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Pino y cresta del Ocejón, en la sierra de Valdeminguete.

Domingo, 14 de Mayo de 2017.


Estamos a mediados de Mayo, poco a poco avanza el año y la temporada primaveral está en todo lo alto a pesar de la sequía que tenemos. El monte es muy agradecido, y a la menor oportunidad que le brindan cuatro gotas, saca sus galas a oreo.

Hoy vamos a hacer una ruta circular en la sierra de Valdeminguete, lo normal aquí es subir al cerro de San Felipe y visitar el nacimiento del Júcar en los Ojuelos, pero hoy cambiamos de objetivo. Siempre que venimos por estos lares nos encontramos los indicadores hacia el Pino monumental del Ocejón, pero nunca le hemos hecho una visita, así es que hoy toca ir a verlo y continuaremos hacia el puntal del Ocejón para encaramarnos en la cresta que nos va a conducir de vuelta a San Blas, después de bajar por la senda ancestral de las Pegueras. 

Total, que tenemos todos los ingredientes a punto para pasar una gran mañana de senderismo en el mismísimo corazón de la Serranía de Cuenca. Pinares mixtos de negral y albar, verdes praderas, roca, agua, y un sol radiante, nos van a acompañar en nuestra caminata de hoy.



La tremenda copa del pino en cuestión no cabe en objetivo alguno, luego lo veremos de cuerpo entero.

Hacia las nueve de la mañana estamos en ruta, hemos llegado a la fuente de San Blas, aquí dejamos el vehículo y empezamos a caminar. Al principio nuestro camino es una buena pista forestal, aunque vamos atajando monte a través, luego continuamos por un viejo carril que nos sube a la cresta del Ocejón, recorremos unos kilómetros de cresta rocosa sin ningún peligro y con buenas vistas de la sierra, en el tramo final enlazamos con una senda ancestral que ya vimos en otra ocasión para bajar de nuevo al estrecho de San Blas. 



El estrecho de San Blas ya merece una visita por si solo, hoy nos recibe en modo primavera.

Cielo azul y la luz de la mañana tomando posesión en el estrecho.

Esta fuente de aguas frescas y limpias nos ha sacado de algún apuro más de una vez. El Júcar viene jovenzuelo por la izquierda.

El nacimiento del río Júcar, unos cientos de metros más arriba pasado el estrecho del infierno, hoy no lo vamos a ver. Este año ha sido seco y seguramente que no habrá mucha agua en los Ojuelos. Aquí vemos como va cogiendo caudal a base de surgencias que van aportando sus aguas al río en este estrecho de San Blas.

Y de repente nos encontramos en medio del monte, pinares inmaculados en esta sierra de Valdeminquete.

Vamos avanzando en busca del Pino del Ocejón, y en un momento que volvemos la vista atrás, aparece el que va a ser punto de referencia toda la mañana, el Cerro de San Felipe.

Caminamos por viejos carriles y vías de saca, en esta mañana soleada que nos va haciendo entrar en calor.

Pasamos junto a esta fuente cuyo nombre desconocemos.

Solo por pasar por estos montes ya merece la pena echar un rato.

Hoy el grupo está menguante, apenas hemos podido reunir tres unidades, lo que vemos y el fotógrafo.

Pino albar, enebros y verdes praderas, dominan el paisaje en este collado.

Antes de encontrar el Ocejón, pasamos junto a estos Albares, mástiles perfectos.

Y por fin llegamos al primer objetivo del día, un imponente ejemplar de Pinus Nigra, el pino del Ocejón, para calibrar su grandeza hay que verlo in situ.

Y abrazarlo, siempre es bueno abrazar un ejemplar como este.

Cuya copa no entra en nuestro objetivo.

Nosotros continuamos nuestro camino, en busca de nuestro siguiente objetivo, la cresta rocosa del Ocejón que desde las faldas de La Mogorrita, nos conduce en dirección noroeste hacia el cerro de San Felipe, aunque nosotros no llegaremos hoy a ninguna de estas cimas.

Pero claro está, antes de nada hay que parar un rato a reponer fuerzas.
Estamos más o menos a mitad de la ruta, un pequeño descanso en medio de este gran pinar y continuamos la marcha, a partir de aquí nos ponemos sobre la cresta que venimos buscando y desde donde se puede contemplar buena parte de nuestra sierra e incluso de las de Guadalajara y Teruel.

