Lilypie Second Birthday tickers
Mostrando entradas con la etiqueta amigo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amigo. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de julio de 2012

cambio de 360º

Pues aquí estoy, parece que hoy tengo algo de tiempo. Mi jefe se ha ido de vacaciones y a mí me quedan dos semanas. La primera tanda de mi equipo a empezado a emigrar y además ha refrescado en Madrid, así que la mitad del agobio de las últimas semanas ha llegado a su fin.

La otra mitad del agobio os la cuento ahora. Es que han sido unos días (semanas) de locos.

Después de mi negativo paulatino fui a la clínica, me contaron el proceso del ciclo de congelados y decidí esperar a septiembre. Como siempre y porque F siempre ha sido, es y será una persona muy especial en mi vida y porque el chico estaba cumpliendo con su promesa de reconquistarme, pues le conté sobre mi decisión. Raudo y veloz, demostrando una vez más que la reconquista iba en serio, me invitó a cenar y bueno, resumiendo, nos declaramos amor eterno, decidimos arrejuntarnos, tener familia numerosa e incluso dejó caer que si así yo lo deseaba nos casábamos. Antes de que nadie se emocione, no, no habrá boda, jeje, pero sí todo lo demás.

Al día siguiente ya estábamos sondeando el idealista, a los tres días visitando pisos, a la semana anunciándolo a nuestros padres (próximo capítulo: cómo mis padres se emocionan por todo en vez de pensar que estoy como una p. regadera), y apenas un mes después estamos a punto de firmar un contrato de alquiler para el uno de septiembre. Nota mental: publicar un post dedicado a cómo decidirse entre dos pisos estupendos y cómo perdimos el piso del siglo.

En agosto nos iremos de vacaciones celebratorias de tanto compromiso y proyecto común.

En cuanto a la procreación pues ya estamos en ello. La declaración de amor eterno llegó justo en la semana “verde” así que nos tiramos de lleno a la piscina, pero – como era de esperar – no cuajó la cosa. Ahora estamos en el segundo intento. Una de las cosas que aclaramos en la larga noche de decisiones importantes fue que haríamos 6 intentos, como cualquier pareja normal de nuestra edad, y que si no funcionaba intentábamos FIV, esta vez juntos, y si no funcionaba usaríamos tarde o temprano mis embriones congelados. Él está totalmente de acuerdo. (si es que es un amor)

En fin, pues con esas estamos. Un giro radical a mi vida – con lo poco que me gustan las sorpresas. Hoy en principio se decide cuál de los dos pisos finalistas nos quedamos…

He vuelto y como veréis con muchas novedades y con varias entradas futuras que publicar.

Chiquitín, el tío F será tu papa, ya estamos juntos, contentos y ahora sólo nos faltas tú.

¡¡Feliz Lunes!! ¡¡queda menos para las vacaciones!!

jueves, 7 de junio de 2012

de amores y desamores ...

He dudado mucho sobre si publicar esto, pero al fin y al cabo mi blog es un diario (público, pero aún así un diario) así que necesito hacerlo para recordarlo en el futuro.

Bueno, pues os cuento brevemente que hace ya unas cuantas semanas por fin hablé con F. Le dije que había llegado la hora de hacerme el tratamiento. Que siendo consecuentes él y yo teníamos que dejar de vernos. Que sería mami soltera. En ese momento se le cayó el mundo a los pies. Resulta que durante los últimos meses él se había dado cuenta de que yo era la mujer de su vida y que fue muy tonto al decirme en enero que no quería aún tener hijos. Pero en vez de decírmelo como veía que yo no empezaba con el tratamiento pues nadie dijo nada y así pasó el tiempo. Total, que esa noche fue un drama. Lloró él, lloré yo, etc etc… pero ahí quedó la cosa, fui fuerte, firme y le dije que esa semana si todo iba bien me bajaba la regla y empezaba el tratamiento. Después de la noche de drama vino la calma. Asumió mi decisión pero me prometió que me iba a reconquistar, que me iba a demostrar que me quiere y que hasta que no me de cuenta él va estar ahí, apoyándome ya sea como amigo o como pareja o como lo que yo quiera que sea. Que si el tratamiento funciona va a querer al niño como si fuera suyo y todo eso que suena tan romántico pero que es una locura!!

