Náufragos Celestes

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sábado, 10 de agosto de 2024

Never go to war...






"(...) That´s the secret to survival, never go to war...speacially with yourself"


A lo largo de los años he conocido, escuchado e intuido el caso de personas 

que no entienden su frustración, impotencia,

angustia, insomnio, 

sus sentimientos, o por el contrario

 su aletargamiento, su disociación de la realidad.

Hace poco una amiga me pidió consejo,

se me ocurre escribir entonces, a manera de ensayo,

 sobre la búsqueda de esa paz interior, hablando de:

Arrepentimientos;

El perdón, principalmente el perdonarnos;

El ego y el autoestima;

La función de los conceptos morales y sentimientos.



Quizás se haga un poco largo pero solo quiero escribir en voz alta.





Arrepentimientos


¿De qué te arrepentís?

Descartando el arrepentirse de lo que no se hizo,

 las personas se arrepienten de sus acciones o de sus resultados.

En cuanto a arrepentirse de las acciones, esto solo puede ocurrir

si tenemos conciencia de que lo que hicimos, 

no esta alineado con los valores que dijimos profesar.

 Valores que creemos nos definen, nos diferencian de la masa ciega 

que compone la sociedad.

Nuestro ser entra en crisis, porque nuestra identidad se pone en duda;

Por más que intenten engañarlo,

el "inconsciente" entiende que no somos buenos por lo que pensamos y sentimos,

somos buenos por actuar en comunión con nuestros ideales de amor, verdad y justicia.

Digo el "inconsciente" en sentido figurado,

cuando nos salimos del camino,

lo que percibimos es una especie de disonancia irradiada,

que algo anda mal,

quizás no sepamos exactamente qué, pero lo sentimos.


Uno de los principales problemas radica en la identificación del malestar, 

peor aún, muchos no han analizado cabalmente

los pilares que guían sus actos.

¿Cómo buscar una solución, rectificar un camino, si no sé dónde estoy,

a dónde voy y qué camino me lleva a destino?

De esto voy a escribir un poco más adelante para no desviarme inmediatamente 

del tema de este apartado.


Viene después el arrepentirse de los resultados, de entender y sentir

que lo que queríamos se escapó, se perdió en la marea,

 que nuestros esfuerzos pudieron enfocarse en otro lugar

y ahorrarnos dolor.

Analizando ejemplos podríamos deducir que

este arrepentimiento surge también del desconocimiento,

de la incorrecta valoración de nuestras razones,

de un ego desproporcionado y desbocado.



(¿Llegará el día en que haga la entrada de mi interpretación de todo Evangelion?)


Perdonarnos


¿Cómo podría una persona estar  realmente orgullosa de sus logros, de su ser, 

hablar de justicia, merecer,

si entierra a conveniencia gran parte de su pasado?

¿Cómo podría esa persona disponer de las herramientas que le brindaron las personas

que la amaron si las desconoce y olvida de antemano?

Es más

¿Cómo podría perdonarse a sí misma siquiera, si sus ofensas la avergüenzan

al tiempo que las justifica?

¿Cómo podría declararse víctima y orgullosa artífice de su destino simultáneamente?

Las personas pasan por alto la incoherencia,

la desligan de la realidad, sin entender 

que ahí esta la respuesta que tanto anhelan.


Cuando nos han lastimado o hemos sido nosotros

quiénes han lastimado,

olvidar es lo primero en el orden del deseo 

pero lo último en el orden de la acción.

Pareciese que lo único que nos permite alcanzar esa meta

es el perdón, perdonar a los demás y a nosotros mismos.

Pero...

¿Cómo hace una persona para perdonarse a sí misma?

Más primordial aún

¿Qué entendemos por perdón?

Aceptación, remisión, son partes que lo componen,

pero el perdón es en esencia una promesa,

y si hablamos de perdonarnos, es una promesa a nosotros mismos.

Promesa de corregir acción y actitud.

Por lo tanto no se puede tomar el perdonarse a sí mismo

como simple "aceptación" o reconocimiento y que esto

llevase a una especie de gestación de alivio en el inconsciente.

Aceptar es importante pero de ninguna manera suficiente.

La promesa, al contrario de lo que se busca en un principio, 

obliga a no olvidar, a rememorar la falta, a analizar las excusas,

a ser críticos de nuestras acciones.

