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COMO COCINAR CON ESPECIAS; CONSEJOS BÁSICOS



Foto; Canela, cardamomo negro, pimienta, cardamomo verde, coriandro, comino, clavos, fenugreco e hinojo.

Hubo un tiempo en que los europeos cocinábamos con tantas especias como los indios lo hacen hoy día. Antes de la caída de Constantinopla, en 1453, los recetarios medievales estaban llenos de platos que incluían canela, clavos, jengibre o pimienta. Incluso Colón y Vasco de Gama iniciaron sus viajes buscando estos aromáticos tesoros. Después llegó el olvido, las especias se convirtieron en productos exóticos y prácticamente desaparecieron de los libros de recetas. Así hemos llegado al siglo XXI, en que la globalización y la moda nos devuelven aquellos sabores lejanos. Hoy día la mayoría de nosotros volvemos a incorporar especias en nuestros platos. El problema es que con tanto tiempo hemos olvidado cual es el modo correcto de usarlas. 

Las especias no son como la sal, no basta con añadirla sin más a un plato. Son delicadas y tienen unas claves que es necesario conocer. Si las sigues tus curries entrarán en una dimensión desconocida. Si piensas que no son importantes... 

Estos son mis consejos;

  • Compra especias de calidad. Puede parecer una perogrullada, pero no lo es. La mayoría de la gente que conozco compra marcas tan “renombradas” como Carmencita, Ducrós o Granja San Francisco. No digo que sean malas, pero desde luego no son las mejores. Mis preferidas son marcas especializadas en productos indios como Patak,s, Natco o Rajah. Por ejemplo la primera fue fundada por indios que, desde Gujarat, emigraron a Kenia y luego al Reino Unido. Allí comenzaron vendiendo especias y productos indios hace más de 60 años en un badulaque que hoy día es un imperio. Saben de lo que hablan y conocen las especias. También puedes pasarte por alguna tienda especializada, como Spicy Yuli o Black Pepper & Co en Madrid.
  • Compra las especias en grano. Nunca incidiré lo bastante en este punto. El aroma y el sabor de las especias molidas tienen una vida mucho más breve que las semillas. Un tarro de comino molido, por ejemplo, irá perdiendo poco a poco su aroma, y en menos de 1 año será un polvo con un ligero recuerdo de lo que fue. Al contrario, las especias en grano están protegidas, y se mantienen frescas y fragantes durante mucho más tiempo. 

  • Muele tu mismo las especias. Tiene que ver con lo anterior. Cómprate un molinillo de café y úsalo solo para moler especias. Tus curries cambiarán de raíz. Cada vez que quieras guisar indio selecciona tus especias y muélelas. Si te sobra algo guárdalo para la próxima vez. Un buen molinillo cuesta en torno a 25€ y te puede durar años si lo cuidas mínimamente.

Fotos; Moliendo especias.
  • Guarda bien tus especias. No todo vale. Lo mejor es guardarlas en tarros de vidrio herméticos dentro de un mueble oscuro. Nunca las dejes al aire, abiertas, en lugares calurosos o expuestas a la luz directa del sol. Así se mueren y se convierten en polvo... Si te gusta mucho cocinar con especias dedícales una alacena, un “santuario” solo para ellas. En casa yo tengo un mueble pequeño de madera lleno de especias. Allí viven felices y sanas.
  • Cada plato lleva sus propias especias. Cada curry tiene su propia personalidad y es diferente a otros. Si siempre usas el mismo polvo de curry estándar, siempre conseguirás un curry “estándar”... Prepara una “masala” de especias diferente para cada tipo de curry. Ningún cocinero indio cocinaría nunca dos platos diferentes con la misma mezcla de especias. O tu le pondrías la misma sazón a un marmitako, una paella y unos pinchos morunos... Pues eso... 

