A pesar de los 20 kilos que tengo que bajar, mi atracción por la cocina esta volviendo a la normalidad.
Hoy, la idea brillante es hacer sopa tailandesa con las provisiones que encontramos en casa.
Afuera esta nevando, 31 regiones de Francia en “vigilancia naranja” no hay que desplazarse salvo extrema urgencia: será que comprar galanga fresca es una urgencia?
Pues no.
Entonces nos inspiramos. Le ponemos jengibre más bien que galanga, berenjenas, champiñones chinos y curry verde porque rojo no tenemos…
La radio sigue dando pronósticos y aconsejando…consejos:
“No salir,
no manejar,
no comprar galanga fresca.
Yo me acuerdo que son las liquidaciones en Francia y miles de ciudadanas francesas deben estar en sus casas mirando por la ventana, escuchando la radio sin poder salir a comprar cositas y no les queda más que morder el picaporte y añorar que los algodones desaparezcan.
A mi se me ocurre una ocurrencia…mientras Fred duerme con su conejo azul envuelto en una manta de vaca: se me ocurre contarles la historia de una sopa thai que se transformó en sopa rara.
Bien rara y maravillosa!!
Si se animan:
Pollo sin piel cortado
Una berenjena cortada en pedacitos
Un poco de jengibre
Morron rojo
Champiñones
Jugo de un limón
Curry verde (no más de una cuchara de café)
Citronella
Un chorrito de salsa de pescado thai ‘nuc man”
1, 25 litro de caldo de ave
1 hoja de limonero
(sin sal, porque la salsa de pescado es ya salada)
Como hacer?
Sacarle la piel al pollo y cortar en pedacitos.
Hervir el caldo y agregar el jengibre, la citronella, el jugo de limón, la hoja de limonero, el curry y la salsa de pescado. Agregar la berenjena y el morron.
Cocinar un ratin y agregar el pollo.
Cuando todo este cocinado servir!
Es un placer, pica un poco pero nada exagerado, de todos modos hay que regular el curry, si quieren que pique menos disminuir la cantidad.
Así da gusto estar estancada en casa!
Un beso!