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lunes, 15 de marzo de 2021

8 y 1/2: una lección de cine gracias al caos creativo de Fellini

El film, que acaba de regresar a las salas porteñas en una versión remasterizada en 4K, pudo haber sido protagonizado por Charles Chaplin o Laurence Olivier.


Con el retorno de las salas cinematográficas a la ciudad de Buenos Aires tuvo lugar también el regreso a las carteleras de Federico Fellini, uno de los nombres más importantes de la historia del cine de todos los tiempos. De aquél que redefinió para siempre al cine italiano y construyó un sueño onírico y fantástico que también cambió (o supo interpretar) la identidad de toda Italia. Porque, se sabe, ya no existirá Italia sin pensar en Fellini y tampoco podrá algún hecho grotesco en cualquier lugar del mundo, preso de surreal desmesura, no pensarse como “fellinesco”; aunque la parodia esconda en rigor la mirada pesimista del genio del cine italiano sobre la especie humana y, asimismo, un duro juicio moral sobre un cinismo cincelado en esas frívolas conductas.

Pero, ante todo, Fellini fue un director fiel a sí mismo, a sus constantes obsesivas, a sus anhelos artísticos, a sus experimentos visuales dotados de una singular poesía que escondían la mirada, que nunca dejó de ser, del pequeño provinciano deslumbrado con la gran ciudad. Remitirse a su cine es, automáticamente, evocar títulos y momentos que se confunden con la propia vida hasta convertirse en una marca indeleble. Para los más jóvenes, lejos de la cinefilia nostálgica, resulta una experiencia visual y de descubrimiento de los sentidos que, en muchos casos, promediando el medio siglo de vida de sus grandes trabajos, siguen deslumbrando con su intensa modernidad.

Allí se ubica también 8 ½, presente en la cartelera en una copia impecablemente remasterizada y que tuvo el mejor promedio de espectadores de todas las actualmente en cartel y permite el doble regocijo del retorno al cine y con un título a la medida de la pantalla grande y de la leyenda de la sala a oscuras. Tal como sucedió en un lejano 15 de febrero de 1963, en Roma, y como recordaba el no menos memorable guionista Césare Zavattini sobre su primera proyección en la salita de la productora Titanus: “...después llegó Patti, después Moravia y un minuto más tarde Pasolini, pero la luz ya se había apagado y en la pantalla aparecía sobre fondo negrísimo el título muy blanco del film de Fellini. No me aparté más, ni un milímetro siquiera. La cosa transcurría como si fuera una premiere de Chaplin. La gran sombra de Carlos Emilio Gadda pasó delante mío sustrayéndome un fotograma. Las primera imágenes fueron cosas jamás vistas: un atascamiento de autos en la Puerta Pinciana, y las caras de la gente constreñida a mirarse en la tregua desde detrás de las ventanillas, estaban esculpidas monumentalmente en el silencio”. Así fue la primera proyección privada del hoy fundamental título del cine para aquellos privilegiados espectadores.

Para Fellini, 8 ½ representaba el exorcismo de la brutal crisis creativa luego del rotundo suceso de La dolce vita, el film que nadie había querido producir y que luego produjo ganancias millonarias junto a un éxito arrollador. De allí el título, porque antes de esta película Fellini había dirigido siete películas y parte de otras realizaciones colectivas, y había decidido narrar su conflicto como creador metaforizado en el perfil de Guido Anselmi, el director de la ficción encarnado –como no podía ser de otra manera– por Marcello Mastroianni.

Desde entonces, críticos, estudiosos e investigadores han tratado de enunciar aquello que para el propio director fue imposible de explicar: dónde comienza la autobiografía y termina la fantasía, o viceversa. Una película que encierra otra película y es “la construcción en abismo”, según el teórico Christian Metz o “un complejo sistema de capas superpuestas”, de acuerdo al juicio de Angel Quintana. En cambio, lo que sí puede reconstruirse es la desmesura, los pasos caóticos, la búsqueda intuitiva desde la cual Fellini comenzaba a gestar una película y que, en este caso, incluyó a Laurence Olivier como el rostro de aquél director extraviado.

