martes, 2 de diciembre de 2025

Tortilla de ajos

 

Hijo del hombre (1964). René Magritte


La tortilla de ajos tiernos estimula los sueños nocturnos. Esta magnífica y civilizada elaboración culinaria activa la creación surreal. Con la ingesta de una tortilla de ajos tiernos, el subconsciente se libera y después de la duermevela, las imágenes oníricas aparecen meneándose dentro de la atmósfera nocturna. 

Son insomnios invertidos que fluyen con el crepitar de las estructuras de acero y el ronquido de las tuberías, con ellos, componemos un mundo surreal de elefantes de patas delgadas y moscas estratosféricas. 

El estímulo creativo que produce la tortilla de ajos tiernos es especialmente intenso en las zonas próximas al mar y si además sopla un viento suave de tramontana, entonces es cuando adquiere su máxima eficacia. Por las montañas y campos de tierra adentro, las imágenes se desvanecen como nubes de azufre glas.  

Cuando a la tortilla se le añaden langostinos, jamón, espinacas, habas o elementos acuosos como los espárragos trigueros, todo decae, ya de nada sirven los relojes blandos, ni los rostros con manzanas, ni los ojos heridos a navaja..., entonces, en la noche de los sueños, ninguna realidad subconsciente nos ampara.

El automatismo pierde ingravidez y la imaginación formal se hunde y se convierte en puro dato.

La tortilla de ajos tiernos es un conglomerado de alicina y jirafas elásticas, de niacinas portentosas y constelaciones mironaianas, de tiamina disuelta en la mirada de Max Ernst. Los ajos tiernos troceados son el embrión riboflaviano de los cadáveres exquisitos.

La tortilla de ajos tiernos es un manjar tan civilizado como los chismes y la repostería. Es tan real como el mundo surreal.

domingo, 30 de noviembre de 2025

Tópicos, surrealismo y carácter de los catalanes


Dejémonos de los tópicos habituales: que si un determinado pueblo es alegre o saltimbanqui, que si una ciudad tiene un color especial, que si las gentes de una región son serios y calculadores, que por allá son todos unos chistosos y por acullá son todos circunspectos... Nada de todo esto, nada, los tópicos son la caricatura de una mentira que se aceptan sin pensar.

Son un burda y perezosa simplificación mental. Se corta todo por el mismo rasero: ni los italianos son frívolos, ni los alemanes son unas cabezas cuadradas, ni todos los andaluces son salerosos, ni todos los catalanes son tacaños... El tópico es un veneno contra la libertad de pensamiento.


Antoni Tàpies


Dentro de la relatividad de mi conocimiento, creo entender un poco el carácter de los hombres y mujeres que viven en Cataluña -como yo- en esta franja de tierra que se extiende desde el Delta del Ebro al Cap de Creus, ya en la raya de Francia.

Estoy convencido de que la conducta de los catalanes no es sino una conducta más, con sus características particulares pero que no tiene nada especialmente notable. Como en cualquier sitio aquí también se cuecen habas, aquí hay hombres y mujeres ilusionados y responsables y otros que huelen tan mal como los de otros sitios.

Más de un entendido en esas cosas de la sociología, ha dicho que el catalán es un individuo surrealista. Tanto si es surrealista como si no, la cultura catalana se compone de una serie de contradicciones, aciertos y mezquindades como todas las demás.

Qué nadie se crea que en esta “franja risueña” hay señoras más amables y jóvenes más audaces que en otros lugares. Aquí se falsean los cuentos como en los demás sitios del mundo mundial. Todo es tan vulgar que da gusto verlo. Nada de pájaros exóticos, aquí simples gorriones inquietos intentando atrapar una miga de pan que haya caído al suelo y todos tan contentos, picoteando.

Por aquí hay quienes sueñan y se quedan dormidos en los laureles, luego al despertar, se encuentran que el mundo ha continuado girando. Los laureles soñados pueden provocar alguna creación surrealista, pero jamás un sueño será un programa de gobierno, aunque algunos estén convencidos de ello.


Paisaje catalán. (1923-24) Joan Miró 


Veo que últimamente, se utiliza el calificativo de surrealista como sinónimo de delirante o como algo disparatado, alucinante, enloquecido, etc. y todo metiéndolo en el mismo saco.

