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miércoles, 30 de octubre de 2013

Tortilla de bacalao con cebolla y pimiento caramelizados

 

   La de hoy es una receta que no es ni receta. Una tortilla sencilla. Cuatro ingredientes. Pero está tan rica que quería enseñaros como hago yo la tortilla de bacalao. 

   Como siempre en las tortillas, está la pelea: ¿muy hecha o poco hecha? ¿Cual es su punto justo? Perdón pero aquí no voy a ceder: una tortilla de bacalao como está rica es así, jugosa, casi líquida, que se deshaga... ahora que si el pinche quiere pasar la suya otra vez por la sartén porque así no le gusta, allá él. Aquí hemos venido a disfrutar de la comida, así que como siempre, para gustos los colores, y cada cual tiene que hacer la tortilla como más le guste, para disfrutarla. 

   Al toque clásico de la tortilla de bacalao tan típica de mi tierra he querido darle un toque especial con la cebolla y el pimiento rojo caramelizados. Eso, un buen bacalao, unos buenos huevos... y una cena rica, y además ligera. ¿Quien se apunta? 

miércoles, 1 de febrero de 2012

Calabacines rellenos de salmón, gambas y ricotta


   La semana pasada estuvimos pasando unos días estupendos en el norte de Italia, y como en cada viaje, quise traerme algún recuerdo comestible. Cuando vi estos calabacines pequeños y redondos, ideales para rellenar, mi imaginación empezó a volar... no pude resistirme.

   Al relleno le he dado unas cuantas vueltas, pero tenía en la cabeza rondándome la combinación salmón-queso, que últimamente hemos comido en empanada y en pizza, y me apetecía mucho. Pero como estas últimas semanas hemos comido bastante salmón, tampoco me apetecía que fuera protagonista absoluto de este plato. 

   Así que tras meditarlo un poco... ¡el resultado fue todo un acierto! Son fáciles de preparar, porque no hace falta hacer bechamel, el queso ricotta o requesón hace una crema con una consistencia estupenda para el relleno, y el salmón y las gambas le dan un sabor muy bueno. Iba a poner unos tomatitos cherry picados... pero se quedaron olvidados en la encimera. Podéis ponerlos si queréis.


   Me han encantado estos calabacines. Además de visualmente, que quedan preciosos para rellenar, las semillas no se notan, son muy pequeñas y se puede aprovechar toda la carne, que además es muy suave y da al relleno una textura muy cremosa. Y desde que he descubierto lo cómodo que es el sacabolas para vaciar verduras, lo hago en un momento, lo utilizo hasta para los tomates, es comodísimo.

   Si no los encontráis, se pueden comprar calabacines grandes y hacer una especie de vasitos, como en la receta de calabacines rellenos de champiñones, que quedan también estupendos.

martes, 24 de enero de 2012

Salmón con mermelada de naranja


   Esta receta es todo un vicio. A los que seguís muchos blogs de cocina, seguro que os suena. Pero es que es probarlo y te quedas enganchada... y quería compartirlo con vosotros, claro. La receta original es de Cogollos de Agua

   Como otras preparaciones parecidas, como el salmón caramelizado con salsa de soja, es contundente y en grandes cantidades podría resultar empalagoso. Es mejor preparar una ración y quedarse casi con ganas de más. Está buenísimo.

   El salmón es uno de los pescados que más preparamos desde que estamos en Viena, y es que es de los que encuentro con mejor relación calidad-precio. Y como me aburre, me gusta disfrazarlo con este tipo de recetas. El resultado es espectacular, con un juego de sabores estupendo.

   La receta más fácil no puede ser. Perfecta para impresionar, para darse un capricho o para una cena romántica (ahora que se acerca San Valentín y muchos estaréis buscando ideas...). Lo único que no todos los ingredientes son de los que hay en todas las casas (aunque en la mía no faltan). La receta lo vale, y tanto la mermelada, como las semillas de amapola (podéis encontrarlas en herboristerías), las almendras y el jengibre son productos económicos que aunque no soláis utilizar, se pueden comprar sin problema para una cena especial. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Risotto de gambas y salmón ahumado


   Si, lo confieso, me encantan los risottos. La verdad es que el arroz me gusta de cualquier manera, y combina estupendamente con lo que haya por la nevera. Pero un buen risotto me pierde. Y además, según dicen, se me da bien.

   Para mi el truco es utilizar un caldo casero, y no dejarlo solo ni un momento, estar vigilándolo, dándole vueltas, añadiendo caldo... 

   Nuestro risotto de hoy, marinero. Bueno, semi-marinero. Lo ideal sería que tuviera un buen caldo de pescado como base, un pescado o marisco fresco... pero no nos quejamos, que estamos en Viena, y aquí lo más marinero que hay es el Danubio... Que no, no es azul. 

   Así que con unas gambas congeladas (pero de las gordas, ¿eh?) y un poco de salmón ahumado, hemos preparado un plato de domingo que para los medios disponibles, y a pesar de las ganas de unas fabes con almejas, no ha estado nada mal.

   La idea de añadir unas especias, en este caso mostaza en polvo y semillas de cilantro la he tomado de Gastronomía&Cia buscando como dar algo de sabor a este risotto de mar sin pescado. Aunque casi no se perciben sí aportan un toque extra de sabor que no le viene nada mal. Igual que el tomate. El caldo era tan sólo de verduras: zanahorias, apio, puerro, perejil, nabo, ajo.

