Mostrando entradas con la etiqueta Sotos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sotos. Mostrar todas las entradas

Sotos por La Vereda y un poco de Burroterapia.

Domingo, 3 de Abril de 2.016.


Llega otro Domingo y volvemos a salir de ruta, esto es un no parar. El pasado día 3 de Enero, comenzamos el año haciendo una ruta circular por la sierra de Bascuñana, que podéis recordar en el enlace anterior, el caso es que terminamos en Sotos tomando unos orujos en los apartamentos rurales El Arca. Aquella mañana quedó apalabrada una sesión de "Burroterapia", como nosotros somos gentes de palabra......... dicho y hecho, hemos preparado una ruta de ida y vuelta Embid-Sotos-Embid, con almuerzo generoso y visita a los borricos.

Al final nos salio una jornada festiva bien trabajada, nos aplicamos 25 Km en total, los que mejor lo pasaron..... los jóvenes, que se portaron como auténticos caminantes y demostraron su destreza en el manejo de las bestias.

Antes de llegar al Chantre, dejamos los vehículos para empezar la caminata de hoy que va a discurrir por la Vereda, caminaremos un buen rato por la cañada real Rodrigo Ardaz, en este paraje se conserva un tremendo pinar de rodeno, da gusto pasear bajo las copas de estos colosos.



A primera hora de la mañana pasamos por el Chantre, el sol intenta abrirse paso entre los chopos, el río Júcar lleva un buen caudal tras las lluvias de esta primavera, a ver si sigue esto así.

Enlazamos desde el Chantre hasta el cruce con la carretera del campichuelo, un pequeño tramo de asfalto para enseguida pisar las arenas de la vereda. 



Estas tierras arenosas crían unos pinos tremendos, 




Pinos resineros, la actividad ha vuelto a estos pinares.

Hoy la ruta es larga, pero el terreno es muy andadero, totalmente llano los kilómetros caen rápidamente y como quien no quiere la cosa, con puntualidad británica, nos presentamos en Sotos casi a mesa puesta. Luis, nuestro anfitrión, nos tenía preparadas las ascuas y unas patatas del campichuelo para abrir boca.


Total, que sin saber como, nos encontramos en semejante situación.




Hace muy buena mañana, y si es entorno a una mesa así aguantamos lo que nos echen.




Ya te digo........



Esto va rápido.





Mientras tanto Javi, nuestro senderista promesa, se empleaba a fondo con el agua del pozo.






¿y el puchero?




El patio barbacoa de este alojamiento tiene elementos decorativos muy curiosos.




No se que bendición estaría echando Luis, el caso es que estos no son muy de oraciones.

Después de llenar el estómago hay que tomar café, y alguna bebida espirituosa de esas del campichuelo. 


Por lo visto lo del puchero es el café, que necesita un poco de refinado.




Un poco de orujo.








Parece que les gusta.




Para suavizar estos tragos un poco de Alajú.




Mientras tanto el gato observa con atención tan insólita escena.




Y las gallinas a lo suyo.




Con este brindis, concluimos con éxito la primera fase de la mañana.

Tras el almuerzo vamos a hacer un poco de "burroterapia", los borricos nos están esperando. Seguro que los jóvenes se dan una vueltecilla con ellos.


Nos están esperando, como si supiesen que venimos.




A un trozo de pan no le hacen ascos.




Preparando la montura.




Pero antes del paseo un bocado de cebada.








Madre mía que destreza.








Míralo, parece que le han salido los dientes a lomo del borrico.













Con la sierra de Bascuñana al fondo como testigo, inmortalizamos el momento.




Y Javi, que ya tenía ganas de subirse al borrico.




 Vamos volviendo, ¡Que manejo!




Y después del paseo a reponer fuerzas, claro que estos están todo el día pastando.

Estamos rondando el filo del medio día, tras la visita y paseo con los borricos tenemos que ir pensando en volver, desandaremos el camino de esta mañana, unos 12 km nos aguardan, nos vendrán bien para desgastar un poco.


Vamos avanzando hacia la cañada real, atrás dejamos el pueblo con los cielos salpicados de nubes.








Alcanzamos el pinar, volvemos a caminar entre rodenos, en este medio nos desenvolvemos mejor.




La primavera sigue su avance y tapiza los suelos con narcisos.



Menuda comitiva hemos formado hoy, los ánimos no decaen a pesar del cansancio.








Y con este pino rodeno de curiosos brazos terminamos el relato de hoy.


Total, que a media tarde terminamos la ruta con unos refrescos en el camping, los jóvenes se los han ganado a pulso, sobre todo el pequeño Javier, que ha cubierto la ruta sin rechistar, lo ha pasado en grande, seguro que repite. 

Estos Rodenales tan cercanos a Cuenca, son otro de esos pequeños tesoros que rodean la Capital, y es que vivimos en un lugar privilegiado.


Hasta pronto!!!








Sierra de Bascuñana, en Sotos.

Domingo, 3 de Enero de 2.016.

Como dijimos el día anterior, vamos a seguir caminando, y empezamos el 2.016 con una ruta inédita para nosotros. Tenemos otra buena noticia, con el cambio de año han vuelto las lluvias a nuestros campos, de momento algo tímidas pero con perspectivas de mejora.

La ruta de hoy ha sido de contrastes, y nos ha dejado muy buenas sensaciones, a pesar de la penosa imagen que veremos de pinares totalmente arrasados por la procesionaria. Y al final hemos tenido visita "Etnográfica" con un poco de "orujo terapia".

Esta sierra de Bascuñana, por cercana a Cuenca.... por que no se le ven grandes cortados calizos.......ni grandes barrancos......... en fin, por lo que sea, siempre la tenemos un poco al margen de nuestros trazados senderistas. El caso es que hoy hemos pensado en ella y tenemos que reconocer que no nos ha defraudado.