Es en el cumplimiento activo de esa promesa que el perdón

trae alivio frente a la molestia que no tenía otra finalidad

que hacernos prestar atención a lo que consideramos importante 

y decidimos ignorar.


Recuerdo ahora la frase de Borges

 "el olvido es la única venganza y el único perdón"

Bien podría malinterpretarse por reunir conceptos opuestos en tan corta oración 

pero solo diré aquí que, como bien se ve, perdón y olvido

se entrelazan profundamente. 

Cuando el perdón es absoluto, 

es como si la falta no hubiese existido en primer lugar,

 no hay rencores, cuentas, deudas...si hablamos de nosotros,

 ese estadio solo es posible cuando la promesa se volvió parte de nuestro ser, 

de nuestro ritual diario.


Se entiende entonces que para tener paz, perdonarse los errores, 

no se puede enterrar el pasado, hacerlo desaparecer,

deformarlo con la imaginación,

negarlo, reinventarlo,

desear que no haya existido.

Aceptarlo solo constituye el primer escalón y es dónde muchos se detienen 

a realizar un ciclo infinito de oración.

Pienso que, en la búsqueda de paz y equilibrio,

hay que elegir ver al pasado no como un lugar cargado de arrepentimientos,

victimismo y agravios,

sino como uno cargado de enseñanzas.





Ego y autoestima


Hablando de arrepentirse de los resultados de nuestras acciones, 

dije que esto ocurre cuando desconocemos nuestras razones

y  el ego esta fuera de control.

En efecto, quien se arrepiente de como le fue,

no analizó si actuó en concordancia con su ser,

 siente vergüenza, una especie de ultraje, pudor de solo recordar

la situación que pensaba controlar y sobre todo, no merecer.

Si se entiende la salud como equilibrio y justa medida de los elementos en el cuerpo,

la enfermedad que más aqueja a la sociedad es la inversa disposición de ego y autoestima,

es decir tener el ego alto y la autoestima baja.

El ego en justa medida nos ayuda a tomar conciencia de nuestro lugar en el cosmos,

nos permite escapar del reflector y servir a los demás,

aportar nuestro grano de arena,

no tomarnos tan en serio para poder hacer lo correcto.

Desmedido, alto, el ego busca culpables, se victimiza ante la injusta disposición de la realidad,

"Yo merezco" "Me hicieron" "No me corresponde" "Yo no puedo"


Por otro lado una autoestima alta basada en la valoración correcta, 

en la correspondencia consciente de nuestra disposición interior y nuestras acciones,

lleva al sosiego, paz, relajación.

El resultado pasa a segundo plano,

lo correcto, los principios, priman sobre el resultado.

(Aclarar aquí que hoy en día, tener la autoestima alta, es una especie de pecado,

más cuando las personas que la tienen baja, la confunden con narcicismo, 

difiriendo en que una persona narcisista siente y piensa

que es más importante o mejor por tener un ego alto, por el solo hecho de existir,

mientras que la autoestima surge de una valoración positiva,

de haber puesto a prueba nuestra integridad)


Para que esto sea posible, se presupone un paso anterior,

un paso que ayuda a prevenir el arrepentimiento de acciones futuras,

el entendimiento de los...


Conceptos primordiales y el rol de los sentimientos.



Para valorar correctamente nuestras acciones,

nuestra integridad,

 navegar con confianza en las cambiantes aguas del devenir, 

nuestros remos y velas tienen que estar libres de azar, 

ambigüedad, incoherencia, necedad, turbación.

Entonces hay que dejar algo bien claro:

contrario a lo que se dice y cree últimamente,

 no, no todas las emociones son válidas.

Pese a que esta frase tiene por misión transmitirnos

que no hay que reprimirlas, sino aceptarlas, transitarlas,

el objetivo es desde un principio corregirlas,

porque bien sabemos que no hay que amar en exceso 

a quien no lo merece o es malvado,

que una pizca de odio envenena el interior

y nos acerca peligrosamente a quién se lo dirige.

Curiosamente dividimos las emociones en positivas y negativas,

cuando cualquiera que no este "calibrada" o "pulida" puede causar un desastre.

Y es que nunca digo nada nuevo y de alguna manera termino refiriendo

a conceptos que salen del éter de la modernidad,

conceptos que parecen significar un avance 

y no son más que una redundancia, un eufemismo del conocimiento

de la antigüedad, donde tanto me gusta mantener la mirada.


