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viernes, 31 de julio de 2009

Las vacaciones, los hijos, el amor y demases...

Fragmento de una Entrevista al Negro Dolina


¿Y qué más?
Que nunca me tomo vacaciones. Yo me aburro durante las vacaciones.

¿Por qué?
Porque me gusta tanto hacer el programa y trabajar que su falta me produce más tristeza que la alegría que pueden depararme las playas de arena blanca y el clima. Siempre estoy inclinado hacia el futuro como un arquero que vuela en busca de penales que ya están en la red. Tal vez vaya de vacaciones cuando termine mi próximo libro, arregle mi vida o no tenga que ir solo.

Pero en los últimos años no estuviste solo...
Es cierto. Pero no han sido amores tan mansos como para pensar en las vacaciones o en tener hijos, por ejemplo.

¿Tienen que ser mansos los amores para pensar en hijos?
Yo creo que si. Pero no he conocido uno. Para mi, los amores son más profundos cuanto más tumultosos. El amor está siempre detenido sobre una inseguridad. Cuando el amor es seguro, previsible y garantizable, es quizá menos amor. Y a mí me gustan los hijos del amor, los que suceden. "Quedé embarazada, vamos a tener un hijo, celebremos".
No me gusta planificar un hijo como si fuera un edificio.

Pero uno supone que la consecuencia de un amor fuerte y movilizante es un hijo.
Puede ser que yo haya sido demasiado grande. Y la otra persona demasiado joven. Uno estaba en primavera, el otro en otoño, y a lo mejor los hijos florecen en verano... Pero la verdad de la milanesa es que, cuando un amor es demasiado apasionado, uno no está pensando en el hijo que vendrá. ¿Qué querés que te diga en el momento cúlmine del amor? ¿lo llamaremos Pirulo y seremos felices para siempre? No. Yo te digo otras cosas en esos momentos (risas).
Entre el ápice del sufrimiento y el ápice del goce, no hay tiempo para pensar en que colegio lo vamos a anotar...

domingo, 10 de mayo de 2009

Durabilidad cuestionada

Tengo una conversación recurrente con una amiga sobre un tema que nunca sabe de conclusiones definitivas sino mas bien de perspectivas personales y fundamentos basados en la experiencia.
¿Cuánto dura el amor? es el bendito punto de debate. En nuestra discusión, ella es la defensora inquebrantable del "dura muy poquito"; y yo, con todos los argumentos disponibles (que casi nunca encuentro), intento disfrazarme de abogado del "pero en algunos casos, puede durar".


Lamentablemente, pierdo la mayoría de las batallas, aunque en algunas he presentado una importante oposición y hasta logré que dude. Igual, tratándose de estos temas, debe entenderse que ninguno de los dos tenemos posiciones fundamentalistas, sino mas bien puntos de vista que pueden encontrarse en algún lugar...
Como en todo debate abierto e inconcluso, cualquiera puede opinar. Y hasta el Negro Dolina se prende con su particular nmirada en esta entrevista.



Para vos, ¿cuánto dura el amor?
Los grandes amores duran una semana o algunos años, pero nunca ocho meses. Ocho meses es la duración de un amor estúpido. Un amor que no tiene ni el encanto de la fugacidad: "Te conocí pasando por Niza, vivimos un romance de tres días y nunca te olvidé". Ni el encanto de la pertinacia. "Fueron tres maravillosos días o una vida". El amor de ocho meses es una porquería.

¿Y no será una gran pasión?
Si. Pero no tan grande porque a los ocho meses ya se te pasó. Es una calentura burguesa. Una calentura de tipos que no son capaces de encender grandes fuegos. Es un fueguito de pequeñas personas. Cuando me echan a los ocho meses yo digo: "Caramba, debo ser una porquería!" Te lo digo hoy que cumplimos ocho meses (risas).

Pero las relaciones siempre tienen un tiempo de impasse, incluso las fuertes.
Un tiempo suplementario. Hay amores que no se deciden a terminar y no son otra cosa que un largo tiempo suplementario. Viven años de idas, venidas, dudas, acomodamientos, esperanzas, reconciliaciones... Pero, en todo caso, lo peor que puede suceder a un gran amor es que no termine al mismo tiempo para las dos personas. Sería fabuloso, pero no sucede así. Siempre hay alguien que sufre y otro que juega el papel de malo. Las dos cosas son espantosas. Pero peor todavía es vivir las dos situaciones al mismo tiempo. Imaginá este escenario: un hombre abandona a una dama que lo sigue amando porque se ha enamorado de otra dama que lo abandona. Este hombre está sometido a las dos peores tragedias del amor.

¿Por qué suceden estos amores?
No sé porque suceden. Hay incendios que se apagan demasiado pronto. A veces no hay que apurarse a terminar con un amor, porque uno corre el riesgo de prolongar el tiempo suplementario. Cuando uno termina con un amor antes de tiempo, después siente ganas de volver, y vuelve quinientas veces. Pero aquí no se agota el panorama. También hay gente que jamás siente que los que han pasado por su vida se han ido del todo. En mi vida ha habido mujeres tan extraordinarias que, aún desaparecido el amor, uno siente que no tiene derecho a perder un ser querido. Después de todo no puede ser que el miércoles te estés revolcando con una persona, jurando amor eterno, y que el viernes sea un extraño en tu vida.



Algunos dicen que la posta la tiene Silvio en un par de frases maravillosas perdidas en este hermoso tema.

Yo?