Muchas contradicciones se confunden con el carácter surrealista de los catalanes y ahí colocan lo que muchas veces no es más que una transversalidad de ideas o también colocan un carácter onírico-victimista, que da unos frutos de gran riqueza estética.

Por aquí nos encontramos contradicciones extrañas: modernillos-pueblerinos, obispos izquierdosos, separatistas que a la vez son unionistas federalistas, anarco-carlistas, pacifistas que quieren un ejército, derechistas-andrajosos, etc.

Aquí hay de todo, una diversidad de surrealistas que no lo son, una variedad de gente que ama su tierra y despotrican contra todo mientras degustan un pan con tomate con unas anchoas de L'Escala; miran el mar y dicen parece que la belleza existe y su compañero de mesa replica: está muy mal la cosa.

Pues sí, aquí hay belleza y muchos cascarrabias, tantos como en todas partes

jueves, 27 de noviembre de 2025

Memoria del agua. El jardín persa



Baburnama  s. XV. Miniatura islámica


Allí, en el Paraíso Terrenal, en el Edén, entre los dos ríos, el humedal primigenio es la memoria de una inocencia que aún no conocía la agresión, las quijadas y los colmillos.

Era tierra fértil de vegetación ubérrima y sombras amables. 

Junto a las lagunas se mecían los juncos y crecía la melisa y el vetiver de raíz amarga. Una plétora de fragancias.

Una memoria de aguas cristalinas inunda los campos terrenales del Paraíso. Sólo es un recuerdo o una anotación en el libro de los libros.

Entre los dos ríos crecía el Árbol de la Ciencia, el musgo de tallo parenquimatoso y con ellos una estirpe de odios, venganzas y tentaciones. El Árbol del Bien y el Árbol del Mal. Y después la expulsión y la vergüenza.

Las aguas del humedal se secaban y Babilonia construía una torre muy alta en cuya base las gentes gritaban y no se entendían. La estirpe cainita quería tocar el cielo y perfeccionaba la barbarie.

El desierto iba ganando terreno. Se marchitaban el heliotropo, las lilas y los jazmines. Los cautivos traídos de más allá del desierto colgaban sus arpas en los sauces y lloraban junto a los ríos de Babilonia.

El polvo del desierto cubría los templos y calles de Nimrud y Sippar. Peleaban Susa, Samarra, Nippur y la vieja Ur.

El polvo y las disputas acababan con las lagunas y con los árboles que exudaban la resina del opoponax.

El rey ordenó al jardinero la recuperación de las flores y las aguas. Jardines colgantes y terrazas irrigadas donde pudiera florecer la magnolia y el muguete.

El agua era un anhelo y su posesión era una ostentación.

Los jardines persas siempre fueron anhelo y ostentación. Afán y búsqueda del Paraíso perdido y la recuperación de la memoria. 

Jardín cerrado, pairi-daeza, cruce de dos parterres trazados a escuadra y cartabón y en medio de todo ello el recuerdo del agua.


Nota.- Este texto lo escribí después de tomar unas clases con una profesora particular sobre los jardines persas. Después de aquellas clases llegué a la conclusión de que los jardines persas sólo eran una ostentación y un alarde de quien era el poseedor del agua y podía regar su jardín provocando la envidia del sediento. Definitivamente no me gustan nada los jardines persas.    


martes, 25 de noviembre de 2025

Neruda




https://www.youtube.com/watch?v=dDxwbwxeNXc&list=RDdDxwbwxeNXc&start_radio=1
Concierto para trompeta en mi bemol de Jan Neruda.  

Solista Jürgen Ellensohn, director de orquesta maestro Andrés Orozco-Estrada 

 


Jan Křtitel Jiří Neruda fue un compositor checo del siglo XVIII perteneciente a una familia de músicos, su hermano y sus hijos fueron compositores. Su nombre fue germanizado como Johann Baptiste Georg pero al final, por unas circunstancias u otras, definitivamente se le conoce como Jan Neruda.

No existe ninguna relación de Jan Neruda con el violonchelista romántico Alois Neruda ni tampoco con el poeta y cuentista romántico Jan Nepomuk Neruda de quien Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto poeta chileno, tomó su nombre para convertirse en Pablo Neruda, Premio Nobel.

Parece ser que este apellido recorre desde las tierras de Bohemia hasta la franja de los Andes chilenos, desde la música a la poesía. Del compositor Jan Neruda llegó a Pablo Neruda sin que existiera relación alguna entre ellos. 

