Invocación
Enfurécete,
enfurécete ante la muerte de la luz.
Dylan Thomas
el cielo se apaga
los ojos se iluminan
no nos perdones nada
cuando la muerte
no acaba
de expulsar la vida
cuando el cuchillo
de la noche fría
rebana el arcoíris
no perdones nada
a los hombres consumidos
de crepúsculo
ven
a descarnar la herida culminante
la ardiente inquietud
de soledad
la imantación
entre la herida y la cura
entre la ceniza errante
y la lengua de los ángeles
por la gracia de un corazón
al fin despedazado
séanos posible agrandar
el abismo que duerme en ti
no nos perdones nada
A contrasombra
A Bernard Noel
a contrasombra
tú escuchas
la voz sin voz
la voz viva
de una corteza viviente
entre los taludes del ser
hacia la falla del amor
a contrasombra
para tallar
el virus de la vida
franquear
la linde de los comas
aferrarse
a la nuca del mundo
a contrasombra
acuérdate
de pintar todo el cielo
acuérdate
de recitar las estrellas
acuérdate
de dejar brillar la lluvia
a contrasombra
la palabra sopla
el soplo habla
yo quiero
unir el cielo a tus párpados
yo quiero
explorar el alfabeto de tu vida
a contrasombra
mi día se posa sobre tu noche
tu noche se posa sobre mi día
yo escribo
en el fin del mundo
con un cuerpo esparcido
que el soplo reúne
a contrasombra
acuérdate
de devorar mi somnolencia
acuérdate
de plantar mis ojos en la tierra
acuérdate
de enseñarme a morir
a contrasombra
una sola palabra
una sola palabra
en la punta de tu lengua
la palabra del fin de todo
una fuga
para habitar lo inagotable
a contrasombra
intensamente
devastado de silencio
para no ser jamás colmado
hasta la piel
hasta el polvo
repetir cada nombre del mundo
Lengua sobre lengua
(sobre las “epifanías” de Claudine Bertrand)
abandona
el crepúsculo
deja que se hunda tu voz
lejos de los dioses celosos
bríndame tu penumbra
la muerte
nunca viene de fuera
tú la guardas en ti
como un continente sepultado
tú buscas la pátina
no el brillo
infatigable eternidad
el espacio de un nacimiento infinito
una verdadera respiración
Dios es un bebé que duerme
confianza
confianza ilimitada
en el instante
el mañana
es siempre la muerte
dejémonos habitar
seamos atravesados
tornémonos al fin porosos
las tumbas están siempre vacías
para los de los ángeles
prefiere el mundo
es un diamante febril
allá
donde todo es verdadero vértigo
allá
donde sólo tú lees el universo
yo camino
al margen de tus palabras
es aquel bosque de inspiraciones
lo reconozco
donde uno viene a vestirse de voz
para sostener el mundo
donde tú buscas
tu núcleo de rebeldía
para temblar justo
resonar cortante
luminoso doloroso
luminoso doloroso
llega la noche
tú dices
la garra de la palabra
el sexo de la voz
te deslizas
al interior de un vocablo
ves
el nacimiento del mundo
hay una brecha
en tu rostro
una presencia tangible
lejos de los simulacros
una brecha
que me revela
yo tomo tu cielo
como una mano tendida
pongo fin a tu ceguera
detengo tu cuenta regresiva
te veo
encuentras tu apoyo
sobre la tierra
con tus manos de noche
tus palabras vienen a mi boca
***
Mi cabeza es una habitación
Tapizada con espejos solares
Quiero reunirme con los espíritus
Quiero ser ligero
Más ligero que el aire
Transparente
Translúcido
En perpetua ingravidez
Llámenme James Helium
Llámenme
Jimi Hidrógeno
***
A partir de este momento
Ya no soy simplemente
James Marshall Hendrix
Nacido a las 10 h15
El 27 de noviembre de 1942
En el king County
Hospital de Seattle
Sino un ser humano
En lo más alto de su rol de ser humano
Capaz de saltar en paracaídas
