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martes, 8 de marzo de 2011

La Luz del Faro




LA LUZ DEL FARO

Los últimos meses de su vida habían sido agotadores, tanto en el plano físico como en el emocional. Desde que tenía uso de razón siempre guardaba todo, jamás tiraba nada, le daba la sensación que aquello de lo que se desprendía, era como si tirara sus recuerdos y algo de ella desaparecía.

Su interior le pedía a gritos una limpieza, estaba desconcertada ya que por una extraña razón, cambiaba de sitio y tiraba todo, muchas de las cosas que tenía guardabas o no, y que en esos momentos sentía que no necesitaba. Abría sus cajones y aquellas prendas o simples cosas que la transportaban a muchos recuerdos, y que durante años habían estado ahí, en orden, esperando ser usados, ella sin ningún dolor ni reparo iba metiendo en bolsas e interiormente se decía – esto ya no lo necesito, esto jamás lo voy a utilizar, esto ya no me vale - .

Así hizo y deshizo con casa una de las estancias de su hogar,. Estaba en cierto modo asustada por ese comportamiento que no era habitual en ella, pero al mismo tiempo se sentía más ligera y no le causaba ningún dolor el desprenderse de todas aquellas cosas que en otro momento ella jamás hubiera tirado y que guardaba con tanto celo, cómo si fueran sus mejores tesoros.

Sus emociones en esos últimos meses estaban muy a flor de piel, sentía que aquellas cosas en las que debía de trabajar emocionalmente no podía hacerlas, no tenía fuerzas, era como si hubiera algo delante de ella que la impedía avanzar y eso la frustraba y al mismo tiempo pensaba que jamás conseguiría llegar al final de ese camino que tanto necesitaba su interior.

Necesitaba descansar, su cuerpo le pedía a gritos parar y sentir que ella era, lo que muchas veces se decía interiormente, lo primero; y que durante esos últimos meses había tenido muy pocas ocasiones de pensar en ella.

Se tumbó y puso en el reproductor de música un Cd, se quería trasladar a ese mundo mágico que en ocasiones había visitado.

Poco a poco se fue relajando y por su mente empezaron a pasar unas tras otras, imágenes de su vida, pero pasaban tan deprisa que no llegaba a grabarlas en ese espacio que se llama recuerdo.

De repente se vio en el interior de un precioso Faro. Era una noche cerrada y las luces del faro que rotaban constantemente iluminaban un mar negro y tranquilo. Se sentía muy bien, el mar, para ella era muy importante , le atraía y le daba una energía que no sabía muy bien explicar la razón de todo ello.

Fue subiendo una tras otras, las empinadas escaleras, al mismo tiempo que iba observando todo aquello que le rodeaba. Le gustaba aquel espacio y se sentía cómoda. Al llegar arriba se sintió distinta, aquello que divisaba a través de las ventanas era magnífico, jamás pensó poder contemplar aquella escena. Las luces del faro al girar sobre si mismo, una y otra vez era como si fueran abriendo surcos en las aguas del mar, éstas se perdían por el horizonte y iluminaban unas pequeñas montañas que se iban disolviendo cada vez que volvían de nuevo a ellas, las fuertes ráfagas de luz.

La noche se fue apagando y los tenues rayos que desprendía el Sol, cuando apareció por el horizonte, fueron envolviendo las luces del faro que incansablemente estuvo toda la noche iluminando el mar.

El Sol iluminó su cara y se despertó dulcemente. Cuando se asomó por la estrechas ventanas  para divisar en que estado se encontraba el mar, cual fue su sorpresa al observar que esos surcos que durante toda la noche, las luces del faro habían hecho en las aguas tranquilas del mar, se había convertido en una preciosa margarita..

Sus pétalos blancos, eran tan grandes que llegaban a convertirse en una pequeña isla dentro del océano, y el faro estaba justo en el centro de ella.

La música se paró y poco a poco ella fue saliendo de su estado de relajación, al abrir sus ojos se quedó pensativa y se dio cuenta de cual era el significado de aquella visión.

