28 marzo 2019

Narcissus varduliensis


Narcissus varduliensis es una especie de narciso de flores grandes endémica (1) de los montes vasco-navarros descrita por los botánicos Francisco Javier Fernández Casas y Pedro María Uribe-Echebarria en 1988 que en Flora Iberica se incluye dentro de un grupo muy amplio de narcisos de taxonomía (2) compleja bajo el nombre de Narcissus pseudonarcissus subsp. pseudonarcissus.


Narcisos en flor en las faldas del monte Saibi en una zona de pastos y helechos, cerca del Parketxe del Parque Natural de Urkiola.

En Las Claves Ilustradas de la Flora del País Vasco y Territorios Limítrofes (página 713) se destacan las características morfológicas distintivas de la especie N. varduliensis que la diferenciarían de su vecina N. nobilis, de aspecto muy similar, y cuyo límite de distribución oriental se sitúa en el macizo del Gorbeia. La principal característica que las diferenciaría serían unas pequeñas manchas en el ápice de las anteras de los estambres presentes en N. nobilis y ausentes en N. varduliensis. También se pueden diferenciar en la simetría o asimetría de las hojas y en la presencia o ausencia de dos quillas longitudinales en el envés de las hojas, pero estas características son más variables. Juan Manuel Pérez de Ana cita en su blog sierrasalvada.blogspot.com la presencia de algunas poblaciones del macizo de Gorbeia con caracteres intermedios entre las dos especies.


Distribución de Narcissus varduliensis en los montes de Urkiola.
Cartografía base: Eusko Jaurlaritza / Gobierno Vasco, geoEuskadi.
Fuentes de información de la distribución: BotanikaSestao, Life Oreka Mendian y observaciones personales.

Detalle del interior de la corona de la flor.

Fotografía de un grupo de narcisos en el interior de un robledal cerca de Oleta (Aramaio).

Fruto del narciso todavía con la flor seca sin desprenderse.

En los montes de Urkiola se distribuye de manera irregular y aparece tanto sobre sustratos calizos como silíceos. Localmente llega a ser abundante con poblaciones de varios miles de plantas en Oleta (Aramaio), en las faldas del Urkiolagirre y en las inmediaciones del puerto de Urkiola. Está presente en una gran variedad de hábitats como hayedos, robledales, abedulares, pastizales y helechales.
En Otxandio y en Oleta la flor del narciso es muy popular y se conoce con el nombre de txutxufraka.


Población muy numerosa en un hayedo con sotobosque de avellanos junto a la pista que va de Txakurzulo a Atxarte, en la ladera norte del monte Urkiolagirre.

Ejemplar aislado en un helechal con acebos de las faldas del monte Saibi. Al fondo se pueden distinguir el Santuario de Urkiola y el monte Alluitz.

En el marco del proyecto Life Oreka Mendian, en 2018 se puso en marcha una campaña de divulgación y sensibilización sobre la importancia de la conservación de los narcisos en los Parques Naturales de Gorbeia, Izki y Urkiola. Se colocaron una serie de paneles informativos que explican las características de las diferentes especies de narcisos presentes en dichos espacios naturales y que pretenden sensibilizar sobre los efectos negativos de la recolección de las flores. Así mismo se está realizando un seguimiento de algunas poblaciones de narcisos, concretamente de 3 en los montes de Urkiola, para evaluar hasta que punto los paneles instalados ayudan a minimizar la recolección de las flores.


Panel informativo situado junto al caserío Letona Korta, cerca del puerto de Urkiola.

Si queréis observar los narcisos en flor os recomiendo realizar el recorrido PR-BI 80 en las inmediaciones del puerto de Urkiola durante el mes de marzo y podréis disfrutar de un precioso y colorido espectáculo.


Imagen obtenida del Panel informativo de Life Oreka mendian.

Referencias
(1) Especie endémica: Especie de distribución limitada a un ámbito geográfico reducido y que no se encuentra de forma natural en ninguna otra parte del mundo.
(2) Taxonomía: Rama de la biología que se ocupa de la clasificación de los seres vivos.