Las ideas ilustradas no parece que influyeran demasiado en la música de Jan Neruda, a pesar de vivir en pleno siglo de la Ilustración, 

Fue Konzertmeister en Dresde y un notable compositor conocido y apreciado en su época. Compuso obras sacras, una ópera, 18 sinfonías, diversas sonatas a trío y 14 conciertos para diversos instrumentos. Es especialmente destacable su concierto para trompeta en mi bemol.

Este concierto para trompeta y orquesta compuesta entre 1740 y 1775 sigue la estela del barroco, diríamos que se trata de una obra del barroco tardío. Originalmente fue escrita para corno di caccia. Actualmente se ejecuta con trompeta moderna afinada en si♭ (bemol). 

Particularmente me gusta el segundo movimiento, un Largo que contiene unos fragmentos al estilo de un aria da capo que son admirables. 

domingo, 23 de noviembre de 2025

Cuatro dibujos malos

 


-Esta pluma no me funciona muy bien, tendré que cambiarla.

1) Margarita de Mollerusa tiene una caligrafía muy buena pero no se lo aprecian demasiado.

2) Está en el departamento de Giros y Transferencias esperando que lo prejubilen, pero todavía no se lo han comunicado.

3) Cuando era un hippie se lo creía todo, ahora ya no se cree nada.

4) No se cansa de repetir: Mussolini ha due coglioni così.


-No es problema de la pluma, el problema es que vas perdiendo habilidad en el dibujo.

sábado, 22 de noviembre de 2025

Leo los clásicos

 

Paso temporadas leyendo a los clásicos, y cuando hay cambios de meteorología, todavía más. A veces, la lectura es de corrido, fijándome en las imágenes que refieren la realidad, me gusta como la describen: no plantean ni resuelven ningún conflicto, lo describen y ya está.

Hace mucho tiempo que no me interesa casi nada de la literatura de ficción que se ha escrito después del Siglo de las Luces. La novela actual me parece una literatura para niños adultos, en general, son textos que pretenden demostrar lo "grande" que es la moral del autor y a mí, particularmente, no me interesa que ningún que escritor me diga como resuelve sus conflictos.

Otras veces, en los clásicos, paso de la simple lectura a la digestión de los textos.

¡Qué grandes son Teognis de Mégara, Tucídides, Ovidio, Trasímaco, San Jerónimo, Plauto, Juvenal, Tácito, Séneca, Marcial, Agustín de Hipona, Sócrates, Virgilio, Horacio, Aristóteles, Platón, Marco Aurelio, Adriano, Cicerón...! que buenas digestiones producen.

Luego sus palabras y su calidad literaria las encuentro siglos más tarde en Dante, en Maquiavelo, en Petrarca, en Ausias March, en los moralistas franceses de la Ilustración. Magníficos reencuentros.

La cosa siempre es la misma: la repetición más o menos bien elaborada, en la que la mentira sigue siendo la mentira, la Verdad con mayúscula es un cúmulo de engaños y aunque las pancartas y la literatura se empeñen, la vida es una cuestión de ir tirando y la política es el trapicheo (algunos dicen que es un arte) de beneficiar a los amigos y perjudicar a los enemigos.

De la literatura posterior al siglo XVIII, me interesan pocas cosas de ficción (relato fantástico, novela, cuento) y algunos novelistas y autores de la generación del 98 y otros de reconocidísima solvencia. De lo posterior a la Ilustración, leo eso sí, ensayo, crítica artística, poesía, textos técnicos y científicos, pero nada de relatos o novelas.   

jueves, 20 de noviembre de 2025

Ballet y pensamiento

 
Cabezudos de Llinars del Vallès. Imagen tomada de 

https://constructordegigantes.com/cabezudos/cabezudos-de-llinars-del-valles/


Los hombres de la Cataluña central están poco dotados para el ballet, creo esto es debido a una cuestión de simetría axial, no tanto por su  cara más o menos bonita, sino por su porte.

El ballet clásico exige simetría y pensamiento, mucho pensamiento. El catalán del Bages o de la Garrotxa, piensa bien, pero cuando piensa ladea la cabeza, dice que está pensando, pero en realidad lo que hace no es pensar sino calcular. 

