hacer el bien, puedes hacer el mal, o puedes no hacer nada". ¿Qué hay más profundo que eso?.
(Nota: Esa frase no pertenece a "Thundercrack!", de la que George Kuchar es guionista pero no director, sino a uno de sus cortos más populares, "A reason to live").

sábado, 26 de noviembre de 2022

NECROPOLIS

Llevaba ya una larga temporada queriendo revisar esta pieza de cine zetoso. No la veía desde que en su momento la alquilara y tildara de regular en un fanzine llamado "Fangore" que editaba en 1987 ¿El motivo de tanto interés? Pues que sin llegar a ser oficialmente una producción "Beyond Infinity Films", poco, poquísimo le falta. Estéticamente guarda mucho parentesco con aquellas, además de tener entre sus responsables al normalmente director, aquí co-productor, Tim Kincaid, al gran Ed French en los efectos de maquillaje y tal (aunque pal caso no se luce tanto) y, apadrinando todo el pifostio, Charles Band desde su Empire.
La movida va de brujas. Concretamente de una que, por ahí el 1800 y pico, se carga a una virgen justo antes de que contraiga matrimonio. El novio escaldado, y el resto de pueblerinos, se la cepillan. Ella, como hacen todas las brujas en las películas de terror, antes jurará regresar para vengarse. Y sin saber exactamente por qué, procede en 1986 convertida en toda una seudo-gótica semi-punka. Buscará a los descendientes de aquellos que la mataron (que, mira tu cuan afortunada es la tipa, los pilla a todos juntitos) y comenzará a martirizarlos, hasta que se le reboten.
Nada nuevo. El aburrimiento esperado. Estética acartonada. Dirección sin la más mínima imaginación. Tsunami de diálogos. Pinceladas de truculencia (disfrutable, aunque escasa). Alguna risa involuntaria. Un maquetón cojonudo explotando al final. En fin...
De todo ello podríamos culpar -ni que sea en parte- a su director y guionista, Bruce Hickey, un menda que, previamente, había sido "Danny Zucko" en el "Grease" original de las tablas. Tras su experiencia con "Necropolis", se dedicó mucho al teatro, a parir cortos y películas pero en otra honda, haciendo dramones y tal. No, no me lo invento. Ni es una trola de Imdb. Hickey tiene página web con la respectiva información. Es evidente que no le hace demasiada gracia reconocer su paternidad respecto al film reseñado, lo evita cuanto puede... pero al final se siente obligado a incluirlo en su filmografía, aunque alterando el título a "Neeropolis" y fechándolo en 2016... ¿despiste o estratagema voluntaria para evitar ser localizado por posibles fans de la interfecta y el género en particular? ¿Huye Hickey de la "maldición geek", aquella que te condena a un momento en el tiempo del que no podrás escapar nunca jamás, visitando Con tras Con para poner cara de póquer en las fotos? Si es así, hace muy bien.
Sin duda, la escena más famosa de la película es aquella donde la bruja (interpretada por LeeAnne Baker, sacrificada moza con una filmo compuesta únicamente de películas firmadas por Tim Kincaid y Gorman Bechard. En breve podremos verla con canas y arrugas en el documental "Celluloid Wizards in the Video Wasteland: The Saga of Empire Pictures". Hoy se dedica a escribir) saca cuatro tetas de más para dar de mamar a su séquito de zombies. Tanto es así, que hace poco un decadente Charles Band se lanzó a producir una secuela en formato digital, dirigida por ese ególatra incontrolado de irritante aspecto llamado Chris Alexander, que llevaba por título "Necropolis: Legion" y exageraba la coña de las tetas múltiples hasta límites ridículos. Creo incluso que lanzaron algunos comics. En fin, ¿qué más dará?
Como nota curiosa, (ama)mentar que la banda sonora de "Necropolis" viene compuesta a base de retazos de otras producciones Empire como "Trancers", "Eliminators" o "El alquimista", además de la inevitable fanfarria de archivo firmada por el dúo Tom Milano y Don Great.
Creo que la pillé con tantas ganas que me ha parecido medianamente mejor, o más soportable, que cosas como "Holocausto Robot" o "Cazador de mutantes". Seguramente sea igual de aburrida y prescindible, aunque no se le puede negar cierto encanto.