14 marzo 2019

MUGARRA Aves rupícolas y flores alpinas

Os invitamos a una preciosa y sencilla ruta que nos mostrará algunos de los secretos del monte Mugarra, uno de los oasis de biodiversidad del Parque Natural de Urkiola. Con la ayuda de unos prismáticos y un buen telescopio observaremos la mayor colonia de buitres del Parque Natural, y con un poco de suerte y paciencia también podremos disfrutar del vuelo de los alimoches, las chovas, los halcones y otras aves del roquedo. Si la visita la realizamos en los meses de mayo y junio no deberemos olvidar la cámara de fotos para poder llevarnos un recuerdo de los preciosos jardines floridos que cuelgan de las repisas rocosas. Algunas plantas de alta montaña como el áster de los alpes subsisten en los escarpes de Mugarra desde la época de las glaciaciones.
La ruta comienza en el área recreativa de Landaederra (Durango). Subiremos hasta el precioso collado de Mugarrikolanda para situarnos frente a la muralla rocosa y poder observar la colonia de buitres con detenimiento. Desde allí, nos acercaremos hasta la pared para observar la flora y otras pequeñas aves rupícolas, y finalmente si las condiciones meteorológicas nos lo permiten ascenderemos a la cima. 

Datos técnicos de la ruta
  • Longitud: 7 km.
  • Desnivel: 500 m.
  • Duración: 5 horas.
  • Punto de partida y final: Landaederra (Durango).
  • Dificultad física: Media.
  • Dificultad técnica: Media.
  • Observaciones: Esta ruta se puede realizar todo el año, pero la época más adecuada es la primavera, especialmente los meses de mayo y junio. Se recomienda llevar prismáticos.

Fechas, precios y contacto
  • Fechas: De lunes a viernes durante todo el año (salvo agosto).
  • Número de personas: Grupo máximo de 6 y mínimo de 4.
  • Precio: 35 € por persona, Grupos más pequeños consultar precio.
  • Guía: Zigor Arteaga, biólogo y guía de media montaña.
  • Contacto: AQUÍ


21 febrero 2019

IRUATXETA La cueva del cura guerrillero

Comenzaremos la ruta en el bucólico barrio Olaeta de Aramaio y tras atravesar el bosque de Kondebaso repleto de hayas y marojos, llegaremos a los pies del monte Anboto. Continuaremos hasta el collado de Zabalandi, desde donde disfrutaremos de una de las vistas más hermosas del Parque Natural de Urkiola. Aquí mismo comenzará la ascensión que nos llevará hasta la cima del Iruatxeta y de allí la la cueva del cura Santa Cruz. Caminando entre viejas hayas cargadas de historia, en un escondido rincón entre unas rocas encontraremos la entrada a la pequeña cueva que se abre a modo de balcón hacia el valle alavés de Aramaio. Tras visitarla y despedirnos de ella, un poco más adelante los suaves y verdes prados de Lezeaga nos darán la bienvenida. Terminaremos la ruta caminando junto al precioso arroyo de Ortutxo.
En esta excursión conoceremos la cueva en la que se escondió el cura Santa Cruz, un guerrillero que batalló en la carlistada de la segunda mitad del siglo XIX. En 1872 los liberales lo capturaron, pero dos días más tarde consiguió escapar del ayuntamiento de Aramaio donde lo tenían encerrado. Con la ayuda de un campesino consiguió llegar a una cueva del monte Iruatxeta donde se refugió durante tres días, hasta que huyó a Francia. 

Datos técnicos de la ruta
  • Longitud: 9,5 km.
  • Desnivel: 550 m.
  • Duración: 5 horas.
  • Punto de partida y final: Oleta (Aramaio).
  • Dificultad física: Media.
  • Dificultad técnica: Media.
  • Observaciones: Esta ruta se puede realizar todo el año, pero las épocas más adecuadas son la primavera y el otoño.

Fechas, precios y contacto
  • Fechas: De lunes a viernes durante todo el año (salvo agosto).
  • Número de personas: Grupo máximo de 6 y mínimo de 4.
  • Precio: 35 € por persona, Grupos más pequeños consultar precio.
  • Guía: Zigor Arteaga, biólogo y guía de media montaña.
  • Contacto: AQUÍ

11 febrero 2019

EL ÚLTIMO OSO Y LOS FUSILES CARLISTAS

El oso pardo (Ursus arctos) es un mamífero del orden de los carnívoros que se distribuye por Eurasia y el noroeste de Norteamérica. Es una especie extinta en los montes de Urkiola y el último ejemplar del que se tiene constancia se cazó en 1871 junto a la peña de Ezkillar situada en el macizo de Eskuagatx.

El último oso se expone en el Parketxe del Parque Natural de Urkiola.