Foto; Cada plato lleva su propia mezcla. En la foto polvo de curry sin tostar, garam masala y una masala tamil llena de copos de chile.
  • Recuerda que el aroma y el sabor de las especias se pueden potenciar exponencialmente. Por eso es importante que sigas los tiempos y procesos tal como lo indican las recetas, porque tienen su razón de ser. Esto lo lograrás de 3 maneras principales;
    • Tuesta en una sartén las especias en grano. Hazlo en seco, sin aceite. Pon la sartén a fuego suave, añade las semillas y mueve constantemente. Al calentarse el aroma comenzará a variar y aumentar. Hazlo por poco tiempo, hasta que empiecen a oscurecerse y tostarse, pero procura que no se quemen o amargarán. Retira de la sartén, deja enfriar y muele. Este es el proceso para preparar Garam Masala.
    • Fríe las especias enteras antes de comenzar el sofrito. Yo siempre comienzo mis curries poniendo aceite y templándolo. Cuando está caliente añado granos de comino, canela, cardamomos, clavos y una hoja de laurel. Lo dejo friéndose muy lento durante un minuto. Después añado la cebolla y comienzo el sofrito. De este modo todo el guiso se infusionará con el aroma y la calidez de la especias calientes.
    • Haz una “tarka”. ¿Alguna vez has preparado unas lentejas? Mi madre, cuando ya estaban casi listas, hacía un sofrito de cebolla, ajo y pimentón y lo añadía en el último minuto. Después dejaba que todo diera un hervor final. Los indios hacen los mismo con sus especias. Cuando el curry está casi terminado sofríen aparte unos dados de chalota, granos de mostaza, comino en grano y algún chile. Cuando se ha formado una salsa lo añaden a la cazuela principal y lo dejan 5 minutos para que ligue. De esta manera consiguen que el sabor y el aroma mejoren muchísimo.
Foto; Haciendo una "tarka" en un cucharón de metal.

Espero que estas reglas básicas te sean de utilidad!!

CHANNA MASALA, GARBANZOS CELESTIALES...



En noviembre de 2009, después de haber estado trabajando con un grupo en Nepal, decidí quedarme unos días solo en India. Me despedí del grupo en Delhi y enseguida cogí un bus hacia el norte, al estado de Himachal Pradesh. El Himalaya Indio. No tenía planes, solo quería descansar en algún lugar tranquilo y bonito, así que elegí Dharamsala, la “capital” del exilio tibetano y el hogar del Dalai Lama. Dharamsala está situada en una cresta y es poco más que dos calles que serpentean arriba y abajo de una loma, cuajadas de bazares y templos. Los tibetanos son mayoría, y también los occidentales que acuden allí buscando paz y un poco de espiritualidad. 

Cogí una habitación pequeña en un hotel feo cuyo patio daba a unos picos pelados de 4 mil metros. Y no hice nada. Descansé durante una semana entera subiendo y bajando esas calles cargado con mis libros y un cuaderno de notas. Aprendí a hacer momos, comí mucha comida tibetana, hice yoga, me senté en los suelos frescos de las “gompas”, y conocí a gente luchadora y alegre.

Cerca de mi pensión había un pequeño restaurante, una “dhaba” punjabi. En la India una “dhaba” es el nombre con el que se conoce a los restaurantes de carretera. Su comida es rústica y sencilla, similar a nuestros menús del día. Se sirven platos clásicos del norte de la India, vegetarianos o con carne; panner, curries de espinacas, dal, guisos de cordero, tandooris, y mucho pan para acompañar; naan, rotis, chappatis... Uno de sus platos más típicos es conocido como “Chole/Channa Bhatura”. Se trata de un curry de garbanzos picante servidos con una torta de pan frito.

Cansado de tanta comida tibetana me acostumbré a hacer allí mi desayuno. Me sentaba en la terraza de la parte trasera y pedía un chai bien caliente y especiado. Cuando lo había terminado ordenaba otro y encargaba un plato de “channa bhatura”. Frente a mi tenía el Himalaya, que a esas horas de la mañana aún estaba despejado. No tenía ninguna prisa. Pellizcar pedazos de pan con la mano derecha y rebañar garbanzos bien picantes y aromáticos. Esa era mi ocupación durante una hora larga. Que bien se vive viajando... Un día le pedí permiso al dueño que me dejara fisgar en la cocina y aprender como se preparaba la receta. Me dejó y conocí sus secretos.