Según subimos nos encontramos de nuevo con la cima de San Felipe.

Por fin llegamos al comienzo de la cresta que tenemos que recorrer, aparece la sabina rastrera, estamos por encima de los 1700 metros de altitud en esta zona.

Y desde aquí vemos también La Mogorrita, muy buen recuerdo de nuestra última subida a su cima, lo podemos recordar en este Enlace, aquella mañana hacía más fresco.



Va apareciendo alguna nube, pero el día es ideal para caminar.

Tras el pino podemos ver todo el cortado calizo de la Peña del Halcón, justo debajo está Tragacete.

Imagen muy propia de estas altitudes. 

De nuevo el San Felipe, no le quitamos ojo esta mañana.

Pero como desde aquí tenemos tan buenas vistas de la sierra, vemos allí a la izquierda el punto desde donde empezamos a bajar al Masegar, en nuestra ruta anterior. 


Ahora caminamos por esta cresta, la verdad es que no tiene mucho peligro, pero en días de mucho viento o con la roca mojada es mejor caminar por la parte de la izquierda, donde hay un viejo carril.




La sierra de Valdemeca también se divisa desde aquí.



Echamos la vista atrás y vemos la Mogorrita perfectamente alineada con nuestra cresta.


Finalmente acaba la zona más rocosa y continuamos entre el pinar y las sabinas rastreras.

Tenemos que buscar una senda ancestral que baja desde la zona de Las Pegueras hasta el estrecho de San Blas, ya la conocemos y es de las cosas que se deberían recuperar en la serranía.



Seguimos entre pinares.


Como en el Gps nos aparece la senda, cogemos un atajo para acortar el camino.

Bajamos por una zona de roca muy degradada.


A pesar de la sequía, los prados empiezan a reverdecer.

Y llegamos a la senda.

Siguiendo por ella, enseguida llegaremos al camino.

Vemos como la vegetación se ha adueñado del sendero.




Allí abajo vemos ya el camino que sube al estrecho del infierno, nosotros continuamos hacia la izquierda para llegar a San Blas.


Y no podíamos terminar el recorrido de hoy más que con la imagen de la fuente de agua fresca y limpia que tanto nos gusta.



Hoy ha salido una gran ruta, 15 Km. en pleno corazón de la Serranía de Cuenca, disfrutando como siempre de todo lo que nos ofrecen estos montes. Una ruta sin grandes desniveles, apta para cualquier persona un poco habituada a salir al monte. Al final tomamos los refrescos pertinentes ya de vuelta en Cuenca.

Hoy no tenemos enlace con el trazado de la ruta, pero consultando los mapas se puede seguir sin problema.

Hasta pronto!!!



Pr Cu 53, sendero de Las Chorreras.

Domingo, 22 de Enero de 2017.


Hoy visitamos un paraje espectacular y único. Sea por lo que sea, ninguno de nosotros conocíamos este lugar de otra forma que no fuese por los medios de comunicación, circunstancia esta a la que hemos intentado poner remedio en varias ocasiones sin éxito. El caso es que ha tenido que ser la nevada la que nos ha empujado hacia aquí, cosa muy distinta a la que mueve a la mayoría de visitantes de este lugar, el baño.

Avanza el mes de Enero y la ola de frío que nos acompañó a La Mogorrita, ha traído la nieve al este de la provincia de Cuenca, la nevada ha sido generosa en varias zonas, la serranía alta ha quedado al margen de todo esto, así que decidimos ir a Las Chorreras ya que por esta zona el temporal de nieve ha dejado huella.

Una vez conocido el paraje, entendemos perfectamente la fama del lugar, estamos ante una formación geológica de gran valor, que merece la máxima protección y respeto. En verano, la gran concentración de bañistas, pone en riesgo la integridad y conservación de todo esto. Hoy estamos solos, no está la cosa para baños, todo está limpio gracias a las campañas de limpieza que se organizan con la participación de voluntarios, pero en verano esto debe ser un lío monumental y las noticias sobre la limpieza, y los accidentes se suceden a lo largo de la temporada de baño. Supongo que es complicado regular todo esto, pero animamos a todas las personas que están trabajando en ello para que no paren hasta conseguirlo. Nosotros queremos poner nuestro granito de arena, con esta entrada invernal, para que se entienda que este paraje es mucho más que una piscina.