sábado, 22 de abril de 2023

DOBLE CUERPO

De todas las películas que el gran Brian De Palma rodó entre 1980 y 1989, puede que "Doble Cuerpo" sea la más "ochentera" Básicamente por ciertas decisiones estéticas, que no cinematográficas, pues el tipo seguía fiel a su estilo... o al de Alfred Hitchcock. Sí, como "Hermanas" o "Vestida para matar", "Doble Cuerpo" entra de lleno en las obras depalmeras especialmente interesadas en recrear el cine del famoso y orondo director británico. Resulta curioso como, en esos tiempos, aceptábamos tal nivel de descaro. O tal vez no tanto, porque fue despiadadamente machacada en la prensa. Hoy se la considera "Brillante". Ya sabemos como va esto...
Básicamente vendría a ser un remedo "puesto al día -al de 1984-" de "La ventana indiscreta", en la que un actor sin mucha suerte es testigo del cruento asesinato de una vecinita sexy a la que espiaba como un sucio voyeur. El tipo da con una pista que le lleva a sospechar que tras todo ello hay un complot, uno que le conducirá hasta las catacumbas del característico cine porno de su característica década. Toda esta parte se pretende sórdida y altamente erótica, o así nos lo parecía entonces. Vista hoy, resulta de lo más inocente. Es aquí donde el rollo "ochens" estalla, con presencia de muchos "nuevaoleros", muchos neones y todo un video-clip en medio del film, ilustrado sonoramente -y presencialmente- por el "Relax" de "Frankie goes to Hollywood" (graciosamente destacado en la caratula del vhs patrio, ver al final del rollete).
Pero esa es, opino yo, la única concesión que De Palma se permite con respecto a la época, por lo demás, continúa jugando con la cámara en intrincadas secuencias donde los personajes se siguen unos a otros y entrecruzan. Ya había una así en "Vestida para matar". La de "Doble Cuerpo" puede hacerse un pelín pesada, pero es la maravillosa, siempre maravillosa, partitura del inmenso Pino Donaggio la que nos la hace más llevadera. Una vez superada esta parte, el film aprieta el acelerador y ya no lo suelta hasta su funcional pero satisfactorio desenlace.
Además de la referencia al porno, en "Doble Cuerpo" también se recrean las poco glamurosas condiciones del rodaje de una película de terror zetosa y mentalidad "exploitation", en la que un vampiro de aspecto muy gayer -y muy de la década también- soba las siliconadas tetas de una chica mientras churrupetea de su cuello (casi puedo visualizar a Tim Kincaid dirigiéndola). Excelentes créditos finales, by the way.
Como no podía ser de otro modo, el reparto es jugosito. Protagoniza un actor muy de su momento, Craig Wasson. Venía de "Historia Macabra" y aterrizaría en "Pesadilla en Elm Street 3", probablemente su rol más famoso. Luego, iría desapareciendo paulatinamente. Le acompañan en el periplo un siempre eficiente Gregg Henry. Una Melanie Griffith en pleno despegue que no tiene reparos en enseñarnos las tetillas. Un clásico de De Palma, Dennis Franz. La guapa Deborah Shelton (que acabaría con sus huesos en sendos subproductos) y, coronando el pastel, una hermosísima Barbara Crampton follando en pelota picada -y sin diálogo- un año antes de petarlo con ya saben cual. Dada la cantidad de señoras en tetas que pululan por la peli, no resulta raro encontrar a estrellas del zetismo más ramplón como Brinke Stevens o Mindi Miller (y seguro que hay más, pero ponte tu a buscarlas)
Tal vez no sea lo mejor de su director, pero tampoco lo peor. Un entretenimiento lúcido y efectivo que el paso de los años, y sus tics ochentosos, hacen un rato disfrutable.

Ahí les dejo la caratula completa de mi copia VHS...

miércoles, 31 de agosto de 2022

GALERÍA DE ESCANEOS BONITOS 14: SUBPRODUCTOS YANKIS (PART FOUR, "CREEPOZOIDES")

Imágenes extraídas de las fermosas páginas de "Mad Movies", "L´Ecran Fantastique" y otras revistas franchutes que me alegraron la adolescencia por ahí los años 80/90....