2015. Este año ha sido frenético. Junto a Txito y Cristian me ha embarcado en Kitchen 154, un hermoso proyecto de comida callejera. Hemos trabajado como mulos, hemos aprendido, maldecido, sudado, helado y reído sin parar. En los meses más fríos del invierno, cuando se nos congelaban los mocos en los mercados de Azca y Matadero decidimos sacar algún guiso vegetariano calentito y rico para venderlo. Le dimos vueltas y yo rescaté de mi memoria aquellos recuerdos dulces de Dharamsala y el pequeño restaurante punjabi. Así que hicimos pruebas y comenzamos a ofrecer nuestro curry de garbanzos por las calles de Madrid. No teníamos ni muchas ni pocas esperanzas en él, pero fue un éxito inmediato. Un guiso barato y humilde que nos ha dado muchísimas alegrías desde entonces y que ya es un clásico de nuestra joven empresa. Aquí os dejo la receta. Espero que la disfrutéis!


Ingredientes;

400 gramos de garbanzos cocidos y escurridos

1/2 cebolla roja en juliana fina
1/2 cucharadita de comino en grano
2 cucharaditas de pasta de ajo-jengibre
1 chile verde picado

1 cucharadita de cúrcuma 
1 cucharadita de comino
2 cucharaditas de coriandro molido
1 cucharadita de Garam Masala

300 gramos de tomates maduros pelados y picados
1 cucharada de pasta de tomate
Sal
Pimienta negra molida
1/4 cucharadita de Garam Masala
1 lima
Cilantro fresco picado


Preparación;

Calentar el ghee y freír la cebolla. Cuando esté dorada incorporar los granos de comino, la pasta de ajo y jengibre y el chile verde. Tener cuidado que esta última no se queme.

Añadir la cúrcuma, el polvo de comino, coriandro y el garam masala. Mezclar bien. Poner los tomates y la pasta de tomate y hacer una salsa. Si estuviera demasiado seco mojar con un poco de agua. 

Incorporar los garbanzos y algo de agua. Dejar unos minutos, hasta que el agua esté reducida y se haya formado una salsa espesa. Salpimentar.


En el último minuto espolvorear con el resto de garam masala, zumo de lima y cilantro picado. Sirve con tortas de pan o arroz.

PALAK MURGH O CURRY DE POLLO CON ESPINACAS





El domingo tuve un curso de cocina india en A Punto. Antes, hace poco tiempo, no me gustaba demasiado cocinar platos indios. Me sentía inseguro y notaba que me faltaba algo. Ahora no es que sea un experto, pero comienzo a moverme con soltura entre especias y curries. No se si habéis tenido la sensación de no avanzar en algo por mucho que practiquéis, y de repente, sin saber muy bien porqué, dar un salto “cuántico” y comenzar a dominar esa materia. Pues eso me ha pasado a mi. Supongo que la culpa la tendrá Kitchen 154 y las decenas de curries que he tenido que preparar para los mercados y que me han hecho soltarme.

Hoy os traigo una de esas recetas que llevaba años queriendo publicar, “Palak Murgh”; curry de pollo con espinacas. Una receta del Punjab deliciosa y muy fácil de preparar. 

Entre las cocinas regionales indias la cocina punjabi es la más conocida a nivel mundial. En el año 1947, tras la partición India-Pakistán, miles de emigrantes punjabis se establecieron en el Reino Unido y, muchos de ellos, abrieron casas de comida que pronto se hicieron populares. Preparaban comida casera del Punjab; tandoor, pollo tikka, pan naan, dal, pollo a la mantequilla, curries de cordero, channa masala... A día de hoy estos platos siguen siendo la mayoría de los que podemos encontrar en cualquier restaurante indio en occidente. Por ejemplo Lavapies en Malsaña.