La mañana está sumida en nieblas aunque al final no nos ha llovido, aparcamos a las afueras de Sotos y comenzamos la caminata en busca del barranco de la boca del callejón.



Comenzamos atravesando estos campos de labor, para buscar alguna senda que nos conduzca a lo alto de la sierra. Las nieblas se agarran al pinar.




Atrás el plueblo de Sotos.




Nos vamos acercando al monte y nos sorprende la mancha ocre, los pinos están totalmente afectados por la procesionaria.




Según comentan los entendidos los pinos no llegan a secarse, pero está claro que esta temporada van a sufrir un duro revés.




En fin, este panorama es desolador y nos acompañará durante buena parte de la ruta.




Antes de adentrarnos en el barranco miramos estos campos,  no va a ser todo montaña, también nos gustan estos paisajes.




Sin tenerlo previsto hemos enlazado con el sendero Pr-cu 30, sendero de la Covacha y el callejón.




Y vemos que la cosa se pone interesante, tenemos delante un pequeño barranco, habrá que remontarlo.








El sendero pasa por el callejón que le da nombre.




Hoy les llevo la delantera, será por poco tiempo, en cuanto esto se ponga para arriba ya verás.




La verdad es que no esperábamos esto.




Hoy llevamos a la joven promesa del grupo.




Enseguida, como en cada barranco donde las rocas dan abrigo, aparecen los viejos corrales de ganado.




Pero lo que nos tiene en vilo es lo de la procesionaria. Hay que recordar que debemos extremar las precauciones a la hora de caminar por estos montes, y evitar entrar en contacto con las peludas orugas.




Como el invierno va tan suave, tenemos el romero en flor.




Y estas a lo suyo, tienen invadidas las ramas.




Las rocas.





La verdad es que nos pica todo solo de verlo.





Los pinos como este se cuentan por miles.

El sendero va ascendiendo hacia el paraje del covacho, hemos tratado de esquivar la oruga ya que la senda sube entre el pinar y está muy afectado. A partir de aquí continuamos por un camino, para mayor tranquilidad. El próximo objetivo es el vértice geodésico de Losares, con 1.389 metros de altitud, y con torre de vigilancia contra incendios.


Estas rocas dan cobijo al corral, suponemos que será el Covacho.








El pueblo ha que dado abajo, con sus campos y el pinar de Rodeno tan honguero.




Miramos hacia Cuenca y la neblina lo envuelve todo.




En esta pista nos ponemos a salvo de la plaga.








Nos encontramos en la parte alta de la sierra, caminamos ahora por un pinar algo más maduro y está menos afectado por la plaga.




La niebla se hace más densa.




Acercamos la imagen y vemos a lo lejos Zarzuela.




En el alto de Losares tenemos frente a nosotros una  torre de vigilancia casi nueva, desde aquí bajaremos ya campo a través de vuelta al pueblo.








Como por aquí hay menos oruga, bajaremos en busca de otro vallejo para salir al camino viejo de Collados que nos llevará de vuelta.




Lo que nos vamos a encontrar aquí es mucho musgo.




Y líquenes.




Hinchados como esponjas gracias a las recientes lluvias. Es que el monte es muy agradecido.




Ya puestos, hacemos alguna prueba de fotografía fina.




Estos musgos así vistos de cerca parecen micro paisajes.




Nos vamos encontrando en la bajada pequeños manantiales, ahora secos, en espera de las ansiadas lluvias.












Aparecen también las hiedras.




Y todo tipo de plantas rupícolas.

Total, que entre musgos y rocas hemos bajado de nuevo a la zona de cultivos, dejamos atrás el pinar herido y estos húmedos barrancos tapizados de verde.


Vemos ahora más de cerca Zarzuela, allí también hay dos senderos señalizados. Uno de ellos ya lo recorrimos hace unos años.




Pasamos junto a viejas tinas hundidas.




Con los muros colonizados por los musgos.





Ya solo nos queda bajar por las lindes de estas parcelas en busca del camino.






Rondando el medio día llegamos al pueblo, y no nos podemos marchar sin visitar a nuestro amigo Luis Poyatos en los apartamentos rurales El Arca, donde visitamos su particular museo de usos y costumbres del Campichuelo, nos refrescamos con una cerveza, y nos calentamos con un chupito de aguardiente de ese que te llega a los pies.



Imagen cedida por apartamentos rurales El Arca.




En la zona de recreo de la casa nos encontramos con estas barbacoas.

Una vez en el museo nos encontramos con utensilios de los distintos oficios de antaño.


Aperos de labranza y para las caballerías, bueyes, etc.








Palas, rastrillos, horcas.... que utilizaban en las eras.




Antiguos utensilios de carpintería.












Algún utensilio de cocina.




Viene tan veloz que casi no lo coge la cámara. La chimenea, como no avisamos de nuestra visita está apagada.




Los alambiques tan típicos de estos pueblos del Campichuelo.




Aquí vemos utensilios de varios oficios, resineros, para herrar caballerías, tijeras de esquilar.......




Artesanía con esparto.




Mas herramientas para resinar, tenemos que recordar que en toda esta zona abunda el pino rodeno, muy apropiado para extraer resina.




Y finalmente. entorno a la vieja mesa de matanza rodeada de los típicos asientos, charlamos un rato con el anfitrión degustando un aguardiente casero muy rico pero hecho para valientes.



Al final una ruta de unos 14 kilómetros, por una sierra desconocida para nosotros que nos invita a volver. Para ser la primera del año, no ha estado nada mal.

En el siguiente enlace os dejo el trazado y perfil de la ruta de hoy:


http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11857775

Hasta pronto!!!