Fueron meses de viajes a Londres, llamados y contactos. Y un buen día, tal como había ocurrido con la primigenia idea de convocar a Charles Chaplin para el mismo papel, todo se desvaneció. Como en muchas de las convulsionadas instancias de sus otros filmes, nunca se sabrá a ciencia cierta en 8 ½ si Laurence Olivier se negó o Fellini se desilusionó. O a fin de cuentas, como también se debatió en su época, si sólo buscó perder tiempo hasta poder redondar la idea de la película mientras era perseguido, como siempre, por sus productores. Para Mastroianni la explicación fue más sencilla: “El motivo fue que se dio cuenta de que Olivier le venía grande como actor, y que iba a ser difícil que le diera lo que él quería; sencillamente era demasiado distinto de Federico. Yo me parecía mucho más a él: soy católico, débil, antihéroe...”.

Con todo listo y sólo un somero horizonte descriptivo del personaje comenzaron innumerables escrituras del guion, elaborado por Fellini, Ennio Flaiano, su colaborador Brunello Rondi y Tullio Pinelli, que sugirió el título La bella confusione. Ya con varias versiones, una pensión romana en la periferia de la ciudad brindó el aislamiento necesario para que Fellini y Pinelli elaboraran una versión cercana al original y que, en rigor, sólo llegó a manos de Marcello Mastroianni para ser un elemento decorativo en la cotidianeidad de un set de filmación marcado por la creación libre. A todo el resto del elenco, sólo le llegaban –en el mejor de los casos– unas hojas sueltas con algunas líneas de diálogo pero que no permitían siquiera sospechar cuál era el devenir de la obra en su conjunto. Anota Deena Boyer en su libro 200 días con Fellini, la filmación de 8 ½, que fue solo en el último minuto que Fellini decidió hacer del personaje de Mastroianni un director de cine; poco antes había comenzado a escribir una carta al productor Rizzoli anunciándole su renuncia a un proyecto que, en rigor, ya lo esperaba con todo listo. La síntesis perfecta la explicaría Claudia Cardinale: “Federico me quería rubia, Luchino me quería morocha. Con Fellini uno no tenía guion, todo es improvisación. Cuando él rodaba, todos los actores venían a verlo porque él era magia. El plató era como un circo, las gente gritaba a sus teléfonos. Él no podía rodar sin ruido. Con Visconti, lo opuesto: como haciendo teatro. No podíamos decir una palabra. Todo era muy serio”, diría sobre su experiencia simultánea en los sets de filmación de Ocho y medio e El gatopardo.

El rodaje de Ocho y medio se inició el 9 de mayo de 1962 y culminó a comienzos de octubre de ese mismo año, pero el inicio fue con guardias de seguridad y un rodaje a puertas cerradas que permitiera tener a salvo la filmación de curiosos, periodistas y ocasionales visitantes. En las jornadas del mes de mayo se rodaron las escenas del cuarto de hotel de Guido, su baño, las escenas del comedor en el hotel de Carla y algunas escenas finalmente descartas en el primer montaje. El avance era meticuloso pero lento, cuidadoso del detalle hasta la exasperación pero también como reflejo de la permanente improvisación. La única constante fue la leyenda que pegó debajo de la cámara y donde podía leerse: “Recuerda que esta es una película cómica”.