El 60% del trigo de la India se produce en el Punjab, así que sus habitantes son grandes comedores de pan, naan, rotis o chapatis, muy por encima del arroz. Su comida es robusta y especiada, pero poco picante, en contraposición con los platos ardientes del sur. Esta es una receta sencilla para comenzar a cocinar indio, y además muy sabrosa y de sabores reconocibles. 

Aquí va la receta;


Ingredientes;

500 gr. de contramuslos de pollo (peso ya deshuesados y sin piel)

La Marinada,

2 y 1/2 cucharadita de coriandro molido
2 y 1/2 cucharaditas de Garam Masala
1/2 cucharadita de cúrcuma
Sal
Pimienta

1/2 rama de canela 
2 cardamomos  
2 hojas de laurel

1/4 cebolla picada 
4 chiles verdes troceados o 1 chile rojo grande picado.
1 cucharada de ajo y jengibre.
200 gr. de tomate triturado
150 gr. de espinacas trituradas, reducidas a puré
2 cucharadas de yoghurt natural
1/2 cucharadita de azúcar


Preparación;

Salpimentar el pollo y marinarlo con las especias.

En una olla sofreír levemente la canela, cardamomos y laurel. Cuando empiecen a soltar olor añadir la cebolla y los chiles y dejar que se doren.

Incorporar la pasta de ajo jengibre y saltear 1 minuto. Cuidado que no se queme.

Añadir el pollo y sellar mezclando bien con el resto de ingredientes. 

Poner el tomate triturado y dejar unos 10 minutos a fuego suave, permitiendo que se forme una salsa cremosa.

Añadir las espinacas, tapar y dejar 10-15 minutos a fuego suave.

Al final pon el yoghurt, el azúcar y rectifica de sazón.

Servir con mucho arroz, pan y algún encurtido bien picante.


GARAM MASALA, LA MEZCLA DE ESPECIAS MÁS VERSÁTIL DE LA INDIA





Después de una operación de menisco-express vuelvo al blog cargado de ganas e ideas. 

El Garam Masala, “mezcla caliente”, es uno de polvos de especias más versátiles de toda la cocina india. Su nombre no indica que sea picante o lleve guindillas, al contrario, es muy suave, sino que para prepararlo se tuestan las especias en una sartén caliente. 

Proviene del norte de la India y se emplea en muchísimos platos, desde marinadas, como en el pollo tandoori, hasta curries, o incluso añadiéndolo al final en platos ya preparados para “subirle” el sabor. Aquí tienes una receta que emplea garam masala.

Aunque cada cocinero tiene su receta lo normal es que lleve coriandro, comino, canela, cardamomo, clavo, pimienta y laurel. El secreto consiste en tostar las especias en seco lo suficiente para que desarrollen todo su aroma, pero teniendo cuidado que no se quemen. Se diferencia del polvo de curry normal por el color, el garam masala es de un marrón oscuro, y en un aroma y un sabor mucho más pronunciados.

En España usamos las especias normalmente en polvo y añadiéndolas a los guisos. Los cocineros indios saben muy bien que existen diversas maneras de realzar y potenciar el aroma y sabor de las mismas. Aquí van algunos consejos para que tus especias “sepan” más;

    • Marina la carne o los pescados con especias y yoghurt. El sabor será más profundo y, en el caso de las carnes, se pondrán más tiernas.
    • Tuesta las especias en una sartén seca antes de molerlas.
    • Fríe especias en grano en aceite antes de iniciar el sofrito; canela, cominos, granos de mostaza, cardamomos, clavos, hojas de laurel... Después añade la cebolla y sigue el proceso normal del sofrito.
    • Haz una “tarka”, es decir fríe especias en aceite caliente y añádelas al final de la cocción de un curry. Exactamente igual que nosotros hacemos un sofrito de cebolla y pimentón y lo añadimos a las lentejas, en la India se fríe cebolla con mostaza, comino y chiles y se pone en el ultimo minuto de la preparación de un guiso.