Toda su vida se había aferrado al pasado, nunca se fue desprendiendo de aquellas cosas que habían sido parte de su vida y que ya no necesitaba. Llevaba un tiempo tirando muchas de las cosas que estaban guardadas y en su inconsciencia había conseguido que las imágenes de sus vida pasaran sin quedarse, sin hurgar en las heridas.

Por otro lado se había transportado al mar, a esa extensa masa de agua que adoraba y que le daba tanta fuerza y a la noche que representaba la oscuridad. Con la energía de las luces del faro, consiguió después de un intenso trabajo transformar las negras aguas en grandes y preciosos pétalos blancos.

Era la primera vez que conseguía descifrar los mensajes que llegaban a su mente, realmente era su consciencia o el ego la que no la dejaban verlos. Sin duda alguna ya no estaba dispuesta a aferrarse al pasado.


miércoles, 26 de mayo de 2010

Adios al pasado



Empezó a conducir sin rumbo fijo, pensando que después de ese viaje todo sería distinto y que encontraría algunas de las claves de los mensajes que su compañero de viaje le estaba mandando en los últimos meses.

Ese año la vegetación era exuberante, las intensas lluvias del invierno habían dado lugar a unos prados verdes y la llegada de la primavera teñía de distintos colores el paisaje. El rojo de las Amapolas, junto a las flores moradas de la Vicia y el blanco y amarillo de las margaritas de la Manzanilla, unido a los aromas y al piar de los pajaritos hacían que ese viaje fuera una delicia para su ojos y el resto de sus sentidos .

El camino pasó de ser un largo y placido trayecto a encontrar unas continuas y muy pronunciadas curvas, los campos pasaron a convertirse en empinadas montañas y viéndolas desde lo alto parecía que la carretera era tragada por ellas.

Con calma consiguió salir de ese sinuoso camino y al final de una de las serpenteantes curvas, en lo alto de una pequeña loma, encontró un precioso Templo de cristal.

Aparcó su coche y se dirigió a él con paso firme y convencida de que aquel sitio era un lugar de armonía y paz, donde encontraría muchas de las respuestas que necesitaba.

Observaba con gran admiración la magnitud del precioso Templo, sus torres en forma de cono se elevaban tan alto que sus vértices se fundían con el cielo. Las puertas estaban abiertas y ella sentía que desde el interior la llamaban.... sin ningún temor entró y se quedó observando con gran placer las luces que emanaban de todos los lugares de ese lugar.

En un momento se sintió rodeada por esos seres de luz que en tantas ocasiones había teniendo el placer de ver y ellos la invitaron a visitar el interior de su templo, ya que desde ese momento ella sintió como si formara parte de todos y cada uno de aquellos seres que habitaban en tan excepcional lugar.

Al pasar a la siguiente sala encontró una gran habitación llena de artesanos trabajando en sus mesas, los de la parte izquierda eran sabios que se encargaban de mantener los libros de la sabiduría y los de la derecha trabajan con gran cariño el cuero.

Sin hacer ruido se asomó a uno de los libros que estaban abiertos y encontró dibujada con tinta de oro, una gran Cruz Egipcia o llave de la Vida , otra vez, pensó --- otro símbolo que me entregan y que no sé que significa...

Según la iba observando, la parte de arriba de la cruz se convirtió en un ojo, Su Tercer Ojo. Ese ojo se iba haciendo más grande y ella se metió en él, ya que sabía que era ella misma y que debía de explorarlo.

Se vio trasportada al pasado, corriendo a través de las amapolas en uno de los campos que rodeaban su barrio, saltaba y correteaba y se hacia bonitos collares con esas flores de ese rojo sangre que tanto le llamaban la atención. De repente su escena cambió y entonces sintió la misma angustia y miedo que aquella tarde cuando siendo muy niña su madre la dijo que fuera corriendo a buscar a un practicante, su padre estaba enfermo y ella tenía que encontrar a esa persona para que le inyectara el elixir de la vida.

