Mostrando entradas con la etiqueta religión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta religión. Mostrar todas las entradas

23 ago 2014

La religión del ateísmo

Soy ateo. Y frecuento ateos, y grupos de ateos, y foros ateos en Internet. Soy ateo porque he llegado a la conclusión de que no puede existir ningún ser superior y que éstos, como los unicornios, las hadas madrinas o el hombre del saco se inventaron en un momento determinado para cubrir una necesidad determinada y esa necesidad ya ha pasado. Pero no quería hablar de eso. Me encuentro muy frecuentemente (por desgracia con demasiada frecuencia) con un género de ateos de poca monta, con nulos argumentos y los que tienen, falaces. Suelen ser ateos además que, quizá conscientes de su debilidad argumental, son reacios al debate y prefieren la menudencia. La risita fácil de señalar con el dedo al que cree.

19 feb 2014

22 answers from Science to the 22 creationists

Yesterday I found a post at Buzzfeed with "22 Messages From Creationists To People Who Believe In Evolution" where 22 smily and cheerful creationist write down a message to evolutonist. Well, as I consider my self an Evolutionist I take up the gauntlet and I have replied every message. It has been really hard since it is pretty difficult to maintain a scientific conversation/debate with a person who starts with arguments like "God exists because sunsets are nice" (not fake, read on). Anyway I did my best. Here are the replies.

I've maintained the original grammar and punctuation of the original messages. Don't blame me. I know there are some outrageous incorrections. I'm responsible only for the replies. ;-)

28 dic 2009

El mejor ataque es una buena defensa

Franco y sus amigos
Que los defensores de eso llamado la familia tradicional se sientan en peligro por la mera existencia de un derecho al matrimonio gay, o a una ley lógica del aborto (por citar dos ejemplos), es tan absurdo como que los vegetarianos se sintiesen en peligro por la mera existencia de carnicerías.

Los modelos familiares son consecuencia de su tiempo y las circunstancias sociales de su tiempo. La familia tradicional, fue el fruto de un modelo de familia dictado por la Iglesia católica, en un tiempo en el que la religión era en Occidente o un valor tradicional incuestionable (como lo fue la Inquisición, el machismo o el exorcismo de deficientes mentales), o bien porque directamente vivía en simbiosis con regímenes opresores y dictatoriales.

Sin embargo, el mejor ataque es una buena defensa, y no hay nada como hacerse pasar por víctima cuando uno es en realidad el opresor. Cuando uno es un intolerante, lo mejor es acusar al marginado de intolerante y hacerse pasar uno por víctima. No hay nada como hacer presión, e intentar hacer ver que en realidad se está actuando en defensa propia. De esa manera se libra uno del cariz malrollero que tiene ser un impositor de verdad, para pasar a ser un impositor en la sombra. No es la primera vez, ni será la última.


(Bonus) Malus: Es una triste ironía del destino que el día de la familia, un recién nacido sea abandonado en plena calle a su suerte. Afortunadamente la cosa no fue a más, y salvó la vida gracias a Paco.

13 nov 2009

Los ateos, es normal que violen y maten

Eso es lo que debe de pensar el común de los mortales, a tenor de los comentarios y reflexiones que veo. Me explico: De vez en cuando salta a los medios una noticia terrible. Ayer veía una acerca de un padre de aspecto octogenario, que junto a sus cuatro hijos, violaron repetidamente a sus nietos/hijos/sobrinos, produciéndose embarazos a corta edad, abortos, y muy probablemente muertes. Desde luego es espeluznante, pero más espeluznante me resultó, no ya los comentarios de los vecinos entrevistados, sino que dichos comentarios formasen parte del cuerpo de la noticia en un medio que no peca de exceso de conservadurismo, como es CNN+.

La reflexión general, tanto de los vecinos de los criminales, como de los redactores del informativo, era la enorme sorpresa por lo buenos vecinos que eran, que incluso eran parroquianos asiduos de la iglesia local. Y yo me pregunto. ¿Qué coño tendrá que ver que su nivel de relación con la iglesia? ¿Es que ser ateo haría más "comprensible" el hecho de que una panda de malnacidos viole a los pequeños de la familia y por tanto sería menos sorprendente? Parece que el pensamiento es que si alguien es religioso, es mucho más sorprendente que alguien sea un violador. Y realmente no lo tengo claro, máxime cuando en los tribunales de todo el mundo civilizado se amontonan las causas por violación contra, precisamente, los más religiosos de todos. Los curas.

23 ago 2009

Pensamientos alrededor de escorpiones y ranas

Hay un cuento, que seguramente la mayoría conoce, llamado El escorpión y la rana, atribuido tradicionalmente a Esopo. Esta fábula, para quien no la conozca previamente, viene a ser en resumidas cuentas algo así:
Había una vez un escorpión que quería cruzar un río. Entonces vio una rana en la orilla, y le pidió cruzar el río a lomos de ella. La rana se negó, aduciendo que cuando estuvieran cruzando, el escorpión la aguijonearía. "Estás loca", respondió el escorpión. "¿No ves que si te pico y te hundes, yo, al no saber nadar, también me ahogaré?" Y con este argumento, convenció a la rana, que permitió al escorpión subir a su lomo y comenzó a nadar hacia la otra orilla. Pero a mitad de trayecto, la rana notó cómo el escorpión la picaba con su letal aguijón. "¡Pero qué haces, insensato! ¿No ves que ahora moriremos los dos?" le increpó al escorpión. A lo que este, apesadumbrado, respondió "No he podido evitarlo. Está en mi naturaleza."
La moraleja del cuento viene a decir que es inútil servir a aquellos de naturaleza oscura e ingrata, ya que siempre actuarán conforme a lo que es viene dictado en su forma de ser.