No es así en las mujeres, ellas piensan sin ladear la cabeza, calculan menos porque los números ya los tienen hechos, los tienen de "fabrica", tienen memoria y buen porte. La ben plantada, la Dama de Cadaqués y la Dama de Valcarca, si se lo hubieran propuesto habrían sido, sin duda, unas excelentes prima ballerina o Étoiles.

Para ejecutar un Plié o un Relevé hay que mantener el eje vertical bien dispuesto, sin que nada se ladee. Otros pasos como el Battement tendu, el Arabesque o una Pirouette, jamás se podrán ejecutar con la cabeza ladeada como suelen tenerla los pensantes que calculan.

Si un determinado aspirante a bailarín, ya sea del Solsonés o de Les Garrigues, pretende danzar y mantener la cabeza recta, ya sabremos que no piensa y enseguida comprobaremos que sus giros y piruetas serán una farsa artística sin contenido, porque danzar sin pensar es imposible.

martes, 18 de noviembre de 2025

El kebab

 

El Döner-Kebab es una elaboración culinaria propia de la cocina turca. Consiste en una amalgama de carnes mezcladas de ternera, cordero y pollo ensartadas en una barra metálica vertical formando una masa conglomerada en forma de cono truncado.

Las carnes amalgamadas se asan en un asador vertical que va girando despacio mientras el cocinero turco va untando el cono con aceites.



El giro de las carnes me recuerda la danza mística de los derviches giróvagos de Konya. Es una danza sufí en la que los danzantes entran en trance mientras giran sobre si mismos.

Ladean la cabeza que llevan cubierta con un largo gorro en forma de cono truncado, del mismo tamaño y color que la amalgama de carnes del Kebab.


Todo gira, las carnes pringadas y los derviches giróvagos mevlevi que meditan girando hasta alcanzar el éxtasis místico y entrar en comunión con el giro de las constelaciones mientras el kebab se asa y rezuma.

domingo, 16 de noviembre de 2025

Líneas de quietud y recogimiento

 

Hay una línea de quietud y recogimiento que recorre la historia de la arquitectura. Va desde la geología a las esculturas arcaicas; va desde los templos a los palacios y a otras formas de la arquitectura. Va desde el menhir a las esculturas vacías y llega a los muros escuetos del minimalismo arquitectónico actual.

Es un minimalismo de piedras que parece encaminado a la liberación del espíritu, es una ascesis pragmática que sirve para la eliminar lo superfluo.



Hay una quietud de menhires que apunta al cielo. Piedras que esconden en su base arqueológica los ritos de la muerte. Es un silencio petrificado de sombras antiguas.


Hay quietud en los muros y bóvedas del románico. Son paredes de silencio que invitan al recogimiento, pero, sin embargo, son piedras con coqueras que contienen el eco de unos sermones enardecidos que duermen en la oquedad.



Hay quietud escolástica en las ojivas, en las gárgolas y en los arbotantes de la arquitectura gótica que con su silencio vertical, pretenden alcanzar la virtud.


Hay quietud equilibrada en los patios humanistas, hay contención autónoma y recogimiento en la éntasis de las columnas del Renacimiento. Es el anhelo entero de conocimiento universal que discurre entre la divina proporción, que es la proporción humana.



Hay un minimalismo frío de bosques de abedules en la arquitectura de Erik Gunnar Asplund que anhela la luz.


Hay una quietud de vacíos que delimitan el espacio en las esculturas de Chillida. Son silencios robustos.


Hay un minimalismo de sombras que se petrifican en las superficies crudas de Tadao Ando. Es un silencio estático.



Hay una quietud esquizoide que pretende la nada, pero esto no es quietud ni recogimiento, es una vanidad que se vale de la lujuria de materiales costosos que se exponen sin pudor en las revistas de decoración.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Aquí



Adolphe Déchenaud (1868-1926)


Esta tarde un turista me preguntó por una calle, era una calle céntrica.

Me entraron unas ganas terribles de contestarle "Sorry, I'm not from here" (perdona, yo no soy de aquí).

Naturalmente, le contesté con la educación debida y le indiqué dónde estaba la calle Balmes.

Siempre me ha embargado el deseo de no ser de ningún sitio. ¡Cómo me gustaría no ser de aquí! o que este aquí fuera tan insignificante  que no cupieran en él ni los prejuicios ni los tópicos.