A capoeira

Después del Batizado 2008 (con permiso de la camiseta... ) y la Troca de Cordas de hoy... bueno, llevo pensando qué es para mí la capoeira, qué significa en mi vida y por qué lo comparto cuanto puedo con quienes quiero.

Para conocerme bien hoy por hoy hay que verme hacer capoeira, hay que verme vibrar con la música, ver cómo empiezo a moverme con el son del atabaque, el berimbau, las palmas, verme cantar, ver cómo tengo una sonrisa de oreja a oreja. Todo eso es íntimamente la capoeira para mí. Pero es mucho más y me explico.

Primero, es una manera de vencer mis miedos. Yo sigo haciendo capoeira porque hay cosas en esa actividad que me da un miedo atroz: las acrobacias. Para alguien que me parece habrá hecho el pino dos veces en su vida, el intentar levantarse sobre las manos no es sólo un reto sino una manera de enfrentar un miedo, el desequilibrio, el no poder conmigo, la falta de confianza en mi fuerza física. Por eso, yo sigo ahí y voy levantando mis piernecillas, poco a poco, pero ahí voy. Y con miedo y todo, ahí voy, ahí. Para poco a poco vivir, ser más libre.

Segundo, la capoeira no sería lo mismo en mi caso si no fuera por el grupo de gente con quienes comparto tantas horas, risas, sudores, dificultades físicas y emocionales. Porque poco a poco, hay un grupo de personas, un grupo de amigos con ganas de hacer cosas, de acompañarnos, de pasarlo bien, de vivir. Yo nunca había pertenecido a un grupo en el que me sintiera a gusto y éste me gusta porque no tengo que renunciar a mi individualidad para pertenecer al mismo, muy al contrario, este grupo y mi pertenencia al mismo potencia mi singularidad mientras me ayuda a ser cada día más solidaria. Gente que busca piso o trabajo, conciertos a los que ir, cosas que una necesita... por lo general, la gente se da y recibe. Y en mi caso, soy la brujita de los pequeños detalles, conociendo los pequeños detalles de cada uno, compartiendo los míos.

Tercero, es una forma estupenda de ponerse física y mentalmente en forma. La capoeira y mi actitud para con la misma me ha ayudado a tomar las riendas en algunos aspectos de mi vida, a ser cada vez más yo y a que no me importe lo que los demás piensen de mí mientras yo hago lo que quiero hacer. Me ha dado más seguridad, más confianza en mí misma, saber que todo se puede aprender si se le pone esfuerzo. Y en la roda, cada uno demuestra cuál es su personalidad. Yo al principio era súper tímida. De hecho así soy yo, extremadamente tímida. Pero como me ha pasado en la vida, poco a poco, ya no sólo no soy tímida sino que me permito cantar y hacer bromas, a aceptar las caídas con una sonrisa y a volver a levantarme VOLVER A LEVANTARME. Y se suele decir que los grandes tímidos en momentos extremos son las personas que menos vergüenza tienen. Así soy yo. Y a nivel físico... bueno, no sabía que tuviera tantas costillas! Es broma, es broma.. Me estoy poniendo más buena todavía, que siempre se puede mejorar todo!

Y cuarto... ¡por fin se me conoce por lo que me define! Señores y señoras, la que escribe se llama en ese ambiente... DANZARINA.

Vamos que me encanta...

Gracias Sabi por acompañarme también en esta aventura. Una amiga del alma, eso es lo que tú eres, nena.