De un rodaje sin curiosos, Fellini pasó a un set por el que desfiló toda Roma, e incluso encargó a su amigo Gideon Bachmann, un corresponsal de revistas norteamericanas el cual sabía Federico que se encontraba en apremios económicos, retratar con su cámara todo lo que ocurría tras bambalinas. Las tres mil fotografías dan cuenta de un rodaje que involucraba a los personajes más variopintos de la sociedad romana y a visitas que se daban todas las tardes con figuras de la alta sociedad italiana a directores como Joseph Losey o a estrellas absolutas como Sophia Loren. Esos retratos incluso permitieron a Bachmann reconstruir la escena final de 8 ½ que tuvo dos relatos posibles. De acuerdo al guion, Guido y Luisa (Anouk Aimée) se sientan en el coche comedor de un tren con destino a Roma y en un momento, Guido levanta la vista para darse cuenta de que todos sus personajes están allí, antes de entrar en un túnel. Luego se rodó otro final, alternativo, y que fue el elegido gracias a las recomendaciones del guionista Tullio Pinelli para tratar de dar un cierre que no fuese tan oscuro. El periodista también asistió junto a Fellini y Nino Rota al visionado del primer corte de la película, de cuatro horas de duración, y que –contrariamente a lo que se cree– fue filmado con sonido directo pese a los gritos, innumerables indicaciones, e incluso los cambios en los diálogos que luego Fellini introducía en la posproducción. Otras imágenes de 8 ½ pueden verse en la espléndida muestra El centenario de Fellini en el mundo, que puede verse actualmente en el Museo Nacional de Arte Decorativo.

Dieciséis películas, un especial para TV y un ballet son la síntesis profesional de casi treinta años de amistad entre Fellini y Nino Rota, que significaron en el campo musical una presencia activa de la partitura como parte de la narración misma. Aunque Fellini explicara a Camilla Cederna que había en 8½ mucha menos música que la habitual: “Solo hay un motivo de Rota, que es una delicada marchita de circo ecuestre. Naturalmente, y con su acostumbrada gracia, Nino se ocupará de las uniones entre fragmento y fragmento, y también de muchas adaptaciones”. Empero, hoy resulta imposible pensar en 8½ sin la música que es, muy probablemente junto con las de La strada, La dolce vita y Amarcord, parte indivisible de la experiencia cinematográfica.

Sin embargo, el tema más famoso de fue compuesto para el trailer de la película y luego, cuando quedó definido ese final de pasarela circense, fue Fellini el que decidió sumarlo al film incluso sustituyendo el que había sido pensado a tales fines, la Marcia dei gladiatori del compositor checo Julius Fucik, que se integraba así a pasajes de La cabalgata de las valquirias (Wagner), El barbero de Sevilla (Rossini), Gigolette (Lehar) o el Cascanueces (Tchaikovsky), con arreglos de Rota, junto a otras de su propia autoría y que volverán a estar presentes como la nueva orquestación para Cadillac, originariamente compuesta para La dolce vita. Desde entonces la música será un protagonista más en el cine de Federico Fellini.

En ese rodaje descomunal no faltaban los perfiles de las mujeres que se integraban a la historia de Guido Anselmi como Carla (Sandra Milo), la amante ideal; Luisa (Anouk Aimée), la esposa acomplejada, y fundamentalmente Claudia (Claudia Cardinale), la mujer perfecta. También resulta inolvidable la Saraghina (Edra Gale), que evoca las pulsiones sexuales de la adolescencia. Pero ninguna de ellas la pasó demasiado bien en el rodaje. A Sandra Milo, Fellini la obligó a engordar varios kilos y llegar al set para rodar con Marcello una escena de comida: “Muy bien, Sandrina, come, bebe, di algo”, indicaba Fellini en una toma que se repitió dieciséis veces y que cada seis o siete tomas llevaba a Milo a vomitar el muslo de pollo que había vuelto a comer. Ante el desconcierto del elenco, era Mastroianni quien ponía paños fríos invitándolos a dejarse llevar por la situación.