Ya estaban avisados... ponemos punto y final a nuestro periplo estrictamente visual por los contornos de "Beyond Infinity Films" echando mano de su, posiblemente, película más famosa, "Creepozoides" (que, como ya deberían saber, casi tuvo una secuela). Delétiense con el material que sigue porque no tiene desperdicio.


Tal y como explicó Tim Kincaid, todos los productos
"Beyond Infinity..." comenzaban con un póster guapo -donde, como es
el caso, predominaban los elementos exploitation- que, luego,
había que convertir en película. Por eso rara vez estaban a la altura.


Aunque lo intentaban. Sexo y monstruos (a pesar
de que el de la imagen luzca un pelín menos
espectacular que en el póster)


Aquí peleándose con el héroe.



La peli también incluye ratas mutantes que, como
ven, se ceban con el reparto femenino.
La moza de arriba es, ¡yes!, Linnea Quigley.
La de abajo era la, normalmente, actriz porno Ashlyn Gere.



Arriba un esqueleto podrido, debajo su escena.

Lo que viene es una galería de fotos del monstruo estrella
de "Creepozoides", el bebé mutante....




Aquí con su orgulloso "padre", David DeCoteau quien, again, posa
debajo con el disfraz del bicho que aparece en las  imágenes del principio.
Sí, esta foto ya la publicamos en la primera 
entrada dedicada
a "Beyond Infinity Films" pero es que... 
¡¡es tan chula!!

miércoles, 13 de abril de 2022

GALERÍA DE ESCANEOS BONITOS 8 (ZETISMOS)

Imágenes extraídas de las fermosas páginas de "Mad Movies", "L´Ecran Fantastique" y otras revistas franchutes que me alegraron la adolescencia por ahí los años 80/90....


Fabulosa imagen que rezuma exploitation por
todos sus poros. Tetas (y además vaya par!! para censurarlas
-ya saben, blogger y sus tonteridas- hemos tenido que fabricar
dos roscas negras enormes, así que imaginen el tamaño de los 
pezones!). Violencia. Y Al Adamson como responsable de todo ello.




Más exploitation y más astros de la negación. En
este caso hablamos del gran Tim Kincaid y de su
película "Breeders" o "La muerte ataca en Nueva York".
No hay mucho que decir, salvo que esa mugre blanca en la que se
pringan/bañas las mozas se supone líquido extraterrestre... aunque es 
evidente a qué recuerda realmente.


Y para negaciones y mugre, nada como recurrir
a la Troma y tres de esas pelis mierdosas que
solían pillar para distribuir y a las que fabricaban
carteles llamativos, coloristas y acojonantes. Vamos, la
especialidad de la casa. El de arriba es "Maniac Nurses
Find Ecstasy" y no, no la he visto. Ni creo que lo haga.


"Curse of the cannibal confederates" estaba considerada en su
día por el mismísimo Sr. Lloyd Kaufman como LO PEOR de su catálogo.
¡¡Madre mía, como tendría que ser!!  No muy estupenda, según he
leído 
(no obstante, y coherente con la mentalidad mercantilista
de esta peña, fíjense en la frase publicitaria arriba del cartel,
bien positiva y firmada por... como no... ¡"Troma Times"!, el folleto
publicitario que editaban entonces. Y, también, la única "prensa escrita"
dispuesta a tal hazaña). Sin embargo, tal y como anda el patio
actualmente (especialmente 
en los "headquarters" de Troma) seguro
que la película ya ha sido superada en cuanto a negación.
Y con honores.


A diferencia de las anteriores, "La venganza de Daphne" sí la
alquilé y vi en su día. O, mejor dicho, la sufrí. Ya saben la
cantinela, entonces nos pensábamos que todo lo que llevaba el
sello Troma era como "El vengador Tóxico" o "Mutantes en la
universidad
". ¡¡Juas!!. Aún así, miren lo que les digo, no
me importaría volver a deglutirla... ni que sea por 
morbosa curiosidad. ¿Osaré dar tan fatídico paso?.
Veremos...
(Sí, lo dí)



Otros que tal, los chavales de Empire, especialmente
en lo que se refiere a su división de carroña dura, la
"Beyond Infinity Films". En este caso estamos ante dos imágenes
de "Psychos in Love", que Víctor reseñó sabiamente en su momento.
El tipo tumbado en el suelo es el legendario Carmine Capobianco (RIP).