   Que no os engañe el color, que es el mismo que el risotto de calabaza, pero no tiene nada que ver. Una muestra más de como un rescate de sobras de nevera y congelador puede ser un éxito rotundo.

jueves, 28 de julio de 2011

Anchoas (o boquerones) encebolladas a la cazuela


   Como sabéis, siempre que vengo a Bilbao aprovecho para comer pescado. Y concretamente las anchoas me encantan. Normalmente las preparo abiertas y sin más que rebozadas, para mí es todo un manjar.

   Pero por cambiar, por hacerlas un poco más ligeras, por dejarlas hechas con antelación... esta otra forma de prepararlas está buenísima. Con la salsita, con el toque de vinagre como si fuera un escabeche. Es un poco latoso limpiar las anchoas, pero una vez puestos en faena es bastante mecánico y se hace rápido.

   Siempre peleo con mi pinche sobre si anchoas o boquerones... Él dice que son anchoas sólo son si están en salmuera. Yo digo que son siempre anchoas salvo si están en vinagre, entonces boquerones. En realidad no tenía yo muy claro si eran tan sólo diferencias de idioma por regiones o hablábamos de distinto animal. Investigando un poco, creo que anchoas (en el País Vasco), bocartes (en Galicia, Asturias y Cantabria) o boquerones (en el resto) son lo mismo. Pero lo siento, señor pinche, si me preguntas a ver que hay para comer... siempre te diré anchoas.

lunes, 18 de julio de 2011

Bacalao en salsa de limón y huevo


   Desde que estamos en Viena, prácticamente el único pescado que comemos es bacalao. Aprovechamos los viajes a casa para traer unas cuantas bandejas de bacalao salado y lo vamos comiendo poco a poco. A veces encontramos algunos buenos lomos de salmón o bonito congelado, o unas truchas, pero normalmente no es así.

   Antes no lo preparaba nunca, pero ahora me ha enganchado y siempre estoy buscando nuevas formas de cocinarlo: bacalao dourado, club ranero, al ajoarriero, en saquitos con pasas, o simplemente con tomate y pimiento, en ensalada de bacalao con naranja....

   Por eso en cuanto vi esta receta de Lolah, sabía que no tardaría en hacerlo. Está buenísimo. El toque de limón le va estupendamente a la salsa cremosita (que a mi me quedó mucho más gorda que a Lola, pero estaba tremendamente buena...), y a las patatas, y al bacalao... ¡un vicio!

   El la original se llama fricasé de bacalao.  Un fricasé es tradicionalmente un guiso de algunas regiones de francia, normalmente de carne de ave de corral, pero también de otras carnes o pescados. A mi me suena demasiado fino para un plato de un día normal, por lo que prefiero llamarlo bacalao en salsa de limón. Pero no dudéis que cuando lo prepare para amigos, diré fricasé, que queda tan finolis... es como el solomillo Wellington, que me da hasta risa.

   Y si Lola se quejaba de sus preciosas fotos, no os digo nada yo de lo mal que se ven las mías. Pero es que la receta sale tan rica que no podía dejar de contárosla... Saladita, ácida por el limón, cremosa...

martes, 5 de julio de 2011

Salmón caramelizado con salsa de soja


   Tras tener el blog un poco abandonado a la vuelta de vacaciones (¡cómo me ha costado arrancar y ponerme las pilas!) vuelvo con una receta que espero que os guste tanto como a nosotros. Este salmón caramelizado con salsa de soja es una receta que me dio mi amiga Patri hace un tiempo, y que tenía pendiente repetir para publicarla en el blog. Y para disfrutarla otra vez, claro, ¡está buenísima!

   Ella no me dio más que unas pautas para hacerla, así que puede que la receta original sea incluso mejor. Pero os puedo asegurar que así queda irresistible. No es como para comer un plato grande, ya que puede resultar demasiado por el caramelo. Pero para nosotros, la cantidad de un lomo pequeño de salmón por persona, está muy bien.

   Lo he acompañado de un poco de arroz jazmín, sin más que aliñado con unos anacardos y un chorrito de aceite de oliva. El plato no necesita más complementos.

   Aprovecho la entrada para contaros que mi receta de sopa fría de yogurt y melón ha sido elegida como una de las 25 ganadoras del concurso de Lazy Blog. A finales de año, Paco publicará su libro con recetas del blog, y en él saldrán también nuestras versiones de sus recetas. Me hace muchísima ilusión.

   Pero es que además, mi receta ha sido una de las tres ganadoras de un estupendo lote de carne de Villa María. ¡Y comparto premio nada menos que con Sandeea y David Monaguillo! Estoy que todavía no me lo creo...
 
   Así que vamos con la receta, que creo que está a la altura de las circunstancias, ¡que la disfrutéis!

domingo, 15 de mayo de 2011

Merluza rellena de setas y gambas



    Cuando vuelvo a casa desde Viena aprovecho siempre para comer pescado. Es algo que echo mucho de menos por aquí. Así que la última vez que he estado he aprovechado todo lo que he podido: sopa de pescado, unas estupendas anchoas del cantábrico… y entre más cosas, esta riquísima merluza rellena. Es una forma de prepararla muy fácil pero con un resultado buenísimo. Además mi madre tenía ganas de comerla hace tiempo, es una receta que hacemos desde hace años pero que de vez en cuando nos olvidamos de ella.

   Las cantidades son a ojo, más que nada porque no influyen en el resultado. Lo importante es que los ingredientes sean buenos. Una buena merluza, gambas, setas... yo he usado esta vez también unos champiñones porque setas tenía pocas y tenían una pinta muy buena.



Ingredientes:
-          1 merluza no muy grande, o una cola de merluza. Limpia y sin espina, pero con piel
-          1 cebolla
-          Un buen puñado de gambas o langostinos pelados
-          Setas al gusto. Yo he utilizado mezcla de setas y champiñones
-          Un chorro de vino blanco
-          Sal, pimienta, aceite de oliva virgen
-          Una aguja de coser gruesa, hilo grueso

Preparación:
   Primero tenemos que preparar el relleno. Picamos la cebolla y la ponemos a pochar con un buen chorro de aceite y una pizca de sal.