Esta fábula siempre me ha parecido un ejemplo paradigmático de lo que viene a ser la concepción occidental de la predestinación, de la ausencia de cambio, en firme oposición a la cultura oriental de la mejora continua, del cambio continuo y de la evolución. En occidente, desde la más remota antigüedad, la condición humana se consideraba algo inmutable. Se tiende a pensar que la gente no cambia, e incluso existe la convicción de que dicha condición humana se hereda a lo largo de la estirpe en toda la línea genealógica. Esta concepción cosmogónica que hunde sus raíces en lo más profundo de la historia indoeuropea, graciosamente no ha podido ser lavada mediante el "libre albedrío" promovido por las religiones judeocristianas, que poco han podido hacer en contra de ese sentimiento de predestinación tan profunda y vastamente enraizado en los pueblos al oeste del Hindu Kush.

En el otro polo, en el otro platillo de la balanza, está el contrapeso de la concepción hinduísta, heredado luego por el budismo, del cambio, la mutación, la evolución, tanto en vida, como en el paso de una vida a la otra, materializado en forma de la reencarnación, y que dota a cada ser de una vitalidad y positivismo para enfrentarse a la adversidad que en Occidente causa admiración. Cada individuo es consciente de que lo que quiera que sea mañana, será consecuencia directa de lo cómo actúe hoy. No en vano, el proverbio tibetano reza:
Quien siembra un pensamiento, cosecha una acción.
Quien siembra una acción, cosecha un hábito.
Quien siembra un hábito, cosecha un carácter.
Quien siembra un carácter, cosecha un destino.
En consecuencia, todos los seres humanos son conscientes de la importancia de cada acto, ya que tendrá una consecuencia directa en sí mismos y en su entorno, además de condicionar su siguiente reencarnación. Esto tiene dos lecturas. En un nivel de lectura más primario, totalmente inconsciente, se pierde el miedo a la muerte como un trance de no retorno, traumático, ya que se asume el hecho mortal como un mero trámite hasta la siguiente reencarnación. Tan sencillo como abrir una puerta para pasar de una habitación a otra. No hay cielo ni infierno. No hay purgatorios ni agonías. No hay lagunas estigias donde las almas agonicen. No hay juicios finales. No hay miedo. Quien se enfrenta al trance de la muerte sólo cuenta con que renacerá con una memoria borrada, y sin recuerdos de su vida anterior, salvo (dependiendo de las culturas), cuando se es niño. La más tierna infancia, de la que, casualmente cuando somos mayores no conservamos recuerdos, es la etapa en la que se recuerda la vida anterior. Así, para muchas culturas orientales las historias y fantasías de los bebés son en realidad recuerdos de su vida anterior, aún en trámite de ser borrados, de los cuales no quedará ni rastro cuando el infante se convierta en adulto.

La segunda lectura de esta visión, ya de más alto nivel, a un nivel consciente, es la de la responsabilidad de los actos hacia uno mismo y hacia terceros. La ausencia de una absolución impuesta por una clase sacerdotal, en base a confesiones, extremaunciones y demás parafernalia, se traduce como una forma de autocontrol de la población en la que, en términos generales y de forma tradicional, hay una menor historia en lo referente al crimen en cualquiera de sus variedades. El irrespeto por la vida o la propiedad ajena dejan una marca indeleble que condicionará la siguiente reencarnación del individuo. No puede uno cometer mil tropelías para acabar arrepintiéndose en el lecho de muerte previamente a la extremaunción, y a pesar de ser un ser miserable, entrar por la puerta grande en el Reino de los Cielos. Esos trucos no sirven en Oriente. Cada individuo ha de ser responsable de sus propios actos, pensamientos, etc. y compensar los negativos con otros positivos. ¿A alguien le suena el concepto panoriental del Karma? Sólo con un balance positivo al final de la existencia, puede esperarse una reencarnación en un mejor status. Y dado que la muerte puede sorprendernos en cualquier esquina, conviene llevar la cuenta en positivo constantemente. ¿A alguien le sorprende los bajos índices de criminalidad existentes en las comunidades tradicionalmente orientales? ¿A alguien le sorprende ahora, por citar un ejemplo, que en Japón existan tiendas sin dependientes, en los que la gente se lleva los artículos y deposita el importe en un cesto abierto?

Es un ejemplo más de cómo las concepciones más básicas sobre cómo vemos nuestra existencia, por más que nos creamos modernos, vienen transmitiéndose desde hace cientos de generaciones, probablemente en una forma más arraigada con la división genética que produjo las diferentes razas humanas, hace entre 2.000.000 y 100.000 años (ya sea la teoría Multirregional o la de Origen Africano Reciente, o en inglés Out of Africa Theory), de lo que podamos imaginar. Posiblemente habría que buscar el origen de esta concepción tan primaria en los condicionantes de entorno de las poblaciones prehistóricas tal vez incluso de homo erectus. Aunque esto es otra historia.

14 jun 2009

Los ángeles de Dios no necesitan comulgar

Cuando montas un tinglado a modo de fe única y verdadera, pero a base de un refrito de judaísmo y tomando de aquí y allá aquellos ritos paganos que era más cómodo barnizar de cristianismo en vez de erradicarlo, surgen ineludiblemente las contradicciones y los absurdos. Uno de ellos es el hecho de que un recién nacido que no recibe el bautismo y palma se queda en el limbo, que por lo visto es todavía peor que el infierno, pero un asesino en serie atroz y cruel, basta con que a falta de un cuarto de hora para espicharla se arrepienta de sus pecados, y va derecho al cielo en clase business.

Y así ha surgido con la noticia con la que me he desayunado hoy. No deja de resultarme curioso (iba a decir abominable, pero ya, pa' qué) que para aquellos para los que en su fanatismo, un espermatozoide, o poco más, ya es un ser humano de pleno derecho, una niña de diez años carece de los mismos, y su curita le dice que no hace falta que haga la comunión (eso sí, con la retórica apestosa de siempre). Y no sólo eso, sino que intenta poner todos los impedimentos y trabas para que no haga la comunión en ninguna otra parroquia. Ah, perdón. Se me pasaba el detalle de que la niña tiene Síndrome de Down.

