Niñas de mármol y hálito
Había una vez un par de niñas,
una era de mármol y la otra de halito,
jugaban a ser bellas, haciendo del mundo una estrella,
con ojos de cornamenta, pícaras fresas.
Ellas se disfrazaban de cometas,
con vestidos de nube y zapatillas de agua,
bailando sobre arcoíris de seda,
con música sabor a azúcar.
Corrían por colinas de Muffins,
entre drupas y avellanas,
donde las orugas de chocolate sobre las flores descansan,
hasta convertirse en mariposas de jalea sabor frambuesa.
Nessie divertía peinando sus cabellos,
unos eran de plata y los otros de madera,
que al trenzarlos formaban inviernos
que sujetaba con libélulas de menta.
Qué pequeñas e indefensas,
era su universo tan amplio como su ingenio,
haciendo del sol una pelota
y de la luna un foco en noches oscuras.
¿Cómo extraña el recuerdo a esas niñas?
Hoy que sobre sílice se esculpió una "escultura en movimiento"
y del viento se auscultó una melodía.
Clavel Rojo
Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados.