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miércoles, 28 de septiembre de 2016

PRIMAVERA: LLEGADA DE LA PRINCESA

A mediados de septiembre, las Águilas Calzadas nos han ido dejando. Ya hemos visto que algunas de ellas van a pasar el invierno a Andalucía y Levante. Otras pocas puede ser que pasen al sur de Francia (Camarga) e Italia y opten por cruzar por el Estrecho de Messina. Otras por el contrario optaran por el Estrecho del Bósforo (poblaciones de europa del este). La gran mayoría de las nuestras van a pasar a África cruzando el Estrecho de Gibraltar con una fecha media de paso del 16 de septiembre. Este paso postnupcial puede durar hasta 26 días. El tema de la migración ya lo veremos en futuros posts del blog.

La Calzada se ha considerado siempre como una especie migradora transahariana, es decir, una especie que llega a cruzar el desierto del Sáhara para llegar a sus cuarteles de invierno. Los países que va cruzando son Marruecos, Argelia, Mauritania y Mali hasta llegar a sus cuarteles de invernada en Guinea, Sierra Leona, Nigeria, Níger... 

Nº de aves anilladas en España recuperadas por países
La Calzada que llegó más rápida a estas zonas tardó 16 días y partió desde Castellón. La que tardó más fue un macho de Badajoz que empleó 35 días en llegar a Nigeria. En esas zonas pasarán nuestro otoño e invierno y no será hasta la primavera cuando podamos volver a verlas.

Rutas migratorias y cuarteles de invernada de individuos de Calzada
equipados con emisores GPS en Ávila y Badajoz
El Águila Calzada llega a nuestras latitudes desde sus cuarteles de invernada entre mediados del mes de marzo hasta mediados del mes de abril (Iribarren y Rodríguez Arbeola, 1988; Del Hoyo et al., 1994; García Dios y Viñuela, 2000; Bosch, 2003; Martínez et al., 2005). En el caso del Valle del Tiétar la cita más temprana fue el 21 de marzo en las zonas bajas de Guisando (Ávila). En Navarra, Iribarren (1988) hablaba de fechas de llegada entre el 2 y el 6 de abril. En Madrid, Díaz (2006) habla de los primeros días de abril. En Cataluña, Bosch (2003) cita como fecha de llegada de los individuos a sus territorios entre la última semana de marzo y la primera quincena de abril. En Murcia el periodo de llegada fuerte, según José Enrique Martínez, sería entre el 20 de marzo y el 10 de abril.

Según Mellone et al. en el artículo publicado en la Revista Bird Study en 2013 titulado "Migration routes and wintering areas of Booted Eagles Aquila pennata breeding in Spain", la fecha media de partida de esos cuarteles de invierno fue el 16 de marzo y la fecha media de llegada a sus territorios fue el 6 de abril; 29 días empleados en el viaje de vuelta a España (prenupcial). Volaron de media al cabo del día unos 191,7 kilómetros con un valor máximo del individuo de Castellón que recorrió 449 kilómetros en un día.

Durante los primeros días después de su llegada, cada miembro de la pareja por su cuenta, permanecen dentro de su territorio recuperándose, revisando el nido del año anterior, comprobación del hábitat de cría, etc. Un indicio claro de la ocupación del nido es la colocación de una rama verde del material utilizado para su forraje (Newton, 1979). En el Valle del Tiétar la presencia de una rama de pinocha encima del nido de la pareja, es una prueba de la aceptación del nido. Se visualiza muy bien ese indicador ya que los nidos después de la temporada anterior, y del paso del otoño-invierno, la plataforma del nido es plana, no tiene cuenco.

Fotografía: Isa Yáñez©
Durante estos primeros días, se dedican principalmente a recuperarse. Las hembras en esos  momentos todavían cazan predando sobre presas grandes como la paloma torcaz. Son muy discretas escuchándose de vez en cuando cerca del nido su característico canto. En estos primeros momentos, es de vital importancia no molestar a la pareja con visitas, trabajos... porque si ven interferencias optarán por abandonar la zona.

Fotografía: Juan Pablo Fuentes©
Aunque se piensa que la pareja puede permanecer estable, existen datos sobre sustituciones de algunos de los miembros. En Guadarrama ese porcentaje ha variado entre el 10,5-15,5 % (Díaz, 2006). En La Moraña (norte de Ávila), a partir del año 2008 empezamos a marcar con marcas de patagio a adultos reproductores. Los años siguientes se demostró la gran fidelidad a su territorio de los individuos marcados. En las temporadas 2009 y 2010, las hembras repetían en sus territorios y en sus mismos nidos. 

