La salsa holandesa es la típica salsa que hay que elaborar al baño María para que no se corte.
Aunque se puede hacer por el método tradicional y en algún robot de cocina, aquí os la voy a explicar en el microondas pues es muy fácil, no tiene ninguna complicación, solo un poco de cuidado, y quizás sea la mejor manera de elaborarla y que no se corte.
Y además no hace falta «clarificar» la mantequilla, lo cual no deja de ser «un rollo».
Puede que los paladares más exquisitos noten que no se le ha eliminado el resto de suero a la mantequilla, pero la mayoría no lo apreciará.
La salsa holandesa auténtica solo lleva yemas, zumo de limón, sal y pimienta blanca recién molida, y por supuesto mantequilla.
Es una de las “reinas” de las salsas y sirve tanto para pescado como para carne, para pasteles de verduras, mousses de varios tipos…
Incluso encima de unas «tristes» patatas asadas en el microondas, está buenísima.
Si además encendemos el gratinador del horno tradicional al máximo, las ponemos encima de una bandeja o en la rejilla, y la colocamos en el escalón superior del mismo, para que esté muy cerquita de las resistencias, la salsa holandesa se dora en cuestión de segundos y conseguimos lo que se llama «salsa holandesa sufflé», ¡que es todavía más exquisita!
A mí me gusta más esta salsa con sabor a estragón, como la salsa bearnesa, y por ello le añado vinagre de estragón en lugar del limón, como os la voy a explicar a continuación, pero la podéis hacer de las dos maneras.
Si disponéis de estragón fresco, picarlo y utilizarlo, pues es más aromático que el seco y su sabor es delicioso.
■ 200 g de mantequilla
■ 10 g de agua fría = 1 cucharada
■ 20 g de vinagre de estragón = 2 cucharadas
■ 3 yemas de huevo
■ sal y pimienta blanca recién molida
■ un poquito de estragón fresco si se tiene, o seco
1. Volcar la mantequilla en una jarrita apta para microondas y fundirla a una potencia de 350 vatios, sólo fundirla ligeramente, sin que lo haga del todo, unos 2 minutos pero vigilándola continuamente.
Es preferible que quede algún trocito entero a que esté demasiado caliente.
2. En una sopera, ensaladera grande o bol volcar las yemas, el agua fría, el vinagre, el estragón, la sal y la pimienta y, con un batidor de alambre manual o mucho mejor con la varilla de la minipímer, batir fuertemente hasta que las yemas blanqueen un poco.
3. A continuación añadir toda la mantequilla fundida y batir de nuevo con el mismo batidor.
4. Programar 6 minutos a una potencia de 600 vatios, y meter el recipiente destapado en el microondas.
5. Al principio abrirlo cada minuto y remover con el batidor o con la minipímer, es decir cuando queden 5, 4 y 3 minutos y a partir de ahora, en cuanto empieza a espesar, remover enérgicamente cada 30 segundos.
6. Puede cuajar antes del tiempo programado, mientras batimos fuera ya del aparato, dependiendo del calor que coja el recipiente.
7. Al cabo de estos 6 minutos la salsa holandesa tendrá una consistencia ya de mayonesa.
8. Si el recipiente os parece muy caliente, seguir batiendo fuera ya del microondas durante otros 30 segundos más para que no se corte con el calor residual del bol.
9. Si la salsa llegase a cocer por los bordes del recipiente, que es donde más microondas recibe, inmediatamente se cortaría, pero, a diferencia del método tradicional, es bastante raro que lo haga.
Consejos de cocina y nutrición
■ Si la salsa holandesa se corta, o cualquiera de sus derivados como la bearnesa, cosa que puede suceder, es siempre por exceso de calor, pero se arregla con facilidad.
■ Vaciar el recipiente en el que la hemos elaborado retirando la salsa cortada y aclararlo bien para que no queden restos.
Echar esta salsa cortada en otra jarrita que preferiblemente vierta bien.
■ Volcar ahora 2 cucharadas de agua fría en el bol vacío y sobre esta agua, sin calor y batiendo continuamente ir añadiendo despacito lo cortado.
La emulsión volverá a coger cuerpo.
■ Calentarla después hasta que vuelva a tener la consistencia deseada.
Cuanto más se calienta más espesa, pero más fácilmente se puede cortar si no se hace con mucho cuidado.
■ Tanto la mayonesa tradicional, y todos sus derivados, como esta salsa holandesa, o la bearnesa, son emulsiones en las que el huevo entero o las yemas, en este caso, son el agente emulsionante, y las primeras se elaboran en frío y con aceite de oliva, y las otras en caliente y con mantequilla.
Recordar que la salsa holandesa que se hace en caliente, si se corta, se arregla con agua fría, y que la salsa mayonesa cortada que se hace en frío se arregla con agua caliente.