21 may 2009

Objeción celular

Los farmacéuticos gilipollas mojigatos que alegan objeción de conciencia para no suministrar la píldora del día después, o píldora postcoital, supongo que tendrán los mismos remilgos a la hora de reventarse una espinilla o pasarse la piedra pómez por las durezas de los pies. A fin de cuentas en estos procesos se pierden más células vivas de las que se liquidan con la susodicha píldora (y eso sólo en el caso de haberse producido efectivamente una fecundación). Por supuesto, como soy un caballero no voy a entrar en el terreno de sus relaciones sexuales que por supuesto, espero, irán todas encaminadas a la concepción, por supuesto.

29 abr 2009

Catolicismo vegetariano

A los que me dicen con convicción que son católicos pero no practicantes, de los que usan condones, no llegan vírgenes al matrimonio, no van a misa nunca y con frecuencia se manifiestan abiertamente en contra de la doctrina general de la Iglesia y de las declaraciones del Papa, les respondo que yo soy vegetariano pero no practicante, de los que comen chuletones y bocadillos de jamón.

8 abr 2008

El infierno ya no es lo que era...

El Jesucristo colega de Dogma

Dogma, película del genial Kevin Smith y de lo mejorcito que ha hecho el caragarbanzo de Ben Affleck, comienza con una magistral escena en la que unos altos dignatarios de la Iglesia Católica afirman que la imagen de la Iglesia está desfasada y precisa de una actualización para hacerla más atractiva al gran público. Y el resultado del rediseño no es otro que “el Jesucristo Colega”. Un hijo de Dios colega y majete, con el que casi le entran ganas a uno de irse de copas.

Hoy he visto una noticia que me ha recordado a esta escena. En la noticia se narra que la Iglesia ha decidido con los mismos criterios, actualizar el concepto de Infierno. Ahora no es un lugar, sino una “situación”. Es decir, el “dónde” pasa a ser un “cómo”, pero nos quedamos sin “dónde” definitivamente. Las llamas, el azufre y los lamentos quejumbrosos de los condenados desaparecen para siempre y pasa a ser un “estado de separación de Dios para toda la eternidad”. La putada, (una de ellas) es que de un plumazo, los obispos se han cepillado toda la iconografía infernal desde el siglo X hasta nuestros días. Desde El Bosco hasta Hollywood. Los grupos heavy satánico tienen ahora que replantearse las llamas, las calaveras y toda la parafernalia. Menuda movida.

Personalmente creo que la Iglesia se nos está amariconando. A mí me encantaba el Dios del Antiguo Testamento, ese señor viejo con túnica, pelambrera y barba blancas y cara de cabreo que aniquilaba ciudades enteras sin despeinarse. Pero empezaron con lo de poner la otra mejilla, que si perdonar al prójimo, y ahora revientan el infierno. Con lo que molaba decir “yo quiero ir al infierno, porque es donde van las tías más guarras divertidas”…

Dios o Satán: ¿De quién fiarse?

Llevo desde febrero para publicar esto que me pasó Yaiza. Hay una graciosa entrada en Dwindling in Unbelief en la que se hace una curiosa estadística de la gente que muere en la Biblia a manos de Dios y a manos de Satán. El caso es que gana por goleada Dios: El "salvador" mata a 2.270.365 personas concretas, contra 10 de Satanás. Si usamos cifras estimadas de los muertos cuya cantidad no se establece con concreción, tenemos que Dios mata a unos 32,9 millones de personas, contra las mismas 10 que siguen en el haber de Satán.
La pregunta con que concluye la estadística es "Si tuvieses que elegir, ¿de quién te fiarías más?" Yo me tronchaba.

18 mar 2008

Reuters: Cinco años en Irak

Hace cinco años, en Irak había más libertades de las que hay hoy en China, que es otro régimen totalitario. Sin embargo algunos se empeñaron en convencernos de que era “bueno” invadir Irak y deponer al tirano Saddam Husein. Se nos aseguró que era “por el bien de todos”, y se arguyeron elevadas razones. La palabra democracia se mancilló y se usó como pretexto para iniciar una guerra que aún hoy dura.

Cinco años después de aquello, en Irak han muerto más de medio millón de personas, la población tiene tanto miedo a los terroristas como a las tropas “pacificadoras”, hay un caos institucional, gubernamental, legislativo y de orden público. Los derechos humanos, por increíble que parezca, se respetan menos que antes de la invasión. Los derechos de la mujer han experimentado un terrible retroceso. El paro es más de tres veces superior al de hace cinco años, ronda el 60%.

Lo más triste es que ni siquiera puede argumentarse el vil pretexto de que el petróleo sea más barato. El barril Brent costaba 37 dólares hace cinco años, y hoy cuesta 110. El equilibrio de poder entre suníes y chiíes que existía en la zona se ha esfumado. El actual presidente de los Estados Unidos, George W. Bush ha hecho realidad el sueño de Jomeini de un gobierno influenciado por Teherán en Irak.

Reuters ha elaborado un cortísimo documental de apenas cinco minutos. Son cinco años resumidos en cinco minutos, pero merece la pena verlo y reflexionar.

11 mar 2008

Las barbas del vecino a remojar

Le contaba yo a Fermín la semana pasada, a propósito de la elección de Rouco Varela como presidente de la Conferencia Episcopal Española, que me daba a mí en la nariz que eso era un signo claro de que el estamento eclesiástico no las tenía todas consigo sobre la tan cacareada victoria del PP en las elecciones del domingo, y que colocar al correoso Rouco era una forma de preparar el terreno ante una nueva legislatura de la mano del PSOE.

El clero, que no necesita aparentar autoconfianza, colocaba al frente a su más férreo valedor, en contra de lo que pudiese parecer si confiasen realmente en una victoria clara de Rajoy.

Y mi olfato no me falló.

8 mar 2008

Seeking Śakti

El otro día (hace más de un mes, lo que es la procrastinación) coloqué esas dos palabras en algunos de los programas de IM que uso, y el resultado fue un aluvión de preguntas sobre la motivación de dicha frase y su sentido. Cuando empecé a responder a alguna de ellas, pensé que escribir un artículo sobre ello podría ser interesante. Y desde entonces ella no paraba de repetirme cada pocos días “me debes un post, me debes un post Bien pues aquí está, recién salido del horno.