Modificando las palabras del Joker,

Si digo "inteligencia emocional" nadie entra en pánico,

pero si digo someter los sentimientos a la razón,

todos pierden la cabeza.




¿Qué es la inteligencia emocional sino el reconocimiento, la correcta regulación y expresión

de las emociones sometidas a un estándar de comportamiento?

Ese estándar no son otra cosa que los valores a los que queremos servir,

son elegidos por la razón, y si no son elegidos a través de ella,

no hay forma de que entendamos nuestro camino.

No somos personas más "justas" 

porque nos hierve la sangre si vemos una "injusticia"

Nuestra sensación al respecto es de hecho, irrelevante.

Todo lo que cada uno considere como justo, 

solo es justificable con argumentos racionales y su contraste con los fenómenos.

Parece superfluo aclararlo, pero analicen cuantas veces

se han encontrado con personas, por ejemplo en reportajes,

enojadas, indignadas,

exaltadas sobre una situación, y cuando se les pregunta,

no pueden dar una sola razón válida, 

a veces ni siquiera saben qué pasó,

y peor aún es ver a alguien que se deja conmover y convencer por esas emociones ciegas.

Que no es superfluo remarcarlo queda bien claro, cuando apelar 

a los sentimientos de los oyentes

 es y fue el mayor arma de persuasión de los poderes internacionales.


Entendiendo entonces que el rol de los sentimientos

es diferente al de la razón, hay que tomarse el tiempo no solo de descubrir cuál es,

sino el de entrenarnos en sentir diferente.

Si, es posible elegir qué sentir.

Si, sos responsable de elegir de quién te enamoras,

de elegir en quién confías,

de elegir que mentiras ignoras,

de elegir a quién respetas,

de elegir a quién engañas,

de elegir a quién extrañas,

de elegir a quién dejaste ir.


Mientras los sentidos nos permiten habitar el mundo,

poder caminar, correr,

ver y oír el peligro antes de que llegue,

los sentimientos son una llamada de atención a lo importante,

una recompensa o una alerta, según corresponda,

frente a los fenómenos que nos ocurren.

Lo importante es notar que esa recompensa o alerta,

debe ser calibrada a través de los años,

que ese trabajo corresponde a la mente,

de la misma manera que un timonel

tiene que corregir el rumbo de la nave

aún en aguas calmas.




Emerge que los sentimientos, afinados o no, pueden apuntalar una decisión,

o dejarla a su suerte frente al huracán.

Que si pensamos "mal" sentimos "mal"

Que si reiteramos un pensamiento equivocado,

provocamos un bucle de confirmación,

con los sentimientos reafirmando el error.

Y si esto es así, el concepto que es común a todo lo demás,

es uno que no hay que perder nunca de vista,

y no es otro que el concepto de verdad.


Aquí vuelvo a hacer una llamada de atención, porque al utilizar

frases como "pensamos mal, sentimos mal"

o el solo hecho de invocar a la verdad,

pareciera que estoy diciendo que al pensar hay una sola conclusión,

que solo corresponde sentir en determinadas ocasiones,

que hay una sola verdad y que solo la ven quienes piensan igual...

y esto no podría estar más alejado de la realidad.

Lo que estoy diciendo es que hay que comprender y entrenar la jerarquía,

que lo que creemos no dependa de la primera reacción de los sentimientos,

que lo que sentimos, con tiempo y práctica, se alinee con lo que descubrimos,

y no que lo que pensamos se alinee con lo que sentimos,

que la verdad (*) 

no es tanto creernos en su posesión, sino un compromiso de no mentirnos

a nosotros mismos.





(*)Este tema esta expandido en una vieja entrada políticamente correcto, arte y cultura



Cierre...


Toca entonces tomar control del presente,

no podemos volver atrás y cambiar las cosas, 

pero podemos analizar, usando razón y emoción, encontrar dónde desviamos el camino,

qué regla rompimos o rompieron los demás,

y una vez reconocidos y entendidos los porqué,

podemos prometernos no volver a cometer ese error,

o que nos lo cometan a nosotros los demás.


Arrepentirse del resultado de nuestras acciones

viene de esperar de ellas algo extra en primer lugar,

en entregarnos a la creencia del ego

de que podemos controlar lo que piensan, sienten y hacen los demás.

