jueves, 31 de julio de 2025

POEMAS DE ZÉNO BIANU


Invocación

Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz.

Dylan Thomas

 

el cielo se apaga

los ojos se iluminan

 

no nos perdones nada

 

cuando la muerte

no acaba

de expulsar la vida

 

cuando el cuchillo

de la noche fría

rebana el arcoíris

 

no perdones nada

a los hombres consumidos

de crepúsculo

 

ven

a descarnar la herida culminante

la ardiente inquietud

de soledad

 

 

la imantación

 

entre la herida y la cura

 

entre la ceniza errante

y la lengua de los ángeles

 

por la gracia de un corazón

al fin despedazado

 

séanos posible agrandar

el abismo que duerme en ti

 

no nos perdones nada

 

A contrasombra

A Bernard Noel

 

a contrasombra

tú escuchas

la voz sin voz

la voz viva

de una corteza viviente

entre los taludes del ser

hacia la falla del amor

 

 

a contrasombra

para tallar

el virus de la vida

franquear

la linde de los comas

aferrarse

a la nuca del mundo

 

a contrasombra

acuérdate

de pintar todo el cielo

acuérdate

de recitar las estrellas

acuérdate

de dejar brillar la lluvia

 

a contrasombra

la palabra sopla

el soplo habla

yo quiero

unir el cielo a tus párpados

yo quiero

explorar el alfabeto de tu vida

 

 

a contrasombra

mi día se posa sobre tu noche

tu noche se posa sobre mi día

yo escribo

en el fin del mundo

con un cuerpo esparcido

que el soplo reúne

 

a contrasombra

acuérdate

de devorar mi somnolencia

acuérdate

de plantar mis ojos en la tierra

acuérdate

de enseñarme a morir

 

a contrasombra

una sola palabra

una sola palabra

en la punta de tu lengua

la palabra del fin de todo

una fuga

para habitar lo inagotable

 

 

a contrasombra

intensamente

devastado de silencio

para no ser jamás colmado

hasta la piel

hasta el polvo

repetir cada nombre del mundo

 

Lengua sobre lengua

(sobre las “epifanías” de Claudine Bertrand)

 

abandona

el crepúsculo

 

deja que se hunda tu voz

lejos de los dioses celosos

 

bríndame tu penumbra

 

la muerte

nunca viene de fuera

 

tú la guardas en ti

como un continente sepultado

 

 

tú buscas la pátina

no el brillo

infatigable eternidad

 

el espacio de un nacimiento infinito

una verdadera respiración

 

Dios es un bebé que duerme

 

confianza

confianza ilimitada

en el instante

 

el mañana

es siempre la muerte

 

dejémonos habitar

seamos atravesados

tornémonos al fin porosos

 

las tumbas están siempre vacías

para los de los ángeles

 

prefiere el mundo

es un diamante febril

 

allá

donde todo es verdadero vértigo

 

allá

donde sólo tú lees el universo

 

yo camino

al margen de tus palabras

 

es aquel bosque de inspiraciones

lo reconozco

 

donde uno viene a vestirse de voz

para sostener el mundo

 

donde tú buscas

tu núcleo de rebeldía

 

para temblar justo

resonar cortante

 

luminoso doloroso

luminoso doloroso

 

llega la noche

tú dices

la garra de la palabra

el sexo de la voz

 

te deslizas

al interior de un vocablo

ves

el nacimiento del mundo

 

hay una brecha

en tu rostro

 

una presencia tangible

lejos de los simulacros

 

una brecha

que me revela

 

yo tomo tu cielo

como una mano tendida

 

pongo fin a tu ceguera

detengo tu cuenta regresiva

 

te veo

encuentras tu apoyo

sobre la tierra

con tus manos de noche

 

tus palabras vienen a mi boca

 

***

 

Mi cabeza es una habitación

Tapizada con espejos solares

Quiero reunirme con los espíritus

Quiero ser ligero

Más ligero que el aire

Transparente

Translúcido

En perpetua ingravidez

Llámenme James Helium

Llámenme

Jimi Hidrógeno

 

***

 