Pero vamos a lo que vamos, nos desplazamos desde Cuenca para recorrer íntegramente el Sendero de Las Chorreras, madrugamos un poco y a primera hora empezamos a caminar. El sendero empieza en el mismo pueblo de Enguñidanos, aquí os dejo la información del sendero Senderos de Cuenca, bajamos hacia el río y cruzamos el Cabriel, el sendero remonta el río durante unos tres kilómetros, luego por senda dejamos el cauce para subir a la zona de Las Hoyas, parte más alta del recorrido. Desde allí el sendero se vuelve a acercar al cauce del río, y desde los miradores aparece el paraje de Las Chorreras.


Esta imagen lo dice todo sobre este lugar.

El sendero está perfectamente señalizado.

Cruzamos el Cabriel, el caudal bastante bajo, no llueve nada este año. Ahora continuamos por un carril.

Pasamos junto a la vieja presa.

Hemos encontrado la nieve, desde Cardenete a Enguídanos hemos visto un buen nevazo en todo el recorrido, ahora aquí abajo todavía aguanta.

En ocasiones vemos cabras, por lo visto son muy abundantes en esta zona.

Dejamos el carril, tomamos una senda que nos va a subir a la zona de Las Hoyas.

Nos gustan estas sendas, y si es con algo de nieve, mucho mejor.

La roca en esta zona tiende a ser muy porosa, en todas partes hay cavidades y orificios.

Llegamos a la zona más alta del recorrido, aquí aparecen cultivos de Olivo.

Y de Almendros, estos en cuatro días de sol están en flor.

La nieve cubre todos estos altos, y el cielo se pone oscuro.

Casi toda la ruta es por camino.

En esta zona alta de Las Hoyas, vamos a dejar el camino para tomar una senda que nos acerca de nuevo al valle del Cabriel, donde veremos desde unos miradores privilegiados, la gran maravilla de la jornada, Las Chorreras. Poco más hay que comentar de las imágenes que veremos a continuación.



Vamos perdiendo altura, junto a estos cortados rojizos.

El rumor del agua hace que nos acerquemos a los bordes de la senda, aparece el río.

Discurre entre tobas, hoy cubiertas de nieve.


Aunque no lleva demasiada agua, nos muestra su carácter bravo.

Pero a mí, lo que más me llamaba la atención, eran las rocas entre las que se encauza este río.


Y por las que se descuelga juguetón.

Tímidos rayos de sol se proyectan sobre los cortados, en este rincón que nos tiene atrapados.
Seguimos encontrando numerosas cavidades.




Y grandes bloques tobaceos, asomados al abismo.

Último vistazo y continuamos la marcha.

Entre las nieve vamos buscando la senda de bajada.


Llegamos a nivel del río, estamos junto a las viejas casas que suponemos serán de la central eléctrica que hay más abajo.

Y nos asomamos al siguiente tramo de Las Chorreras.

Queda muy claro el origen de todas estas piedras, donde todavía hay restos de la vegetación atrapada por la caliza.

En fin, un paraje impresionante.





De aguas saltarinas.



En algún punto nos ponemos por debajo del nivel de las aguas.





Después de un buen rato viendo las aguas correr, continuamos la marcha, unos tres o cuatro kilómetros nos separan del pueblo, todo ya por camino. Unos 14 kilómetros por estas tierras desconocidas para nosotros que nos han dejado muy buenas sensaciones, amenazamos con volver para hacer una visita más detallada a Las Chorreras y al pueblo. Este es un paraje que hay que verlo desde las dos orillas para poder apreciarlo en toda su dimensión. Volveremos.


Enseguida nos aparece el pueblo con su fortaleza allí arriba.


Lo dicho, hemos pasado una gran mañana, animamos a todo el mundo a venir a este lugar fuera de los meses veraniegos, merece la pena, y si decidís hacer el sendero completo, no tiene pérdida, la señalización está muy bien conservada.

Aunque no es necesario, os dejamos el enlace al trazado y perfil de esta ruta:


https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16195078


Hasta pronto!!!