Pero empecemos por definir qué es Śakti, (pronunciado shakti o a veces shaktí). En el hinduísmo las deidades representan conceptos absolutos. Sin embargo, todas las deidades tienen una doble cara, masculina y femenina. Más allá de la interpretación simplista matrimonial de Vishnú y Lakshmi, o Shiva y Parvati, heredada de concepciones europeas (Zeus y Hera, Hefestos y Afrodita), lo cierto es que cada todo está representado por dos partes. Una ejecutora, o prusha, y una impulsora o śakti. La mitad ejecutora es la parte masculina (Vishnú), mientras que la impulsora está personificada de forma femenina (Lakshmi), siendo en realidad las dos caras de una misma entidad. Podría decirse que en la mitología hinduista, hombre y mujer no son dos elementos que se unen, sino dos mitades que se encuentran, de una forma muy similar a los conceptos del Yin y el Yang del taoísmo.

¿Por qué puse yo Seeking Śakti? Quizá pudiera ser un koan, por lo misterioso y ambiguo del significado e incluso la extraña sonoridad de la sentencia. Bueno, aparte de por ser un buen juego de palabras de curiosa sonoridad por confluencia fonética, y aparte de por ser un guiño hacia alguien para quien este nombre tiene cierta significación, por encontrarme inmerso en una búsqueda interior de esa fuerza impulsora. Por localizar y aprender de esa energía vital. Por acercarme a ella y convivir con ella. Y hasta aquí puedo leer.

2 mar 2008

El halo de la fe

Ruinas del templo llamado "de Diana", de Mérida.

Algo hay en la naturaleza humana que es capaz de imprimir en algunos edificios y dotarlos de un halo mágico, de forma que sea captado por otros iguales. O bien yo tengo una especial sensibilidad para captar ese halo mágico. O ambas cosas a la vez. El caso es que me suele pasar en cada catedral, me pasó en los templos de Egipto, y me ha vuelto a pasar ante el templo de Diana de Mérida. (Que por cierto no estuvo jamás dedicado a Diana).

Ante todo cuando me planté ante él, me sobrecogió, como me pasa siempre, lo que es capaz de hacer alguien por la fe. La fe mueve montañas, pero no sólo eso. También hace embarcarse a una ciudad en el costosísimo esfuerzo humano, económico y político que suponía levantar un templo de dimensiones descomunales. Y plantado allí, ante el templo, volví a sentir ese escalofrío que sentí en Edfú, en Salisbury, en Kom Ombo, en Salamanca, en Filae, en Burgos o en Venecia, entre otros muchos sitios. Y es que cada vez que me enfrento a un templo consagrado a quien fuese, percibo ese halo de la fe que movió a los humanos a elevar aquellas piedras hacia el cielo de forma grandiosa. Y ciertamente me sobrecoge y me maravilla, aún cuando, como en el caso del citado templo de Mérida, no es ya sino la sombra de lo que fue.

16 feb 2008

Exclusividad sexual

Podríamos debatir más que en el Concilio de Nicea sobre la exclusividad sexual dentro de la pareja sin llegar a buen puerto. Aún así, voy a meterme en esos jardines, ya que es un tema al que he dedicado no pocas reflexiones. ¿Por qué las relaciones de pareja se establecen de forma monolítica sobre la base de una exclusividad sexual? Esto, que puede parecer una visión simplista y hasta superficial, a poco que escarbemos en la arquitectura de las relaciones, nos daremos cuenta de que no es tal. Las relaciones se fundamentan en lo que llamaré en adelante sexo exclusivo, y en todo lo que ello conlleva. Y para saber dónde nos movemos, aclararé que cuando a una persona le jode que su pareja se vaya de fiesta con otra persona es, en la inmensa mayoría de las ocasiones, por la componente sexual subyacente, lo que nos deja de nuevo en el plano del sexo exclusivo.

Si preguntamos a la población sobre qué cosas no toleraría jamás a su pareja, sin duda la primera opción es “que me ponga los cuernos”. Pero ¿por qué en el imaginario colectivo se ancla tan fuertemente la relación de pareja a la exclusividad sexual? ¿Por qué a un individuo le jode que su pareja folle con otra persona, pero no le jode (o le jode menos, que de todo hay) que su pareja vaya al teatro con esa misma otra persona? Parece claro que hay algo primario y atávico en el sexo que no está presente en ninguna otra faceta de nuestras vidas.

Un posible origen de esta necesidad de exclusividad sexual es la religión, la cual no hizo sino regular una necesidad anterior más o menos tácita, pero sí imprescindible. Si cada varón tiene una hembra de uso particular tiene prácticamente garantizada la supervivencia de sus genes. En una época en la que ley y religión se funden, las creencias místicas imponían la monogamia en una forma de garantizar una hembra para cada hombre, en oposición a culturas poligámicas donde hombres con grandes recursos económicos podían pagar la dote de muchas mujeres, y donde en una población pequeña, podría producir una catástrofe biodemográfica, al dejar a muchos varones sin ninguna hembra disponible. Así, ya en textos tan antiguos como el Antiguo Testamento, cuya redacción podemos datar en torno al año 1.000 A.D. se recogen leyes y normativas sociales mucho más antiguas y que establecen que “no codiciarás a la mujer de tu prójimo”.

Pero remontándonos decenas de miles de años antes de la aparición de ninguna religión podemos encontrar motivos profundamente arraigados en la biología y la etología del ser humano, o protohumano. Nuestra especie procede de una rama de seres vivos (los primates) con una fuerte tendencia a los patriarcados.

El caso es que en ambos casos estaríamos justificando la necesidad de exclusividad sexual del hombre hacia su pareja hembra, pero estos ejemplos no justificarían el caso inverso. La exigencia de exclusividad sexual de la mujer hacia su pareja varón, que, si bien no respetada, sí ha sido manifestada en numerosas ocasiones a lo largo de la Historia. Lo cierto es que la única explicación que se me ocurre para este comportamiento (ya que los libros de Desmond Morris los tengo metidos en una caja) sería una traslación de una costumbre masculina al total de la población. Así, lo que empezó siendo una especie de prerrogativa del varón sobre la hembra, acabó adoptándose como una especie de acuerdo contractual entre cualesquiera personas que estableciesen una relación de pareja, independientemente del género de los individuos.