Corría y corría y llamaba a todas las puertas y le decían no está, ella buscaba a aquella persona desesperadamente ya no tenía más fuerzas, sentía que su corazón iba a estallar y la sangre había teñido sus cara de rojo intenso, como las amapolas que a ella tanto le gustaban.

Al final le encontró y le llevó de la mano a su casa.....

La siguiente escena en la que se vio metida, estaba con su marido y sus hijos, era feliz estaba llena de alegría y se sentía como esa niña revoloteando entre las amapolas....

En ese instante una voz la hizo desconectar de ese viaje y tomo consciencia del sitio y lugar en el que se encontraba. No estaba en el interior del Templo de su viaje, sino que se encontraba en el Templo y con los Seres que ella había elegido, sin darse cuenta, para comenzar una nueva etapa de su vida.




miércoles, 24 de marzo de 2010

El Despertar


Este relato lo escribí hace unos días y aunque a la persona que va dirigido no lo verá en el blog, pero ya lo tiene en su poder.... ella es Angeles.

Espero que os guste y si en algún momento sentís que éstas palabras os llena vuestro interior, estaría contenta.



El Despertar.-




Hacía un tiempo que se conocían y el contacto que habían ido tomando hasta el momento era muy superficial, sus conversaciones eran muy triviales y aunque habían muchas coincidencias en ellas, jamás se habían parado a charlar un rato sobre aquello que las unía y por lo que las dos estaban realizando aquella terapia.

Las dos iban buscando el conocerse a sí misma mucho mejor y el poder compartir con otras personas las inquietudes que hace tiempo tenían y que en su vida cotidiana no podían llevar a cabo con la profundidad con la que lo hacían en la actividad.

Aquella tarde tenían que trabajar en parejas, el trabajo consistía en limpiar y sanar los bloques energéticos que se somatizan en el organismo. Entre todos los compañeros, tendrían que elegir a la persona con la que realizar la terapia.

Luna era la primera vez que iba a hacer ese ejercicio y estaba un poco nerviosa, no sabía si estaría a la altura y podría realizar el mismo satisfactoriamente, al cruzarse con la mirada de Luz, ésta la dijo... ya tienes pareja?. Ella le dijo no, y por un momento se tranquilizó ya que sentía que sería una tarde especial.

Luz fue la primera en actuar de terapeuta y consiguió convertir ese ovillo granate que había en el interior del pecho de Luna, en un gran corazón rosa que a su vez se abría y salían mucho corazones pequeñitos, el mensaje que las dos percibieron era , Amor, éste era uno de los trabajos que Luna tenía que realizar con ella misma.

Luna le pidió algunos consejos a su compañera para poder llevar acabo el trabajo y poco a poco todo fue fluyendo perfectamente.

El plexo solar de Luz, no tenía un color y forma definido, estaba oscuro y era muy difícil acceder, Luna fue penetrando con sus dedos en esa masa y sintió que aquello sólo era el producto del miedo, pero que miedo?.... no encontraba la respuesta... pero ella siguió y siguió hasta que consiguió reducirlo y así pudo acceder al otro lado . Allí encontró a una niña pequeña saltando jubilosa entre las espigas doradas, que generalmente en el verano, teñían de rubio los campos de su querido y añorado pueblo.

Luz sintió que esa forma que antes no podía definir, se había vuelto pequeña y le producía dolor, Luna, una y otra vez la repetía con su mente, no te aferres a ese miedo, dejalo que se vaya y dejate llevar y sobre todo disfruta de ti, - de esa niña que corría por el campo cuando con su inocencia no sabía discernir, lo que con el tiempo le produciría esa masa, que sólo era el producto de no aceptar las facultades que ella tenía para poder ayudar a los demás - .

Con una sonrisa en los labios Luz dijo, ya no está, no tengo dolor y veo ese campo y el trigo y a la niña, !!!!!!Ya no está!!!!!!. En ese momento un Sol salió desde ese chacra y las inundó a las dos con su energía.

Luna estaba deslumbrada por las sensaciones que había tenido al hacerle la terapia a Luz y aquella no sería la única experiencia que sintiera esa tarde.