Esta es la historia, basada en los hechos relatados por el escritor Ebaristo Bustinza Lasuen (Kirikiño) y posteriormente recogidos por el también escritor Nestor De Goicoechea Araluce (1), de cómo se cazó el último oso que vivió en los montes de Urkiola.
Nos situamos a mediados 1871, a las puertas de un alzamiento armado que un año más tarde dará lugar a una nueva guerra carlista (2). Mientras la población de Bizkaia se debate entre el régimen liberal imperante o el mantenimiento de las tradiciones apoyando las pretensiones de reinado de Carlos VII, un oso ajeno a dicho enfrentamiento, deambula por los montes de Mañaria. Hacía ya algo más de año y medio desde que una muchacha de Arrueta (3) había visto el oso por primera vez. En todo ese tiempo, los vecinos de la zona se toparon con el más de una vez, pero era un animal huidizo que no causaba problemas y nadie lo persiguió. Sin embargo, en la primavera y el verano de 1871 el oso comenzó a atacar al ganado, con tan mala fortuna de matar dos ovejas de Juan Cruz Bizkarra del caserío Azkondo, que además de pastor, era uno de los más hábiles cazadores de alimañas (4) de la zona. Gracias a sus dotes de rastreador Juan Cruz averiguó que de manera regular el oso bajaba a Mañaria durante la noche y que al amanecer, tras pasar por el pequeño collado herboso que hay junto a la peña de Ezkillar (5) volvía a refugiarse en la parte alta de Eskuagatx.

Vista del collado herboso desde la peña de Ezkillar con la parte alta de Eskuagatx detrás. El oso pasaba por este collado viniendo desde la izquierda cuando lo cazaron.

La madrugada del 30 de agosto de 1871, bajo la luz de la luna llena (6), Juan Cruz y otros 5 pastores, todos armados, subieron hasta Ezkillar con la intención de emboscar al oso cuando volviera al amanecer. Pusieron una cabra como señuelo en el camino de acceso al collado para atraer al oso y se escondieron entre las rocas. Alrededor de las 4 de la mañana escucharon como el oso atacaba a la cabra y un poco después percibieron que el oso se les acercaba con curiosidad. Esperaron con nerviosismo bajo las indicaciones de Juan Cruz, hasta que cuando lo tuvo a pocos metros, el propio Juan Cruz le disparó un certero tiró en la cabeza que lo mató al instante.

Vista de la peña de Ezkillar junto al collado herboso donde se cazó el último oso. Al fondo de izquierda a derecha aparecen los montes Leungana, Artzetagana y Mugarra con su paredón.

Lo bajaron rodando hasta el acceso más cercano y lo exhibieron en el ayuntamiento de Mañaria, para trasladarlo más tarde a Bilbao.
El oso pesó 96 kilos aproximadamente, la carne se vendió en Bilbao y la piel disecada fue destinada a la clase de historia natural del Instituto Vizcaíno. En la actualidad, después de numerosos traslados de un lugar a otro y una laboriosa restauración el oso está expuesto en el Parketxe Toki Alai del Parque Natural de Urkiola.
Juan Cruz fue premiado con dinero por parte de la Diputación y del Ayuntamiento de Mañaria y este último le obsequió con un diploma de agradecimiento. Aunque se le invitó repetidas veces a Bilbao para contar su “hazaña”, nunca acudió por temor a que le preguntaran por el arma utilizada, que por las características del orificio en el oso bien pudiera ser uno de los numerosos fusiles que esperaban ocultos al nuevo alzamiento carlista, y no una escopeta de caza.

Imagen del diploma de agradecimiento que el ayuntamiento de Mañaria dio a Juan Cruz Bizkarra.

Se desconoce el sexo del ejemplar de oso cazado en Ezkillar ya que no hay constancia de ello en el relato, aunque su peso (unos 96 kg) nos indica que podría tratarse de una hembra o de un macho joven. Además de las dudas sobre el sexo, también circuló el rumor de que pudiera ser un oso amaestrado escapado de algún espectáculo de cíngaros nómadas, aunque como indica Migel Mari Elosegi en su libro El oso pardo en los Pirineos (7), es muy poco probable, ya que ese tipo de osos solían tener el tabique nasal agujereado (se les ponía una anilla para encadenarlos) y las garras y los colmillos despuntados para evitar accidentes. El rumor tal vez provenga de interpretaciones que se han hecho del relato de Kirikiño, que contó que "si alguna vez han vivido en esos montes los osos debe hacer ya mucho tiempo, pues nadie los recuerda, y los habitantes no habían visto más osos que los flacos de los húngaros..." (1).