El descalabro sociomoral, y que hace que se me caigan los palos del sombrajo, viene cuando nos encontramos que al margen de las consideraciones biológicas, éticas, religiosas o etológicas, es posible realizar el acto sexual sin que ello conlleve que se perpetúen los genes. Además, hay individuos de la especie humana que adoptan para criar a un cachorro humano, aún a sabiendas de que no porta sus genes. Por otro lado, una hembra humana hoy en día no precisa del concurso de un macho para alimentar a sus crías. Esto deja fuera de juego las razones biológicas y etológicas expuestas anteriormente. Teniendo en cuenta que gente de ideología liberal, carente de corsés religiosos y de mente abierta siguen sin aceptar un devaneo sexual de su pareja… ¿Qué nos queda? ¿Por qué esa exclusividad sexual? ¿Podemos considerarla un residuo heredado de un pasado remoto en que las condiciones biológicas, religiosas o sociales no eran las actuales pero que mantenemos por inercia, o por el contrario realmente tiene algún tipo de sentido en el mundo de este siglo XXI? Desde luego desde un punto puramente racional no, pero cuando nos vemos invadidos por ese frío y agrio sentimiento de haber sido engañados sexualmente, ¿realmente se debe estar imbuidos de una costumbre social, o hay algo más?

11 feb 2008

¿Predestinados?

Una de los muchos temas que inspiran en mí profundas y recurrentes reflexiones es el determinismo, o indeterminismo. No obstante es este un tema que ha atormentado a propios y ajenos, quizá desde que el mundo es mundo y desde que alguien pensase no ya de dónde venimos, sino hacia dónde vamos, y por tanto, si se podía elegir ese destino. Hace apenas unos días coloqué un artículo con el brevísimo cuento de Cocteau "El gesto de la muerte", que me ha inspirado numerosas meditaciones en este sentido. En él un hombre intenta huir de su destino sin saber que realmente su huída le dirige precisamente hacia aquello de lo que quiere huir. Hace aproximadamente un año publiqué las cinco primeras entregas (la sexta y última sigue procrastinada en estado de borrador) de la serie sobre Inteligencia Artesanal, en la que me permitía el lujo de jugar con el determinismo e indeterminismo que diferencia (o no) nuestra existencia de la de una máquina creada por el hombre. En definitiva, esta es una cuestión que da mucho de sí, y sobre la cual probablemente no será la última vez que escriba.

En muchas ocasiones nos sucede precisamente aquello que pretendíamos evitar, y a veces la caprichosa fortuna me hace caer en la paranoia de que las acciones evasivas no han hecho sino contribuir a la consecución de ese destino que se pretendía fintar. ¿Realmente somos dueños de nuestro destino? ¿Es simplemente una burla más de Forer haciéndonos ver aquello que queremos ver en mitad de la tribulación?

Proclamar la existencia de un Dios creador y planificador que todo lo controlaba ya supuso para los prototeólogos de hace miles de años un problema de peliaguda solución: Alguien predetestinado por los designios de Dios no tenía más que abandonarse a aquello que más le apetecía, seguro de que su destino ya estba dictado. Podía robar, matar o simplemente vegetar sin trabajar en nada, que su destino, en manos del Todopoderoso, acabaría por cumplirse fuese cual fuese. Esto eliminaba de un plumazo el concepto de "sacrificio" promulgado por los sacerdotes y a su vez ponía en grave confrontación la religión y la aceptación de un ser supremo, con la incipiente economía, el orden social y unas mínimas reglas de convivencia. Era preciso hacer que los mortales "se lo currasen", siendo de ese modo premiados con un destino feliz, o castigados con otro terrible. Por eso fue necesaria la invención del concepto de "libre albedrío", que encajaba con calzador la indeterminación humana en mitad del determinismo universal de la voluntad divina. Ahora eran los humanos quienes podían tomar las riendas de su destino con sus actos ("Por sus actos los conoceréis").

En este viaje mío hacia el destino ha influido mucho la física teórica. A raíz de la lectura de las teorías de Einstein, Penrose o Hawking, entre otros, me quedó medianamente claro que, al menos desde el punto de vista teórico que era posible viajar en el tiempo. Pero cada sentido de viaje tiene sus propios inconvenientes: Viajar al pasado parece fácil, ya que el pasado es algo definido y concreto. Conocemos nuestro pasado y sabemos lo que nos encontraremos viajando a un punto del mismo, pero nos plantea problemas como la paradoja del abuelo. Si viajamos al pasado y matamos a nuestro abuelo antes de que concibiese a nuestro padre... ¿Quién estaría matando al abuelo, si el asesino jamás habría nacido? (Ya tocará hablar de las teorías de Hawking para "proteger" el pasado). Viajar en el otro sentido, hacia el futuro, nos ofrece la libertad de no tener nada que proteger. Pero por contra desconocemos qué nos encontraremos y además hallamos la inquietante hipótesis de los "futuros posibles". Es decir, que viajamos hacia un futuro posible del abanico de que disponemos. Si es así, evidentemente cabría pensar con alivio en cierto indeterminismo al estar en nuestra mano elegir, al menos dentro de ese abanico de lo posible, qué alternativa tomar. Si por contra tenemos a nuestra disposición cualquier futuro posible, hacer ese viaje a un "posible futuro" sería tan absurdo y errático como jugar a la lotería. ¿Qué sentido tiene viajar a un "posible futuro" si no tenemos la certeza de que verdaderamente será ese "el futuro"? Podríamos viajar a un posible futuro, ver la combinación ganadora de la lotería, volver al pasado y soplársela a nuestro "yo presente" para que mejorase sensiblemente nuestra situación económica. Pero ese futuro en el que resulta premiada esa combinación sólo es uno de los posibles, luego al fin y a la postre, daría igual que se le dijésemos a nuestro "yo presente" la combinación ganadora, o que directamente jugásemos una combinación al azar...