   Cuando comience a ablandarse, añadimos las setas y los champiñones troceados y rehogamos un par de minutos. Luego añadimos las gambas partidas en trozos de 1cm y una pizca de sal y de pimienta y rehogamos otro minuto. Por último, añadimos un chorro de vino blanco y subimos el fuego. Cocinamos hasta que reduzca el vino y reservamos.

   Limpiamos la merluza con agua fría y la salamos ligeramente por fuera y por dentro y la colocamos en una fuente apta para el horno. Precalentamos el horno a 180º.

   Colocamos el relleno bien extendido por uno de los lados de dentro de la merluza, formando una capa de un centímetro aproximadamente o algo más. Cerramos la merluza a modo de bocadillo, estirando bien, de forma que se cierre lo más posible.


   Tan sólo queda coserla con cuidado. Con ayuda de una aguja, cosemos los bordes, cogiendo bien la piel, que no se partirá. Tiene que quedar tenso pero no demasiado fuerte, para que no se rompa al cocinarse, y consigamos que no se abra.

   En el fondo de la fuente ponemos un poquito de agua para que no se seque en exceso, como medio vaso, y regamos la merluza con un hilo de aceite.

   Horneamos unos 15-20 minutos, dependiendo del tamaño de la merluza. Tiene que quedar bien hecho hasta adentro sin que se llegue a secar en exceso.

   Al sacar del horno, con cuidado de no quemarnos, cortamos el hilo y lo retiramos antes de servir.

Editado: Gracias a todos por vuestros comentarios. Blogger ha borrado los del jueves, pero los leí todos. Gracias por pasar y comentar, todos y cada uno me hacen mucha ilusión


lunes, 4 de abril de 2011

Falso risotto de quinoa con salmón


   La receta de hoy ha sido todo un descubrimiento. La idea me la dio mi amiga Itxaso, aunque la receta no vino con muchos detalles. "Pues sí, lo haces y luego con un poco de leche...". Así que he improvisado. No sabía si el plato terminaría en la basura, pero el resultado ha sido buenísimo. 

   Evidentemente no se parece mucho a un risotto, pero queda cremoso y la idea es parecida... llamémosle falso risotto y que nadie se tire de los pelos...

   La quinoa es algo así como un superalimento. Es un pseudocereal (ya que no es un cereal propiamente) con una cantidad enorme de aminoácidos y de muy fácil digestión. Además tiene muy pocos carbohidratos, muchas vitaminas y minerales, y no tiene gluten. ¿Se puede pedir más? Ah, si, que esté rica.  Yo la probé en ensalada, como si fuera un tabouléh para I Love Tapas, y no sabía muy bien en que otros platos usarla. Tiene un sabor especial y una textura también distinta, que merece mucho la pena probar. En casa ya se ha adueñado de un huequito en nuestra dieta.


   Me ha gustado mucho este falso risotto con salmón, os animo a que lo probéis y me deis vuestra opinión. 

Ingredientes (para 2 personas):
   - 1 vaso de quinoa
   - 1 lomo de salmón, como una ración pequeña
   - 1/2 cebolla
   - 5 tomatitos cherrys (o tomate normal)
   - 1/2 vaso de vino blanco
   - 1/2 vaso de leche
   - Queso brie o camembert
   - Sal, aceite de oliva, pimienta

Elaboración:
   El primer paso es elaborar la quinoa. Hay que lavarla muy bien antes de cocinarla en agua fría, para eliminar todo el polvillo exterior. Una vez lavada y escurrida, la ponemos en una cazuela y la calentamos unos minutos, para que se evapore el agua y se tueste ligeramente. Cuando empiece a desprender un aroma a tostado, le damos unas vueltas más y añadimos algo menos de 3 vasos de agua. La proporción normal es de 1 de quinoa y 3 de agua, pero en este caso luego le añadiremos más liquido.

   Añadimos un poco de sal y cocemos a fuego medio unos 15-20 minutos, hasta que se absorba todo el agua. Una vez cocida, la quinoa se vuelve transparente.

   De mientras, picamos la cebolla en trozos pequeños y la ponemos a pochar en una sartén con un chorrito de aceite. Una vez bien blanda, añadimos el salmón en tacos de unos 2cm y el tomate muy picado. Salpimentamos y salteamos durante unos minutos.

   Cuando esté hecho el salmón y cocida la quinoa, añadimos el vino a la sartén. Enseguida incorporamos la quinoa y removemos bien. Seguimos cocinando unos minutos a fuego algo fuerte hasta que se absorba y reduzca todo el líquido. 

   Retiramos del fuego y añadimos la leche, removiendo hasta que se mezcle bien. 

   Servimos bien caliente y colocamos unas rodajas de queso brie sobre cada plato. La mezcla del queso derretido con la quinoa y el salmón es espectacular. 


lunes, 28 de marzo de 2011

Bacalao Dourado o Bacalhau à Brás



   En mi última visita a Bilbao me traje una pequeña remesa de Bacalao. Hasta ahora no me había animado mucho a prepararlo en casa, pero a partir de ahora cada vez que venga visita de España, encargo bacalao. Como echo de menos el pescado aquí en Viena...

   Esta receta tenía muchas ganas de hacer esta receta típica portuguesa. La probé una vez. No tengo ni la más remota idea de dónde, pero me quedé con el nombre. Bacalao dourado, o dorado, es por el bonito color del plato... pero no sabía ni que llevaba. 