Cuando posó sus manos sobre el plexo solar de Luz, su menté no paraba de preguntarse, que miedo es que el la está atormentando?...y sin darse cuenta la respuesta le llegó, Luz tenía miedo a lo desconocido, a todo aquello que no podía controlar en su plano físico , a sus intuiciones y sobre todo al pensar que esa información que le llegaba no pudiera transmitirla sin causar daño a los demás y a ella misma.

La respuesta de los miedos de Luz ya la había obtenido y entonces cambió la posición de sus manos, dejando éstas en su cabeza, en ese punto energético que nos enlaza con la energía del universo, ese punto energético que es el centro de la sabiduría y la espiritualidad . Pasados unos minutos las vibraciones que existían entre las dos, se convirtieron en una sola, sus energías se fusionaron y abandonaron ese lugar empujadas por una luz dorada. No estaban solas, pero tampoco se podían distinguir quién o quienes estaban allí, inundándolas de paz y amor … era la unión de tantos seres celestiales como ellas necesitaban para que sintieran que era el principio de los cambios que tanto buscaban y ellos se encargarían de ayudarlas.

Aunque ninguna de las dos lo sabían, sus caminos estaban predestinados a cruzarse y aprender la una de la otra para lograr la evolución que tanto deseaban.



martes, 19 de enero de 2010

Qué principio será?

Hace tiempo que no escribía y este relato hace unos días que lo terminé.... espero que os guste


El día había sido largo y complicado, al llegar a casa se puso cómoda y se sentó en su sillón, tenía la intención de relajarse unos minutos y soltar todas esas tensiones que había ido cogiendo a lo largo del día.

Cerro los ojos y su respiración poco a poco fue relajándose. Sin darse cuenta empezó a oír una voz que no sabía muy bien de donde venía, pero le gustaba y se dejó llevar.

La voz le iba introduciendo en uno de esos lugares que acostumbraba a visitar cuando dedicaba unos minutos para desconectarse de todo.

Era un bosque inmenso, las copas de los árboles tapaban el cielo y los rayos de Sol difícilmente pasaban a través de las ramas, dando lugar a sombras que bien hubieran parecido ser seres que iban acompañándola en ese viaje.

En ese paseo como normalmente hacía, iba disfrutando de todos los sonidos.... allí a los lejos se oía el golpear del agua en las rocas... un precioso salto de agua se podía ver entre los grandes troncos de las Acacias. Los pájaros revoloteaban a su alrededor y nunca faltaba en su mano, una ramita de lavanda que cogía al principio del camino para ir disfrutando de ese magnifico aroma.

Según iba avanzando a través de los árboles, éstos se iban abriendo como para que su paso no fuera complicado, !!!pero que curioso.... !!!! ella iba pensando todas éstas cosas, antes de que la voz la fuera guiando.

Cuando llegó al final del camino encontró a ese ser tan especial que en alguna otra ocasión se le había aparecido, llevando en su mano un pequeño paquete.

Recordaba la última vez que le vio y el regalo tan bonito que la hizo, era una cajita de cristal, su forma era como un baúl chiquitín y una cerradura dorada. Cuando abrió aquella caja encontró una llave dorada que encajaba perfectamente en la cerradura. Nunca había hablado con él, pero si recordaba el mensaje que le dio, - siempre estaré acompañándote por tus caminos. -

Cuando llegó a su lado; al mismo tiempo que desde sus labios salían una leve sonrisa, le extendió los brazos ofreciéndole el paquete que tenía reservado para ella.

Muy nerviosa se dispuso a abrirlo, jamás conseguía descifrar los mensajes que llevaban ocultos esos regalos.. Envuelto en raso blanco, se encontraba una preciosa copa de cristal en forma de Cáliz, su copa era tan delicada que le daba miedo tocarla no se fuera a quebrar; el pie y el cuello también eran de cristal pero estaban recubiertos de una capa dorada.... Al cogerla sintió como esa frágil apariencia que tenía la copa se transforma en fuerza y energía y a través de los poros de su piel iban inundando todas sus células sin que ella fuera consciente de ello.