Y hablando del azar. Hay un hecho que siempre me ha atormentado (por decirlo de algún modo). Es lo que yo llamo "Teoría de la falsa sensación de azar". ¿Existe realmente el azar? Aparentemente sí, ¿verdad? Estamos acostumbrados a pensar que un suceso azaroso es aquel en el que, repitiendo las condiciones de partida, el resultado del mismo es impredecible, o al menos no dependiente de las condiciones de partida. Una tirada de un dado, una tirada de una moneda, etc. Pero esto no es sino una concepción simplista de dicho suceso, ya que ¿realmente podemos repetir las condiciones iniciales? Evidenemente no, ya que las moléculas presentes en el aire, que median entre el dado y la mesa han cambiado de lugar; La posición de la Luna respecto de la Tierra, de la Tierra respecto del Sol, etc. habrán variado con lo que las fuerzas que actúan sobre la moneda o el dado de turno no son las mismas que en la primera tirada, pudiendo inclinar la balanza en una mínima medida, pero suficiente para invalidad aquello de "mismas condiciones de partida". La única forma de repetir con rigor las condiciones iniciales de la prueba serían, dando una vuelta de tuerca más, viajar al pasado al preciso instante de la tirada de dados anterior y repetirla. Pero dado que es el pasado, el resultado de la tirada sería (debería ser) el mismo una y otra vez por más veces que repitiésemos la prueba. El mismo que ya conocemos. El mismo que conservamos en nuestra memoria. Luego... ¿Realmente existe el azar? ¿Es esta imposibilidad de azar la prueba irrefutable de que vivimos una simulación informática? (Ya que un ordenador es una máquina determinista en la que no es posible el azar). ¿De qué forma influiría la inexistencia del azar en nuestra determinismo o indeterminismo?

En este juego de la prederminación, hay una película que el otro día vi y comentaba con Almudena: Gattaca. En esta verdadera obra de culto (al menos para mí), una persona completamente predestinada, con un futuro dictado por algo tan firme como sus genes, lucha contra su propio destino para cambiarlo, convencido de que no somos sino lo que creemos que somos. Convencido de que nuestros límites nos los imponemos nosotros mismos. Y así, lucha para alcanzar algo que, teóricamente le está vetado. Algo que realmente está fuera de su abanico de "posibles futuros". Y vence.
¿Sabes por qué lo conseguí? Porque nunca me reservé nada para la vuelta.
Vincent A. Freeman, alias Jerome Morrow

3 ene 2008

Mucho ruido y pocos fieles

Viendo el ruido que está organizando la Iglesia (Católica, entiéndase en adelante), que ha decidido meterse plenamente en campaña electoral (y eso que no se presenta a las elecciones), me ponía yo a pensar esta mañana acerca de la influencia que tiene la Iglesia sobre la vida pública y política en España. No deja de parecerme curioso debido al escaso número de seguidores que tiene. Y aquí es donde llega el baile de cifras.

Si tomamos como seguidores de la Iglesia Católica a todos aquellos que se dicen creyentes en Dios, evidentemente hay una inmensa mayoría de la población española que cree en Dios (en torno al 90% según diversas encuestas). Ahora bien, de lo que me doy cuenta es de numerosas personas se declaran católicos simplemente por incultura, desconocimiento o inercia. La inmensa mayoría de los que se dicen católicos contravienen de forma sistemática los más básicos principios que sustentan el ideario católico, a saber: Usan preservativos, son promiscuos, algunas chicas abortan, no acuden a la iglesia con la regularidad exigida, y en algunos casos incluso son homosexuales, o aprueban la homosexualidad. En muchos de estos casos, cuando se rasca un poco más, el autodenominado católico aclara "Bueno, yo creo en Dios pero no en la Iglesia)". Ojito, aquí empieza a verse luz al final del túnel.

El caso es que según encuesta del CIS de abril de 2005 que ya cité en el artículo sobre la apostasía, sólo el 18,1% del 79,4% que se decía católico (es decir, el 14,4% del total) acude con regularidad a la iglesia los domingos y fiestas religiosas, (aunque puede que de ese porcentaje un buen número use condones y folle antes de casarse). Esto nos deja con que el 65% de la población está siendo usada por la Iglesia como arma arrojadiza, como elemento de presión para aumentar su peso mediático.

Si todos aquellos católicos por inercia, que en realidad se manifiestan en contra de muchas de las decisiones y posturas de la Iglesia, que en realidad se manifiestan simplemente "creyentes en Dios, pero no en la Iglesia", y en muchos casos directamente afirman "creo que existe algo pero no sé lo que es" realmente ajustasen su postura a sus creencias, sólo tal vez en ese caso la Iglesia tomaría conciencia de su falsa posición de peso en la sociedad española y quizá comenzase a replantearse su posicionamiento sobre diversos puntales de la opinión pública como el uso del preservativo, el aborto, el sacerdocio femenino y otros muchos. Y tal vez en ese caso dejaría de entrometerse en la vida política y comprendiese, de una puñetera vez, que la religión forma parte del elemento místico, espiritual y trascendente del ser humano, y que como tal, es algo estrictamente personal y no social.

26 dic 2007

Estupidez fundamentalista

La nueva versión (foto La Vanguardia)
Divagando por Internet, me topaba el otro día con una noticia acerca del fundamentalismo islámico. El caso es que por lo que parece, en varios países islámicos se está empezando a modificar el escudo del Fútbol Club Barcelona que aparece en camisetas y demás merchandising debido, agárrense que vienen curvas, a que incorpora una cruz. En concreto incorpora la cruz de San Jorge. El problema de esta estúpida acción más propia de gente que piensa con el ojo del culo que con la coliflor que llevan por cerebro, es que demuestra que algunos homínidos no saben distinguir significante y significado. Porque la cruz de San Jorge (que no es sino una cruz roja sobre fondo blanco) no es, en el caso del escudo del FC Barcelona, un símbolo religioso, sino un ornamento más carente de todo significado. Podría entender, con algún esfuerzo, que eliminaran la cruz de algún tipo de estampilla en la que apareciese el santo en cuestión, o de lo alto de alguna iglesia. Y digo con esfuerzo porque eso implicaría aceptar la falta de tolerancia imperante cada vez más en determinados sectores del mundo religioso (en el islámico y todo sea dicho también aquí en casa, en el cristiano, que se lo digan al "foro de la familia" y otras agrupaciones radicales que tenemos por estos lares). Pero el fundamentalismo, el religioso o el de cualquier otra índole, se caracteriza precisamente por un bajísimo aprecio a la razón y por actuar de forma radical y drástica. La acción comentada es tan absurda como

Yo, en un arranque de idiocia sarcasmo acorde al nivel exhibido por algunos dirigentes religiosos islámicos, abogo desde esta tribuna por quitar el cuarto creciente de todos los calendarios que incluyan fases lunares, aduciendo exactamente las mismas razones.