Esperar de las acciones una especie de recompensa superior

que nos haga merecedores de cosas buenas, una especie de karma instantáneo,

sin comprender que el karma de quien coloca ladrillo sobre ladrillo,

puede ser tener un hogar, pero aparece la posibilidad de perderlo por igual.

No por ello dejamos de actuar, por el contrario, requerimos de mucha fe

para seguir intentando a pesar de los fracasos.

El porqué nos da poder, nos da libertad,

nos da tranquilidad.


Cuando te invada la inseguridad, el miedo, el insomnio,

la angustia, la frustración e impotencia,

recordá tus promesas,

si no hiciste ninguna, prométete saber,

prométete investigar, estudiar, reflexionar, prométete entender,

prométete buscar la verdad, prométete no volver a engañarte,

prométete creer que podes cambiar.





La inteligencia emocional es primordial para vivir sin arrepentimientos,

y no, no estoy diciendo que quién la posea no se enoja, no se frustra,

no se equivoca, no llora, no hace rabietas, no pone ilusiones dónde no corresponde,

pero ciertamente lo hace en menor medida,

logra empatizar con los demás y sobre todo, se entiende más

con cada día.


El camino es largo, el trabajo arduo,

más aún para quienes dejaron entrar en su mente y corazón

las ideologías que son responsables de la ceguera espiritual de hoy

y serán las responsables de las guerras por venir.

Ideologías que abiertamente pretenden ocupar el plano intelectual y espiritual,

y ya empiezan a trastabillar por su propio peso

porque no tienen sustancia alguna para ofrecer,

como no sea un fruto podrido.

Ideologías que nacen del odio, el resentimiento,

no tienen el bien común o individual como meta,

sino el control, para ello necesitan soldados infelices

que absorban y reproduzcan la propaganda,

que odien su vida y consideren responsables a los demás;

hecho imposible de ignorar con solo ver y escuchar

a quienes las promueven; 

más aún, vomitan conclusiones y directrices 

desconociendo las disciplinas a las que aluden para sus argumentos,

y confesando no sutilmente que las abordan desde una mirada lo más subjetiva posible,

con un único prisma, 

el rencor.

Les hicieron creer a adolescentes y adultos dormidos que la civilización

y cultura occidental es una especie de plan perverso

y al mismo tiempo 

un conjunto de costumbres obsoletas y sin sentido

y  paradójicamente lo que ofrecen a cambio es un mundo sin pen pies ni cabeza.


Esta última parte parece poner el foco en otro lugar,

esto es necesario porque

la verdad es un concepto primordial en este escrito,

y hoy más que nunca, pareciera que la actitud tóxica, equivocada;

la infelicidad, el error, la falta de humildad, 

proviene más de comprar discursos nauseabundos, 

que de una ignorancia ingenua.

Quien se someta a estas formas de control,

encontrará odio dónde debería haber amor,

encontrará enemigos en la familia,

en el grupo de amigos, en los vecinos.

Lo que le desagrada le dará nauseas,

ya lo vi y escuché decenas de veces,

porque la disonancia cognitiva enferma el ser,

corrompe el balance de mente, cuerpo y espíritu.

Lo diferente, lo otro, le hará daño,

a medida que pase el tiempo lo consumirá,

porque sabe conscientemente que están aguantando,

esperando que un viento de suerte,

un suceso desafortunado,

tumbe a los que solo ve como enemigos.


Quién compró el discurso del rencor, es doble víctima,

porque sus sentimientos le alertaban sobre algo importante,

y tomando el pensamiento ya digerido,

regurgitado, el que coincide con lo políticamente correcto,

por un lado se siente peor y por otro

no puede empezar a corregir el curso

porque cree que coincidir con el sentimentalismo ciego

es una virtud.

Quieren aplicar la herramienta y al hacerlo sienten

que no es suficiente, que algo no encaja,

que uno más uno no es igual a dos

pero no se animan a averiguar el porqué se sienten así.

Es entonces cuando solo queda una opción,

debe ser culpa de los demás, de la suerte,

del mundo y su historia.

Esta disonancia cognitiva es lo que quita el sueño,

la que no le deja explicar la realidad, 

la que hace tomar lo malo por bueno,

mucho por poco,

el esfuerzo ciego como suficiente,

la responsabilidad como opresión.

Como dije, el camino es largo y el trabajo, arduo...pero se puede.