Reflexión: Que nos obliguen a censurar bonitas ubres, pero permitan
publicar imágenes tan brutas como la arriba expuesta, es algo que
perturba y preocupa bastante, la verdad.


Y para tipos legendarios...
Y negados...
Y carroñeros....
Bruno Mattei! Lo que tenemos aquí es el
precioso cartel de su nada preciosa "Shocking Dark", es
decir "Terminator 2" según la distri española.
Ninguna queja al respecto. Después de todo, de eso va el zetismo
y la explotación, de engañarnos con carteles bien chulos.
Y para muestra, un botón... y de los grasientos...



Aunque no podría jurarlo, diría que este
fabuloso cartel de un supuesto "Alien 3" cortesía del 
amigo Mattei pertenece a cuando la arriba mentada
"Shocking Dark" solo era un proyecto encima de la mesa.
Coinciden intenciones argumentales (no olvidemos que aquella es
más "Aliens" que "Terminator"), director y responsables de
los efectos especiales (los hermanos Paolocci). Sin embargo, que la Fox
se enterara y les amenazara con una demanda -así es como fue- empujó
a que Mattei y "Flora Films" al completo decidieran cambiar el título del
proyecto... pero mantuviesen intacta su esencia plagiadora. ¡¡Bravissssimi!!.

martes, 28 de mayo de 2013

AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (30): MARCIANO O NO, UN VIOLADOR ES UN VIOLADOR



Sobre "La muerte ataca en Nueva York", su director y la madre que los parió ya hemos hablado largo y tendido en este maldito blog. No añadiré más. 
En cambio, es la primera vez que "Bronx: Distrito peligroso!" hace aquí su aparición. ¿Y qué clase de película es esta?, pues se trata nada menos que de una aportación bien atípica al cine de justicieros. Originalmente parida el año 1986 como "The ladies club" (y basada en una novela), cuenta la historia de una mujer policía que una buen día organiza un grupo de justicieras con un fin, cazar a violadores y castrarlos. Toma ya. Claro, ¿qué pasa?, que teniendo en cuenta que la novela original la escribió una mujer, y que el director de la peli también lo es... pues ya está todo dios con que si "feminismo" y bla, bla. Bien, no he visto la película, pero algo me dice que, dada su condición "low budget", la cosa debe apuntar más hacia el "exploitation" morboso que al verdadero mensaje con intenciones serias, reivindicativas y/o didácticas. De hecho, que la directora, Janet Geek (posteriormente responsable de agunos capítulos de la serie "Babylon 5"), se oculte tras un pseudónimo masculino (el de A.K.Allen), no dice nada bueno de la posible coherencia de ese supuesto "mensaje".
Y menos aún con la carátula aquí presente y perteneciente al mercado hispano. No deja de ser paradójico que para promocionar una película supuestamente feminista se recurra a una imagen tan machista de mozas atractivas medio en cueros huyendo de un psicópata. Pero todavía resulta más risible cuando descubrimos que esa misma imagen es en realidad un plagio de otra, de la caratula de "La muerte ataca en Nueva York" justamente o, lo que es lo mismo, de un film abiertamente -y desacomplejadamente- "exploitation" e indisimuladamente machista en su fondo, con monstruos violando a chicas guapas y vírgenes (¿será el tema común del forcejeo sexual lo que ha empujado al plagiador a fijarse en la película de Tim Kincaid?). 
Que copies la carátula de un film famoso, tiene delito, pero que lo hagas de una producción incluso por debajo de la tuya, ya roza el patetismo.

domingo, 19 de diciembre de 2021

TRAILER DE "DEL AMOR Y DEL DESEO"