El problema de la religión, es que la practican los seres humanos. Los percebes demostrarían más inteligencia.

13 jun 2007

Suníes y chiíes

Verde Oscuro: Chiíes, verde claro: Suníes (pinchar para ampliar)
Harto de oír noticas sobre suníes y chiíes y saber lo que son simplemente por deducciones basadas en las propias noticias, he decidido informarme un poco sobre el tema para tener una visión de conjunto (me encanta el término inglés "the big picture") sobre el tema. Ante todo me he cuidado mucho de no usar ambiguamente las palabras árabe e islámico, islamista o musulmán. Aunque la mayoría de los árabes son islamistas, no hemos de confundir dichos términos. Árabe es el nacido en arabia o perteneciente a la cultura árabe. Existían árabes antes del nacimiento de Mahoma y eran mayoritariamente judíos y cristianos en menor medida. Por otro lado, islámicos, islamistas o musulmanes son aquellas personas (sean árabes o de cualquier otra cultura o etnia) que siguen los preceptos de Mahoma, es decir: El Islam. Así, por ejemplo, no existe un calendario árabe, sino un calendario musulmán.

Mahoma era un árabe de religión judía con un complicado panorama familiar. Hijo póstumo de su padre, criado por su abuelo paterno, muriendo su madre después, y su abuelo al poco pasando finalmente a la tutela de su tío (un poderoso jefe tribal), se crió junto a su primo Alí, que jugaría un papel fundamental en el desarrollo del Islam como se verá en el párrafo siguiente. A los 40 años, Mahoma dice haber recibido la visita del arcángel Gabriel (Yibril en árabe), que le indica que Mahoma es el último profeta y le dictó el Corán para que lo memorizase y posteriormente escribiese. Según el Corán, Mahoma era analfabeto, lo cual da aún mayor veracidad a que la escritura del libro sólo pudo deberse a una intervención divina. La visión de Mahoma fue siempre tolerante ante las religiones judía y cristiana, ya que su percepción era que Alá le había confiado la misión de completar (nunca sustituir) a las dos religiones citadas. Así, según la visión doctrinal original del Islam, el Corán sería un complemento a la Biblia, la Torah y el Talmut. No obstante su aparentemente pretencioso mandato de completar las religiones existentes fue mal visto por numerosos estamentos de La Meca, por lo que tuvo que huir con sus seguidores a la ciudad de Medina (en aquella época se llamaba Yathrib) en el año 622. Esta huída (en árabe huída se dice hiyra) es el momento que los islamistas tomaron como inicio de su era (de la misma manera que los cristianos tomaron el nacimiento de Jesús en Belén, y los judíos tomaron la creación del mundo aproximadamente 4000 años antes de Cristo, en base a un cálculo del rabino Hillel en el año 258 d.C. como inicio de su calendario, aunque el calendario judío merece un artículo monográfico por su complejidad). Esta huída supone el inicio de la expansión del Islam. En aquella época existían ciudades estado sin una autoridad de nivel superior. Así, en La Meca las propiedades de los islamistas se confiscan y en Medina Mahoma comienza a ganar adeptos y a pactar alianzas con las tribus vecinas. La inevitable guerra acontece en 624, dos años después de la Hiyra en una serie de escaramuzas que acaban con una sorprendente victoria de los musulmanes siendo muy inferiores en número. Ni que decir tiene que esta victoria aumenta la popularidad de Mahoma y el conflicto va acrecentándose con enfrentamientos armados de intensidad creciente con La Meca. En el 632 muere Mahoma cuando los musulmanes han sometido ya toda la península arábiga. Y fue precisamente la muerte de Mahoma la que provocó la división (como pasa casi siempre).

Merece la pena recordar que Alá (del árabe Allah) no es sino Dios en lengua árabe, de la misma manera que Yaveh o Jehová (del hebreo Yvh) significa Dios en hebreo, y God significa Dios en inglés. En ningún momento el Islam dice que Alá sea un dios diferente del Dios de los cristianos españoles, el God de los cristianos ingleses o del Yaveh de los judíos. La distinción que hoy hacemos entre Alá y Dios es falsa, ya que la única diferencia conceptual entre Alá y Dios es el idioma en que están escritas.

Alí, primo y yerno de Mahoma (ya que se había casado con Fátima, la hija del profeta), adujo que llevaba su misma sangre y por tanto debía ser su sucesor (jalifa en árabe, de donde procede nuestra palabra "califa"). Así nació el movimiento chiita o chií (del árabe shii'at Alí, el partido de Alí). Evidentemente este método sólo beneficiaba a Alí y a su camarilla de aduladores, por lo que la inmensa mayoría prefirió el sistema tradicional de elección (ligeramente más democrático) mediante el cual una reunión de hombres nobles designaba al califa. Estos creían que el califa debía ser elegido por su capacidad de liderazgo y méritos, en vez de por sus lazos de sangre, aunque sólo puede ser elegido un árabe y de la tribu de Quraish (la tribu a la que pertenecía Mahoma). Lógicamente esto gustó a mucha más gente (había más gente "califable") por lo que la inmensa mayoría de los musulmanes adoptaron esta rama del Islam. Actualmente los suníes o sunitas son en torno al 90% de los musulmanes. Un tercer grupo fueron los jariyíes que mostrándose aún más abiertos defendían que podía ser elegido califa cualquier musulmán. Todas estas disensiones desencadenaron una guerra civil cuyo punto culminante fue la batalla ed Siffín, en el 657, en la que ganaron los suníes, lo cual supuso el inicio del califato de los omeyas. Desde entonces los chiíes han afirmado que todos los califas han sido unos usurpadores.

