DATOS
Título: Devastación: Preludio al Cataclismo.
Título Original: The Shattering: Prelude to Cataclysm (2010).
Saga: Warcraft (Sin orden).
Autor: Christie Golden.
Editorial: Panini Cómics.
Precio: 17,95 €.
Género: Fantasía épica.
Núm. Páginas: 400.
Continuación: en Thrall: El Crepúsculo de los Aspectos.
SINOPSIS
Thrall, el sabio chamán y jefe de guerra de la Horda, ha percibido que se ha producido un perturbador cambio en el mundo...
Hace mucho tiempo, los destructivos elementales de Azeroth devastaron este mundo hasta que los benevolentes titanes los aprisionaron en el Plano Elemental. Sin embargo, a pesar de la intervención de los Titanes, muchos de estos elementales lograron regresar a Azeroth tiempo después. A lo largo de los siglos, los chamanes como Thrall han estado en comunión con esos espíritus y, con suma paciencia y dedicación, han aprendido a apaciguar las llamar de esos infiernos devastadores, y llevar la lluvia a tierras arrasadas por el sol, así como a controlar y mitigar la perversa influencia de los elementales sobre el mundo de Azeroth.
Pero ahora, Thrall ha descubierto que los elementales ya no responden a las invocaciones de los chamanes. El vínculo que compartían con esos espíritus se ha debilitado y quebrado, como si la misma Azeroth estuviera sometida a una gran presión. Mientras Thrall intenta averiguar qué aflige a los desconcertados elementos, también tiene que enfrentarse al precario futuro que aguarda a su pueblo, ya que cada vez cuentan con menos víveres y suministros de toda clase, mientras aumentan, día a día, los problemas con sus vecinos, los elfos de la noche.
Entretanto, el rey Varian Wrynn de Ventormenta medita emprender acciones violentas para poner punto final a la creciente tensión entre la Alianza y la Horda, una solución muy agresiva que amenaza con alienarlo de aquellos a los que más estima, incluso de su hijo, Anduin. El indeciso joven príncipe busca su propio camino en la vida, pero al hacerlo, se arriesga a acabar enredado en la maraña de inestabilidad política que está empujando al mundo al borde del abismo.
El destino de las razas más importantes de Azeroth se halla envuelto en la niebla de incertidumbre, y el errático comportamiento de los espíritus elementales, a pesar de ser un grave problema, tal vez solo sea la primera siniestra señal de advertencia del cataclismo que está por llegar.
RESEÑA
Devastación: Preludio al Cataclismo es una novela oficial del
MMORPG World of Warcraft, escrita por
Christie Golden. Está
basada en los sucesos anteriores a la tercera expansión: Cataclysm. Podéis pensar que el resumen anterior es demasiado extenso, pero creedme, nunca pensé que el preludio a esta expansión diese para tanto. Está narrada
en tercera persona y no existe un protagonista ya que la historia cuenta los sucesos desde la situación de distintos personajes.
La edición está bastante trabajada. La portada está hecha por Glenn Rane, el ilustrador principal de la empresa Blizzard, y es simplemente espectacular. En ella se muestra la famosa Doomhammer sobre un suelo que se rompe bajo su peso, expulsando lava. En la parte superior aparece el logo de World of Warcraft y bajo este el título del libro en letras blancas mayúsculas. En las primeras páginas hay unas imágenes en blanco y negro de dos mapas: el de Forjaz y el de Nagrand.
No hay índice y la trama se divide en prólogo, 32 capítulos y epílogo. Debajo de cada capítulo se muestran los símbolos de la Horda y la Alianza, alternándose en cada uno de ellos.
Aunque este NO es el primer libro del WoW, los que han jugado y conocen más o menos la historia pueden leerlo sin orden. Es más, La editorial no publica las novelas en orden cronológico, lo que puede ser un problema para las personas que le interese y no hayan jugado.
Antes de explicar un poco la trama del libro, haré un breve resumen del mundo y de las razas que lo habitan.
El mundo de World of Warcraft se divide en dos planetas: Azeroth y Terrallende. Azeroth es el más importante y significativo porque en ella ocurren la mayoría de acontecimientos. En este lugar se encuentran los Reinos del Este, Kalimdor, Rasganorte, Vashj'ir e Infralar. Terrallende es una fragmento del antiguo planeta Draenor, de donde proceden los orcos y los draenei.