Fotografía: Javier de la Puente©
Macho de Calzada FC anillado en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) el 09/08/2008
con marcas de patagio y anilla metálica número 8018592
Macho de Calzada FC anillado en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) el 09/08/2008
con marcas de patagio y anilla metálica número 8018592
En vista de estos datos, tendremos que esperar casi 6 meses para oír a nuestras calzadas y verlas volar por nuestros montes. Veremos volar a la Princesa del Bosque!!!

martes, 27 de septiembre de 2016

POBLACIÓN INVERNANTE DE CALZADAS

Ya por último, aunque no por eso menos importante, todo lo contrario, hay que abordar la población invernante. Hay un debate abierto sobre si la calzada está sufriendo un proceso de sedentarización, si se está convirtiendo algunas zonas de Andalucía y Levante como zonas de invernada, etc. Hemos visto en el post anterior que la población de individuos invernantes en España estaría en torno a los 200 ejemplares. También sabemos que la Calzada es una especie estival migradora que pasa con nosotros desde el mes de marzo al mes de septiembre de media. Y también sabemos que después pasa el otoño e invierno en África Tropical pasando por el Estrecho de Gibraltar, Messina o Bósforo al continente africano. Hasta ahí todo claro.

Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. SEO/Birdlife. Madrid
Pero qué pasa si empezamos a salir al campo en el mes de octubre, noviembre o enero y vemos Calzadas en Ávila, Valladolid o País Vasco? y si vemos los movimientos de dos calzadas marcadas con emisores satélite en Málaga y Ciudad Real (www.migraciondeaves.orgy vemos que pasan el invierno en Valencia? Una aclaración: si vemos Calzadas en Baleares no son invernantes ya que esa población es sedentaria.






Allá por la década de los 90, mi amigo y director de Tesis, Javier Viñuela junto a Sunyer publicaron un trabajo sobre Invernada de Rapaces en la península ibérica y Baleares. En dicho trabajo, recogen la tendencia a la sedentarización desde mediados de la década de 1980 en el sur y SE de España. En ese trabajo, sólo encontraron 1 ejemplar de Calzada en el norte de Huelva invernante. 

Con posterioridad, Martínez & Sánchez-Zapata (1999) indican una invernada regular de un número importante de individuos, principalmente en las provincias mediterráneas, aunque aún no se conoce si se trata de un verdadero fenómeno de sedentarización.

En el presente siglo, ha habido un aumento de observaciones invernales en Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Extremadura e incluso en zonas del norte. Durante el periodo 2007-2010, se han registrado hasta 12 aves en la albufera de Valencia en diciembre de 2008 y en enero de 2010, donde ha aumentado tanto el número de avistamientos como el máximo de aves registradas en invierno y con un presencia regular de ejemplares (Gómez-Serrano et al., 2000; Dies y Dies, 2004; Dies et al., 2011). En Cataluña, Bosch (2011) también recoge en su artículo la presencia de un pequeño contingente de en zonas pantanosas, ambos cerca de la costa (Delta del Ebro, Delta del Llobregat, los Aiguamolls de l'Empordà) y en el interior (Lago de Ivars-Vila-sana, Estany de Banyoles, Embassament d'Utxesa), y también en cuencas como Ebro, Ter, Llobregat y Segre. De vez en cuando,también, los individuos han sido localizados en el interior áreas no relacionadas con los ríos y pantanos.

Vamos a recurrir al Atlas de las Aves en Invierno en España 2007-2010 del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-SEO/BirdLife para ver qué sabemos de este proceso a día de hoy.

Lo primero que dice este trabajo es que la Calzada se considera una invernante rara. De todas las observaciones que se tienen de las calzadas en la península Ibérica en otoño e invierno, el 36% de todas las aves fueron detectadas durante el mes de enero (n=73). Se excluyen los meses de noviembre y febrero ya que se muestreó menos en el campo y porque podrían tratarse de individuos tardíos o muy tempranos.

Del análisis de esos registros, los autores del Atlas dicen "así, las águilas calzadas presentes durante los meses netamente invernales (diciembre y enero, fundamentalmente) se distribuyeron muy mayoritariamente a lo largo de las costas de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, con dos focos de particular importancia en los tramos finales de los ríos Guadalquivir y Segura. Aunque también apareció en pleno invierno en el interior peninsular (Extremadura, Madrid o Castilla y León), el carácter de estas citas fue mucho más anecdótico. Todo esto confirma la idea, basada en las citas registradas en la literatura para los meses de diciembre y enero (Martínez y Sánchez-Zapata, 1999; De la Puente en Del Moral et al., 2002; Gainzarain, 2006; Albert-Fernàndez y Cama en Herrando et al., 2011; y en el “Noticiario Ornitológico” de Ardeola, vols. 50 a 57), de que la especie debe considerarse en la Península como un invernante regular pero escaso en su tercio más meridional, y como accidental o raro en el resto".