Imagen aérea del entorno de Mañaria. Se pueden apreciar la situación de la peña de Ezkillar y el caserío Azkondo donde vivió Juan Cruz Bizkarra. En este enlace de EITB, una de sus descendientes relata la historia en euskera desde el mismo caserío.

Hasta más allá de mediados del siglo XX en Bizkaia la caza de las especies que se consideraban alimañas estaba bien vista en el mundo rural e incluso se promovía desde algunas administraciones. La sociedad ha cambiado y poco a poco nos vamos sensibilizando sobre la importancia de conservar los hábitats y las especies que forman parte del ciclo vital del ser humano.
En la actualidad, el oso pardo es una especie estrictamente protegida en la península ibérica, tanto en los lugares donde pervive (Cordillera Cantábrica) como en los que se ha reintroducido (Pirineos). Su conservación no está exenta de polémica debido a los daños y molestias que origina en el mundo rural, especialmente en el entorno ganadero. A menudo, muchas personas se preguntan si sería posible la reintroducción en los montes vascos de especies ya desaparecidas como el oso pardo, pero la realidad es que prácticamente no tendría posibilidades de supervivencia debido a diversos factores, entre los que podemos mencionar, la masificación de las montañas, la fragmentación del territorio con numerosas infraestructuras haciendo de barrera, las dificultades de convivencia con la ganadería extensiva, etc.

Oso cautivo en el parque de Cabarceno (Cantabria).


En verde la distribución del oso pardo en la península ibérica y en los Pirineos en 2017. Los puntos rojos indican los últimos osos cazados en los montes vascos y en los alrededores.
Fuente del mapa de distribución: https://fundacionosopardo.org.
Fuentes de información de los osos cazados:
(a) ABC 14-02-1909
(b) Blog Naturmendi
(c) Fascículo nº 16 de la Enciclopedia Viva de los Pueblos de Vizcaya, "Carranza". 16-10-1974.
(d) Blog Macizo del Gorbeia.
(e) El último oso que se mató en Vizcaya.
(f) Blog Irinmodo

Distribución mundial del oso pardo en 2010.

Referencias
(1) De Goicoechea, N. 1962. Peñas de Mañaria, Ezkuba o Ezkubaratz. El último oso que se mató en Vizcaya. Pyrenaica 65: 81-87.
(3) Barrio de Mañaria a los pies de Eskuagatx.
(4) Alimaña: animal dañino para el ganado o para la caza menor (según el DRAE).
(5) Peña de Ezkillar o Eskillarri.
(6) En el artículo de De Goicoechea, publicado en la Revista Pyrenaica, donde se relata la historia contada por Ebaristo Bustinza (Kirikiño) aparece la fecha del 20 de agosto, mientras que en el diploma de agradecimiento que el ayuntamiento de Mañaria dio a Juan Cruz Bizkarra se señala el 30 del mismo mes. Con toda seguridad la fecha real fue el 30 de agosto, día de luna llena. Es lógico pensar que para llevar a cabo la cacería eligieran la noche de luna llena por la mayor visibilidad. Más aun teniendo en cuenta que la zona de Ezkillar es un entorno muy abrupto en el que es complicado y peligroso desplazarse por la cantidad de agujeros, simas y cortados que hay.
(7) Elosegi, M.M. 2010. El oso pardo en los Pirineos. Lyns Edicions.


En la imagen se pueden ver las fases de la luna del mes de agosto de 1871.


04 febrero 2019

EL "METEORITO" DE URKIOLA

Roca de gran tamaño situada frente al Santuario de Urkiola, conocida como el meteorito. Según la tradición, si se quiere conseguir novio o novia,  el 13 de junio día de San Antonio, hay que dar siete vueltas alrededor de la piedra en el sentido de las agujas del reloj.