El sábado no hubo manera de no dejarle venir conmigo a la transferencia. La verdad es que fue muy emotivo y me dio la mano durante todo el proceso y la verdad es que me atrevería a decir que parecía casi más ilusionado que yo!! Luego me llevó a casa, me hizo la compra (un gazpachito y un pollo asado que al día siguiente me dio asquitos) y me dejó bien instalada para mi weekend de relax en el sofá y se fue.

Desde entonces me llama todos los días, me pregunta por los peques y claramente está en plena reconquista…. Me ha venido a buscar al trabajo, o llevado de aquí para allá.

¿Y yo qué pienso de todo esto, os estaréis preguntando?… pues no lo sé. Simple y llanamente no lo sé. Por un lado me da mucha rabia, porque todo podría haber sido de otra manera. Me enternece, porque hombre, la verdad es enternecedor. Me da miedo porque si acepto incluirle en mi vida (y en la de mi(s) peque(s)),  él pueda sentir algún rechazo por no ser hijo biológico suyo. Y me tienta porque al fin y al cabo le he querido y quiero mucho y aunque me decepcionó que no quisiera lanzarse conmigo a esta aventura sí que comprendía perfectamente sus motivos para no hacerlo. Me mosquea el cambio de opinión, pero al mismo tiempo lo comprendo. En fin, un cacao maravillao.

Durante la betaespera he decidido no pensarlo, y le he dicho que es un tema del que no hablaremos. Quiero paz y tranquilidad y la verdad lo estoy consiguiendo, así que bien – por cierto hoy es T+6 qué lentooooo

No pretendo que me aconsejéis, es más prefiero que no lo hagáis, pero quería escribir sobre ello y además alguna me había preguntado .. jeje.. así que perdonad el rollo y la comedura de coco, pero ahí va eso!

Besitos a todas y sobre todo a mi(s) peque(s)




martes, 24 de abril de 2012

Qué difícil es el amor...

Dije que dedicaría una entrada a F y a nuestra extraña situación. F es una de las personas más buenas que conozco. Tiene el corazón más grande que he visto en mucho tiempo y una bondad sin fin. Es la bondad personificada. Pero también es la persona más indecisa que conozco. Tomar una decisión, sea cual sea le cuesta horrores. Y es que además no le gusta nada quedar mal, ser el malo de la peli. Me recuerda mucho a mí en ese aspecto con la diferencia de que yo intento, en la medida de lo posible, pensar también en mí, pero justo ahora no lo estoy haciendo… me explico.

F y yo fuimos amigos durante miles de años antes de ser algo más y hace un par de años él terminó una relación muy larga, que hasta cierto punto se solapó con una relación conmigo más allá de la amistad. Los comienzos fueron duros porque él no era capaz de poner punto final a su relación todo eran inseguridades, tomas de decisión a cuenta gota, cada paso que dábamos era un mundo, hacerlo todo bien y despacio para no hacerle daño a nadie y ver qué iba pasando, dejarse llevar. Pasado año y medio pensé que ya nos valía con la relación adolescente y le planteé si quería un “futuro” conmigo. Su respuesta siempre era que sí pero aún así no avanzábamos, y si le planteaba pues venga, vamos, construyamos algo juntos me pedía que esperara: pasito a pasito, sin prisas, ya veremos…. En fin, que obviamente un día mi paciencia llegó a su fin, le planteé el tema de los hijos y me dijo que no. O que todavía no. O que no está seguro, que sí, pero que no. Y fue cuando le dije que entonces lo haría yo sola. En mi cabeza pensé que sonaba a ultimátum, que lo era, y pensé que é lo vería así y se lanzaría.. pero ni con esas.

Ahí tendríamos que haberlo dejado, de hecho ese día lo dejamos, pero luego no sé cómo seguimos viéndonos. Me dijo que apoya mi decisión, me anima a que siga adelante cada vez que lo hemos hablado, pero ahí sigue a mi lado. Con esta relación de yo en mi casa y tú en la tuya pero pasando prácticamente todo nuestro tiempo juntos. O sea yo en su casa o él en la mía, según el día. Yo le he ido informando de todos los pasos que he dado, pero él se hace loco. Le he dicho que a mí no me importa seguir juntos pero que tiene que saber lo que hay y que no voy a dar marcha atrás.