Más cosas interesantes del Atlas es el hábitat que prefieren las Calzadas a la hora de invernar. Para este apartado se han utilizado las observaciones realizadas con los individuos de las Baleares por ser mayor el número de contactos. La especie selecciona las inmediaciones de humedales, como embalses, albuferas o arrozales así como áreas agropecuarias fragmentadas (donde alcanza sus mayores densidades, superando 1 ave/10 km2) y con cultivos arbóreosDe entre los medios netamente forestales mejor representados en el archipiélago, los pinares son ocupados en proporción a su mera disponibilidad, pero los encinares son relativamente evitados. Las observaciones de individuos en invierno en la parte peninsular parecen estar también ligadas preferentemente a ambientes húmedos con registros habituales en humedales como marismas del Guadalquivir, delta del Ebro, Albufera de Valencia o embalse de El Hondo (Alicante).

En vista de los resultados ya queremos saber lo que dicen los autores sobre la Evolución de la Población Invernante. Llegado a este punto se concluye que se desconoce su evolución invernal a escala nacional, aunque parece que su presencia durante el invierno pueda estar incrementándose en paralelo al aumento de su población nidificante (Palomino y Valls, 2011). 

Por lo tanto, tenemos que concluir que la población de Calzadas que invernan en la península y Baleares está aumentando, que si que estamos asistiendo a un proceso de sedentarización de algunos individuos de la especie. Hay dos variables que condicionan a una especie como la Calzada a migrar que son la climatología y la disponibilidad de especies presa. Por todos es sabido el cambio en la meteorología en nuestro país como consecuencia del Cambio Climático. Estamos a finales de septiembre y aquí en Valladolid estamos con temperaturas de 27º C. Sin lluvia ni días de heladas ni nieve ni viento, la Calzada campa a sus anchas. 

La segunda variable: las especies presa. La Calzada se ha ido ajustando a lo que le da el medio y lo que favorece el hombre. El grupo de especies presa principales son las aves; ya no son los reptiles que podrían tener un parón invernal en el interior de la península. Pero aún más, la Calzada ha sabido meterse en las ciudades a cazar. La vemos en Valladolid, Ávila, Cáceres, Madrid... en busca de comida. En esos hábitats tiene comida de sobra: gorriones, urracas, estorninos, palomas bravías, torcaces... que están activos y en gran número todo el año.

Fotografía: Jesús Giraldo©
Por lo tanto, si hay comida y hace muy buen tiempo ¿para qué necesitan hacer más de 3000 kilómetros para llegar al Subsáhara pasando un Estrecho y jugarse la vida cuando aquí lo tienen todo?

En el programa de TVE, España en 24 horas, que saldrá la Calzada en esos 90 segundos, hablaremos de ello.

DISTRIBUCIÓN DE LA ESPECIE EN ESPAÑA

Después de haber analizado la distribución mundial del Águila Calzada así como la distribución de cada una de las subespecies, nos toca empezar a fijarnos en nuestro país y ver cuál es la distribución de esta especie. Vamos a hablar de la distribución de la población reproductora, no de la población invernante en nuestro país. Gran parte de la población reproductora opta todavía por migrar hacia África a través del Estrecho de Gibraltar o el Estrecho de Messina. Una pequeña porción de nuestras calzadas optan por pasar en invierno en el sur o sureste de nuestro país llevando a cabo un proceso de sedentarización cada vez más notable. Al mismo tiempo, otras calzadas reproductoras en nuestro país pasan el invierno en Levante. Por ejemplo, a través del seguimiento por GPS se han detectado ejemplares de Andalucía y Castilla-La Mancha que pasan el invierno en Valencia. También algunos ejemplares de países vecinos pasan por nuestro pais y permanecen durante el invierno es nuestras latitudes. La sedentarización que ya fue planteada en la década de los 90. Este proceso también se está observando en Francia.

Fotografía: Javier de la Puente (SEO/Monticola)
En el Atlas de las Aves Reproductoras de España del año 2003, se dice que en España, en su mitad norte, se concentra en la porción central, y es muy escasa en la cornisa cantábrica, Galicia, parte de Aragón, Cataluña y Levante, zonas en las que se restringe a las montañas del interior. En la porción meridional presenta una distribución más irregular; es escasa en el alto y medio valle del Guadalquivir, La Mancha y está ausente en la porción más oriental de Andalucía. En las Islas Baleares, donde es sedentaria (Viada, 1996), nidifica en Mallorca y Menorca, mientras que en Canarias, Ceuta y Melilla está ausente como reproductora.