Ingredientes;

3 cucharaditas de coriandro en grano
2 cucharaditas de comino en grano
1 cucharadita de pimienta negra en grano
1/2 cucharadita de hinojo en grano
4 clavos de olor
4 cardamomos (normalmente se usan cardamomos marrones en menor cantidad)
1 rama de canela
2 hojas de laurel


Preparación;

Pon una sartén al fuego y añade todas las especias. Tuéstalas en seco, a fuego muy suave hasta que empiecen a desprender su aroma. 1 o 2 minutos. 

Debes tener mucho cuidado de que no se quemen, porque amargarían.

Retira del fuego y deja enfriar.

Pon en un molinillo y muele hasta tener un polvo muy fino. Conserva en un bote de cristal, en un lugar seco y sin que le de la luz directa del sol.

POLLO TANDOORI CASERO




La primera vez que fui a la India fue en abril de 2004. Volé desde mi querida Sri Lanka hasta Nueva Delhi. Recuerdo la salida del aeropuerto, un viejo “ambassador” corriendo por la penumbra de unas calles polvorientas y llenas de suciedad, y la adrenalina de la primera vez en aquel país.



Fotos; Comida callejera en Delhi. Kebabs y jabelis. Ñam!

De Delhi fui al estado de Himachal Pradesh, al Himalaya indio. En Simla, la antigua capital de verano del “Raj”, comí mi primera comida india; pollo tandoori. Una deliciosa ave especiada y tierna, rojiza y picante, asada en un tradicional horno “tandoor”.

El “tandoor” es un horno cilíndrico de barro calentado por carbón vegetal. Es muy popular en todas las cocinas del norte de la India, especialmente en el Punjab. Se emplea para asar carnes o pescados pinchados en largas varas metálicas, o para cocer panes, como el naan, que se “pegan” a las paredes. El interior del horno puede alcanzar más de 450º centígrados... así que en casa es difícil alcanzar nada siquiera parecido. Pero podemos intentarlo...

El secreto de cualquier plato “tandoori” consiste en marinar los alimentos el mayor tiempo posible en una mezcla de especias y yoghurt. De este modo lograremos que la carne adquiera un sabor delicioso y que se vuelva mucho más tierna. En realidad son preparan dos marinadas. Una breve con ajo-jengibre y lima, y la segunda con todas las especias. En la mayoría de restaurantes el pollo llega a la mesa con un horrible color rojo. Colorante. Yo no lo pongo, pero uso pimentón dulce para darle un toque rojizo. 

Es importante que retires la piel del pollo. En todos los países asiáticos lo hacen, porque consideran que allí esta toda la grasa del animal y que es la parte más sucia.

Lo puedes acompañar con algún tipo de pan indio, y rodajas de tomate y cebolla roja. 

Que aproveche!!

Ingredientes;

4 contramuslos de pollo o 2 cuartos de pollo sin piel

1ª Marinada,

Sal
Pimienta molida
1/2 cucharadita colmada de garam masala
1 cucharadita de pimentón dulce
1/4 cucharadita de pasta de ajo-jengibre por contramuslo
Zumo de lima

2ª Marinada,

5-6 cucharadas de yoghurt espeso natural, tipo griego
1/2 cucharadita de chile en polvo
1 cucharadita de garam masala
1/4 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de coriandro molido
1 cucharadita de comino molido
2 cucharaditas de pasta de ajo-jengibre
4 cucharaditas de lima
1 cucharadita de aceite de mostaza o girasol
1/2 cucharadita de sal

Para servir,

Ghee
Chaat Masala
Lima
Tomate
Cebolla roja


Preparación;

Quitar la piel al pollo, y hacerle incisiones alargadas sin llegar al hueso. Salpimentar y frotar bien con el pimentón, el garam masala y la pasta de ajo-jengibre, sazonando bien el interior de los cortes. Rociar con zumo de lima. Mantener 15 o 20 minutos.