A partir de este momento

Ya no soy simplemente

James Marshall Hendrix

Nacido a las 10 h15

El 27 de noviembre de 1942

En el king County Hospital de Seattle

Sino un ser humano

En lo más alto de su rol de ser humano

Capaz de saltar en paracaídas

En la inmensidad de cada sonido

Capaz de mostrar en un solo glissando

La profundidad del mal

Capaz de frotar el mango de su guitarra

Hasta penetrar

Directamente en el alma

De aquel que lo escucha

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/zeno-bianu/

 

 

Lengua sobre lengua

 

(sobre las “epifanías” de Claudine Bertrand)

 

 

abandona

el crepúsculo

 

 

deja que se hunda tu voz

lejos de los dioses celosos

 

bríndame tu penumbra

 

 

la muerte

nunca viene de fuera

 

 

tú la guardas en ti

como un continente sepultado

 

tú buscas la pátina

no el brillo

infatigable eternidad

 

el espacio de un nacimiento infinito

una verdadera respiración

 

Dios es un bebé que duerme

Confianza

confianza ilimitada

en el instante

el mañana

es siempre la muerte

 

dejémonos habitar

seamos atravesados

tornémonos al fin porosos

 

las tumbas están siempre vacías

para los niños de los ángeles

 

prefiere el mundo

es un diamante febril

 

 

allá

donde todo es verdadero vértigo

 

 

allá

donde sólo tú lees el universo

 

yo camino

al margen de tus palabras

 

es aquel bosque de inspiraciones

lo reconozco

 

donde uno viene a vestirse de voz

para sostener el mundo

 

donde tú buscas

tu núcleo de rebeldía

 

para temblar justo

resonar cortante

 

luminoso doloroso

luminoso doloroso

 

llega la noche

tú dices

la garra de la palabra

el sexo de la voz

 

te deslizas

al interior de un vocablo

ves

el nacimiento del mundo

 

hay una brecha

en tu rostro

 

una presencia tangible

lejos de los simulacros

 

una brecha

que me revela

 

yo tomo tu cielo

como una mano tendida

 

pongo fin a tu ceguera

detengo tu cuenta regresiva

 

te veo

encuentras tu apoyo

sobre la tierra

con tus manos de noche

 

 

tus palabras vienen a mi boca

Tomado:

https://circulodepoesia.com/2016/07/veinte-poetas-francofonos-recientes-zeno-bianu/

 

 

EL MUNDO ES UN ÁRBOL

 

(La poeta, artista y traductora argentina Claudia Carlisky ha tenido la amabilidad de traducir el poema de Zéno Bianu al español).

 

un árbol erguido

que mira las venas del cielo

un árbol perdido

que crece en el centro del mundo

un árbol agitado

que se acuesta lentamente en el cauce del viento

 

el mundo es un árbol

el mundo es un árbol

y somos las hojas

de sus ramas

 

es el árbol estrellado de ángeles

que vio un día

el jovencísimo William Blake

en medio de un campo

 

es el árbol que desde siempre

mira a los amantes

por la ventana de los cuartos de hotel

los mira

los abriga

y los protege

 

es el roble en la nieve

definitivo

de Caspar David Friedrich

un árbol estado de ánimo

un árbol

de una ternura convulsiva

que se aferra suavemente

a las arterias

 

el mundo es un árbol

y somos las hojas

de sus ramas

brotamos infinitamente

 

es el olivo misterioso que cruzó

Rilke

una tarde de 1911

en el jardín del castillo de Duino

este olivo

que le transmitió un sentimiento

el sentimiento absoluto

la impresión

de haber atravesado la naturaleza para salir del otro lado

 

 

árbol de corazón árbol de vida

 

son los árboles-pulmones de la Amazonia

que hay que defender por la eternidad

 

son

ante todo y para siempre

los olivos de Giotto

olivos benévolos

hermanos árboles

atentos al descenso del azul

en el espíritu de san Francisco

 

atentos a bajar

para elevarse mejor

bajar

a lo más profundo de las raíces

para alcanzar el fondo del cielo

 

el mundo es un árbol

y somos las hojas

de sus ramas

brotamos infinitamente

entre esplendor y sufrimiento

 

no estoy para nadie

dice el árbol desnudo de Emily Dickinson

cada árbol es un dibujo de herbario

le contesta Sylvia Plath

 

cada árbol

abre a la más alta calidad de atención

cada árbol dice

su reverencia infinita

a todo lo que es

cada árbol escucha

nuestra eclosión

 