Ya hace unos días que me doy cuenta de que esto no tiene sentido. Que cada día que pasa me siento menos unida a él y más unida a mi sueño ¿entonces por qué sigo viéndole? Pues no lo sé. Me gusta, me da pena que las cosas hayan salido así, pero así han salido. Así que seguimos juntos … ¿lo malo? Que últimamente a él le veo que intenta implicarse más. Y creo que le estoy mandando señales confusas. Sí, tenemos que hablar. Porque por primera vez después de una visita al médico no le he comentado el siguiente paso. No le he comentado que no he empezado, ni lo del folículo persistente, ni los 28 días más de píldora, ni que con la próxima regla empiezo. Pero él tampoco me ha dicho nada y sabe que la semana pasada me vino la regla y debería haber empezado. Y segundo porque creo que lo que ahora quiero yo es terminar con esta relación y lo justo es decírselo.

¿Cómo lo veis? ¿Complicado verdad? Pero es que el amor es complicado. Y ahora yo sé perfectamente lo que tengo que hacer, pero no quiero hacerle daño. Y sobre todo, no quiero perderle como amigo, así que pospongo hablar con él, lo evito, y hago como si nada, es decir, exactamente lo que lleva él haciendo los últimos dos años, hacer como si nada y ver lo que va pasando.

Hoy en principio le veré, porque luego el resto de la semana no podremos vernos. Si tengo fuerzas. Hablaré con él.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Querido Amigo

Queridísimo amigo: Cuánto me gustaría decirte en persona lo que pienso. Y lo haré. No sé cuándo, no se cómo, pero lo haré.

Esta semana he reflexionado mucho. Quiero ser mamá. Quiero ser mamá YA. Quiero ser mamá sobre todas las cosas.

Quizá este loca, quizá sea precipitado, pero quiero ser mamá contigo. Me gustaría mucho, pero no veo que estés preparado. Llevo muchos meses dispuesta a ser mamá contigo y créeme que que ser mamá sobre todas las cosas no significa que sea fácil para mí plantearme qué es más importante - tener paciencia y esperar a que estés decidido o tirar todo por la borda, dejar de quererte y hacerlo sola.

Comprendo tus miedos, comprendo que necesites dar tus "pasitos" y te los he dejado dar con mucha paciencia, escuchándote, comprendiéndote, dándote espacio. Lo he hecho porque he apostado por esta relación porque eres muy importante para mí. Como amigo y como amante y como compañero. Pero compréndeme tú a mí. Yo no quiero esperar más. Veo una barriguita o un niño por la calle y me dan casi como mareos. Siento envidia, siento envidia y no necesariamente sana. Quiero ser mamá.

Sueño despierta en ser mamá contigo. Nos veo juntos, te veo con un niño en brazos pero luego hablamos, luego pasan los días y no lo veo en absoluto. No te veo decidido, no te veo convencido y quiero decírtelo, quiero contártelo y no puedo.

No puedo porque sé cómo acabará la conversación. Veo que la única solución sería que nos dejáramos de ver, que dejáramos de ser pareja, si tenemos esta conversación me vas a decir que no, me vas a pedir que espere y no puedo. Ya no, ya más no. Sé que hablar contigo de esto puede significar nuestro final y me da mucha pena.

Ahora bien, si hablamos, si me dices que no me puedes dar esto que necesito, espero que sigamos siendo amigos durante mucho tiempo y me apoyes en esta nueva a aventura. Lo deseo de corazón. Si no vas a ser el papá de mi hijo, espero que por lo menos seas su tío preferido.

Así que cuando pasen las navidades hablaremos. Intentaré ser fuerte, intentaré ser clara y por supuesto intentaré convencerte pero la conclusión será que yo seré mamá. Contigo o sin ti.

En enero hablamos, y espero que me digas que sí.
Este es un diario para mi futuro hijo que espero también sea el tuyo.

Te quiero
C.