Recuerdo una vez en la que  una persona vino al Parketxe (Casa del Parque) preguntando si se le había realizado algún estudio geológico a la famosa piedra que hay frente al Santuario. Afirmaba, con entusiasmo y convencimiento, que dicha piedra era de origen extraterrestre, un meteorito decía. Insistía en que debería venir algún estudioso de la universidad para analizar su composición y validar así su teoría. Esta pequeña anécdota tal vez nos haga sonreír, pero lo cierto es que mucha gente se refiere a la piedra con el nombre de "meteorito", aún a sabiendas de que no tiene nada que ver con objetos venidos desde el espacio. Tal vez porque dicho nombre evoque algo misterioso, desconocido o venido de otros mundos. Y ahí precisamente radica el mito sobre este singular pedrusco, del que mucha gente sigue sin saber cual es su origen y del que ya nadie queda que lo recuerde, puesto que se remonta a la década de los años 20 del siglo pasado.
Gracias a la labor de historiadores como Jon Irazabal de Gerediaga Elkartea y la divulgación que realizan periódicos digitales como mugalari.info (1), recuperamos sucesos históricos que de vez en cuando desmontan mitos muy arraigados entre la población, a pesar de que a muchos tal vez les de algo de pena perder ese halo de misterio y misticismo.


Mientras consultaba el archivo del Santuario de Urkiola, Irazabal encontró un recorte de 1929 del periódico La Gaceta del Norte, en el que se se explicaba que el entonces rector del Santuario, Benito de Vizcarra, colocó una piedra en la campa o plazuela de la iglesia el 29 de noviembre de dicho año.


Fotografía de Indalecio Ojanguren del 13 de junio de 1920 (día de San Antonio) en la que no se ve la piedra. También se puede observar que todavía no se había allanado el lugar donde está colocada en la actualidad (indicado con una flecha roja en la fotografía). http://hdl.handle.net/10690/83511

El periodista, que firmaba con el seudónimo de “devoto antoniano”, describía la piedra como “un conglomerado de piedras y piedrecitas y cantos y fósiles de innumerables clases que en forma tan particular se han mezclado y juntado con cemento no artificial”. La noticia continúa explicando que “el incansable rector halló el conglomerado en un monte próximo y lo trasladó a la plazuela con el objeto de que lo examinen tanto geólogos, ingenieros y estudiantes que durante el año acuden al Santuario”. Parece ser, que el mito de que esta piedra pudiera ser un meteorito, viene desde el mismo momento de la colocación de la piedra, ya que en la misma noticia se dice lo siguiente: “Ya tienen, pues, allá un campo de estudio los que se dedican a los megalitos o aerolitos o meteoritos, etcétera, etcétera”.
Si nos fijamos bien en la roca, veremos que se trata de un conglomerado muy compacto y de gran dureza compuesto principalmente de nódulos ferruginosos redondeados y de cantos de cuarzo de menor tamaño.


En la fotografía se aprecian los nódulos ferruginosos redondeados y los blanquecinos cantos de cuarzo de menor tamaño.

La piedra adquiere su característico color rojizo-anaranjado debido a la oxidación del hierro que contiene. Algunas fuentes mencionan la posibilidad de que la trajeran desde una mina cercana (2), sin embargo el geólogo Xabier Murelaga (3) nos aclara que "la roca podría proceder de un estrato que hay en la parte alta del cercano monte Urkiolagirre; debido al hierro que contiene sería más dura que las rocas de los alrededores y al erosionarse el resto de las rocas quedaría ella sola al descubierto sobre el terreno". En las rocas que hay en la cima del Urkiolagirre se pueden observar conglomerados de similares características, pero esta destaca por su tamaño y dureza. De todas formas, para confirmar esta hipótesis debería realizarse un estudio más exhaustivo.

Trozo de cuarzo blanco en primer plano.

Sobre la tradición profana de dar vueltas alrededor de la piedra, tampoco está muy claro su origen, pero el historiador Jon Irazabal comenta que tal vez se sacara a la calle una tradición que existía en la iglesia. En aquella época las mujeres acudían a San Antonio a buscar novio y pinchaban agujas en un lienzo que había en la sacristía, de cabeza blanca o negra según lo quisieran rubio o moreno (1, 4). También hay controversia sobre el número de vueltas y el sentido de las mismas, ya que son 3 vueltas y no 7 según otras fuentes, y también se afirma que para dejar de tener pareja hay que darlas en el sentido contrario. Sea cual sea la versión elegida la tradición continúa y el día de San Antonio (y también el resto del año) cientos de personas se acercan al "meteorito" a pedirle al Santo sus favores.

(4) Legarza, J. El altar de los exvotos. En La Sinfonía Incompleta de Urkiola. Páginas 331-333.