No, yo ni idea de estas cosas...


jueves, 16 de abril de 2009

Profanación de la belleza

"Hay una cosa que es desagradable, y es cuando un hombre, en términos incluso crudos, le hace notar a uno que también es hombre, ciertas ostensibles bellezas de mujer.
A mi que me digan: -mirá que gambas- me parece horrible. Primero porque yo ya lo vi, seguramente lo he visto, y segundo porque me estropea lo que he visto.
Le juro, me cuesta explicar esto, pero no funciona así. No es así como uno se enamora, como uno entiende el deseo, no es así.
Sería como tirar una moneda de 50 centavos para que las mujeres se agachen a recogerla y después ponerse a mirar como se ha agachado fulana a recoger esa moneda. No es así, no es así. No quiero. Y si es así, no quiero saber que es así. Por lo tanto, no me perturben diciéndome algo que yo ya sé y convirtiendo en pieza de conversación algo que es tremendamente sagrado.
Pero sagrado no porque uno lo coloca en el altar, no. Sagrado porque es lo más fuerte que uno puede llegar a sentir. Cuando lo oigo en boca de otro me gusta menos. Cuando la belleza de un
cuerpo femenino que ciertamente nos despierta, tanto erotismo como amor si tenemos suerte, es profanada por un tonto, que lo describe tan mal y tan burdamente te empieza a gustar menos.

No son las palabras las que me molestan, me molesta la mirada oportunista sobre el asunto, eso me molesta. Pero bueno, cuando sucede esta profanación uno siente que ese deseo, ese erotismo o ese amor que se había encendido es manoseado y decrece.
¿Quién tiene la culpa de ese decrecer? Este tipo. Y no hay peor pecado que hacer decrecer el
erotismo, el amor, o el simple deseo. Así que cuando una señorita esté juntando una moneda de 50 centavos, no me lo hagan saber, no por favor.
Son esos tipos en general, y no quiero generalizar, los que menos hacen después, en el mejor de los sentidos digo, los que menos esfuerzo ponen en la seducción de esa señorita.
Algunos se detienen solo a decir comentarios que bastan para dejar de ser mi amigo, se lo juro.
Muchos cuya relación amistosa conmigo se ha enfriado no saben que es por eso. No por una cuestión de respeto, al contrario.
No es porque me guste menos que a ellos, es porque me gusta más."


Transcripción de "La Venganza Será Terrible", Agosto de 2000.

martes, 10 de marzo de 2009

Y yo pienso seguir jugando...


A propósito del post anterior sobre los juegos, hace como un año, publiqué una transcripción de un fragmento de "La venganza será terrible", el problema radial de Alejandro Dolina.
Creo que este es buen momento para releerlo en mi caso, para descubrirlo si no lo leyeron nunca...


"Ustedes saben que inventar personajes que hagan carrera en todas las naciones no es cosa fácil. Pocos escritores lo han logrado realmente. Incluso a veces lo lograron escritores de segundo orden; estoy pensando en Arthur Conan Doyle, un escritor de segundo orden que ha generado un personaje mundial como es Sherlock Holmes. Relacionado con esto, hoy quiero hablar de otro que también lo logró y que es Sir James Barrie. Tanto lo logró que cuando yo digo Sir James Barrie nadie, o casi nadie recuerda de quien se trata. Y sin embargo cuando mencione el personaje que el invento, todos lo van a conocer: es Peter Pan.

Pero al pobre Barrie le paso lo que a esta muchacha, Margaret Mitchell, la que escribió "Lo que el viento se llevo". El cine la devoró. Y yo creo que todos los muchachos dan en pensar que Peter Pan es una creación de Walt Disney. Del mismo modo se piensa de Pinocho y hasta de Blancanieves y de cosas así; tal es la fuerza del cinematógrafo!

Pero, ¿quién era James Barrie? Nació en 1860, en un pueblito muy pobre de Escocia. Era mal alumno, no se destacaba mucho por nada. Casi nunca abría los libros. De joven le dio por escribir, pero siempre estaba acomplejado porque creía que lo único que conocía del mundo era su minúsculo pueblo de Escocia. Entonces escribía con cierto recelo. Hasta que algunas novelas sentimentales suyas empezaron a tener cierto éxito.
Hasta que en 1896, escribe una conmovedora biografía de su madre, Margaret Oglivy. Este libro contiene una frase que paso a leer que revela toda la literatura de Barrie y dice así: "El horror de mi infancia era que yo sabía que se acercaba el tiempo en que debería renunciar a mis juegos y eso me parecía intolerable. Entonces, resolví seguir jugando en secreto."

Yo me voy a detener aquí. Los juegos de Barrie fueron sus libros "El muchacho y David", "Peter Pan". Y el mas exitoso de todos es "Peter Pan". Pero me gusta esto: "Entonces resolví seguir jugando en secreto." Me detengo aquí para recordar a todos los que, como Peter Pan o como a Barrie, decidieron seguir jugando en secreto. Y no es que a uno le moleste crecer. De paso, crecer no es una actividad relacionada con el tiempo -quiero aclarar- sino con el espacio. Ser grande no es ser viejo, es otra cosa, muchachos!

Pero siempre he tenido la sorpresa de que el orden establecido y sus secuaces manifiestos o encubiertos se interesan muchísimo en que uno abandone la niñez para que deje de jugar. Digo, para que uno abandone esa gravedad de los chicos que juegan, esa solemnidad...
Quiero decir que los chicos que juegan, no juegan por dinero, ni por obligación, juegan porque les gusta. Y juegan al juego que les gusta y con la gente que les gusta y sino, no juegan.

No juegan por codicia y además lo hacen seriamente, sin ese cinismo que viene después con aquello que suele llamarse madurez. Yo creo que de ahí quieren sacarnos para convertirnos en personas resignadas a nuestra suerte, por mediocre que sea esta suerte. Finalmente hay gentes vulgares que desprecian a los que siguen jugando, a los que siguen soñando, a los que siguen engrandeciéndose, no creciendo...
Mejor dicho: si creciendo, no envejeciendo. Quieren que no seamos esa gente que se arriesga en cada cruce, esa gente que juega fuerte como si cada baraja fuera la ultima.

Para los que ya no juegan, para los enemigos de Barrie y de Peter Pan, esto es locura. Nos convidan a la resignación, a la madurez; gente que parada en su propia sombra hace frente a los miembros de su propia generación que los invita a crecer, y no soporta a los que dicen:
"Vamos! Tenés que crecer! Y obtener una cuenta bancaria y engordar y renunciar a los cambios bruscos!"... Y a contraer -como suelo decir yo- esa mediocre eficacia que se llama madurez.
Pero estos hombres también hacen frente a las generaciones más jóvenes que les reclaman el derecho a no jugar, ser vulgares, a no ser señalados finalmente en su vulgaridad.
No, yo creo que la vida de Barrie y de Peter Pan y de los que, en secreto, han resuelto seguir jugando es muy dura.