Las razas que habitan Azeroth están divididas en dos facciones. En la Horda se encuentran los orcos, los no-muertos, los trolls, los elfos de sangre, los taurens y los goblins. Y en la Alianza están los humanos, los enanos, los gnomos, los elfos de la noche, los draeneis y los huargens. Estas criaturas tienen una serie de clases restringidas, dependiendo de que criatura se elija. Esas clases son paladín, sacerdote, guerrero, mago, brujo, chamán, pícaro, druida, cazador y caballero de la muerte.
El comienzo de la historia se sitúa en Rasganorte donde Cairne Pezuña de Sangre y su tripulación se encargarán de cargar los suministros que no necesitan en ese lugar y embarcar a los soldados de la Horda tras la batalla acontecida contra el Rey Exánime. Pero lo que parecía una simple misión se convierte en una auténtica campaña cuando se ven atacados por los Kvaldir, consiguiendo escapar unos pocos. Tras la tragedia, al llegar a Ogrimmar se celebra una fiesta por los logros de dicha campaña y Thrall dialoga sobre lo que ocurre en el mundo: los elementos actúan de forma extraña, desobedeciendo a los chamanes. Inundaciones, terremotos y catástrofes asolan Azeroth, mientras en territorio Alianza suceden asesinatos que solo la Horda puede hacer. La relación entre la Horda y la Alianza se complica provocando conflictos cada vez más graves.
La narración es excelente. Desde un primer momento la trama
comienza con acción y no para hasta el final. En el transcurso de la historia los problemas empeoran cada vez más, dejando a los personajes en situación muy complicadas.
Las batallas se explican hasta el mínimo detalle y de forma tan épica que deja las sensaciones a flor de piel. La escritora
sabe como situar al lector en el entorno y dota a cada sujeto de personalidades completamente diferentes. El único detalle que hace a esta novela casi exclusiva para los jugadores del WoW es la
poca explicación que hay en ciertos aspectos. Los personajes no se describen totalmente, ni las criaturas, ni las razas. Me imagino a las personas que han leído el libro, ajenos al videojuego, leyendo las palabras kodo, Kvaldir, tauren... sin saber que son esas "cosas". La
estructura está
bien organizada, dividiéndose en varias partes donde toman protagonismo los taurens, los orcos y los humanos.
Lo que más me ha gustado es la trama tan enrevesada que tiene porque no da rienda suelta al aburrimiento. Ocurren cosas, sucesos terribles, uno tras otro y sin descanso y es muy fácil encariñarse con algunos personajes y odiar a otros.
Los personajes aparecen gran cantidad de personajes pero de todos ellos hay unos cuantos que toman algo más de protagonismo.
Thrall: Es un orco chamán, también conocido con el nombre de Go'el, su nombre de nacimiento. Es el lider de la Horda y gobernador de Durotar. El nombre de ese lugar es en honor a su padre Durotan.
Garrosh Grito Infernal: Es un pedazo de capullo el hijo de Grom Grito Infernal. Es conocido por su crueldad y su odio a la Alianza, cosa que expresa en toda la novela. Le encanta la lucha y busca cualquier momento para demostrarlo.
Jaina Valiente: Es una maga humana que mantuvo un romance con Arthas Menethil antes de que este se conviertiera en el Rey Exánime. Es muy pacifísta y cree en la posibilidad de que la Horda y la Alianza tengan unas relaciones más estrechas y sin conflictos.
Anduin Wrynn: Es el heredero de Ventormenta, el hijo del rey Varian Wrynn. Fue coronado a los diez años con el fin de mantener el orden cuando Varian desapareció en ruta a una conferencia diplomática.
Cairne Pezuña de Sangre: Es el líder de las tribus unidas tauren, patriarca de losPezuña de Sangre y gobernador de Cima del Trueno.
Definitivamente, Devastación es una novela que gustará a todos los amantes de World of Warcraft y a aquellos que les guste la fantasía épica.
Lo mejor: La historia es muy extensa y amena.
Lo peor: Los personajes y algunas criaturas apenas se describen físicamente.
PERSONALMENTE