Pues sí, gracias a la generosidad de nuestro amigo Enorm, recuperamos brevemente los "Domingos de trailer". Y lo hacemos con tres lanzamientos de "CB Films" fechados en 1987. El primero de ellos es un dramón romántico de origen Australiano con protagonismo de Rachel Ward, Bryan Brown y Sam Neill dirigido por Ken Cameron quien, a partir de entonces (y probablemente gracias a que el film sería un fracaso, él mismo lo describe como "fallido"), acabó de por vida con sus huesos en la tele.
Normalmente habría dejado este trailer para el final, siendo el menos interesante de los tres (como irán viendo), sin embargo que lo sitúe a la cabeza tiene una curiosa explicación: La música que suena de fondo a partir del segundo 00,27.
Se trata de una poco adecuada pieza medio electrónica supervisada y ¿compuesta? por los señores Tom Milano y Don Great nacida como música de stock. Es decir, temas producidos ahí a mogollón, en plan salchichas, para que cualquiera que los necesitara pudiera disponer de ellos a un precio razonable. Normalmente estos solían ser cineastas sin capital suficiente para pagar ya no una orquesta, directamente a un tío con un teclado (o sin intención de gastarlo, los muy rácanos). ¿Y qué clase de señores hacen eso? Pues Charles Band -entre otros-, quien escudado tras su famoso sello de cine rastrero "Beyond Infinity Films", contó con esa misma música para dos títulos del catálogo tan populares como "Dreamaniac" de David DeCoteau y, sobre todo, "Cazador de mutantes" de Tim Kincaid. ¡Casi ná!. A modo de muestra les dejo después del trailer un mini vídeo con dichas notas reproducidas, por aquello de comparar.
Dudo mucho que dicha música suene en la película "Del amor y del deseo", pero supongo que no dispondrían del soundtrack real (firmado Cameron Allan) para confeccionar el avance y decidieron recurrir al mentado stock, dando como resultado una marcianada de alto voltaje.
Fascinante.

miércoles, 8 de junio de 2022

GALERÍA DE ESCANEOS BONITOS 10: SUBPRODUCTOS YANKIS (PART ONE, POPURRI)

Imágenes extraídas de las fermosas páginas de "Mad Movies", "L´Ecran Fantastique" y otras revistas franchutes que me alegraron la adolescencia por ahí los años 80/90....

Si algo se le daba bien a los chavales de "Mad Movies" eran los dossieres. Llegaron a publicar unos cuantos en sus páginas, todos muy gozosos. Hoy permitan que me decante por aquellos dedicados a la "serie B/Z" made in Hollywood, con el imperio de Charles Band en cabeza. Concretamente la cosa sumaría tres ejemplares, el 49 (Septiembre del 87), el 54 (Julio del 88) y el 58 (Marzo del 89), lo que se traduce en mucho material. De ahí que hayamos optado por dividir el espectáculo entre cuatro entradas que irán saliendo a lo largo de las próximas semanas. Arrancamos hoy con un popurrí variado. 


Imágenes de "Robot Jox", uno de los proyectos
más ambiciosos de la "Empire" y que marcaría
el principio del fin.


Precisamente, parte de los decorados de "Robot Jox" fueron
reciclados en "Transformations" a la que pertenece este sugerente
fotograma. También se la conoce como "Alien Transformations".
Era uno de los títulos que aparecían en ESTE libro. Si leen
la respectiva reseña, accederán a una curiosa anécdota
del rodaje protagonizada por el actor principal, Rex Smith.



No, "Subterraneans" nunca llegó a existir. Se quedó en uno de los muchos
proyectos de "Empire" jamás materializados. Como podemos deducir por el
cartel, la cosa iba como de monos asesinos, o duendes con malas intenciones,
no sé... en cualquier caso, encajaba muy bien en la obsesión de 
Charles Band por las criaturas pequeñas-pero-hijaputas.



"Vicious Lips", también conocida como "Pleasure Planet" (la versión
en inglés del título con el que aterrizó en nuestros video-clubs, "El planeta
del placer") la dirigió en tiempo récord Albert Pyun. Costó cuatro chavos y 
se nota. La cosa iba de un grupo de rock formado por chicas que aterrizaban
en un peligroso planeta y se metían en líos. La vi en su día, pero solo
recuerdo lo mucho que me aburrí. En cualquier caso, ahí dejo uno de sus
carteles y uno de los marcianos que aparecen en ella.