Y, ¿a qué siguen jugando esas personas en secreto, siempre tratando de que nadie los vea? Cuando las personas serias que manejan este mundo, los personeros de la razón, del dinero ven al que sigue jugando lo señalan con el dedo.

Pero, ¿a qué juegan? - se preguntaran ustedes. Y... algunos juegos parecen inocentes: digo, hay quienes no pisan las baldosas celestes para no matar ángeles y pisan las baldosas rojas, para matar demonios, cuando nadie los ve.
Hay quienes, por ejemplo, corren carreras en la calle contra desconocidos y se juegan la vida en llegar a la esquina antes que ese desconocido y dicen cosas tales como: "Si no llego a la esquina antes que el conscripto ese que va adelante mío, moriré!"Sucede a veces, que el conscripto también es uno de los que están jugando en secreto! Y entonces se producen carreras tremendas en la que se están jugando la vida el conscripto y nuestro amigo! Y nadie lo sabe!
Solo ven dos personas apuradas que transpiran y sufren y tratan de llegar primero a la esquina; y, mirándose, todos dicen: "A donde irán estos?" y no saben que se están jugando la vida!

Pero a veces, esos juegos no son tan inocentes; y a veces, el juego consiste simplemente en vivir como si todavía no nos hubiera ocurrido lo mejor. Y ese ya es un juego mas pesado, un juego que a veces cuesta caro, un juego serio. No como los juegos cínicos de los que se cubren con apuestas laterales o aquellos que juegan pero dejan en su bolsillo algún dinero para el regreso.
No! Me gusta el que se lo juega todo! Y el que lo juega seriamente como los chicos o con la misma fe poética que pedía Coleridge para entender el arte, con esa renuncia a la incredulidad. Ese es el juego!



Yo, que también como Peter Pan, he perdido mi sombra, declaro que pienso seguir jugando. Claro que en secreto... Y el que quiera seguir jugando va a ser mi amigo. Y el que ya no juegue mas se irá a un cielo personal que tengo yo, un cielo de olvido en donde, así como muchos héroes griegos al morir se convertían en constelaciones, quienes resuelven no jugar mas también van a ese cielo de mis olvidos y se convierten en constelaciones, constelaciones que tienen nombres y apellidos.

Ay, muchachos! Que hermosas estrellas brillan en ese cielo de mi olvido!
Quiero dedicar la charlita de hoy a Barrie, a Peter Pan, a mis amigos queridos que siguen jugando conmigo este juego hermoso pero fortísimo de hacer un programa en el que parece que uno hace chistes...

...y en realidad, EN REALIDAD SE ESTA JUGANDO EL ALMA!


Alejandro Dolina
Monólogo transcripto de "La venganza será terrible”.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Las mujeres y el amor (2)

¿Cómo entendían las mujeres el amor?
Creían que el amor era elegir un hombre para toda la vida. No nos olvidemos que estaba teñida la idea del amor con la idea de bienestar, seguridad, hijos, familia. Hoy en día, la idea del amor es más amplia y la idea del matrimonio es más débil. Entonces, habiendo otras puertas amorosas que no conducen al matrimonio, es natural que el modo de pensar de la mujer al respecto haya variado muchísimo.

¿La mujer busca igualar al hombre?
No, no es así. Yo creo que la mujer tiene su propio mundo a desarrollar, en el que los halagos, gustos y placeres son esencialmente diferentes a los del varón. Para no hablar de las diferencias estrictamente físicas, ante un hijo, la mujer reacciona de una manera y el hombre de otra. Por ese motivo, el pensar que la mujer se va a realizar cuando consiga hacer aquello que hace el hombre me parece una pobre idea de la femineidad. Lo que sí creo es que ciertamente el hombre ha recibido algunos provilegios jurídicos, laborales y económicos que ya sería tiempo que desaparecieran. Quiero señalar que hubo épocas en las que hubiera sido inconcebible la mera descripción de nuestra sociedad patriarcal. La Europa anterior a las invasiones arias era una Europa matriarcal. Las mujeres dominaban, imponían la ley. El papel del hombre estaba reducido a los actos indispensables para la reproducción. Incluso la religión tenía imagen femenina, la adoración de la Luna y de la triple diosa madre-doncella-bruja.

¿Qué lugar ocupan los movimientos feministas?
Son una reacción de rebeldía exagerada porque sólo dicen que la mujer es capaz de ser tan inteligente como el hombre sino que llegan a decir que la mujer es más inteligente que el hombre. Por tanto, ejercen lo mismo que combaten.

¿Se llegará a un momento de equilibrio de poder?
No lo creo. Los maniqueos decían que lo que le daba movimiento a la historia era la lucha, y para que exista la lucha, tiene que haber alguien que permanezca sobre el otro. Así, el equilibrio podría llegar a señalar el fin de los tiempos. La vida es desequilibrio.


Por Alejandro Dolina

miércoles, 18 de febrero de 2009

Las mujeres y el amor (1)


¿Las mujeres guardan secretos o simplemente se hacen las misteriosas?
Yo no creo que exista una homogeneidad en el género femenino. Me imagino a la mujer actuando de manera unívoca. Según Oscar Wilde la mayoría de las mujeres eran esfinges sin secretos. Es decir que adoptaban una actitud misteriosa, pero en realidad todo se reducía a una apariencia. Yo me limito a citar a Wilde, pero en cualquier caso urgido a contestar, diría que he visto otras cualidades con mas frecuencia en la mujer. De hecho, en el amor, este ejercicio de la reserva, se ve rara vez. En general, las personas todas y las mujeres entre ellas tienden a despejar rápidamente cualquier incógnita. El mundo actual no tiene paciencia para la reserva y para el misterio, exige rápidamente respuestas.

