Eres como la noche, callada y constelada
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Eres como la noche, callada y constelada
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Quien situó
el amor
en el corazón
el odio
en las tripas
y el miedo
en la garganta
olvidó decirnos
dónde diablos
colocar la indiferencia
Te duermes
Te duermes a mi lado.
Caes silenciosamente en ese mundo
donde yo puedo ser alguna remota conocida
una compañera de banca de parque
o la amante
Sonreír,
apoyar a los demás (aunque sea un poco),
mirar las cigüeñas por la ventana,
indignarme hasta la extenuación,
amar,
saltar al vacío de las miradas estancadas,
abrazar a los amigos
no golpear a los enemigos
sentir la lluvia en la calva
perder la vista más allá del fin del mundo
desobedecer en toda ocasión,
desmontar la realidad.
Felipe Zapico, Poeta - músico - escritor y fotógrafo español. (1960 León - Extremadura)