   Así que cuando tenía unas estupendas migas desaladas, me puse a buscar la receta. La encontré en algunos blogs, pero me quedé con la receta de Mercado Calabajío. Sus recetas, además de perfectamente explicadas paso a paso, son éxito asegurado... Allí he descubierto el otro nombre de la receta, en portugués Bacalhau à Brás. Parece ser que este era el nombre de un mesonero de Lisboa que puso de moda este delicioso plato. 

   El resultado, riquísimo. Y se hace con 4 ingredientes. Aunque al leer la receta puede parecer un poco elaborado, todos los pasos son muy sencillos, y merece muchísimo la pena.


Ingredientes:
   - 250g de bacalao salado. Yo usé unas buenas migas
   - 2 patatas
   - 2 huevos grandes
   - 1/2 cebolla
   - 2 dientes de ajo
   - Sal, aceite de oliva virgen extra

Preparación:
   Lo primero que tenemos que hacer es desalar el bacalao. Para ello, lo ponemos en agua fría en remojo unas 24-36 horas. Durante este tiempo deberemos cambiarle el agua unas tres horas, y conservar siempre en la nevera. El tiempo dependerá del grosor de las piezas. Yo tenía unas migas grandes, así que lo tuve algo menos de 24 horas y quedaron perfectas.

   A la hora de preparar el plato, lo primero es freír las patatas, muy finitas, tipo patatas paja. Para ello, las pelamos y lavamos, y las cortamos lo más finitas que podamos. Si tenemos una mandolina, perfecto. Si no, yo lo hice con paciencia y un cuchillo bien afilado... no se tarda tanto. Ahora es donde viene el truco: para que no se peguen, las ponemos unos minutos en un cuenco con agua fría antes de freírlas. Así perderán el almidón y no se pegarán nada.

   En abundante aceite muy caliente, freímos las patatas muy bien secas en un papel de cocina, en tandas para que no se amontonen mucho, hasta que estén doradas. Las colocamos sobre otro papel de cocina para que suelten el aceite sobrante y reservamos.


   Mientras vamos friendo las patatas, cocinamos al vapor unos minutos el bacalao, para poder desmigarlo cómodamente. En una vaporera es lo más cómodo. Si no tenemos, en una sartén con un mínimo de agua y con tapa, lo haremos perfectamente. Un par de minutos es suficiente. Después, lo dejamos templar y lo desmigamos.

   En una sartén grande, en la que luego pondremos todos los ingredientes, ponemos a pochar la cebolla muy picada. En la misma sartén, ponemos un diente de ajo entero con piel pero golpeado, que luego retiraremos. Aparte, en un mortero, majamos el otro diente de ajo y le añadimos un dedo de agua. 

   Cuando la cebolla esté muy blanda y ligeramente dorada, retiramos el ajo y añadimos las migas de bacalao. Cocinamos un par de minutos, y añadimos el ajo que teníamos majado con el agua. Removemos hasta que se evapore el agua, y entonces añadimos las patatas.

   Cocinamos todo junto otro par de minutos, para que se mezclen los sabores.


   Batimos los huevos con una pizca de sal y la añadimos a la sartén. Removemos hasta que cuajen, pero sin que llegue a quedarse seco.

   Servimos caliente con unas tostas de pan para acompañar. Podemos colocar sobre el plato cebolla, perejil picado y aceitunas negras. Pero yo lo acompañé de una sencilla ensalada de tomate, que combina perfectamente con el sabor.


miércoles, 19 de enero de 2011

Bacalao al "Club Ranero" (y truco para hacer el pil-pil)


   En mi casa las comidas de Navidad y fin de año son extensibles al fin de semana siguiente, y más si como este año el domingo es el día siguiente a navidad: comilona los 3 días. Y nosotros encantados. Así somos, no nos cansamos de comer bien. Y yo, menos aún si es pescado, que tanto lo echo de menos en Viena.

   Y este plato, Bacalao al "Club Ranero" fue el que comimos el día 26 en casa. El nombre del plato, según he encontrado aquí, surgió al añadir verduras a un bacalao al pil-pil para que cundiera más para una comida de un club de jugadores de rana.  El caso es que se trata de un plato tradicional de la cocina vasca, y que, aunque algo elaborado, sobretodo por el pil-pil, merece muchísimo la pena. 

   Si os acordáis, fue uno de los platos que hicimos en la comida familiar que organizamos antes de marcharnos a Viena, pero en ese caso como eramos muchos a comer lo compramos hecho.

   Además, os voy a contar un truco para hacer el pil-pil. Así se hace rapidísimo y muy fácil, y nos evitamos las agujetas de menear la cazuela, sobretodo si es muy grande. Ya nadie puede negarse a hacer un rico bacalao al pil-pil por resultar muy complicado.

   Los ingredientes que pongo aquí son para 4 personas, pero como veis en la foto, en casa hicimos mucha más cantidad.

Ingredientes: 
   - 1 buena tajada de bacalao en salazón, bien gruesa
   - 1 calabacín
   - 1 pimiento rojo
   - 1 pimiento verde
   - 2 tomates
   - 1 cebolla
   - Aceite de oliva, en gran cantidad
   - Sal

Preparación:
   El primer paso es desalar el bacalao. Colocamos la tajada en abundante agua, que quede muy bien cubierta. Lo normal es tenerlo unas 48 horas, cambiandole el agua de vez en cuando, unas tres veces en total. Para esta ocasión, como las tajadas eran muy hermosas, y al ser tanta cantidad, estuvo en agua tres días, cambiándole el agua unas 6 veces. Y aún así estaba alegre de sal, imaginaos el tamaño del bacalao.