¿Estos misterios eran utilizados para seducir?
Podría serlo en otra época, pero hoy, hay una tendencia universal a la publicación de los sentimientos más íntimos. Lo que antes era un secreto y no se confiaba ni siquiera a su diario íntimo, ahora es pasto de los medios de comunicación. La gente no tiene vergüenza de ir a un programa de televisión a confesar sucesos de naturaleza tan íntima. Aquel carácter inexpugnable que tenía el alma de la mujer ha desaparecido. Yo recuerdo que en mis primeras experiencias con la mujer me produjeron una enorme intriga. Eran otros tiempos. Yo tenía mucha curiosidad acerca de lo que pensaba de mí esta o aquella chica, con quién soñaría en su cuarto, a quién nombraría secretamente en las noches. Ahora eso ya no es secreto. Yo no digo que esto sea mejor o peor, digo que ya no está entre nuestras costumbres el ocultar demasiado ciertas cuestiones de naturaleza íntima.

¿En este momento cuáles serían las armas de seducción de las mujeres?
Son armas ostensibles. Ya no son armas de guerra fría sino de batalla frontal. En general, son la belleza y la audacia. Con los años, ciertas armas empiezan a mellarse. La espada de la belleza hace menos daño y se empiezan a buscar nuevas armas que, sin duda, son menos eficaces. Yo creo que en esta época, las batallas de amor son muy frontales, cruentas y terribles. Te dejan herido sin el menor escrúpulo. No queda ni siquiera ese código de honor de la caballería, los muertos ruedan por el suelo, y las huestes bisoñas van desalojando del campo de batalla aquellos veteranos gloriosos.

¿Se muere de amor?
Yo no sé si se muere de amor pero si se experimetan sensaciones que son parecidas a ella. Lo contrario de la muerte no es la vida sino el amor. No hay momento que uno se sienta más lejos de la muerte que en el momento cúlmine del acto amoroso. Allí uno es inmortal, por ese ratito uno es inmortal.


Por Alejandro Dolina

martes, 20 de enero de 2009

Las mejores mujeres me rechazan olimpicamente

¿Y qué hace cuando viene una señorita y le toca el timbre?
No es fácil. Me han pasado cosas muy raras. En un hotel de Mar del Plata, se me instaló una señorita. Dijo que era mi mujer y los tipos del hotel la dejaron entrar. Afortunadamente, la descubrió primero el productor. Cuando yo llegué ya la habían desalojado. En este caso no se trataba de una hermosa señorita. Las señoritas hermosas no tienen necesidad (risas).

¿Ninguna necesidad?
No sé. Además proseguir con esta conversación me situaría en la condición de "postulante a tipo que tiene arrastre con las mujeres". Y no hay cosa que le guste menos a las mujeres que el tipo que alardea. No conviene. Me jugaría en contra. Además, para qué ponerme en vivo si de estúpido estoy fenómeno. Yo lo único que puedo decirte es que siempre me han rechazado las mujeres más hermosas del país.

¿Jugar de perdedor da más réditos?
No sé. En cualquier caso es preferible perder con las mejores mujeres que anotarse pequeños triunfos. Eso de conformarse con los triunfos pequeños es para hacerse una extensa carrera de picaflor a las cuatro de la mañana en el bar llamado "Rueda de perdedores". Yo me anoto con las mejores, las cuales me rechazan olimpicamente.

¿Siempre?
Bueno, por algún rato las mejores mujeres del país me han querido.

Cuando mirás para atrás, ¿con qué clase de mujer te encontrás?
Descubro el gusto por cierto tipo de mujer. Descubro que me gustan las morochas pechugonas...


Fragmento, entrevista a Alejandro Dolina

jueves, 11 de diciembre de 2008

Será verdad?

Hay una frase, que se transformó casi en mito, y que se atribuye a Alejandro Dolina. Aunque él dice que nunca la pronunció publicamente sino solo en alguna charla de café entre amigos, y que fue Caloi quien se la atribuyó al propio Dolina en medio de una historieta y la hizo pública...
Como sea, y por mas que los protagonistas no se hagan cargo del todo, la frase está, se conoce, y dice mas o menos así:

"Absolutamente todo lo que hacemos los hombres es con el único fin de conquistar y seducir a las mujeres"

Alejandro Dolina


En lenguaje coloquial se conoce mejor como: "Todo lo que hacen los hombres es para levantarse minas", y así tiene mas fuerza todavía.

Será verdad? Y viceversa que onda? las mujeres no hacen lo mismo?
Todo?
Tener un blog también?










Si, no te hagas el gil... TODO!

viernes, 14 de noviembre de 2008

Amar es estar parado sobre una piedra movediza

Entrevista a Alejandro Dolina

- ¿Qué es lo que primero le atrae de una mujer?
- Funciona de este modo: hay una primera aduana, inmediata, que es la de la apariencia física. Primero uno se fija en una mujer hermosa. Muy pronto, unos pasos más adelante, hay otra aduana, la de la coincidencia espiritual. Para eso no es necesaria la inteligencia, pero sí cierta pimienta, simpatía y una mirada. Si no existe eso, todo lo demás empieza a derrumbarse. Hay mujeres que debieran ser detenidas por portación ilegítima de lomo. No sostienen con la gracia lo que tienen de físico.

- Pero quedó claro que para usted lo físico importa.
- Claro que me importa, tanto como la tercera y la más importante de las aduanas: la del amor. Cuando uno convierte a esa mujer, no en linda, inteligente y graciosa - eso lo es cualquiera- sino en única e irremplazable para su vida. El erotismo consiste en disfrutar de un fenómeno físico grato. Con el erotismo da lo mismo Juanita o María si están muy bien las dos. Con el amor no hay ninguna posibilidad de reemplazar a nadie. El amor sucede por razones misteriosísimas, no tienen que ver con el lomo ni la inteligencia que sirvieron para gestar una atracción. El amor es imposible de prever, sólo sucede.

- ¿En qué instante dice: "chau, me enamoré"?
- Es una sensación física. Se parece a una patada en el corazón dada desde adentro. Un golpe en el plexo solar. Hay una enorme sensación de temor a la pérdida de ese ser. Una enorme ansiedad antes de la consumación y después una ansiedad permanente porque el amor es peligro, es como estar parado en una piedra movediza. Por eso no sirve para nada el amor garantizado, cuando eso sucede estamos negando el amor en su esencia.

