El plato que os comparto hoy lo he aprendido de María Aurora, una encantadora jovencita, hija de mi amiga Teresa; lo cocinamos este verano en los días que pasamos en un camping de Motril, por cierto, fueron unos días inolvidables las 4 juntas.
La gilda es un tipo de tapa, banderilla o pincho, que se sirve en los bares y tabernas de España, tradicional en el País Vasco. Elaborado con aceituna verde, guindilla y anchoa en salazón, ensartados en un palillo.
Yo os traigo hoy la versión vegana, se parecen bastante a los boqueros en vinagre o anchoas, como les decimos por aquí... Mira aquí como los preparo.
Como curiosidad, deciros que su nombre proviene de la película "Gilda", protagonizada por Rita Hayworth, en la que se decía que el personaje era verde, salada y un poco picante… Como la gilda.
Vamos con la receta, que es muy fácil y muy apetecible.
Puedes comer la berengena sola, asada y aliñada o puedes hacer con ella una gilda.
Hoy os traigo algo desagrable de ver, deconstruido, sangriento, deteriorado, nada apetecible a simple vista, pero cuando lo pruebes, no imaginas lo rico que está.
Aunque no resulta muy visual, la verdad, por eso es muy apropiada para el día de hoy.
Disfrutadla, amigos, es realmente fácil de hacer y os vais a chupar los dedos… ¡¡Literalmente!!
Tenía yo muchas ganas de hacer encurtidos, y mi buena amiga Susana, que tiene muy buena mano tanto para recetas saladas, como para el dulce, me ha enseñado. Con un resultado estupendo, la verdad. Además con unos pepinos pequeños muy ricos que nos ha enviado su marido Paco, desde Motril.
Así que hoy le agradecemos a ella esta sencilla, rápida y deliciosa forma de preparar unas verduritas encurtidas, editándola en mi blog para no perderla y compartirla con tod@s vosotr@s.
¡¡Que bonito es teneros en nuestras vidas, Susana y Paco!!
GRACIAS, AMIGOS.
¡¡Hola, amig@s!!
En esta ocasión, para mi tarta de cumpleaños, viene que ni pintada esta frase: "En lo sencillo está el gusto", una frase con la que quiero expresar sobre la simplicidad y el disfrute de las cosas básicas de la vida, que es lo que yo trato de hacer en la mía, valorar un poco más lo espontáneo y lo auténtico, en lugar de lo complejo y rebuscado... Créeme, así se vive un poquito más feliz.
Un año más, soplo mi vela y pienso un deseo junto a mis seres queridos y tod@s vosotr@s.
Gracias por estar ahí, detrás de la pantalla, y que sean muuuchos cumpleaños más, 54.
Os dejo con una tarta tan sencilla como deliciosa es; me quedé salivando cuando la vi en el blog de María Lunarillos.
Con galletas, nata, queso crema y un toque a limón, sin cocinado y sin horno. Superligera y fresquita.
Los platos calientes de cuchareteo toman protagonismo entre mis recetas, ya que en casa nos gustan mucho.
Este guiso de codillo es ideal para prepararlo en cualquier ocasión, es fácil y rápido y el truco para que resulte irresistible, es el punto de cocinado de la carne, que debe ser en el que la carne esté tan blanda que se desprenda del hueso muy fácilmente.
Los que pasean por mi cocina