   Con las verduras bien picadas, hacemos un pisto. Si las troceamos muy pequeñas, además de hacerse más rápido, se integrarán mejor con la salsa, pero esto es cuestión de gustos. No le vamos a añadir patata ni huevo, tan sólo el calabacín, la cebolla, los pimientos y el tomate (que añadiremos más tarde), las cocinamos en una cazuela con un chorro de aceite y una pizca de sal, a fuego medio, una media hora por lo menos. El tomate pelado lo añadimos a mitad de la cocción. Para que se hagan las verduras, es mejor tener la cazuela tapada, pero al final deberemos destaparla un rato para que se reduzca el caldo casi por completo. 

   Cortamos el bacalao en tajadas individuales, y en una cazuela ancha, donde ocupen casi toda la superficie pero separadas, las cubrimos con aceite. Las freímos unos minutos por cada lado, a fuego no muy fuerte y apartamos del fuego. Retiramos el bacalao, conservando el aceite, y utilizamos otro recipiente ancho para hacer el pil-pil.


   Añadimos la mitad del aceite de freír el bacalao aún templado a la nueva cazuela. Utilizamos un colador pequeño, como el que usaríamos para colar la leche, de rejilla. Sumergimos el culo del mismo en el aceite y lo vamos meneando con movimientos pequeños pero firmes, hasta que veamos que comienza a engordar. Vamos moviendolo por todo el aceite hasta conseguir el pil-pil: una crema blanca más o menos espesa. Una vez engordado el aceite que teníamos, vamos añadiendo el resto del que hemos utilizado para freir el bacalao, y repitiendo los movimientos del colador, hasta completar todo el aceite y lograr el espesor que queramos en la salsa.

   Así conseguiremos hacer el pil-pil con muchísimo menos esfuerzo que moviendo la cazuela con el bacalao incorporado. Al quedarse las proteínas del pescado en el aceite, esto ya es suficiente para que éste engorde y se convierta en la rica salsa tan auténticamente vizcaína. Para nuestro plato "Club Ranero" no nos interesa un pil-pil muy gordo, pero esto también va en gustos. Tan sólo es cuestión de trabajar más el aceite y seguirá engordando.

   Colocamos la salsa en la cazuela del principio y volvemos a colocar las tajadas, moviendo un poco para que queden cubiertas, y a la hora de servir, la calentamos a fuego suave, sin que llegue a hervir.


   Se puede servir poniendo en la propia cazuela el pisto sobre el bacalao, como vemos en la foto, o directamente en el plato el bacalao con su pil-pil y acompañado del pisto. O una cama de pisto sobre la que colocamos el pescado... Lo importante es la mezcla de sabores en nuestro paladar... 

   Que conste que esta vez en mérito no es mío, sino de mi abuela, pero no quería dejar de enseñaroslo. Era además la primera vez que probaba a hacer el pil-pil con el truco que os he enseñado, y ha quedado encantada. Y es que la mano de las abuelas...

   

martes, 2 de noviembre de 2010

Bonito encebollado con salsa de soja


   En Austria no hay costumbre de comer pescado. Conclusión: No hay manera de encontrarlo. En el mercado sí, pero a precio de langosta... "para ocasiones especiales" como me dijeron el otro día...

   En el supermercado, sólamente en la sección de congelados. Y viene en forma de cubos. Luego no está mal de sabor, pero está cortado en forma de cubos, de 10x10 cm y 1cm de altura... pero bueno, es lo que hay, así que lo compro.

   Y que sorpresa al abrir el otro día una caja de atún, esperando encontrarme cubos de atún y me encontré dos estupendas tajadas!

   Se merecían una elaboración especial, así que nació este estupendo Atún encebollado con salsa de soja.

Ingredientes:
   - Atún limpio para 2 personas
   - 1 cebolla pequeña
   - 2 tomates de pera
   - 1 chile rojo fresco pequeñito (opcional).
   - 3 cucharadas de salsa de soja
   - Sal, aceite de oliva, pimienta negra
Preparación:
   En una sartén, con un poco de aceite de oliva, pochamos la cebolla en juliana un par de minutos, junto al chile picadito sin pepitas. Añadimos los tomates picados en dados pequeñitos, mezclamos bien y añadimos 3 cucharadas de salsa de soja. Tapamos y cocemos a fuego suave unos 10 minutos, hasta que la cebolla esté muy blanda.

   Cuando tengamos lista la salsa, la retiramos a un cuenco o plato aparte. Salpimentamos el bonito y lo hacemos en esa misma cazuela: que se dore por ambos lados, pero sin llegar a hacerse del todo. Añadimos la salsa que teníamos reservada, tapamos, y cuando rompa a hervir retiramos del fuego: terminará de hacerse con su propio calor.

   Original, fácil y rápido, con un ligero toque picante que le va estupendamente.

martes, 28 de septiembre de 2010

Wok de rape y gambas al curry rojo


   Estos días de mudanzas y preparativos tan sólo tenemos tiempo de preparar cositas rápidas de comer, pero no por ello menos ricas! Como este curry rojo de rape y gambas. Lo único complicado es encontrar la pasta de curry rojo. Lo demás, más fácil imposible. Tenía unas colas de rape y unas gambas (de las gordas, que sepan a algo) congeladas, así que nos preparamos un plato riquísimo en un momento.

   Como era la primera vez, se me fue un poquito la mano con el curry y pica mucho mucho, pero a nosotros nos gusta así. Además como los fideos de arroz son sositos la mezcla queda muy rica. 