- Explíqueme más.
- Prometer bajo la forma de casamiento o de cualquier otro compromiso que lo vamos a amar por tiempo indeterminado. No es posible garantizar la eternidad de ciertos sentimientos. Lo que no quiere decir que la conducta ser imprescindible. Si se promete eternidad se hace ya no pensando en el amor sino en el funcionamiento burgués de una comunidad. El casamiento consiste en eso y no está mal... pero eso no es exactamente amor.

- A cierta edad una buena sociedad viene bien.
- No digo que esté mal porque no está mal el erotismo ni la amistad, pero insisto en que eso no es amor. Puede ocurrir que a uno le toque vivir sin amor...

- Qué triste.
- Es horrible, pero sucede muchas veces.

- ¿Cómo son sus días sin amor?
- Son estos. No ando llorando, tengo amistades, vida erótica, mujeres muy queridas y hasta muy deseadas... Pero el amor sucede una o dos veces en la vida.

- A usted ¿cuántas le pasó?
- Algunas veces.

- No se quedó con ninguna.
- No fueron indecisiones mías únicamente. Sucedió así.

- Está de moda que los señores grandes tengan novias más chicas.
- Puede ser.

- ¿Y usted?
- Tuve novias más chicas. En general, me llevo mejor con la gente más joven. Hay un intercambio interesante cuando la pareja se forma de esa manera. El más viejo hace mejor negocio porque la juventud es un valor más preciado que la inteligencia. El más joven ingresa en un mundo de experiencia, conocimientos, sabiduría, de excelencia en lo sexual y, a veces, de seguridad económica.

- Las energías nuevas tienen más valor.
- La persona mayor rejuvenece muchísimo. Se conecta con otro mundo, con lo que será. A mí me sucedió y fui muy dichoso. Los mejores años de mi vida los viví con gente más joven.

- Rejuvenecer por amor... no está mal.
- Tampoco pongamos la palabra amor en todas partes. El amor consiste en poner adjetivos calificativos donde no los hay. En elegir a alguien y transformarlo en lo que no es. Es un engaño compartido, una falsedad pactada: "Yo haré como que sos mejor de lo que sos y vos harás como si yo fuera mejor de lo que soy." De este plus que ponemos el uno en el otro sale una cuestión ventajosa para el amor y el erotismo.

- ¿Cuándo se termina todo eso?
- No hay una manera de preverlo. A veces dura toda la vida, pero otras se termina rápido.

- ¿La convivencia tiene algo que ver con el final?
- Contribuye a terminar con el hermoso engaño del que habíamos hablado, porque no es posible sostener el pedestal durante actividades tan prosaicas como sacar la basura. Algunos dicen que la convivencia es mala, pero yo creo que no tiene por qué ser un ejercicio cotidiano de vulgaridad y rutina.

- ¿Alguna vez se enamoró por voluntad propia?
- No. Al contrario, muchas veces me enamoré en contra de mi voluntad. Ojalá hubiera podido, sería una persona más dichosa y razonable. Nadie puede manejar a voluntad sus amores. Yo agradezco que haya sido así. Voy a decirte algo que tiene que ver con esto. Una vez me preguntaron si me gustaría conocer mi futuro y yo les dije que no.

- Tuvo miedo.
- No. No fue por miedo a saber si moriré mañana o si alguna desgracia me esperaba. Si yo hubiera sabido lo que me iba a ocurrir, las mejores cosas no me hubieran ocurrido. Me hubiera dado miedo. Te doy un ejemplo claro: a un señor le ocurre un embarazo no deseado de su novia. En un principio el tipo piensa: "¿Por qué no habré tenido cuidado?" y resulta que con los años ese mal trago se convierte en un hijo muy querido.

martes, 30 de septiembre de 2008

Borges, Dolina y el amor

"Desgraciadamente pienso que el amor trae más pesares que placeres. Ahora claro que la felicidad que da el amor es tan grande que más vale ser desdichado muchas veces para ser feliz algunas. ¡Es también una cuestión de estadística! Yo creo que todos nosotros hemos sido muy felices con el amor alguna vez y también creo que todos hemos sido muy desdichados muchas veces. El amor le ofrece a uno esa incertidumbre, esa inseguridad del hecho de poder pasar de una felicidad absoluta a la desdicha; pero también de poder pasar de la desdicha a la brusca, a la inesperada felicidad. Pienso que es una experiencia y uno no debe rehusar experiencias. Yo diría que el amor no puede prescindir de la amistad. Si el amor prescinde de la amistad es una forma de locura. Una especie de frenesí, un error en suma. Que en la amistad haya algún elemento del amor puede ser; pero son dos cosas diferentes. El amor exige pruebas sobrenaturales, uno querría que la persona que está enamorada o enamorado de uno le diera pruebas milagrosas de ese amor. En cambio la amistad no necesita de pruebas".

Jorge Luis Borges
(Fragmento de entrevista con Bernardo Neustadt en Tiempo Nuevo, Revista Extra nro. 133, Julio 1976).



"Estoy pensando más de la mitad de mi tiempo en el amor. Se lo juro. Del amor mío y del amor en general. Las penas de amor son lo que más se parece a la muerte. El desencuentro amoroso, el abandono, es una sensación parecida a morirse. Creo que si hubiera una medalla en una de cuyas caras estuviese la muerte, en la otra no estaría la vida sino el amor. El amor es lo contrario de la muerte. Yo he sido muy feliz y también muy desdichado. Porque ése es el precio. Macedonio decía que a placeres de juguetería corresponden dolores de juguetería, y por el contrario, cuando los dolores son de herrería, entonces los placeres también son de herrería. He tenido grandes felicidades, pero el precio ha sido vivir también grandes tristezas. Lo prefiero así. Lo prefiero así. La praxis indica que efectivamente las relaciones duran poco. Pero yo creo que hay grietas por donde se puede vencer esa fatalidad. Mi idea es que efectivamente los amores duran eso que usted ha dicho. Pero a veces no. Y yo creo que lo que uno debe hacer es creer que todo amor es ése que va a durar siempre. Y es posible que exista el amor definitivo y que valga la pena buscarlo. Y hasta es posible que yo lo haya encontrado. Pero no me pregunte más".