Los jariyíes son hoy en día un grupo muy minoritario y disperso. Su doctrina se basa en una observancia muy estricta de los preceptos del Islam estipulados en el Corán, aunque son muy tolerantes hacia el resto de religiones judeocristianos. Probablemente son los más cercanos a la doctrina original de tolerancia inter religiosa de Mahoma.
Los suníes basan su doctrina en el Corán, y en la Sunna (de ahí su nombre), los dichos y sucesos de Mahoma no contenidos en el Corán y transmitidos de forma oral.
Los chiíes eligen a un imam, un jefe supremo de la comunidad chií (no el guía de la oración), equivalente al califa, dado que ellos asumen que el califa usurpa el puesto por no ser descendiente de Mahoma. Por ello, el imam chií sí ha de ser forzosamente descendiente del profeta. Los chiíes, además, interpretan de un modo muy rígido el Corán. Además estiman que encierra un significado oculto que sólo los iniciados pueden desentrañar e interpretar. Tras esto, creen que el Corán tiene una tercera lectura, y así hasta siete niveles de esoterismo. El séptimo nivel sólo puede ser conocido por el imam. Este esoterismo surgió cuando el Islam se fusionó en Persia con el mazdeísmo preexistente (la doctrina de Zoroastro). Además, el chiísmo establece un clero de ulemas o mulás, que es el encargado de servir de nexo de unión entre el imam y el pueblo llano.
Por último, los suníes aceptan que el Corán puede ser interpretado libremente adaptándolo las circunstancias. Sin embargo el sunismo, quizá por ser la rama más extendida, es en la que se producen mayores brotes de integrismo.

Este artículo es un resumen condensado de los siguientes artículos de la Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mahoma
http://es.wikipedia.org/wiki/Sunismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Chií
http://es.wikipedia.org/wiki/Jariyismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Califa
http://es.wikipedia.org/wiki/Siffín

11 jun 2007

En camisa de once varas

  • A mí no me gusta la crema pastelera. Me resulta empalagosa y demasiado dulce. Si muerdo una napolitana de crema cuando ésta inunda mi boca me da una arcada. Lo siento, no puedo con ella. Y como no me gusta a mí, voy a prohibir que se comercialice crema pastelera. Voy a prohibirla en todas las pastelerías.
  • En mi trabajo tengo algunas personas a mi cargo. Pero yo quiero que todo se haga como a mí me gusta, así que en vez de ocuparme de mi equipo, voy a dar órdenes a todos los demás equipos también para que todos trabajen como yo quiero. Quiero que toda la empresa actúe según mi parecer. Y por si eso no fuese necesario, voy a coaccionar a mis iguales para que den órdenes a sus equipos siguiendo mi criterio.

Vistos así, estos dos casos causan risa. Rayan lo absurdo. Lo grotesco y estrambótico. Sin embargo es exactamente esa la actitud que adopta en España la Iglesia Católica. Se empeña en prohibir aquello que no gusta coaccionando al Estado y al Gobierno para que la legislación se adecúe a sus preceptos. Esto denota ya de por sí una intransigencia difícil de igualar, cuando

Pero además la Iglesia intenta imponer su voluntad no sobre sus fieles, sino sobre los demás, incluso sobre los que renegamos de ella. Intenta imponernos lo que podemos o no hacer e intenta afectarnos mediante esa coacción a las instituciones para que gente como yo que no comulga con sus ideas (nunca mejor dicho) tengamos que vivir según sus preceptos.

El problema de la Iglesia Católica en España es el mismo que ha tenido siempre y es muy similar al que tienen las religiones mayoritarias de la rama judeocristiana. Un afán increíble por entrometerse en asuntos que no le competen y una intransigencia deleznable y una exclusión abominable hacia quienes no opinan como ella.

Me resulta verdaderamente vergonzoso (si fuese católico me resultaría aún más vergonzoso) que la Conferencia Episcopal movilice a la plana mayor en una manifestación contra el matrimonio entre homosexuales, y tan sólo una semana más tarde raye la hipocresía mayor obviando por completo una manifestación para acabar con la pobreza y el hambre en el mundo, como sucedió a finales de 2005. Me resulta inadmisible que utilice los púlpitos no para hablar de transcendencia y asuntos espirituales, que son su ámbito de competencia, sino como una especie de atril de mitil al margen de la ley, donde da igual que sea campaña o no, porque la Iglesia parece tener la convicción de estar por encima del bien y del mal. Me parece francamente atroz que desde una institución que dice encomendarse al amor del mundo, y desde sus focos de infoxicación se dedique a inflamar los ánimos hasta el punto de que alguno de sus fanáticos seguidores coloque una bomba incendiaria en un teatro sólo porque a la Iglesia no le parece admisible el espectáculo que allí se representa. Me parece una locura que una religión intente imponer su doctrina a sus correligionarios y también a todos los demás. Señores de la Iglesia católica. Déjenme en paz y no me evangelicen, que me tienen hasta las mismísimas pelotas. Prohiban terminantemente a sus seguidores homosexuales que se casen y excomulguen a quienes lo incumplan. Prohiban el uso de preservativos enter sus acólitos y excomulguen a quienes lo incumplan. Dejen el sistema educativo en paz, e impartan en sus iglesias la doctrina que crean conveniente. Abandonen la hipocresía y la falsa moral que se les lleva viendo el plumero desde hace un par de milenios. Si quieren hacer algo bueno por la Humanidad dejen que se usen condones en las zonas de África y Asia donde el sida campa a sus anchas, y blanqueen las cuentas de la Banca Vaticana destinando al hambre y las enfermedades donde más se necesita. Dejen de mendigar cuatro duros al Estado teniendo en el Vaticano el mayor paraíso fiscal del planeta Tierra. Seguro que ganarán muchos más adeptos, o al menos alguna que otra simpatía.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...