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Queridos viajeros! Largos han sido los meses que nos han separado y este reencuentro

surge espontáneamente, una especie de materialización en tinta digital de una charla de café,

materialización que en un principio pensé tendría 

la forma de dialogo socrático por el tema a tratar, 

pero el objetivo y por lo tanto la forma, varió después,

 para ser un lugar de retorno para contrastar en el futuro.

Sin dudas este lugar no es solo una especie de libro, 

funciona a veces de catastro,

a veces de mapa, de lienzo, de escenario,

es el teatro donde más cómoda me siento,

el bosque donde al perderme, me encuentro. 


Espero nuestras tintas se crucen pronto! 

Me despido con una canción que hace poco volvió a mi mente

y quizás sea más que adecuada.



(...)The ones we trusted the most...pushed us faraway...

Video muy bonito del usuario @creacionespsicotropicales en youtube.


martes, 11 de junio de 2019

¿Cuál es el Costo?




Últimamente me cruzo con
tantos vendedores de "verdad"
Los encontrarás de todo tipo,
algunos la deslizan entre versos,
conocedores de todos los derechos,
te dirán todo lo que mereces,
no se arriesgarían a decir algo
que no estés dispuesta a otorgar.
Te dicen cómo vivir y amar, que digas lo que piensas,
que nadie te lastimará,
mientras se esconden en lo políticamente correcto,
mientras se esconden detrás de una legión de fans.


Otros la tiñen de distintos colores,
sus colores, quien no los lleve a la moda
no pertenece, no merece voz o atención.
Con supuesta pasión
disimulan la contradicción,
con preocupación la sordera y falta de reflexión.
No importa el tinte elegido en la prenda,
hablan de vida, se rasgan las vestiduras
y se indignan de los muertos,
aunque solo de sus muertos...

A través de la pantalla elegimos qué verdad nos hace bien,
digerida, procesada, positiva, popular;
esa es la verdad que queremos.
Lo que incomoda pertenece a la mentira,
a lo negativo, a lo pasado, a la persona que no entendió, a la que no puede amar,
a la indiferente, a la fría, a la ignorante ,a la insensible,
a la enemiga, a la extranjera, a la gris, a la senil.
No es nuestra culpa, es de ella, de ella y de su falta de piedad;
una vez conocida hay que aceptar la responsabilidad,
sin importar de lo que se esté hablando;
y ese no es un derecho del que queramos gozar...


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"Ser científico es ser ingenuo. 
Estamos tan enfocados en buscar la verdad que no logramos ver a cuántos (o a quienes)
les interesa que la encontremos.
Pero la verdad siempre esta ahí, la veamos o no, lo queramos o no. 
A la verdad no le importan nuestras necesidades o deseos, no le interesan nuestros gobiernos, nuestra ideología, nuestras religiones... 
Permanecerá a la espera siempre.

Mientras antes temía el costo de la verdad, ahora solo me pregunto...

¿Cuál es el costo de las mentiras?"



sábado, 25 de mayo de 2019

It changes things...






"It changes things, that knowledge, doesn't it?
 When what you love gets taken from you, you want to know the truth" 






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sábado, 9 de marzo de 2019

¿Cuál es la naturaleza de éste desvarío?

Más y más veo como creen tener la verdad. Reflexionan solo lo suficiente para convencerse a ellos mismos de lo que ya sienten. Hoy nadie duda de un sentimiento o se pregunta sobre su naturaleza.
Lo semejante se junta con lo semejante, formulan sus tesis en compañía de clones intelectuales;
 sus libros no fueron escritos para filosofar o teorizar, ni siquiera para entretener, fueron escritos con otra finalidad, una que debieron sospechar en el instante en que no se les ocurrió siquiera intentar refutar. Lo heterogéneo los asusta, la multiplicidad de posibilidades, enloquece.
Ante una contradicción: negación, olvido.
Siguen creyendo, como si fuesen sofistas, que una discusión es una batalla en la que solo se gana o se pierde; 
no saben lo que es.




Aparentemente las palabras confunden, se olvidan y tergiversan. Los sentimientos en toda su intensidad y gloria se volvieron suficientes. ¿Han probado alinearlos con v?  Piensan "Si lo siento debe ser verdadero" Lo gracioso es que te aseguro que después de un tiempo lo será, y a conveniencia medirás a algunos con una varita y a otros con un poste. Lo que pase después no será responsabilidad de cada uno, sino obra de las Moiras, y se dirá que no se pueden conocer las vueltas de la vida. Nadie recuerda qué es lo que pasaba cuando se desoía a Themis.
Honor, Honestidad, Humildad, Gratitud,
 Lealtad, Justicia, Libertad...Solo sonidos para tiempos de paz interior...

