Tuvimos la suerte de poder disfrutar de un tiempo delicioso en uno de los ultimos fines de semana de octubre, en que teníamos programada una salida por las inmediaciones del pueblo de Los Navalucillos, al norte del Parque de Cabañeros.
El sol arrancaba estos oros en los árboles de la orilla del rio
y en los helechos que tapizan el suelo
un último destello en las copas de los chopos
Si el musgo es un indicador de medio ambiente saludable, no cabe duda de que este paraje goza de una salud inmejorable. Por cierto, recuerdo que está prohibido coger musgo para el nacimiento en lugares como éste.
Este efecto de nieve lo produce un liquen llamado "barba de viejo" que crece en las ramas de las jaras hasta dejarlas con este aspecto
En un lugar soleado y arenoso asoma el cólchico, de la familia del azafrán; pero no hay que confundirse, porque éste no es comestible.
La vida es muy desigual (despareja, que diría un argentino) uno tan frondoso, y a su lado el otro pobre seco, sin una hoja
Por aquí empiezan a aparecer las protagonistas de nuestro paseo: las setas
Me vais a perdonar, porque como no se distinguir mas que los níscalos de las amanitas venenosas, no me aventuraré a poner nombre a ninguna de estas que os traigo aquí.
Como íbamos acompañados de expertos no corríamos peligo, con consultarles ante cada duda, todo solucionado
El objeto principal de nuestras pesquisas eran las macrolepiotas, que parecían ser las setas comestibles propias de la zona
Estas, hasta yo se reconocerlas. Son las genuinas Amanitas muscarias.
Pero por mas que me esforcé en mirar bien, no encontré a los enanitos por ningún lado.
Debían estar pasando el fin de semana en Benidorm, con el Inserso

Para que os hagais idea del tamaño, puse encima las llaves del coche
Aquí, parte de la cosecha, que fue suficiente para que nos las cenáramos y eso que éramos un grupo bastante numeroso.

Los expertos, que además de entender de setas, saben cómo cocinarlas, se metieron en la cocina y sacaron el mejor partido de las que habíamos recolectado

Y como broche de oro, una velada tranquila en torno a la chimenea.
¿se puede imaginar algo mejor?
Como dijo el sabio:
"Viejos vinos para beber,
viejos troncos para quemar,
viejos libros para leer,
viejos amigos con los que conversar"