Ingredientes:
   - 2 colas de rape pequeñas o 1 mediana
   - Un buen puñado de gambas grandes o langostinos, pelados
   - 1/2 cebolla
   - 1 zanahoria pequeña
   - 1 pimiento verde pequeño
   - 2 cucharadas (o 1, al gusto) de pasta de curry rojo
   - 1 vaso de agua
   - Para acompañar: Fideos de arroz Vermicelli

Preparación:
   Cortamos las verduras en juliana y las salteamos en un wok o sartén. Cuando empiecen a ablandarse, añadimos una o dos cucharadas de pasta de curry rojo y medio vaso de agua y cocinamos a fuego medio unos 5 minutos. Si vemos que queda muy seco podemos añadir algo más de agua.
   Cortamos el rape en trozos de bocado y lo hacemos ligeramente a la plancha. no hace falta que se haga mucho, tan sólo que se dore ligeramente por ambos lados.

   Aparte, ponemos a cocer los fideos de arroz. Lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante. En mi caso, los cocemos 2 minutos en abundante agua hirviendo con sal. Cuando estén listos escurrimos y reservamos.

   Añadimos el rape y las gambas al wok y cocinamos hasta que se hagan, con un par de minutos servirá.

   Servimos sobre los fideos y disfrutamos acompañados de vino blanco o cerveza fresquita, que nos harán falta para bajar los calores del picante. ¡Que aproveche!

viernes, 3 de septiembre de 2010

Tortilla de pescado y cebolla caramelizada

 
   Cuando vengo a Bilbao unos días una de mis obsesiones es comer buen pescado. Si, en Madrid también se puede encontrar, pero normalmente a altos precios, o en pescaderías de barrio a las que nunca tengo tiempo de ir... Así que cuando estoy aqui, aprovecho. Y prácticamente como más me gusta es al horno sin más que con un poco de sal y luego un sofrito de ajos y una gota de vinagre por encima... 

   Y a veces sobra, y claro, al día siguiente no está tan bueno, así que cuando vi la idea de utilizar los restos de pescado al horno para hacer una tortilla en Pistoynopisto, me pareció una idea fantástica. Ya lo hemos hecho algunas veces, pero aún no os lo habñia enseñado, y ¡está riquisima!

   Y es ligero, y aprovechas los restos y es fácil y es sano y es ligero... ¿quien da más?


Ingredientes:
   - Un buen trozo de pescado al horno, sobras de la noche anterior. En mi caso, lomo de merluza y algo de cogote
   - 1 cebolla
   - 4 huevos
   - Sal, aceite de oliva, pimienta negra o especias al gusto

Preparación:
   Lo primero que tenemos que hacer es caramelizar la cebolla. La ponemos en juliana a fuego suave  mucho rato, hasta que se vaya caramelizando en sus propios azúcares. Esta es la forma idónea, pero si no tenemos tiempo yo suelo hacerla añadiendo una cucharadita de azúcar moreno y un chorrito de vinagre de módena a la cebolla pochada y cocinando un par de minutos más.

   Desmigamos bien el pescado, teniendo especial cuidado en que no queden espinas. Lo añadimos a los huevos batidos junto a la cebolla caramelizada. Si el pescado tenía guarnición también podemos ponerla  troceada en la tortilla: pimientos, patatas, tomate... Añadimos una pizca de sal y pimienta, u otras hierbas arómaticas o especias que nos apetezcan: tomillo...

   Volcamos a la sartén y cuajamos al gusto, como una tortilla de patatas. A mi me ha quedado un poco más finita de lo que me habría gustado, tras un pequeño percance con las sartenes de mi madre y la placa de inducción que aún no controlo... pero estaba deliciosa. Acompandolo de una buena ensalada tenemos un rico plato único.


viernes, 30 de julio de 2010

Ensalada templada de bonito patata y tomate


   Bueno, ¡tenemos un veranito cargado de concursos! Esta vez le toca el turno al concurso de Recetas de Ensaladas de Alfonso, de DeRechupete.

   Esta ensalada tan rica tenía pendiente de hacerla para publicarla desde hace tiempo. Así que cuando ví el concurso, tuve claro cual iba a presentar. 

   Os voy a contar como la descubrimos, que es una historia que me hace mucha gracia. Mi madre venía conduciendo del trabajo con la radio puesta cuando dieron esta receta. Le gustó tanto que paró en el arcén para apuntarla antes de que se le olvidara! Sólo tenía un sobre del trabajo a mano, así que ahí lo escribió, en forma de notas que luego hubo que descifrar en casa... Ese sobre sigue doblado dentro del cuaderno de recetas de la cocina, por supuesto, y es que así sabe más auténtico enredar en busca de recetas...

   La conclusión es que no sabemos si la receta original era así o no. Solo sabemos que está buenísima. preparada de esta manera. Es increible como con 3 ingredientes básicos a veces pordemos lograr una combinación de sabores riquísima. Os animo que la probeis porque está buenísima.

Ingredientes:
   - 1 patata grande
   - 100-150g de bonito fresco. Mejor si es de la parte del cogote
   - 1 tomate maduro
   - 1/2 cebolleta
   - Sal, aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino, vinagre de frambuesa, pimienta negra

Preparación
   Primero tenemos que cocer la patata. La pelamos y la cortamos en láminas, como para tortilla. La cocemos en abundante agua con sal, aceite y un buen chorro de vinagre de vino. Esto le va a dar un sabor y una textura muy ricos. La cocemos hasta que esté hecha pero firme y dejamos enfríar.
   Por otro lado picamos el tomate en daditos y lo dejamos macerando unos 15 minutos con una pizca de sal y vinagre de frambuesa.
   El bonito lo cortamos en daditos, salpimentamos y freimos con un buen chorro de aceite de oliva. Ojo que el bonito se hace muy rápido y no queremos que quede seco.