"Necropolis" era un título muy fácil de localizar en los video-clubs
de España. Yo lo hice. Me aburrí tanto como para que mi cerebro borrara
todo rastro de la experiencia. Esta cosilla costrosa 
venía producida por
un personaje ilustre,
Tim Kincaid. Cuando le entrevistamos y le preguntamos
por ella, dijo que hacerla fue una experiencia desagradable 
en extremo.
Buena o mala "Necropolis", indudablemente es la segunda imagen aquella que
ha calado, la tía con seis tetas. Tanto que, no hace demasiado, Charles
Band se animó a producir una especie de remake/secuela titulado
"Necropolis: Legion",donde el gag tetil se exageraba hasta límites delirantes.

jueves, 2 de enero de 2014

AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (38): PONTE PELUCA, DREAMANIAC



Cuando era más jovenzuelo, había en el video-club una serie de películas que no podía creer, por nada del mundo, que no me gustaran. Vistas a la distancia, sumaban demasiados atributos como para, una vez consumidas, crearme tal sensación de rechazo y modorra, así que de vez en cuando volvía a alquilarlas esperando que algo cambiara. Bien, únicamente funcionó cuando la espera entre visionado y visionado se prolongó, literalmente, más de una década. Por ejemplo, así fue con "Creature" y "Eliminator". A medias con "Terror Caníbal". Luego está "En busca del dragón dorado", que todavía no ha pasado la prueba. Y... bueno, la peli que comentaremos hoy, "Dreamaniac". Ya les adelanto que, de todas las citadas, es la única que ni tan siquiera el paso de los muchos años me la ha hecho más digerible.
"Dreamaniac" marcó el debut de David DeCoteau en el infra-mundo del cine de serie Z. Y resulta que, en aquellos tiempos, yo era muy fan de esta clase de material y de señores tan poco recomendables como Jim Wynorski o, sobre todo, Fred Olen Ray (que últimamente no para de asomar por el blog. Quien tuvo, retuvo). David DeCoteau formaba parte del club. El problema es que, mientras tanto Wynorski como Ray aún poseen algún título más o menos visible y simpático, me percato de que DeCoteau no tiene ¡¡¡NI UNO!!!. Sí, incluyo aquí la insufrible "Creepozoides". Vamos, que era un inútil y lo ha seguido siendo a lo largo de toda su carrera, saliera o no del armario y sin importar si sus películas iban destinadas a fricos pajilleros, niñas reglosas o gays desatados. Pero en 1988 yo todavía no era consciente de todo eso, rendía pleitesía al Sr.David DeCoteau y por ello me resultaba difícil comprender cómo "Dreamaniac", siendo encima una de terror "bien seria" (teniendo en cuenta la preferencia del director por la comedia o el "actioner" chungo), no me gustaba ni pizca, me aburría mortalmente y, sobre todo, encontraba desagradable su extraña estética casi de peli porno, percepción esta nada errónea. Cuenta la leyenda que cuando DeCoteau le proyectó la cosa terminada a Charles "Empire/Full Moon" Band y su pareja de entonces, Debra Dion, esta le dijo: "Has hecho una película porno "high class", solo que sin porno". Y es que, sí queridos, antes de su primer largometraje, DeCoteau se dejó las legañas y aprendió parte del oficio currando en la industria del cine para adultos, así que es normal que se le pegara algo.
"Dreamaniac" (originalmente concebida como "Succubus" y cambiada al título mucho más molón que finalmente se le quedó, y que los señores de "I.V.E." mutaron a "Dream maniac" en la careta que le precede cuando das al "play") nació simple y llanamente como evidente "exploitation" del fenómeno "Pesadilla en Elm Street". No lo digo yo, lo ha reconocido el propio DeCoteau en sendas entrevistas. De hecho, arrancó el proyecto de modo autogestionado, pero poco antes de rodar, Charles Band decidió invertir guita y distribuir el resultado bajo su flamante subsello "Beyond Infinity Films", que como saben -o deberían- se especializaba en ñordas de cuarta categoría firmadas por zineastas como Gorman Bechard, Ken Dixon o el mítico Tim Kincaid (que también venía del porno y reutiliza algunos pasajes de la banda sonora de "Dreamaniac" en sus propias cagarrutas, dicho esto último de modo afectuoso. El compositor para todos los casos se llama Don Great, habitual de la "Empire" en sus primeros años y que, aunque parezca guasa, terminó metido en productos de lo más famosos y "mainstream"). A cambio, Band impuso que se diera más cancha a las secuencias de pesadillas -por si no quedaba lo suficientemente claro con el título- y tetas -por lo evidente-. DeCoteau tomó buena nota de lo segundo, porque de tetas y erotismo de karaoke lo hay pa dar y regalar, incluidos chicos en slips o con el culo al aire, cosa esta que terminaría siendo en el futuro una constante de su cine. Pero de lo primero, no tanto. En realidad, pesadillas bizarras en "Dreamaniac" solo hay una, al principio, y me parece a mi que ninguna más. El resto, en su mayoría, son secuencias de paliqueo eterno, salpicadas de vez en cuando por algo de pajillismo y un poco menos de truculencia.
Y es que la trama no da para mucho. El prota de la historia es un jevimetalero que, a pesar de tener una novieta con la que chingar y que le perdona su aparente narcolepsia, quiere más, así que invoca a una criatura satánica que le haga triunfar entre las girls y, ya puestos, le dedique jugosas felaciones... aunque terminen en castración. Casualmente, esa misma noche la novia monta una fiesta en casa y uno de los invitados se trae a una chica que es igual a la criatura satánica. Bueno, es que ES ella. Sea como fuere, aprovecha la merienda para ir aniquilando a todos los invitados e incrementar la influencia mental que tiene sobre el jevimetalero. Entre mogollón de diálogos intrascendentes e innecesarios, mucha niebla y luces de colores (casi parece una de Andy Milligan... solo que un 5% mejor hecha), se van sucediendo crímenes bastante poco espectaculares. Solo al final hay algunos jugosos, a pesar de lo inverosímiles que resultan (destaco en este sentido la absurda decapitación por taladro gigante).
Realmente, no nos percatamos de que estamos viendo un "slasher" hasta el desarmante primer desenlace, cuando el elemento sobrenatural es exterminado de modo desconcertante. Nada comparado al aterrador segundo final, en el que un personaje califica de "Fabuloso!" todo lo visionado/sufrido hasta el momento. Sí... ¡fabulosísimo!.

