sábado, 29 de noviembre de 2025

multi

Hay campos en obras, gradas con solitarios rodeados de asientos, otras gradas son pequeñas, coquetas y vetustas, de esas con columnas que sostienen la techumbre.
Hace frío, mucho, miles de bufandas, puede que llueva, restos de nieve sucia alrededor del terreno de juego que a veces parece un patatal donde el balón botará en vez de rodar.
Hay camisetas imposibles cuyo diseñador mezcló los colores como solo los niños lo harían. Hay equipos de países como Malta, Gibraltar, Islandia, equipos con pocas aspiraciones que han llegado hasta aquí y disfrutan su momento, con la misma pasión arriba y abajo que los grandes. 
Hay celebraciones mustias y otras llenas de abrazos.

Y sobre todo hay goles, muchos, cantados y narrados por dos personas, Jaume Naveira y Fermín Suárez, que le ponen humor, calor y color a la noche del multi de las ligas Europa y Conference. No pierden la voz, lo saben todo y dejan perlas como esta: “extraña estirpe la de este jugador, muy interesado en la cultura”.

celestes

Me ha gustado mucho esta novela galardonada con el Nadal. La joven Bea y su vida entre Madrid y Edimburgo, con sus amores, familia, aprendizajes, drogas y soledades; un recorrido por la juventud que busca un sitio en la vida.

Beatriz y los cuerpos celestes. Lucía Etxebarria. 1998

lunes

Lunes sin sol, primera hora, estudiantes a las aulas, tienen todo por hacer. El tren cabalga entre la luz mortecina, hay muros con pintadas y dibujos para ser vistos, casi fugazmente.
Hay vagones varados en los que alguna vez viajé, hasta en sueños. Hay melenas húmedas, lisas, con coletas, rizadas, intuyo formas.
Recorro la calle Zurbano, ahí, en el número 76, empezó todo, la calle es corta y algo pervive en la memoria.
Se celebra la festividad de Santa Isabel de Hungría y en el colegio con nombre que pierde el país, sito en la calle Hortaleza, hay vivas a la santa y música en el patio tapado por muros.  
En otras aceras hay algunos que cantan, otros miran, los mas no sabemos qué hacer, andamos como alternativa. En San José casó Simón Bolivar antes de ser libertador. Yo me siento, solo, afuera silban los guardias y atronan las sirenas, la virgen de la Candelaria parece niña y su rostro denota resignación o enfado. Podría hacer fotos y no las hago, podría enfadarme y lo hago, por breve espacio de tiempo, y es que Caixaforum cobra seis euros por entrar a su espacio cuando ganan dinero a espuertas.
Los escolares, en grupos, van de museos o jardines, hoy rompen la monotonía. Subo la cuesta que llega al Ángel caído, se me hace dura aún andando. El arte de la casa de vacas me da envidia, sana.
El bar mas grande del mundo ya no existe, hay otro, se entra por Cadiz y se sale por Barcelona, lo decía mi padre, allí había gambas. 
Un señor, muy charlatán, dice cosas sobre el diablo y demás pecados, cierro mis oídos.
Ando y sigo andando, dolores y molestias antes de tomar el tren de vuelta donde busco el asiento como las personas mayores.

exagerado

Novela de pasiones y amores, donde todo es exagerado y  todo es llevado al extremo; el joven Julian Sorel y su contacto con otra clase social, él, humilde, es preceptor de niños, seminarista y amante de esos que suben por la escalera hasta el aposento de la amada. Novela de otro tiempo.

Rojo y negro. Stendhal. 1830

domingo, 23 de noviembre de 2025

vivo

Hay algo de tristeza en ver un bodegón con sus componentes inmóviles y con apariencia de olvidados o convidados de piedra. También me produce cierta tristeza escuchar el discurso, una vez mas victimista, de Florentino Pérez, aquel que no entiende perder, debería estar prohibido presidir un club de fútbol a su edad, considerarse imprescindible nunca es acertado ni es un buen ejemplo.
Me produce igualmente tristeza comprobar el impulso que lleva a miles de personas a vivir en directo el encendido de las luces de la navidad futura en múltiples ciudades.
Lo mismo cuando me veo incapaz de no poder y no saber escapar del sentimiento de culpa.
Lo mismo cuando veo a jovenes nostálgicos, un contrasentido, que hablan bien de un dictador. Nunca mas.
Y también me trae tristeza lo que cuenta Yakarta, una serie imprescindible. Pero de ahí también me nace algo, el milagro, la alegría de comprobar como el arte de filmar puede lograr conmover los cimientos de mi persona, de esa manera.
Y me alegro igualmente de ver los charcos vivos de agua congelada y las praderas verdes del monte de Valdelatas al que llego atravesando los Carriles, el campo de toda la vida que quieren destruir para construir casas, que error. Ese campo acogía hoy los rayos de un sol incipiente, matizando cada paso de mis pies. Como acogió en pasados días uno o varios amaneceres naranja que premiaron mi madrugar, gratis todos, impagable.

jueves, 20 de noviembre de 2025

cerebro

Arrimo el hombro, y después vienen tristezas invasoras, de esas que caen del cielo o suben de los infiernos, será porque veo que la soledad se suele sentar en bancos.

Su cerebro no se ata a la supervivencia como el de ella, se ata a un destino cierto lleno de incertidumbres, cerebro débil, los niños no lloran, y menos los que ya cumplieron tantos años y almacenan tantos conflictos emocionales que si explotaran mancharían todo con sus idas y venidas.

cometas

Infancias y adolescencias marcadas por los juegos y la violencia en un Afganistán convulso. Historias de refugiados a salvo en Occidente. Lo que sucedió antaño siempre vuelve. Novela de  emociones intensas y de tragedias desgraciadamente cotidianas.