Alejandro Dolina
(Fragmento de nota de Leila Guerriero, diario La Nación Line, 1996).

sábado, 13 de septiembre de 2008

Dolina: Internet y la soledad


- ¿Crees que con la aparición de Internet toma fuerza aquel refrán que dice que el amor no conoce fronteras?
- Con la irrupción de Internet parece que los horizontes se ampliarán en lo que respecta al amor, las seducciones o a las meras amistades, es decir, a todo tipo de relaciones sentimentales. Usualmente, el tipo que no sale nunca de su casa está condenado a un universo sentimental que no va más allá de la vecina; y el que solamente frecuenta a las personas relacionadas con su trabajo o estudio termina, fatalmente, casándose con una compañera de trabajo o de estudio. Esto ha sido así durante larguísimos años. El estudio de las vidas de las personas que tienen 50 o 60 años nos revelaría que, efectivamente, son muy numerosos los casos de personas casadas con sus vecinos, compañeros de trabajo o de estudio. Se me dirá: qué problema hay con casarse con personas que uno ya conoce. Peor sería que uno se casase o relacionase con desconocidos. Lo que sucede es que los horizontes mismos a los que uno estaba condenado, limitaban ya, desde antes de intentarlo, la extensión sentimental de nuestra vida.
Y aquí aparece Internet, que nos permite tomar contacto con personas que están fuera del horizonte, que están incluso en ámbitos que no conocemos o que no sospechamos, donde la distancia no sólo no es un obstáculo, sino que, a veces, hasta es un estímulo. Parece que una de las virtudes buscadas fuera la distancia, como una virtud exótica. Parece que la mujer que vive a miles de kilómetros es más atractiva que la que vive allí nomás; el vivir cerca es casi un gesto de vulgaridad.

- ¿Crees que puede ser efectiva una relación amorosa que se da por estos medios?
- Hay que ver si las relaciones que se establecen mediante la navegación y la exploración cibernética finalmente resultan reales. Porque es probable que con un método de seducción mecánico, se obtengan amores mecánicos.
A mí, en general, me produce una sensación de aventura y de estímulo. Yo me sentiría atraído a responder los llamados y las consultas. Y haría, a mi turno, alguna indagación. Pero me temo que esto se debe parecer a las citas a ciegas o, lo que es peor, a una visión distorsionada. Todos nosotros, alguna vez, hemos asistido a encontrar una mujer de la que sólo teníamos su propio testimonio o, peor, el testimonio de un amigo. Entonces, yo no sé si ese defecto, no ya de la máquina sino de la condición humana, de describirse erróneamente, no vendría a producir infinitos desengaños.

- ¿Con esto estarías proponiendo no asumir el riesgo de ir más allá?
- Ante esto, creo que hay que contentarse con esa relación, con ese ida y vuelta, con lo que el otro puede darnos de su espíritu a través de los kilómetros. Que un amor por carta no salga de una carta, que un amor por Internet no salga de Internet. Si no, hacemos una transcripción de géneros que nunca sale bien. Yo creo que el amor epistolar perfecto es un amor que se consuma en la carta misma. A lo mejor, el amor de Internet perfecto es un amor que obtiene su propio goce allí, no fuera. Si nos hacemos amigos de una señorita que vive en Ottawa, está todo perfecto hasta que la señorita decide viajar a Buenos Aires.
Lo más interesante de todo esto es la idea de agrandar los horizontes, la de no contentarse con una especie de determinismo geográfico de los amores.
La soledad tiene caminos que uno no sospecha. A veces uno cree que ha conseguido derrotarla, pero vuelve... Aparentemente, Internet sería un nuevo arma contra la soledad...


Fragmento de una entrevista a Alejandro Dolina

sábado, 2 de agosto de 2008

El Negro...



Anoche fuimos con Sofi a reencontrarnos con Alejandro Dolina y su "La Venganza Será Terrible" en el Teatro Coliseo Podestá acá en La Plata... Siempre es un gusto volver a escuchar y ver en vivo a este gran personaje argentino...
Y es un honor poder tenerlo casi todos los viernes en la ciudad y no tener q ir hasta Capital...
Muchas gracias por el buen rato Negro!

martes, 29 de julio de 2008

Estar enamorado es una porquería

Estar enamorado es una porquería. Estar enamorado es una basura, se siente uno mal; no reacciona inteligentemente. Pierde la facultad de especular, porque con toda inocencia, toma el corazón y lo deja de propina en cualquier lado.
En cambio cuando uno no está enamorado es vivo, es atrayente, es imaginativo, especula, se retira a tiempo, avanza cuando tiene que avanzar, es brillante. Tiene esa crueldad, esa maravillosa crueldad, que tanto enamora y que cuando uno esta enamorado pierde. El enamorado dice "voy a ser cruel" y resulta patético. Ensaya retiradas que duran cinco minutos, al cabo de los cuales llama por teléfono como un perro, arrastrándose.
Cuando uno está enamorado pierde poder, pierde mucho poder; poder que uno necesita para enamorar, precisamente. De modo que se da esta paradoja: cuando mas necesita este poder no lo tiene y cuando uno lo tiene no le interesa tenerlo, o a lo mejor lo usa nada mas que para enamorar giles, de gusto, porque si, para matar el tiempo...

Alejandro Dolina
Fragmento de "La venganza será terrible".

martes, 13 de mayo de 2008

Puentes...