   Tan sólo queda montar el plato. Ponemos la base de patatas, que deben estar frías (el toque templado será solo el del bonito). En el centro sobre ellas colocamos los tacos de bonito, y alrededor el tomate, un poco escurrido, ya que habrá soltado mucho caldo. Podemos añadir un poco de cebolleta picada que le da un toque fresco muy rico.
   Aliñamos tan solo con un par de cucharadas del vinagre de la maceración de los tomates y el aceite de freir el bonito (si es necesario añadimos algo más de aceite y mezclamos en la sartén antes de ponerlo en la ensalada). Esto le va a dar el toque final a nuestra ensalada.

   ¡Que aproveche!

domingo, 6 de junio de 2010

Cazón en abodo


   En el norte se come bien. Si pensamos en comilonas, en buena gastronomía... tiramos a Galicia, a Asturias, País Vasco... 

   Pero llegan los calores, ¿y entonces? Pues recurrimos a los expertos, a los que más saben de cómo llevar bien las altas temperaturas, los reyes de las terracitas, cervecitas y tapas... ¿Hacemos una escapada gastronómica a Andalucía? Ay, que no puede ser, que medio Madrid se ha ido de puente, pero nosotros nos hemos quedado aquí.

   Pues hagamos una escapada, pero desde nuestra terraza: Cazón en abodo, Bienmesabe. Acompañado de un salmorejo bien fresquito. ¿Os apetece? ¡A mi muchísimo!

   Hay muchísimos blogs de cocina. Y no podría decir uno favorito. Pero sé que cuando busco una receta de las de toda la vida, bien contrastada, con las cantidades exactas. Una receta infalible, vamos. Y por si queda alguna duda, con unos impecables paso a paso... Me voy a ver a Carlos, de Mercado Calabajío. Y ahí está esa receta. Y como siempre, perfecta.

   O eso ha dicho mi pinche: "Está perfecto... parece mentira que se pueda hacer en casa, parece que la receta la tienen en secreto los chiringuitos..." ¡¡¡Y mira que lo dice un malagueño!!! (Sólo de nacimiento, pero algo es algo)

   Vale... no me enrollo más, ahí teneis:

Ingredientes:
   - 1/2 kg de cazón limpio
   - 4 ajos
   - 1 cucharada poco colmada de orégano
   - 1/2 cucharada de pimentón dulce
   - 1 vaso de viangre blanco
   - 1 vaso de agua
   - 1 cucharadita de cominos reción molidos
   - 2 hojas de laurel
   - Sal gorda
   - Harina especial para frituras, un poco de pimentón

Preparación: 
   Cortamos el cazón en trozos de bocado y lo ponemos en un recipiente con tapa. Añadimos los ajos chafados, el orégano, el pimentón, los cominos, las hojas de laurel partidas en varios trozos y la sal. No nos tiene que quedar soso, hay que poner bien de sal, sin pasarse, claro.
   Añadimos el agua y el vinagre, mezclamos bien y tapamos. Lo tenemos que dejar macerar en la nevera unas 6 horas por lo menos. Yo lo hice a la mañana para comerlo por la noche, y lo agité un par de veces durante el día. 

   Lo escurrimos bien con un colador, y si queremos que esté mas suave y/o quitarle el orégano, podemos pasarlo por el grifo.
   Como tiene mucha agua del adobo, lo tenemos que dejar escurrir sobre papel de cocina unos 20 minutos por lo menos, para que la suelte.
   Para el rebozado, es importante usar una harina para frituras de pescado, quedará mucho más cubierto y crujiente. Podemos añadirle un poco de pimentón para que al freir tenga un tono dorado más bonito.
   Pasamos el cazón por la harina, que quede muy bien cubierto, y lo freímos en abundante aceite de oliva bien caliente. 
   Lo dejamos escurrir sobre un papel de cocina, de mientras vamos sirviendo el salmorejo, una cervecita bien fría... ¡y a disfrutar!
   
   [A veces no está tan mal no irse de puente...]

martes, 25 de mayo de 2010

Ensalada de rúcula y fresas con aliño de lima


   Esta fue nuestra guarnición para unas riquísimas lubinas a la brasa que nos comimos el sábado. Una ensalada fresquita y original, con un sabor que no deja indiferente. A mi pinche las fresas en la ensalada no le gustaron nada, ¡pero a mi me encantaron!


   Las lubinas simplemente están limpias y desescamadas, con sal gorda por fuera y a la barbacoa, con cuidado de que queden bien hechas por dentro. ¡¡¡Riquísimas!!!
  
Ingredientes para la ensalada individual:
   - Hojas de rúcula
   - 1 fresa grande
   - 3 tomatitos cherry
   - Queso tipo feta, cabra o Philadelphia ensaladas
   - Pipas variadas
   Para el aliño (sobrará mucho, pero lo podemos guardar para otro día)
   - El zumo de 1 lima
   - 3 cucharadas de aceite
   - 2 cucharadas de vinagre de módena
   - Un par de pizcas de sal


   ¡Y a disfrutar del buen tiempo!

domingo, 25 de abril de 2010

Albóndigas de merluza


    Últimamente circulan por varios blogs distintas recetas de albóndigas de pescado, y tenía muchas ganas de probarlas. Despues de ver varias, las mías son una versión de las de Sara. Salieron buenísimas.

   Es un plato un poco más elaborado de lo que suelo hacer, pero el resultado es estupendo. Las acompañamos de cuscus y nos encantó. 

