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jueves, 1 de diciembre de 2016

Metallica - Hardwire... to Self-Destruct (2016)


Metallica es tal vez la banda más polémica de la escena metalera y cada disco genera las mismas controversias. Metallica es la banda que ayudó a cimentar un género y luego viró al rock ante la más sincera consternación. Los cuatro primero discos son joyas del metal, de la crudeza del Kill’em All a la complejidad conceptual y musical del …And Justice for All; de hecho el único reproche que le podemos hacer al And Justice es la pésima producción. Si no fuera por ese detalle, que no es menor, podríamos decir que es el mejor disco de la banda. Después de esa gira estaban exhaustos y le dieron otro enfoque a la composición, más simple y a la vez más accesible. Creo que todos recordamos el impacto que tuvo el disco epónimo, fue una movida acertada pero Metallica dejó de ser una banda de metal, ruda y agresiva, para convertirse en una banda más convencional, suavizando su estilo y su imagen; algo imperdonable para muchos fans.

  
El Load y Reload nos tomaron desprevenidos, más que el sonido, la imagen que mostraban se alejaba por completo del ideario metalero. La banda más grandiosa en su momento, caía en el conformismo y la banalidad. No son discos malos, pero fue una movida demasiado arriesgada y el mundo del metal todavía no les ha perdonado. Siendo justos, esa segunda etapa no es tan mala como se la quiere pintar; pero genera un contraste muy fuerte con la bestialidad de los primeros discos. El Garage Inc. provocó la misma sensación: esta no es la banda grandiosa de los ochentas. Es cierto, los discos de covers no siempre funcionan, rara vez lo hacen, pero es un disco que disfruto y lo escucho con frecuencia. En lo personal creo que los Metallica viraron hacia al rock porque ya no eran adolescentes llenos de ira, habían madurado y comenzaron a explorar otro tipo de música, tampoco los podemos culpar por eso. Pero ese disco no fue bien recibido por los fans y tampoco lo fue el S&M, disco que fue vapuleado por todos por igual. A mí me gusta y lo sigo escuchando. 


Para finales de los 90, Metallica no era ni la sombra de lo alguna vez fue; era una banda desgastada, profundamente criticada. El St. Anger fue grabado en condiciones muy difíciles; desacreditado de manera casi universal podemos decir que por consenso es el peor disco de la banda. Pero tampoco es un disco tan malo, considero que todos los discos desde el epónimo son muy largos, y ese es el principal problema; el St. Anger tiene sus grandes momentos, es bien agresivo, la idea era esa sonar crudo, como en un ensayo. El disco es muy plano, casi todas las canciones se parecen y después del minuto cuarenta se vuelve muy repetitivo. Creo que pudo haber sido un disco genial, pero los Metallica no saben filtrar sus canciones y sacan discos largos y no muy eficaces. Por ello, el formato del LP es más atractivo, son cuarenta minutos, entonces en el producto final solo entraban lo mejor de la sesiones de grabación. El formato del CD, con sus ochenta minutos, es inmenso después de todo y no es siempre prudente llenarlo. El mismo error está presente en el Death Magnetic, y es un regreso con fuerza a un sonido más clásico. El disco es muy bueno pero tiene dos problemas: es largo y el sonido no es de buena calidad; suena mal, suena demasiado fuerte provocando una distorsión y es una pena, pudo haber sido un disco genial. 


Si el Death Magnetic no fue recibido de la mejor manera por los fans, es porque han perdido confianza y es muy difícil recobrarla, hagan lo que hagan, nunca podrán recobrar el estatus que tenían a finales de los ochentas. Es la más representativa de las Big 4, y sea dicho de paso las otras tres no andan mejor, el último disco de Slayer es bastante flojo y poco imaginativo, el de Megadeth no termina de despegar y el Anthrax, a mi juicio el mejor de los cuatro, suena bastante bien pero hoy en día hay mejores bandas de thrash. Los discos de Testament, Sodom o Destruction me parecen más sólidos. El Hardwire… to Self-Destruct, no solo tenía que lidiar con todo eso, también lo tuvo que hacerlo con el desastre que fue el Lulu, tal vez el disco más extraño de la banda. Quien lleva la dirección musical es Lou Reed y Metallica es la banda de acompañamiento; es una asociación muy bizarra y no funcionó muy bien, pese a que también tiene sus grandes momentos. El Hardwire de entrada tiene demasiados puntos negativos pero no es un mal disco, sigue la línea musical del Death Magnetic, tienen una mejor producción aunque sigue siendo muy largo. Creo que haberlo empaquetado en dos discos fue una decisión certera, nos da la oportunidad de escucharlo con una pausa y lo hace más digerible. 


A nivel musical creo que combina elementos del St. Anger y del Death Magnetic. Hardwire, el primer single además, nos dejó escépticos; es una crudeza muy similar a la del St. Anger. Pone el tono del disco, es un Metallica más pesado y se confirma con Atlas Rise, una canción mejor lograda y que despertó mayor esperanza. Es el patrón que sigue el disco, pero si el Death Magnetic tenía sus sorpresas, el Hardwire es un disco bastante plano, todas las canciones tienen un sonido muy similar. El primer disco tiene cosas interesantes pero nada sobresaliente. El segundo disco comienza bastante bien, pero pierde fuerza y mantiene el mismo patrón, algunas canciones interesantes y otras no tanto. Lo que le agrega mucho al disco, son los videos y lo convierte en una experiencia visual, más interesantes que escuchar a una banda tratando de recrear su pasado sin mucho éxito. Después de ocho años de espera, esta nueva entrega no satisface las expectativas, creo que el Death Magnetic merece más atención, es un disco mejor logrado, aunque los problemas con el sonido me desalientan a escucharlo. Nada nuevo en el horizonte entonces; la edición de lujo tiene un disco más, comienza con Lord of Summer que salió como single el 2014 y sonaba bastante bien en ese momento; las siguientes son canciones que salieron en varios tributos, la que se destaca es Ronnie Rising Medley, extraída del This is Your Life uno de los mejores discos tributos que he escuchado. 


Lo que cierra el disco tres es un live y Metallica tiene bastantes grabaciones en vivo, no le agrega nada y es casi una decepción. Sin ser un disco malo, el Hardwire… to Self-Destruct tampoco es la gran revelación del año. Si la banda sigue siendo una atracción en vivo, la época de gloria quedó en el recuerdo.