El verdadero milagro de la vida no es encontrarse con uno mismo, que después de todo no es más que una paradoja de quinta... Lo importante es encontrarse con alguien.
Esos efímeros puentes que dentro de este mundo de islas algunos suelen tender; efímeros porque duran muy poco y están hechos quizas de la misma materia de la que están hechos los sueños.
Por ahí, cada tanto, en esa horrenda soledad que es la vida, uno liga un puente. Un puente que se puede tejer con un cariño o con un amor. Quiero decir que en este mundo donde todas las citas son fallidas, o casi todas las citas son fallidas, en donde casi todo consiste en ir a esquinas donde nadie acude, en donde casi todos los encuentros fallan; mi vida es ir a buscar y no encontrar, y es así...
Salvo alguna que otra vez, como flechas luminosas en la noche, en que uno va a una esquina y hay alguien... Bueno, yo creo que eso merece festejarse y festejarlo con dignidad, y hacer digno ese pequeño puentecito que se ha tendido.
Solo una vez en la vida de un hombre pasa un centímetro cúbico de suerte y solo la pescará el que este todo el tiempo atento. Nos toca solo un cachito de suerte en la vida y el peor de los pecados es dejarla pasar.
Hay que estar atento a las señales, atento a las citas, que se cumplen pero son muy pocas, atento a los sueños que se dan, pero son muy pocos...


Palabras del Negro Dolina en "La Venganza Será Terrible".

miércoles, 30 de abril de 2008

Ups! Creo que estoy al horno...


Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza.



Alejandro Dolina

lunes, 28 de abril de 2008

Balada del amor imposible (fragmento)

Es cierto que infinidad de personas decentes viven la módica dicha del amor común y corriente. Pero el amor imposible, aquél del cual solamente son capaces los Hombres Sensibles de Flores, es el único cabalmente maravilloso y digno de admiración.

Ocurre así: un muchacho se enamora de la Mujer Más Hermosa.

Desde ese momento, su vida no tiene otro sentido que ese amor. Sin embargo, el hombre sabe que no tiene chance en esa carrera, pues las Mujeres Más Hermosas suelen casarse con otros caballeros, generalmente ricos o buenos mozos o ambas cosas.

Sus buenos amigos le aconsejarán el olvido, pero este hombre ha nacido en Flores y no tiene la menor intención de gambetear el dolor. Y cada día deja mansamente que la tristeza le invada los huesos y que tiña hasta el último de sus pensamientos.

A veces, las distracciones y los mundanos asuntos amenazarán con hacerle olvidar siquiera por un momento su amor y pesadumbre. Pero el hombre reaccionará inmediatamente y se sumergirá otra vez en su propio abismo.

Que nadie se engañe. Este hombre que ríe a carcajadas cuando algún conocido le refiere el cuento de los supositorios, está pensando en su amor imposible. Y la sangre que hincha sus venas es negra y espesa. Pero, atención. Este amor que lo hace desgraciado es el que le hace mejor. El ya ha renunciado a la Mujer Más Hermosa. Jamás padecerá decepciones. Su pasión no envejecerá ni se envilecerá. Nadie podrá engañarlo. Y a fuerza de bañarse cada día en el sufrimiento, habrá aprendido el secreto de la resignación.

Los caballeros exitosos no conocerán jamás la verdadera escencia del amor imposible. Ellos jamás juegan su vida a una sola baraja. Con toda prudencia realizan inversiones en uno y otro lugar para compensar con unas las pérdidas ocasionadas por otras.

Pero el amor imposible no es cosa de prudentes, sino de Quijotes. Sólo cuatro veces en doce años vio Alonso Quijano a Aldonza Lorenzo. Jamás cruzaron palabra. Pero eso le bastó para vivir en ella y por ella.Sin esperar recompensa.

Por eso, señores, si acaso atesoran ustedes uno de estos metejones locos, a no arrepentirse. Sigan soñando y esperando lo imposible. Aunque sepamos que nuestras ilusiones no habrán de cumplirse nunca, sigamos acariciándolas. Lo contrario sería - como pensaba Wimpy - confundir una ilusión con un pagaré.

Será una larga jornada. Muchas veces tendremos ganas de contar nuestra pena, pero no podremos hacerlo, para no profanarla. Siempre estaremos solos y tristes, pero no es para tanto.

Después de todo, ya se sabe que los únicos paraísos que existen son los paraísos perdidos.


Alejandro Dolina, en Crónicas del Angel Gris

jueves, 31 de enero de 2008

Los juegos (Alejandro Dolina)

Ustedes saben que inventar personajes que hagan carrera en todas las naciones no es cosa facil... Pocos escritores lo han logrado realmente. E incluso a veces lo logran a esto de crear un personaje que tenga curso en todas las culturas, en todas las naciones...a veces lo logran, digo, escritores de segundo orden. Estoy pensando en Arthur Conan Doyle, un escritor de segundo orden que ha generado un personaje mundial como es Sherlock Holmes.

Y hoy quiero hablar de otro que tambien lo logro y que es Sir James Barrie. Tanto lo logro que cuando yo digo Sir James Barrie nadie - no creo que nadie - recuerde de quien se trata. Y sin embargo cuando mencione el personaje que el invento, todos lo van a conocer: Peter Pan.
Pero al pobre Barrie le paso lo que esta muchacha... Margaret Mitchell, la que escribio "Lo que el viento se llevo". El cine lo devoro.Y yo creo que todos los muchachos dan en pensar que Peter Pan es una creacion de Walt Disney. Del mismo modo se piensa de Pinocho y hasta de Blancanieves y de cosas asi; tal es la fuerza del cinematografo! Bueno, si quiere que le confiese, no me mataria por ser el autor del Pinocho. Nunca que me ha conmovido mucho ese personaje pero otro dia vamos a hablar de eso. [-Es de madera...] Si creo que es de madera...
A la chica Mitchell le paso esto. El otro dia creo que nos acordabamos de la siguiente circunstancia: en los creditos de la pelicula "Lo que el viento se llevo" no figura el nombre del autor de la novela. Nada menos. Nada menos, caramba! La que invento la historia! Tampoco escribio ninguna otra cosa. Era una periodista ella; escribio una sola novela, una extensa novela, una copiosa novela pero nunca mas nada. Gano un premio con ella: el premio Pulitzer -de todas maneras- que es un premio a los periodistas. [-Bastante desprestigiado por otra parte como el periodismo mismo...]. No en el tiempo en que ella lo gano pero ahora si.