En la inmensidad de cada sonido
Capaz de mostrar en un solo glissando
La profundidad del mal
Capaz de frotar el mango de su guitarra
Hasta penetrar
Directamente en el alma
De aquel que lo escucha
Tomado de:
https://www.isliada.org/poetas/zeno-bianu/
Lengua sobre lengua
(sobre las
“epifanías” de Claudine Bertrand)
abandona
el crepúsculo
deja que se hunda tu voz
lejos de los dioses celosos
bríndame tu penumbra
la muerte
nunca viene de fuera
tú la guardas en ti
como un continente sepultado
tú buscas la pátina
no el brillo
infatigable eternidad
el espacio de un nacimiento infinito
una verdadera respiración
Dios es un bebé que duerme
Confianza
confianza ilimitada
en el instante
el mañana
es siempre la muerte
dejémonos habitar
seamos atravesados
tornémonos al fin porosos
las tumbas están siempre vacías
para los niños de los ángeles
prefiere el mundo
es un diamante febril
allá
donde todo es verdadero vértigo
allá
donde sólo tú lees el universo
yo camino
al margen de tus palabras
es aquel bosque de inspiraciones
lo reconozco
donde uno viene a vestirse de voz
para sostener el mundo
donde tú buscas
tu núcleo de rebeldía
para temblar justo
resonar cortante
luminoso doloroso
luminoso doloroso
llega la noche
tú dices
la garra de la palabra
el sexo de la voz
te deslizas
al interior de un vocablo
ves
el nacimiento del mundo
hay una brecha
en tu rostro
una presencia tangible
lejos de los simulacros
una brecha
que me revela
yo tomo tu cielo
como una mano tendida
pongo fin a tu ceguera
detengo tu cuenta regresiva
te veo
encuentras tu apoyo
sobre la tierra
con tus manos de noche
tus palabras vienen a mi boca
Tomado:
https://circulodepoesia.com/2016/07/veinte-poetas-francofonos-recientes-zeno-bianu/
EL MUNDO ES UN ÁRBOL
(La poeta, artista y traductora argentina Claudia
Carlisky ha tenido la amabilidad de traducir el poema de Zéno Bianu al
español).
un árbol erguido
que mira las venas del cielo
un árbol perdido
que crece en el centro del mundo
un árbol agitado
que se acuesta lentamente en el cauce del viento
el mundo es un árbol
el mundo es un árbol
y somos las hojas
de sus ramas
es el árbol estrellado de ángeles
que vio un día
el jovencísimo William Blake
en medio de un campo
es el árbol que desde siempre
mira a los amantes
por la ventana de los cuartos de hotel
los mira
los abriga
y los protege
es el roble en la nieve
definitivo
de Caspar David Friedrich
un árbol estado de ánimo
un árbol
de una ternura convulsiva
que se aferra suavemente
a las arterias
el mundo es un árbol
y somos las hojas
de sus ramas
brotamos infinitamente
es el olivo misterioso que cruzó
Rilke
una tarde de 1911
en el jardín del castillo de Duino
este olivo
que le transmitió un sentimiento
el sentimiento absoluto
la impresión
de haber atravesado la naturaleza para salir del otro
lado
árbol de corazón árbol de vida
son los árboles-pulmones de la Amazonia
que hay que defender por la eternidad
son
ante todo y para siempre
los olivos de Giotto
olivos benévolos
hermanos árboles
atentos al descenso del azul
en el espíritu de san Francisco
atentos a bajar
para elevarse mejor
bajar
a lo más profundo de las raíces
para alcanzar el fondo del cielo
el mundo es un árbol
y somos las hojas
de sus ramas
brotamos infinitamente
entre esplendor y sufrimiento
no estoy para nadie
dice el árbol desnudo de Emily Dickinson
cada árbol es un dibujo de herbario
le contesta Sylvia Plath
cada árbol
abre a la más alta calidad de atención
cada árbol dice
su reverencia infinita
a todo lo que es