Preparar la 2ª marinada mezclando todos los ingredientes y sumergir los trozos de pollo hasta que queden bien cubiertos. Dejar reposar al menos 2 horas o mejor toda la noche.

Precalentar el horno a 240º, introducir el pollo en una rejilla de horno y dejar unos 15 minutos. Pintar con un poco de ghee y mantener con el grill puesto durante 8 minutos hasta que esté bien tostado.

Retirar y pintar si se quiere con más ghee, espolvorear con chaat masala y rociar con zumo de lima.

Servir con gajos de lima, tomate y cebolla roja en rodajas y hojas de cilantro por encima. Ah, y no olvidéis un par de tortas de naan y una cerveza fríííííííía!

PANES EN ASIA... PENANG TAMBIÉN EXISTE (Y II)



Foto; Un vendedor de flores en Little India, Penang.

El viernes pasado os estaba hablando de panes en el Sudeste de Asia, más concretamente en Penang. Seguimos...

Los panes del norte de la India son similares a los nuestros, aunque con forma de torta aplastada. Harina de trigo u otro cereal panificable mezclado con agua y algo de sal. Sobre esa base infinitas variaciones; al horno, plancha, fritos, kulchas, naan, parathas, rotis, puris, batturas... 


Foto; Creo que un par de chappatis con un curry de pollo está próximo al paraíso...

El más conocido de todos es el chapati, el pan indio más sencillo, básico y universal. Harina de trigo integral y agua. Amasado y extendido en una torta fina, y después cocido en una plancha caliente llamada “tawa”. Parece fácil, pero si se prepara bien tiene sus secretos. 


Foto; Amasando chapatis. La foto está tomada en mi "curry house" preferida de Penang. Delicia!!

El chapati es un pan ácimo, es decir sin levadura, por lo que puede ser pesado. Sin embargo existe un secreto que lo hace ligero y delicioso. Hace años, en el Himalaya indio, descubrí como conseguirlo. El chofer y el guía que llevaba en aquel tiempo entraban a la cocina cada noche a fumar “ganja”. Además de salir contentos y con los ojos vidriosos traían unos panes hinchados y crujientes que quitaban el sentido. Hasta que un día me colé en los fogones y vi como lo hacían. El quid es cocinar el chapati en una plancha, y cuando está hecho ponerlo directamente sobre el fuego fuerte. De esa manera se hincha y las paredes se separan, llenándose el interior de aire y haciendo que lo pesado se convierta en ligero...


Foto; La cocina india se come con la mano derecha, así que el pan es fundamental para mojar y coger pedazos de comida. Es la cuchara...




Foto; Extendiendo dosas en una plancha caliente. Parece sencillo pero no todo el mundo lo sabe hacer correctamente.

En el sur de la India, de donde provienen la mayoría de emigrantes indios de Penang, los panes son muy diferentes. El trigo es un producto escaso, así que las masas se preparan con lentejas y arroz entero. En lugar de emplear harina remojan ambos cereales en agua durante unas horas y luego los reducen a papilla. Posteriormente la dejan reposar durante una noche entera hasta que la masa ha fermentado. El resultado son panes ácidos y con un sabor muy característico. 

La Dosa es el rey de los panes fermentados tamiles. Se cocina en una plancha, extendiendo la masa con la ayuda de un vaso hasta formar tortas muy finas y de forma elíptica. No es tan sencillo, y el que lo hace es un maestro. Se pueden comer solas, pero a mi me encanta cuando las rellenan de un guiso de patatas picantes y las doblan sobre si mismas. Se llaman “dosa masala”, aunque existen muchas otras variedades, rava dosa, de trigo, de papel... 


Foto; Mi amigo Rafael a punto de zamparse una dosa. Lo de delante es un chutney blanco de coco. Ñam...

Es un pan crujiente, ácido y delicioso, que siempre se acompaña con “sambhar” (un guiso de vegetales con tamarindo) y dos tipos diferentes de chutney de coco picantes, rojo y blanco.