Quien era James Barrie? Y en que epoca lo situamos? Nacio el siglo pasado, en 1860 en un pueblito muy pobre de Escocia. Era mal alumno, no se destacaba mucho por nada. Casi nunca abria los libros... No tenia gran cosa...Por ahi, ya cuando joven le dio por escribir pero siempre estaba acomplejado porque creia que lo unico que conocia del mundo era su minusculo pueblo de Escocia. Entonces escribia con cierto recelo. Hasta que algunas novelas sentimentales de el empezaron a tener cierto exito. Y publica por ahi, un libro que se llama "El pequeño Ministro" hecho allá por 1890-91 y la gente empieza a conocerlo...
Hasta que en 1896 -y esto me interesa a mi- escribe una conmovedora biografia de su madre, Margaret Oglivy. Este libro contiene una frase que paso a leer que revela toda la literatura de Barrie y dice asi:"El horror de mi infancia era que yo sabia que se acercaba el tiempo en que deberia renunciar a mis juegos y eso me parecia intolerable. Entonces resolvi seguir jugando en secreto."

Yo me voy a detener aqui. Los juegos de Barrie fueron sus libros "El muchacho y David", "Peter Pan"... y el mas exitoso de todos es "Peter Pan". Pero me gusta esto: "Entonces resolvi seguir jugando en secreto."Me detengo aqui y me detengo a recordar a todos los que, como a Peter Pan o como a Barrie, decidieron seguir jugando en secreto.Y no es que a uno le moleste crecer. De paso, crecer no es una actividad relacionada con el tiempo -quiero aclarar- sino con el espacio. Ser grande no es ser viejo, es otra cosa, muchachos!
Pero siempre he tenido la sorpresa de que el orden establecido y sus secuaces manifiestos o encubiertos se interesan muchisimo en que uno abandone la niñez para que deje de jugar. Digo, para que uno abandone esa gravedad de los chicos que juegan... esa solemnidad... Quiero decir que los chicos que juegan, no juegan por dinero, ni por obligacion, juegan porque les gusta. Y juegan al juego que les gusta y con la gente que les gusta y sino, no juegan. No juegan por codicia y ademas lo hacen seriamente, sin ese cinismo que viene despues con aquello que suele llamarse madurez. Yo creo que de ahi quieren sacarnos para convertirnos en personas resignadas a nuestra suerte, por mediocre que sea esta suerte. Finalmente hay gentes vulgares que desprecian a los que siguen jugando, a los que siguen soñando, a los que siguen engrandeciendose, no creciendo... Mejor dicho: si creciendo, no envejeciendo.
Quieren que no seamos esa gente que se arriesga en cada cruce, esa gente que juega fuerte como si cada baraja fuera la ultima.

Para los que ya no juegan, para los enemigos de Barrie y de Peter Pan, esto es locura -seguir jugando-. Nos convidan a la resignacion, a la madurez; gente que no soporta a los que -digo- parados en su propia sombra hacen frente, por ahi, a los miembros de su propia generacion que los invitan a crecer - dicen: "Vamos! Tenes que crecer! Y obtener una cuenta bancaria y engordar y renunciar a los cambios bruscos!"... Y a contraer -como suelo decir yo- esa medriocre eficacia que se llama madurez. Pero estos hombres tambien hacen frente a las generaciones mas jovenes que les reclaman el derecho a no jugar, ser vulgares, a no ser señalados finalmente en su vulgaridad. No, yo creo que la vida de Barrie y de Peter Pan y de los que, en secreto, han resuelto seguir jugando es muy dura.
Y, ¿a qué siguen jugando esas personas en secreto, siempre tratando de que nadie los vea? Cuando las personas serias que manejan este mundo, los personeros de la razon, del dinero ven al que sigue jugando lo señalan con el dedo. Pero, ¿a qué juegan? - se preguntaran ustedes.
Y ... algunos juegos parecen inocentes: Digo, hay quienes no pisan las baldosas celestes para no matar angeles y pisan las baldosas rojas, para matar demonios... cuando nadie los ve. Hay quienes, por ejemplo, corren carreras en la calle contra desconocidos y se juegan la vida en llegar a la esquina antes que ese desconocido y dicen cosas tales como: "Si no llego a la esquina antes que el conscripto ese que va adelante mio, morire!"Sucede, a veces, que el conscripto tambien es uno de los que estan jugando en secreto! Y entonces se producen carreras tremendas en la que se estan jugando la vida el conscripto y nuestro amigo! Y nadie lo sabe! Solo ven dos personas apuradas que transpiran y sufren y tratan de llegar primero a la esquina... y, mirandose, todos dicen: "A donde iran estos?" y no saben que se estan jugando la vida! Pero a veces, digo, esos juegos no son tan inocentes y, a veces, el juego consiste simplemente en vivir como si todavia no nos hubiera ocurrido lo mejor. Y ese ya es un juego mas pesado, un juego que a veces cuesta caro, un juego serio. No como los juegos cinicos de los que se cubren con apuestas laterales o aquellos que juegan pero dejan en su bolsillo algun dinero para el regreso. No!Me gusta el que se lo juega todo! Y el que lo juega seriamente como los chicos o con la misma fe poetica que pedia Coleridge para entender el arte, con esa renuncia a la incredulidad. Ese es el juego!

Yo, que tambien como Peter Pan, he perdido mi sombra declaro que pienso seguir jugando... Claro que en secreto... Y el que quiera seguir jugando va a ser mi amigo. Y el que ya no juegue mas se irá a un cielo personal que tengo yo, un cielo de olvido en donde, asi como muchos heroes griegos al morir se convertian en constelaciones, quienes resuelven no jugar mas tambien van a ese cielo de mis olvidos y se convierten en constelaciones, constelaciones que tienen nombres... y apellidos.
Ay, muchachos! Que hermosas estrellas brillan en ese cielo de mi olvido!...Quiero dedicar la charlita de hoy a Barrie, a Peter Pan, a mis amigos queridos que siguen jugando conmigo este juego hermoso pero fortisimo de hacer un programa en el que parece que uno hace chistes...

...Y EN REALIDAD SE ESTA JUGANDO EL ALMA!


Alejandro Dolina
(Monólogo transcripto del programa radial "La Venganza sera Terrible!")