Y en el trayecto, nos hemos aburrido como marsopas. Rodada en 16mm durante diez días, y casi sin salir de las cuatro paredes que conforman el escenario (otro punto de contacto con el porno, me temo), a "Dreamaniac" no hay por donde cogerla. Así de simple. Sí, claro, haciendo un gran esfuerzo puedes mirarla con nostálgico afecto, teniendo en cuenta cómo se concebió y por quién, pero creánme si les digo que yo la consumí pasada la medianoche del 31 de Diciembre, con un puñado de copas de champagne en el cuerpo... y ni así le supe ver el lado positivo.
Y es que, una vez más, es el dato paralelo, ajeno al contenido de la película/cinta, lo realmente interesante de esta historia.
A principios de los 70, el ya fallecido y tardíamente reivindicado Curtis Harrington rodó dos películas back to back (1971 y 1972) con protagonismo de Shelley Winters y que se apuntaban a ese extraño subgénero, entre el drama gran guiñol y el "american gothic", iniciado en 1962 por Robert Aldrich con "¿Qué fue de Baby Jane?" (y que siguió en 1964 con "Canción de cuna para un cadáver"). No lo digo por decir, ya que el guionista de ambas, Henry Farrell, lo fue también de "¿Qué le pasa a Helen?", la primera de las dos obras del tándem Harrington/Winters y protagonista de la sospechosa caratula que sigue, cortesía de "Glovisa"...



¿De verdad es necesario que comente algo?, ¿no es suficientemente obvio?. Sí, a la loca con alopecia de "Dreamaniac" (por otro lado, muy efectiva, en su época incluso daba algo de mal rollo) le meten un pelucón rubio y ¡ala!, directa a la caratula de "¿Qué le pasa a Helen?" (aunque, pa la ocasión, dejan únicamente el primer interrogante, eliminando fulminantemente el segundo. Justo al revés de lo que solemos hacer todos). No hay mucho más que añadir, salvo que nunca llegué a alquilar ni ver la película de Curtis Harrington, así que no puedo comentarles nada sobre ella. Sin embargo, sí que vi la segunda, "¿Quién mató a tía Roo?" (esta vez sin implicación directa o indirecta de Henry Farrell) y, en fin, recuerdo que me agradó más de lo que esperaba. Pero ¿qué importa todo eso ante un caso tan salvaje y ridículamente divertido de expolio caratulil como el aquí expuesto?.
Nada de nada.