Y de nuevo pensó.... otro enigma más, porque no soy capaz de descifrar los mensajes que me quiere transmitir con estos regalos..... Le dio las gracias y el desapareció .

Empezó a mirar alrededor suya y no le veía. Seguía sin darse cuenta de quien era realmente esa persona, que tan feliz se sentía cuando estaba a su lado y la estaba abriendo en ese largo camino que tenía que recorrer.

En las últimas fechas había tomado unas decisiones que cambiarían muchos aspecto de su vida y realmente era la primera vez que había pensado en ella.

Siempre hacía las cosas pensando en agradar a los demás y que toda la gente que estaba a su alrededor estuvieran, felices y contentos y sobre todo que percibieran que esa dedicación total, estaba hecha desde el corazón.

Cuantas veces le venía a la memoria aquél mensaje que un día su cuerpo le dio – Nunca piensas en ti y yo estoy aquí para recordártelo - Aquellas lagrimas que rodaban en silencio a través de sus mejillas cada vez que recordaba ese mensaje, estaba dispuesta a que nunca volverían a asomarse a sus ojos.

Quizás sería el principio de su búsqueda interior', sería el principio de su búsqueda espiritual,? sería simplemente el principio de Amarse a si misma.....? qué principio sería?.

Sabía que tenía un largo camino que recorrer y ahora estaba dispuesta a poder abrir con la llave que le regalaron, todas esas puertas y con las herramientas ocultas en su interior podría encontrar ese principio que ella y sólo ella debía de descubrir.

jueves, 30 de julio de 2009

Mi condena a E.T.A

Hacía mucho tiempo que no oía en un Telediario que la E.T.A. había vuelto a matar a inocentes.

Hoy en Mallorca lo han vuelto a hacer, han puesto una bomba lapa y han matado a dos Guardias Civiles de 27 y 28 años... !!!!!pero es que ésto nunca va a parar!!!!! qué manera de destrozar dos familias y truncar toda la vida por delante que tenían éstos dos jóvenes.

Desde aquí mi condena a estos terroristas y mis condolencias a todas esas personas que sufren las secuelas de los atentados de éstos criminales.

Hace tiempo escribí una letras cuando oí nada más levantarme que habían realizado un atentado.

Qué pena tengo
qué pena me da,
cuando me levanto
y oigo que E.T.A.
a vuelto a matar.

La E.T.A. mata,
la E.T.A. roba,
ese hilo de vida
que todo el mundo añora.

A todas las madres
de esa gente cruel,
yo quisiera decirles
en éste humilde papel.

"Tú, cómo te sientes
madre de asesino,
asesino que mata
sin tener enemigo".

Decirles que nada consiguen
en su lucha armada,
matando a los hijos
de esas madre amadas.

Qué tu luchaste cuando
él nació,
para que viviera
en un mundo mejor.

Luchaste con Paz,
luchaste con tregua,
con una sonrisa y
no con la guerra.

Oh, siento pena,
una pena profunda,
ante ésta barbarie
de lucha sin tregua.

La pena es que éstos pensamientos que escribí hace ya nueve años, siguen estando vigentes.



miércoles, 7 de enero de 2009

El Arco Iris

Esta primavera pasada, mi maestra de reiki nos comentó que escribieramos un cuento para que sacaramos cosas que teníamos guardadas en nuestro interior. Yo hacía mucho tiempo que no escribía nada y ésto es lo que salió. Espero que os guste.


EL ARCO IRIS
Había amanecido lluvioso, ella miraba por la ventana y desde el horizonte se veía como se iban dispersando las nubes y el sol empezaba a lucir sus primero rayos. Tendría que darse prisa en arreglarse ya que sin duda alguna hoy sería unos de esos días inolvidables.

