Gelasio I
San Gelasio I | |
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Papa de la Iglesia católica | |
1 de marzo de 492 - 21 de noviembre de 496 | |
Predecesor | Félix III |
Sucesor | Anastasio II |
Información personal | |
Nacimiento | Desconocida Roma |
Fallecimiento | 21 de noviembre de 496 Europa Véase Anexo:Tumbas papales |
San Gelasio I fue un religioso italiano procedente de una familia africana que fue proclamado Sumo Pontifice de la Iglesia Católica Romana, siendo el máximo líder de está institución entre el 1 de marzo de 492 y el 21 de noviembre de 496.
Dionisio el Exiguo, que vivió en Roma pocos años más tarde y recogió la memoria inmediata de su vida, hace de Gelasio un retrato impresionante: su humildad, su determinación en el servicio de los demás, sus mortificaciones personales, su conocimiento de la Biblia, su oración y su piedad, le convierten en el Buen Pastor por excelencia. Fue el primero en usar el título de vicario de Cristo. A diferencia de sus inmediatos antecesores, fue un excelente teólogo: de ahí la claridad que emana de sus abundantes documentos. Destaca en especial el llamado Decreto gelasiano, que proporciona la lista de libros canónicos del Nuevo Testamento y también de los apócrifos.
Datos biográficos
San Gelasio I nació en Roma (aunque algunos historiadores sitúan su nacimiento en Argelia), Italia, procedente de una familia originaria de África.
Pontificado
En el tiempo de su pontificado Italia estaba en guerra, la campaña bélica que le permitió a Teodorico adueñarse de la región había causado graves quebrantos económicos: miles de refugiados cayeron sobre Roma provocando serios problemas de subsistencia.
Para atender a tantas personas el papa Gelasio, puso en práctica los preceptos de la caridad. Por vez primera se redactó entonces un Líber censuum que permitía conocer todas las rentas a disposición de la Sede Apostólica: eran copiosas y sus propiedades —especialmente las de Cerdeña y Sicilia— permitían disponer de abundantes reservas de trigo. Gelasio dispuso que de las rentas se hicieran cuatro partes: una para el papa, que empleaba en limosnas para remedio de tanta miseria; otra parte para el clero; la tercera para repartir entre los pobres; la cuarta y última para la fábrica de las iglesias. Sus excelentes relaciones con Teodorico, pese a ser arriano, dieron a Roma el grado de tranquilidad que necesitaba. señala cómo su obra más importante consiste en haber rematado el proceso de conversión de Roma en ciudad cristiana, suprimiendo la última reliquia de las fiestas paganas, las Lupercalia, degeneradas en un grosero carnaval.[1]
El problema fundamental de la Iglesia seguía siendo las relaciones con Oriente, interrumpidas desde el año 484 por la excomunión de Acacio. El sucesor de éste reclamaba, para suscribir el documento de fe de Calcedonia, que se anulase el decreto de excomunión, pero en esto iba envuelta la negación del primado de Roma. Gelasio se negó: a lo único que accedería fue a perdonar a uno de los legados, Miseno, obispo de Cumas (13 de mayo del 495) porque la falta de éste afectaba únicamente a la disciplina. Se declaró absolutamente decidido a defender hasta el último extremo lo que, andando el tiempo, llegaría a definirse como infalibilidad pontificia. Estas son sus palabras:
En una carta al emperador Anastasio y en algunos otros textos doctrinales, expuso por vez primera con absoluta nitidez las relaciones entre los dos poderes.
Desde una posición de fe absoluta esta doctrina aparece como resultado de una lógica meridiana, pues el único fin de la existencia humana consiste en alcanzar la vida eterna, mientras que los bienes temporales, entre los que se cuenta el gobierno, son solamente medios para asegurar a los súbditos ese fin. Completando esta idea dijo que nadie podía colocarse por encima de aquel hombre a quien la misma palabra de Cristo ha colocado sobre todos los hombres y al que la venerable Iglesia fiel ha reconocido como su primado. Gelasio explicaba la recíproca autonomía de ambos poderes, pero declarando que los dos están sometidos al orden moral del que la Iglesia es fiel custodia.
En el sínodo del 494 se tomaron importantes medidas disciplinarias acerca de la ordenación de sacerdotes y de la acción pastoral. Se le ha atribuido el más antiguo de los formularios conservados para la administración de sacramentos.
Referencias
Fuente
- Francisco Javier Paredes Alonso, Maximiliano Barrio, Domingo Ramos-Lissón y Luis Suárez: Diccionario de los Papas y Concilios. Volumen I: Edad Antigua y Media. Barcelona: Editorial Ariel, 1999, 1ra Edición. ISBN: 84-344-0513-X