30 enero 2019

ESKUAGATX La senda del último oso

Partiendo desde el pueblo de Mañaria, llegaremos hasta el escondido rincón donde en 1871 se mató el último oso de Bizkaia. El oso solía buscar cobijo bajo la peña de Ezkilar, situada en la aérea arista norte del monte Eskuagatx, hasta que lo mató un pastor de Mañaria. Estaremos rodeados de montañas e inmersos en un espectacular paisaje al que acceden muy pocas personas debido a la dificultad de acceso. Desde allí cruzaremos el paisaje geológico más conmovedor del parque Natural de Urkiola hasta llegar a la chabola de Akelarre. En la última parte de la ruta ascenderemos al monte Saibi para disfrutar de sus amplias vistas antes de llegar al Parketxe situado en el puerto de Urkiola, donde nos espera la última sorpresa del día...
El monte Eskuagatx es el más desconocido del Parque. Las sugerentes rocas del paisaje kárstico calizo, junto a las encinas y hayas cubiertas de musgo llenan de misterio todos sus rincones, especialmente los días de niebla.

Datos técnicos de la ruta
  • Longitud: 10 km.
  • Desnibel: 1.100 m.
  • Duración: 7-8 horas.
  • Punto de partida: Mañaria.
  • Final: Urkiola.
  • Dificultad física: Alta.
  • Dificultad técnica: Media.
  • Observaciones: En algunos tramos la ruta discurre por terrenos rocosos en los que es necesario realizar pequeñas trepadas, por lo que es conveniente estar habituad@ a caminar entre rocas.

Fechas, precios y contacto
  • Fechas: De lunes a viernes durante todo el año (salvo agosto).
  • Número de personas: Grupo máximo de 4 y mínimo de 3.
  • Precio: 50 € por persona. Grupos más pequeños consultar precio.
  • Guía: Zigor Arteaga, biólogo y guía de media montaña.
  • Contacto: AQUÍ 

20 enero 2019

ANBOTO La morada de Mari

Ofrecemos 2 rutas guiadas para conocer la morada de Mari.
  • 1 ANBOTO con visita a la cueva de Mari (de septiembre a diciembre).
  • 2 ANBOTO por el espectacular collado de Zabalandi (todo el año).

En estos dos recorridos tendremos la oportunidad de ascender a la cima del Anboto, partiendo en los dos casos desde el barrio de Arrazola situado en el bucólico valle de Atxondo. Llegar a la cima requiere un gran esfuerzo y ascender algo más de mil metros,de desnivel, por lo que deberemos estar en buena forma física.
El Anboto guarda numerosos tesoros en sus laderas, siendo la cueva de Mari, también conocida como la dama del Anboto el más conocido. Se encuentra situada en la vertical e impresionante pared este de la montaña. Mari es la principal deidad de la mitología vasca, guardiana de valles y montañas y protectora de los rebaños de los pastores, le solían llevar ofrendas a cambio de sus favores.
Dependiendo de la época del año disfrutaremos de la belleza de los hayedos, o de la colorida floración de las plantas del roquedo. Si miramos al cielo nos maravillará el majestuoso vuelo de los buitres leonados. Junto a ellos en el roquedo también habitan el halcón peregrino, el alimoche y las chovas piquigualda y piquirroja entre muchas otras especies.
En esta ruta conoceremos muchos rincones secretos del Anboto y descubriremos numerosas curiosidades naturales.

Datos técnicos de la ruta
  • Longitud: 11 km.
  • Desnivel: 1.100 m.
  • Duración: 8-10 horas.
  • Punto de partida y final: Arrazola (Atxondo).
  • Dificultad física: Alta.
  • Dificultad técnica: Alta.
  • Observaciones: La visita a la cueva de Mari solo se realiza entre el 16 de septiembre y el 31 de diciembre debido a la restricción de acceso que hay el resto del año por nidificación de aves rapaces. En algunos tramos la ruta discurre por terrenos rocosos en los que es necesario realizar pequeñas trepadas, por lo que es conveniente estar habituad@ a caminar entre rocas.

Fechas, precios y contacto
  • Fechas: De lunes a viernes durante todo el año (salvo agosto).
  • Número de personas: Grupo máximo de 4 y mínimo de 3.
  • Precio: 50 € por persona. Grupos más pequeños consultar precio.
  • Guía: Zigor Arteaga, biólogo y guía de media montaña.
  • Contacto: AQUÍ