Mientras estaba en su tocador alisándose el pelo se veía reflejada en el espejo que le había regalado su abuela, cuantos recuerdos?, cuantas risas? Cuantos cuentos le había contado? . Su mirada estaba ausente como si no estuviera viviendo ese momento y seguía cepillándose el pelo pero sin ser consciente de lo estaba haciendo. De pronto sonó el teléfono y como por arte de magia se despertó de ese letargo que estaba; !!!! ensimismada en los recuerdos de su infancia y en los buenos momentos que había disfrutado en compañía de su abuela querida!!!!!.
Descolgó el auricular y al otro lado del teléfono una voz temblorosa la llamaba, en ese momento no se daba cuenta de quién era, el corazón le empezó a latir fuertemente ya que no conseguía descifrar la voz de la persona que estaba al otro lado del teléfono y por su voz presagiaba que no pasaba nada bueno.
Ella con voz calmada le preguntó, quién eres? Venga tranquilízate y dime porque estás tan nerviosa?. Era una antigua amiga que no veía desde que se habían ido a vivir a las afueras de la ciudad.
Lidia le dijo, así se llamaba su amiga, necesito verte. Dónde te encuentras? le contestó ella. Dame cinco minutos y estoy en donde tú me digas.
Apresuradamente cogió el bolso y las llaves del coche y salió al encuentro de su amiga que las esperaba con los ojos llenos de lágrimas.
Cuando llegó a casa de Lidia, la encontró tumbada en el sillón y con los ojos enrojecidos e hinchados por las lágrimas. Qué te pasa que estás tan desconsolada? Lidia con voz temblorosa le contó lo mal que se sentía y el motivo de su llamada. Ella le preparó una tila y después de charlar con ella y explicarle que todo tendría solución y que realmente lo que la estaba pasando no debería de influenciarla en su vida y que todo aquello que los demás intentaban hacer ver que ella lo hacía mal, solo era el reflejo de las frustraciones de los demás.
Después de una larga charla, consiguió que su amiga olvidara el mal momento que estaba pasando y empezaron a recordar aquellos días que pasaban a la orilla del rio cuando eran pequeñas.
Lidia, le decía con voz todavía temblorosa, recuerdas aquél día que estábamos paseando cogiendo amapolas por el campo y empezó a llover, si dijo Laura.
Aquel día fue unos de los días que ella nunca olvidaría, y como si de una máquina del tiempo se tratara se vio en aquel sitio mágico, toda manchada de verde; ya que había cortado un ramo de amapolas y veía como sus pétalos ya estaban empezando a desprenderse. De pronto comenzó a llover y las niñas corrieron y como niñas que eran se metieron en el rio… con risas dijeron .. que llueva que llueva la Virgen de la Cueva… Después de un rato en el que ellas estaban chapoteando en las frías aguas del rio, la lluvia empezó a cesar y un Arco Iris, como nunca jamás había visto, salió a través de los chopos que había en la rivera y se perdía en las montañas. El Arco Iris siempre le atraía, le parecía un regalo que dejaban las gotas de lluvia al juntarse con el sol, sin darse cuenta salió del rio y se vio metida en él, su amiga asustada la llamaba Laura que haces ahí?, como has subido? y ella le decía, Lidia salta, verás como consigues pasear por él como lo hago yo. Su amiga no podía subir y ella correteaba y saltaba por los caminos de colores, Lidia desde abajo no se imaginaba como su amiga había podido subir y como no se caía y la decía porque yo no puedo? Anda ayúdame a subir como tú. Laura extendió su brazo y con un ligero impulso logró que su amiga subiera. Las dos se abrazaron y sintieron como al mismo tiempo el Arco Iris las inundaba con sus colores.
Laura sin saber cómo ni porque, había conseguido disfrutar y sentir el Arco Iris, lo había deseado tantas veces, cuando lo veía a través de las ventanas de su habitación. Empezó a coger trocitos de colores y se hizo para ella y para su amiga unas diademas, sentía cada vez con más intensidad la fuerza que le daba este bello fenómeno de la naturaleza, después hizo unos collares, utilizando a modo de cuentas las gotas de lluvia que todavía caían, y por último unos cordones que usaron para sus zapatillas.
Lidia estaba un poco desconcertada por lo que estaba viviendo, pero al mismo tiempo se sentía segura ya que como siempre Laura le daba esa tranquilidad que ella necesitaba. Atravesaron todo el arcos iris y llegaron al otro lado, parecía que se metían en la entrañas de la montaña y sin darse cuenta ninguna de las dos , al poner los pies en el suelo el Arcos Iris había hecho una bonita alfombra que recorría toda la montaña para que ellas pudieran caminar sin ningún obstáculo.
Se sentaron un rato y empezaron a sentir los aromas de los romeros, tomillos y todas las hierbas que crecían salvajes y el piar de los pájaros, estuvieron un buen rato disfrutando de esas bellas sensaciones que nunca habían experimentado- Se dieron cuenta que aquellas pequeñas manchas blancas que divisaban a lo lejos eran sus casas, y ahora como llegaremos a casa?, se nos hará de noche y nuestros padres se preocuparan de nosotras, preguntaba Lidia, no te preocupes le contestaba su amiga, seguro que los duendes del bosque nos ayudaran. Pero me tienes que prometer que esta experiencia que hemos tenido no la vas a contar a nadie, seguro que no nos creerán.
Cuando empezaron a bajar de la montaña, oían unos pequeños silbidos que les iban guiando para que no se perdieran; Laura ya los había oído muchas veces cuando se iba a coger florecillas del campo para poner encima de la mesa de la cocina. Lidia se asombraba como los caminos que cogían, que desde lo alto de la montaña se veían con tantas curvas, según ellas iban pasando se iban convirtiendo en largos y rectos pasillos y con cierta inocencia preguntaba - Laura que son esos silbidos, no los reconozco?. Laura le dijo son los duendes del bosque nos van guiando para que lleguemos a nuestras casas, la pequeña Lidia no dejaba de sorprenderse de las cosas que estaban ocurriendo, pero por otro lado ella sabía que con su amiga nada le pasaría.

