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Inspiración: Vestidos de papel en D.C.

Desde junio de 2012 a enero de 2013, el Museo Hillwood de Washington D.C. exhibió la bonita y curiosa exposición Prêt-à-Papier. La artista belga Isabelle de Borchgrave fue la encargada de crear fantásticos vestidos inspirados en las obras de arte que se exponen en el museo, pero con la particularidad de que todos estaban hechos de papel. Los vestidos, expuestos por toda la mansión, recreaban estilos de la moda de finales del siglo XVII a principios del XX.


Entre otros, pudimos ver los trajes del zar Pedro el Grande y la emperatriz Joséphine, o el opulento vestido azul de la condesa Samoilova, tal como aparece en su retrato. En un edificio aparte (el Adirondack) donde continuaba la exposición, había una reproducción en papel de un traje rosa de Marie Antoinette, y un elaborado vestido de Madame de Pompadur, con más de 120 rosas de papel.

Una exposición verdaderamente inspiradora al ver el trabajo que hay detrás de estos detallados trajes, y lo fieles que son a la realidad. Fijaos en las obras de arte que acompañan a algunos de los trajes y en cada detalle en el color y la textura del papel.

{Trajes de la Provence inspirados en el tapiz de Beauvais}




{Cuadro: La boda de los Boyar, 1883, por Konstantin Makovsky}

{Vestido tradicional ruso inspirado en el cuadro de la boda del fondo}

{Cuadro: La condesa Samoilova, 1832–34, por Karl Brullov}


{Vestido de noche, reproducción del traje de 1866 de Marjorie,
expuesto en su dormitorio}

{La señora de la casa, Marjorie Merriweather Post,
coleccionista enamorada del s. XVIII francés y la Rusia imperial}



{Detalle del vestilo al estilo de la emperatriz Joséphine}

{Robe à l'anglaise, basado en el Retrato con un harpa
de Rose-Adélaïde Ducreaux (1791)}


{Robe à la polonaise}



{A la izq., traje de Marie Antoinette y a la dcha., de Madame de Pompadour}

{Basado en el retrato de Madame de Pompadour de François Boucher (1756)}



{Basado en un grabado de Marie Antoinette de 1777 de Jean-Michel Moreau}

Y para terminar, pasamos al principio del s. XX:

{Vestidos inspirados en la obra del diseñador español Mariano Fortuny}
{El vestido negro es una reproducción de un Lanvin de estilo oriental de 1924}

¡Espero que os haya gustado este paseo por la exposición!

Si visitáis D.C., no dejéis de ir a Hillwood, merece la pena.

***



100 años del Titanic

¿Por qué nos sigue fascinando la trágica historia del Titanic después de tanto tiempo? El pasado 15 de abril se cumplieron 100 años desde que el famoso barco se hundiera en el fondo del océano Atlántico. Es cierto que Hollywood le ha sabido sacar partido a la historia, y en parte es el cine —con James Cameron a la cabeza— el que sigue recordándonos los misterios de este suceso.

Pero la fascinación va más allá. Como muy bien analiza el artículo de The New Yorker, "Unsinkable" (publicado el 12 de abril) las circunstancias que rodearon el hundimiento del Titanic hacen que no podamos olvidarlo.

{vía The New Yorker}

Para empezar, el ataque de arrogancia de quienes lo bautizaron como "El Titánico" y unsinkable (es decir, in-hundible). En el habitualmente supersticioso mundo de los navegantes, podríamos decir que su suerte estaba echada desde el principio. ¿A quién se le ocurre tentar la suerte de esta manera?

Otro factor es el hecho de que, a diferencia de otros naufragios de la época, el maravilloso buque de lujo nunca llegó a completar ni un solo trayecto, pues se hundió a menos de 1000 millas de Nueva York, su destino final. Esto le da un tono incluso más trágico, ¿no?

Añadamos a la tragedia que, en la era del radiotelégrafo, el Titanic tardó en hundirse nada más y nada menos que 2 horas y 40 minutos, como a cámara lenta. Al contrario que otros barcos (alcanzados por torpedos y hundidos en minutos) la tragedia del Titanic dio para generar muchas historias y conjeturas en tan largo espacio de tiempo.

El Titanic estaba repleto de personalidades de ambos lados del Atlántico, gente rica que llegó a pagar hasta $4350 por un pasaje de ida (¡eso en 1912!). Pero el buque también llevaba a gente más humilde, alojados en grupo en diminutos camarotes junto a la sala de máquinas y sin ventanas. Pasajeros de segunda también ante la tragedia.


Con motivo del centenario del hundimiento del Titanic, el National Geographic Museum (en la sede de la National Geographic Society en D. C.) ha organizado una excelente exposición sobre el Titanic hasta el 9 de septiembre.

Os dejo con un vistazo de la exposición...


{Olympic era otro buque que sí funcionó bien durante 24 años.}

{Impresionantes las fotos de su construcción, claro que comparado con algunos cruceros de hoy día...}

{El menú de "la última cena"}

{Un modelo muy detallado del Titanic, ¡que tardó en construirse más que el de verdad!}




{Un anuncio para comprar pasajes de tercera clase desde Nueva York a Europa... me temo que no.}

{Portada del New York Times del 16 de abril de 1912. Más sobre el Titanic en el NYT, aquí}

{También hay un modelo del naufragio, usado en la película Titanic}

{Así es cómo se partió el Titanic.}

{Una pequeña muestra de "la obsesión"}


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National Portrait Gallery, D.C.

Siguiendo la racha de posts de museos de D. C. (clic, clic, porque son muchos y muy buenos) hoy os llevo a otro de mis favoritos: el National Portrait Gallery.

Uno de los mejores lugares para descansar y refrescarse en un día caluroso de verano es el patio central de este museo: the Kogod courtyard. Una maravilla arquitectónica (de la que os hablé aquí) con un techo en celosía diseñado por los arquitectos Foster + Partners. Ideal para sentarse y leer, comer algo o incluso conectarse al wifi gratuito que ofrecen.




Aunque el museo se llama Portrait Gallery no solo exhibe retratos, sino todo lo contrario. Como ejemplo, una de sus exposiciones actuales sobre los videojuegos titulada "The Art of Video Games(hasta el 30 de septiembre). Muestra la evolución de los videojuegos en los últimos 40 años.

Instalación de vídeo a la entrada

Justo al ir a sacar fotos de esta instalación, aparece lo siguiente...


...una casualidad curiosa, porque las imágenes cambian constantemente.



En la expo se puede jugar a clásicos de varias décadas.
Lo mejor: Una sala con todas las consolas de los últimos 40 años.
Allí estaba mi querida Sega Mega Drive. ;)
{imagen vía Wired}

El interior del edificio de este museo también es digno de mención.
Esta galería con arte folk es preciosa.





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