árbol de corazón árbol de vida

camino de vena en paraíso

 

es el almendro siempre florecido

el último cuadro de Bonnard

que nos sopla el ostinato

de su pulsación

para que volvamos a florecer

sin descanso y sin fin

en árbol de vida viviente

 

el mundo es un árbol

y brotamos infinitamente

entre la noche y el día

 

somos los brotes de un mismo árbol

repite Nietzche

de un árbol que mora demasiado cerca

de la residencia de las nubes

de un árbol

que espera el primer flechazo

de un árbol que sabe

que tienen tanto el hombre como el árbol

raíces hundidas en el abismo

ramas aspiradas hacia lo más alto

 

árbol del cielo eje de las noches

camino de despertar en lo infinito

 

son los álamos que vibraban

centelleaban

como nácar bajo tu ventana

se estremecían

olitas de mercurio sobre el agua

cuando me llamabas cada sábado

 

álamos

compañeros de alta melancolía

por un estremecimiento de verde

por un estremecimiento de azul

con tal que el aliento esté

con tal que el estremecimiento estremezca

con tal que el silencio cante

 

árboles

que moráis en los haikus

os escucho

escucho vuestra savia de silencio

 

y Ryokan me maravilla

el mundo

se ha vuelto

un cerezo en flor

 

y Shiki me murmura

sobre un árbol único

en el llano inmenso

las cigarras se amontonan

 

e Issa me enseña

prepárate a la muerte

prepárate

susurran los cerezos en flor

 

el mundo es un árbol

y brotamos infinitamente

entre la muerte y la vida

 

brotamos

como el gran árbol blanco

de Bernard Noël

por el cual

henos aquí verticales bajo la estrella

 

brotamos y vemos

a Michaux

que vió un árbol

en un pájaro

 

brotamos

paso a la muerte

paso a la vida

paso por el árbol-solo de André Velter

paso a la raíz

paso a la flor

estaremos muertos

estaremos vivos

 

brotamos

en sintonía con los infinitos

brotamos y de pronto entendemos

sí entendemos a Novalis

que percibe la naturaleza como un árbol

del cual somos

los capullos

que ve el árbol

como llama floreciente

y el hombre

como llama hablante

 

y Artaud aún nos trastorna

evocando a

un árbol en el centro del viento

un árbol

selva sombría de llamados

que come el corazón de la noche

 

y aquí está Cesaire convertido en árbol

de tanto mirar los árboles

convertido en bello árbol inmenso

árbol-atleta

mojado con todas las lluvias

convertido en árbol

cuyos largos pies cavan el suelo

de altas ciudades de osamentos

 

el mundo es un árbol

árbol erguido hasta el espíritu

camino de savia donde todo se inscribe

árbol de otoño en el aire que se mueve

de Schiele

ideograma de sufrimiento absoluto

pulsando hacia arriba

siempre hacia arriba

 

árboles anudados en tormentos

de Soutine

árboles en autorretratos de nervios

garabateados por Wols

 

claros de humanos

de humanos todavía

de pese a todo humanos

alzados hacia arriba por Giacometti

 

álamos de Paul Celan

estirando sus mil brazos entre las aguas

para no quemar nunca más

 

árbol de estrellas recogidas

camino de corazón camino de vida

 

camino que toman sin descanso

los cipreses de Vincent

en polvo de estrellas

cipreses galaxias

aguas vivas del instante

emergiendo siempre del presente

cipreses fulminantes fulminados

fuera de lo mensurable

energía pura

discontinuidad creadora

visión de una vida al fin completa

 

el mundo es un árbol

y somos las hojas

de sus ramas

 

un árbol erguido

que mira las venas del cielo

un árbol perdido

que crece en el centro del mundo

un árbol agitado

que se acuesta lentamente en el cauce del viento

Tomado de:

https://www.resonancias.org/content/1793/el-mundo-es-un-arbol-poema-de-zeno-bianu