Cuando llegaron a casa empezaba a esconder se el Sol y no sentían ningún agotamiento, la madre de Laura las llamó desde el quicio de la puerta de la cocina y las preguntó, donde habéis estado toda la tarde?, ha estado lloviendo y vosotras como siempre perdidas por ahí. Lidia que no podía resistirse contar la experiencia que había vivido con el Arco Iris, contó con pelos y señales todo lo que les había ocurrido, mientras tanto Laura la pellizcaba en la mano para que se callara. Gloria que así se llamaba la madre de Laura soltó una gran carcajada jajajaja, Lidia sabes que Laura tiene muchas fantasías en la cabeza y tu eres muy inocente y te crees todo lo que ella te cuenta…. Laura estaba acostumbrada; cuando empezó a tener esas experiencias con la Naturaleza y las contaba en casa nadie la creía y decían que tenía la cabeza llena de pájaros, por eso le había pedido a su amiga que no dijera nada de todo aquello que les había pasado… ella en el fondo no le importaba que se rieran de ella, pero por otro lado sentía mucha tristeza que no la creyeran, siempre se pregunta: porque los mayores siempre piensan que estas cosas no pueden ocurrir?, bueno será que como son mayores han perdido su inocencia y por eso no lo pueden disfrutar.
Laura, Laura, que te pasa le decía insistentemente Lidia, sentada al lado de su amiga y con la taza de tila en la mano, ahhhh perdona me decías algo le respondió; no sé por un momento he pensado en que no estabas aquí, le dijo Lidia. Si discúlpame estaba pensado que se me está haciendo tarde y había quedado con mi hijo; hoy es un día muy importante para él , compite en el colegio en natación y no quisiera perdérmelo por nada del mundo. En el fondo Laura sabía que Lidia no recordaba nada de lo que había pasado aquél bonito día de primavera en el campo, había borrado de su mente, como si de un cuento se hubiera tratado, aquella mágica experiencia, cuando la madre de Laura le había dicho que eran invenciones de su hija. Lidia solo recordaba el baño que se habían dado en el rio cuando empezó a llover.

Muchas veces se decía no importa ya les llegará el momento, todo el mundo tiene su experiencia con el Arco Iris y más tarde o más temprano lo recordarán.

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