En el trabajo publicado en 2011 sobre las Aves Rapaces Forestales en España se recoge que la calzada tiene globalmente un patrón predominantemente occidental, siendo particularmente frecuente en las provincias de Zamora, Salamanca, Cáceres, Huelva y Cádiz, así como en las adyacentes a ellas (también las portuguesas). Desde estos centros principales de abundancia se adentra en numerosas provincias del interior peninsular, llegando a ser relativamente frecuente en muchas zonas de Soria, Guadalajara, Ciudad Real, etc. En cambio, en el norte de España, es muy poco frecuente en Galicia y en todas las provincias cantábricas, y también escasea claramente a lo largo de todas las provincias mediterráneas, desde Almería hasta Gerona. 

En Baleares, donde no ha podido modelizarse su distribución, se sabe que a escala regional en Mallorca ocupa básicamente la sierra de Tramuntana (con localidades puntuales en el resto de la isla), y en Menorca se distribuye más o menos homogéneamente.



BIBLIOGRAFÍA:
  • Martí, R., Del Moral, J. C. (Eds.) (2003). Atlas de las Aves Reproductoras de España. Dirección General de la Conservación de la Naturaleza. Sociedad España de Ornitología; Madrid.
  • Palomino, D., Valls, J. (2011). Las rapaces forestales en España. Población reproductora en 2009-2010 y método de censo. Seguimiento de Aves, 36. Seo/BirdLife, Madrid.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Calzadas con Satélites

En primavera de 2011, comenzó su andadura el Proyecto de Migración de Aves de SEO/Birdlife (www.migraciondeaves.org). El Programa pretende describir los movimientos de cada especie de ave a lo largo de uno o varios años. Qué especies realizan grandes movimientos, sus rutas migratorias, áreas de reposo durante el viaje y áreas de invernada, qué especies realizan únicamente movimientos dispersivos fuera de la época de reproducción y cuáles son absolutamente sedentarias. Información que es algo más conocida en determinadas especies muy amenazadas y escasas, que se tiene de forma muy parcial en muchos casos para aves medianas o grandes pero también con poblaciones escasas y que es prácticamente inexistente para la mayoría de las pequeñas aves españolas.


Una de las especies que fueron objeto del Programa fue el Águila Calzada. Desde la década de los noventa estuvimos marcando con anillas metálicas en tarso y marcas de patagio a jóvenes de calzadas de Ávila. Este tema lo abordaremos en próximos posts. Para conseguir datos de migración de una especie como la calzada que pasa el invierno en África subsahariana y, en algunos casos, va por Francia, Italia y Estrecho de Messina, se necesitaba equipos GPS. Se utilizan dos. El GPS Satélite que nos va dando datos continuamente de los individuos y los Data Logger (tipo de GPS que va almacenando las coordenadas por donde pasa el ave y que cuando vuelve al sitio donde ha sido capturado pueden descargarse los datos como hacemos en un transferencia de archivos).



En Ávila capturamos a un macho reproductor en el verano de 2011 al que le colocamos un GPS satélite. El método de captura también lo abordaré en otro post. La localidad fue Madrigal de las Altas Torres. Era un macho de FC, de 594 granos de peso, 350 mm. de ala y 1155 mm. de envergadura. La captura y el marcaje fue el 02/07/11. El emisor se colocó con un arnés torácico y pesaba 22 gramos (peso estudiado y determinado para que no perjudique el vuelo del ave). Aquí os coloco dos fotos del individuo.






Una vez colocado empieza a emitir y a dar posiciones. 

¿Qué datos nos proporcionó este ave? 



















De forma gráfica podemos verlo en este mapa:


De Ávila marchó a sus cuarteles de invernada a finales de septiembre. Como vemos pasó el Estrecho de Gibraltar y cruza al Sáhara para llegar a los países subsaharianos y pasar el invierno. Volvió en la primavera de 2012 a su territorio en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). Este dato nos confirma su predilección y preferencias por volver a sus territorios y volver a criar en los mismos nidos si no son molestados o alterados. Por desgracia, fue recuperada muerta en esa zona con un fuerte golpe en un lateral posiblemente como consecuencia de un lance de caza. Fue el 11/05/12. Al tratarse de un GPS satélite fue posible su recuperación y la recolocación del transmisor en otro individuo. Aquí os pongo las fotos de cuando fue recuperado el macho. Una pena pero por lo menos nos aportó casi un año de información sobre sus movimientos.