Ingredientes:
   - 600g de lomos de merluza congelados sin piel
   - 3 dientes de ajo
   - 1 cebolla
   - Perejil
   - 3 rebanadas de pan bimbo
   - 2 huevos
   - 75ml de leche
   - 4 cucharadas de salsa de tomate
   - 12 gambas congeladas grandes
   - 1 vaso de caldo de pescado
   - Coñac o whisky
   - Sal, pimienta, aceite de oliva, harina

Preparación:
   Cocemos la merluza a el agua hirviendo con sal durante unos 5 minutos. Escurrimos y dejamos templar.
   En un bol, ponemos los huevos batidos, la leche, 1/2 cebolla, 2 dientes de ajo, el pan desmigado, sal, pimienta y perejil. Lo calentamos un par de minutos en el microondas y lo pasamos por la batidora. 
   Cuando la merluza esté templada, la desmigamos con las manos, y vamos añadiendo la mezcla anterior hasta conseguir una textura moldeable. Yo usé unas 2/3 partes. Una vez hecho esto hacemos las albóndigas. La masa es un poco líquida, no se podrá "hacer rodar" como las albódigas de carne. Yo lo hice de la siguiente manera: cogemos una pequeña cantidad entre las manos, la apretamos para que suelte el líquido sobrante y le damos forma lo más redonda posible apretando la masa.
   Cuando tengamos todas las bolitas, las enharinamos y freimos ligeramente, sólo para que se doren por fuera. Reservamos.
   En ese mismo aceite, en una cazuela, pochamos la otra media cebolla en daditos, junto al diente de ajo. Cuando esté blandita, añadimos la salsa de tomate, sal, pimienta y el caldo, y cocemos a fuego medio 5-10 minutos. Lo trituramos, y añadimos a esa misma salsa con cuidado las albóndigas, y dejamos cocer a fuego suave otros 5 minutos. 
   Mientras, en una sartén, con una pizca de aceite, salteamos las gambas con una pizca de sal un par de minutos. Las retiramos del fuego, rociamos con un chorrito de whisky y flambeamos. 
   Para servir, colocamos en un plato las albóndigas, sin salsa. Añadimos las gambas con su aceite a la salsa, damos un hervor y la echamos por encima de las albóndigas.

   Se puede acompañar con un poco de cuscus, ya que le va estupendamente, o comer solas. Podríamos añadirle un poco de picante, una guindilla en la salsa o las gambas.
   
   Es un plato para disfrutar en buena compañía ;)

viernes, 23 de abril de 2010

Salmón Thai con fideos


   En el momento en que ví este plato en el blog Pan y Varios, supe que me iba a encantar. Y no me equivoqué. Es muy fácil de hacer pero el resultado es para sorprender. Es el tipo de platos que me gustan...
   Estuve tentada de acompañarlo con arroz basmati, que me gusta más, pero al final decidí hacer como en la receta original y es todo un acierto. Probadlo, y me contais...

   Aquí mi versión:

Ingredientes:
   - 1 cebolla grande
   - 1 manojo de espárragos verdes
   - 2 dientes de ajo
   - 1 zanahoria
   - 2 lomos hermosos de salmón fresco
   - 1 lata de leche de coco
   - 2 cucharadas de gengibre molido
   - Sal, aceite, pimienta molida
   - Fideos "vermicelli" de soja

Preparación:
   Picamos los espárragos y la cebolla, y lo ponemos en una cazuela ancha con un chorro de aceite junto a la zanahoria rallada y los ajos muy picaditos. Salpimentamos y salteamos 5 minutos a fuego medio. Una vez pasado este tiempo, añadimos la leche de coco y el gengibre, bajamos el fuego, tapamos y cocemos 15 minutos.
   De mientras, quitamos la piel al salmón y las espinas que veamos, y lo partimos en un par de trozos grandes.
   Pasados los 15 minutos, si la salsa la queremos menos líquida, la ponemos a fuego fuerte unos minutos para que reduzca. Una vez hecho esto, colocamos el salmón sobre la salsa, dejamos que se cocine un par de minutos y le damos la vuelta. Lo dejamos al fuego otro par de minutos y retiramos del fuego, que se termine de hacer con su calor. Si los lomos son muy gordos, podemos dejarlo algo más de tiempo, pero con cuidado de que no se seque.
   En una cazuela aparte, ponemos agua con sal, y cuando rompa a hervir, añadimos los fideos. Removemos para que se suelten, se harán en 2 minutos.

   Servimos colocando los fideos sobre el plato, sobre estos el salmón, y las salsa por encima. Delicioso...

  

lunes, 12 de abril de 2010

Bonito con tomate


   ¿Creiais que en mi casa no se comían también cosas ricas de las de toda la vida? ¡Os equivocabais! Hoy tenemos bonito con tomate, hecho como siempre.
Ingredientes:
   - 500g de bonito (una rodaja)
   - 1 cebolla
   - 1 bote de salsa de tomate natural
   - Arroz blanco para acompañar
   - Sal, aceite de oliva

Preparación:
   Limpiamos el bonito, le quitamos la espina y la piel y lo partimos en tacos.
   En una cazuela ancha con un chorro de aceite, doramos los tacos previamente salados. Tan sólo que cojan color por algunas de las caras. Reservamos aparte.
   En esa misma cazuela, añadiendo más aceite si es necesario, pochamos la cebolla cortada en juliana. Cuando esté blandita, añadimos la salsa de tomate y dejamos cocer unos minutos. Ponemos sobre la salsa los tacos de bonito y meneamos la cazuela para que se mezcle bien. Lo dejamos cocer tapado 2 minutos más y retiramos del fuego, se terminará de hacer con su propio calor.
   Podemos acompañar de arroz blanco cocido para aprovechar bien toda la salsita... ¡o una buena barra de pan!
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