Cometas en el cielo. Khaled Hosseini. 2003

domingo, 16 de noviembre de 2025

luces

Vigo encendió las luces de navidad el 15 de noviembre. No sé si todos estarán contentos con este adelanto. No sé de qué va esto, si de rellenar huecos, si de atraer visitantes, si de lograr que nos olvidemos de la maldita rutina y de todo lo demás, no sé si pretenden que nos centremos en las luces, que son muy tristes durante el día y a veces mas tristes durante la noche.

amantes

No se puede conocer y leer todo pero habría que hacer que ciertos autores llegaran a mas gente. Es el caso de Pratolini y su monumental fresco sobre la vida en Vía del Corno, una estrecha y corta calle del centro de Florencia donde transcurre la historia, ambientada en 1925 y 1926.
La calle es asfixiante en verano, fría en invierno, hay miseria casi siempre, falta el aire y la vida sale a borbotones a través de las ventanas. Novela coral con múltiples personajes, vecinos que hablan, se enamoran y se vuelven a enamorar. Hay mucha juventud y algo de vejez. También hay violencia, los fascistas están en el poder, todo contado de esa forma que entretiene y obliga a seguir leyendo. 

Crónicas de pobres amantes. Vasco Pratolini. 1947

miércoles, 12 de noviembre de 2025

adorable

Te contaré la historia de un niño que buscaba la niebla para dormir, y que cuando no la encontraba se mantenía en vilo, respirando de otra forma. Y te la contaré cuando despierte del sueño que me trajeron las nubes.

Un perfil pelirrojo, adorable. La veo mientras las mariposas grandes e incansables revolotean buscando algo. Imposible seguir su vuelo, como imposible será saber dónde se fue el perfil, desvanecido en la maraña del bosque.

silencio

Premio La sonrisa vertical. Me dice poco, enrevesada, extraña, poco atractiva.

Silencio de Blanca. Jose Carlos Somoza. 1996

horno

Busco los hornos que madrugan para elaborar el pan, hay puertas abiertas que dejan escapar el olor de antes, podría vivir esta vida y otras en ese olor de verano, de arroz al horno que se lleva y se trae, que se cuece sobre ese fuego del que se saca con una pala enorme para colocarlo en una mesa que tendrá harina siempre, como los suelos o las paredes, todo impregnado y todo tan blanco.

gagarin

Relatos breves, todos tienen un algo atractivo y curioso, ambientados fuera de nuestro país presentan personajes normales para los que la vida sigue sumando días, pero para los que todo cambió en algún momento, perdieron el dinero, se abandonaron, o todo mudó sin saber por qué. Especialmente emocionante me resulta “Inevitablemente corto”.

Gagarin o la triste certeza de viajar solo. José Moreno. 2024 

miércoles, 5 de noviembre de 2025

prisa

Existe un lugar donde las prisas se acabaron, lleno de personas que tienen algo que enseñar. Y yo quiero aprender, y ese no correr me traslada a otro espacio, al vagón donde me desplazo con ciudadanos inmóviles, miramos sin palabras y compartimos silencios, hay próximas paradas, hay jovenes, muchos, hay lectores de papel, qué alegría. Es el tren y el viaje, no existe tren sin destino pero puede haber viaje sin ello. Por eso salgo a las calles sin rumbo definido, tomo la de Alcalá donde los coches oficiales, la policía y la vigilancia hacen prever que alguien importante se aloja en un hotel de lujo, todos son parte del séquito del sultán de Omán que visita nuestro país. Mi mente sigue espesa, sin prisas, a merced de los vientos que soplan. Después de visitar los evacuatorios públicos de Cibeles entro al Retiro y busco los tímidos rayos de sol. Dos trompetistas en puntos diferentes tocan la misma melodía, es bella ciao, espero que lleguen sus notas a los oídos de runners, ciclistas y paseantes. En Nuestra Señora de Covadonga hay paz y gloria, además de susurros de confesión. Veo a los que piden sin hablar, los hay que hablan y alguien responde que es jubilado y no cobra, los hay que parecen mimetizados con el banco que ocupan y con sus pertenencias. Todo es parte de la ciudad de hoy y de la de mañana. Llego al final de la misa de once en otra iglesia, a tiempo de dar la paz y de ver la devoción, es la Concepción, donde hay una preciosa talla de la virgen. Llegué al cuatrocientos y pico de la calle, es hora de desandar el camino. Escucho Strangers in the night, mas trompetas, las bravas de Docamar siguen siendo un manjar, la temperatura sube y Alcalá se llena de gente que compra y come, jovenes en descanso de clase, niños que buscan palomas y soledades sentadas, me sorprende la cantidad de negocios que ofrecen compra y venta de oro. Pasan las Ventas, pasa Goya, los pies cansados, y allí donde siempre suelen estar aparece el cuarteto que está con el Canon, no me rescata ni me llegan los escalofríos. Las multitudes abordamos el interior de la tierra y luego el tren, allá donde la prisa vuelve a no estar presente.

viernes, 31 de octubre de 2025

miau

Tragicomedia de enredos, coral y muy entretenida. Se narran las penurias del cesante veterano que busca un último trabajo en el Ministerio y las estrecheces de todos los que viven en esa casa, aún así no frenan las apariencias. Un niño todo lo observa, un truhan todo lo enreda con sus engaños y el amor se transforma en ira.

Miau. Benito Pérez Galdós. 1888