Quién se anima a ver cinco minutos adelante y describir el futuro es una persona maniática, egocéntrica, insensible, que lo haga correctamente nunca será fruto de un buen razonamiento, simplemente es un paria con una dosis de suerte, donde otros elementos desconocidos intervinieron para que el resultado se parezca.
Mirando hacia el interior muchos podrán corregir la visión, aunque para la mayoría hace tiempo que ahí no hay más que verdadero egoísmo y desolación.

¿Hace cuánto tiempo corres detrás de los problemas? ¿Te has preguntado siquiera por qué los tienes?
Demasiado tiempo llevamos refugiándonos en el castillo de la ignorancia.
Una larga mano coloca delante de tus ojos lo que debes pensar, sentir, querer, desear, no es nada nuevo pero ¿A qué conclusión has llegado?
Dictan cuáles son los temas que te alejarán de los que no se someten, crean a tus profetas, ellos proporcionarán las palabras que ya no tendrás que esforzarte en encontrar.
Falsa cultura.
Quizás asientas cuando diga que hace años estas buscando descubrir una interrogante, un conocimiento muy sutil que jurarías has llegado a percibir... pero siempre se ha escapado.
Sabes que deberías conocerlo, que ha estado frente a tus ojos todo este tiempo, pero no lo ves, no tienes tiempo para él.


Me despido con un enigma:

Más importante que dónde, es cuándo,
Yo te pregunto
¿Y más importante que cuándo?



"Cuando se ha puesto un pie del otro lado
y se puede sin embargo volver,
ya nunca más se pisará como antes
y poco a poco se irá pisando de este lado
el otro lado.
Es el aprendizaje
que se convierte en lo aprendido
el pleno aprendizaje
que después no se resigna
a que todo lo demás,
sobre todo el amor,
no haga lo mismo.
El otro lado es el mayor contagio.
Hasta los mismos ojos cambian de color y adquieren
el tono transparente de las fábulas".

Roberto Juarroz


miércoles, 5 de diciembre de 2018

De las miradas...

Las palabras que no decimos nos inundan,
poco a poco crean fábulas, inventan imágenes,
momentos que después de mucho tiempo dudamos si fueron reales.
A veces te sorprenden y las pronuncias
en silencio, en soledad,
una confesión sin testigos, una justificación estéril...
bálsamo y veneno por igual.

Las palabras que nos negaron nos roban el sueño,
también ellas crean fábulas,  fuerzan a la imaginación,
al corazón, a entender la frialdad, la crueldad;
a veces te sorprenden y las escuchas
en los momentos de silencio, en soledad,
una adivinación sin oficio, una explicación desgraciada...
desaliento y sufrimiento sin igual.

Lo certeza que buscamos no se puede oír,
es otro el canal en el que hay que buscar.
A diferencia de los labios, los ojos no saben guardar secretos,
no pueden mentir u omitir;
de las miradas proviene el indicio, el empujón hacia la verdad,
lo que tanto tiempo tarda en llegar siempre estuvo ahí.
Me pregunto, viajeros, si hoy me miraran...

¿Qué podrían interpretar?




...Sing my song, it's what I feel, come and sing, this is real.
From my soul, come and hear, I can feel my senses dear...





jueves, 14 de octubre de 2010

Prejuicios



"...La montaña no se burla del río porque este corre
por debajo, como tampoco se ríe el río de la
montaña porque esta permanece inmóvil..."

Mis prejuicios atacan, yo los ataco a ellos, quiero arrancarlos y mandarlos al exilio; ellos cambian de forma y se manifiestan de distintas maneras.
Quizás es muy temprano para saber si podré algún día echarlos de mí.
Aunque en las presentes batallas sus presencias no disminuyen, sus poderes están menguando. Ignorándolos, quizás, algún día, se den por vencidos.

Tengo que aceptar que la verdad no es un bien que me pertenece, pero es una tarea muy difícil, más aún cuando los demás no hacen lo mismo...


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Más tarde editaré para nominar a los 5 blogs que considero más artísticos : )