cada árbol escucha
nuestra eclosión
árbol de corazón árbol de vida
camino de vena en paraíso
es el almendro siempre florecido
el último cuadro de Bonnard
que nos sopla el ostinato
de su pulsación
para que volvamos a florecer
sin descanso y sin fin
en árbol de vida viviente
el mundo es un árbol
y brotamos infinitamente
entre la noche y el día
somos los brotes de un mismo árbol
repite Nietzche
de un árbol que mora demasiado cerca
de la residencia de las nubes
de un árbol
que espera el primer flechazo
de un árbol que sabe
que tienen tanto el hombre como el árbol
raíces hundidas en el abismo
ramas aspiradas hacia lo más alto
árbol del cielo eje de las noches
camino de despertar en lo infinito
son los álamos que vibraban
centelleaban
como nácar bajo tu ventana
se estremecían
olitas de mercurio sobre el agua
cuando me llamabas cada sábado
álamos
compañeros de alta melancolía
por un estremecimiento de verde
por un estremecimiento de azul
con tal que el aliento esté
con tal que el estremecimiento estremezca
con tal que el silencio cante
árboles
que moráis en los haikus
os escucho
escucho vuestra savia de silencio
y Ryokan me maravilla
el mundo
se ha vuelto
un cerezo en flor
y Shiki me murmura
sobre un árbol único
en el llano inmenso
las cigarras se amontonan
e Issa me enseña
prepárate a la muerte
prepárate
susurran los cerezos en flor
el mundo es un árbol
y brotamos infinitamente
entre la muerte y la vida
brotamos
como el gran árbol blanco
de Bernard Noël
por el cual
henos aquí verticales bajo la estrella
brotamos y vemos
a Michaux
que vió un árbol
en un pájaro
brotamos
paso a la muerte
paso a la vida
paso por el árbol-solo de André Velter
paso a la raíz
paso a la flor
estaremos muertos
estaremos vivos
brotamos
en sintonía con los infinitos
brotamos y de pronto entendemos
sí entendemos a Novalis
que percibe la naturaleza como un árbol
del cual somos
los capullos
que ve el árbol
como llama floreciente
y el hombre
como llama hablante
y Artaud aún nos trastorna
evocando a
un árbol en el centro del viento
un árbol
selva sombría de llamados
que come el corazón de la noche
y aquí está Cesaire convertido en árbol
de tanto mirar los árboles
convertido en bello árbol inmenso
árbol-atleta
mojado con todas las lluvias
convertido en árbol
cuyos largos pies cavan el suelo
de altas ciudades de osamentos
el mundo es un árbol
árbol erguido hasta el espíritu
camino de savia donde todo se inscribe
árbol de otoño en el aire que se mueve
de Schiele
ideograma de sufrimiento absoluto
pulsando hacia arriba
siempre hacia arriba
árboles anudados en tormentos
de Soutine
árboles en autorretratos de nervios
garabateados por Wols
claros de humanos
de humanos todavía
de pese a todo humanos
alzados hacia arriba por Giacometti
álamos de Paul Celan
estirando sus mil brazos entre las aguas
para no quemar nunca más
árbol de estrellas recogidas
camino de corazón camino de vida
camino que toman sin descanso
los cipreses de Vincent
en polvo de estrellas
cipreses galaxias
aguas vivas del instante
emergiendo siempre del presente
cipreses fulminantes fulminados
fuera de lo mensurable
energía pura
discontinuidad creadora
visión de una vida al fin completa
el mundo es un árbol
y somos las hojas
de sus ramas
un árbol erguido
que mira las venas del cielo
un árbol perdido
que crece en el centro del mundo
un árbol agitado
que se acuesta lentamente en el cauce del viento
Tomado de:
https://www.resonancias.org/content/1793/el-mundo-es-un-arbol-poema-de-zeno-bianu