Hace más de una década, Lina Wertmüller recordaba a este cronista su encuentro con Federico que, además, fue su ingreso al cine: “Conocer a Federico era como abrir una ventana y ver un paisaje que te gustaba mucho, pero que no sabías que podías ver de esa manera. Hasta 8 ½ yo nunca había hecho cine y siempre había estado refugiada en el teatro, pero con Federico era un placer inmenso el mundo del cine. Era extraordinario trabajar con él en el set. Muy particular, creativo y lúdico, no le importaba nada que no estuviera dentro de su juego. Todo lo que pueda decir es poco. Federico era magnífico. Me acuerdo de cuando recorríamos Italia en busca de locaciones para 8 ½ y acababa de hacer “Le tentazioni del dottor Antonio”, uno de los episodios de Boccaccio 70. La chica que cantaba “Bevete più latte, il latte fa bene” era la misma que en una escena toma helado en la terraza donde el doctor Antonio echa a una mujer. Federico tenía un amor inmenso por esa niña y ella por Federico, no podían separarse. ¿Cómo terminó la historia? La madre y la niña con nosotros de viaje, porque ninguno podía estar sin el otro”.

Ovacionada en el Festival de Cannes, donde se presentó fuera de concurso, fue premiada en el Festival de Moscú a pesar de las presiones recibidas por el Jurado Oficial de seleccionar para el lauro una película que “contribuyera a la paz y la amistad entre las naciones”. Stanley Kramer llevó la voz cantante para un premio más que merecido para el film de Fellini. Poco más tarde llegaba a Hollywood, donde se alzaba con el Oscar a la Mejor Película Extranjera, y uno más para el diseño de vestuario de Piero Gherardi. Cuando todos descontaban el Oscar al mejor guion original, sin embargo, la Academia premió a La conquista del Oeste, de Henry Hataway. A la Argentina, llegó el 8 de octubre de 1963 a los cines Opera, Premier, Ideal y otras seis salas barriales a 107 pesos de entonces, con distribución del sello Columbia.

Dos días después de la primera función privada en Titanus, Alberto Moravia publicaba en L’Expresso: “El personaje de Fellini es un erotómano, un sádico, un masoquista, un mitómano, un temeroso de la vida, un nostálgico del pecho materno, un tonto, un mistificador y un tramposo. En algunos aspectos se parece a Leopold Bloom, el héroe del Ulises de Joyce a quien Fellini muestra en varios lugares que ha leído y meditado. La película es toda introvertida, es decir, en esencia es un monólogo interior que alterna con escasos atisbos de la realidad. Fellini ilustra la neurosis de la impotencia con una precisión clínica impresionante y, quizás, a veces incluso involuntaria. [...] Los sueños de Fellini son siempre sorprendentes y, en sentido figurado, originales; nunca en los recuerdos brilla un sentimiento más delicado y más profundo.” El retrato en varias dimensiones de la voz de un genio ya era parte del legado inmortal del cine demostrando la construcción del artificio desde su mirada más íntima, pero también desde su matriz más espectacular. Una vez más de visión ineludible, 8 ½ demuestra poéticamente que el caos de un creador de ilusión le ganó a la crisis contemporánea más grande y real que tuvo el cine desde sus orígenes. Solo Fellini pudo dar a través de los tiempos tamaña lección de historia.

Pablo De Vita
Diario La Nación, 13 de febrero de 2021

jueves, 24 de mayo de 2018

Musicales en Súper 8 - Programa 2

Segunda y última función del ciclo "Musicales en Súper 8", con un programa que incluye a Gene Kelly, Debbie Reynolds y Donald O'Connor en Cantando bajo la lluvia, Frank Sinatra y Shirley MacLaine en Can-Can y Judy Garland y June Allyson en Hasta que las nubes pasen. Todo en Súper 8, con entrada libre y colaboración voluntaria en Austria 2154.

Miércoles 30 de mayo - 20 horas
CANTANDO BAJO LA LLUVIA
(Singin' in the Rain, Estados Unidos, 1952, color)
Dirección: Stanley Donen y Gene Kelly
Producción: Arthur Freed / MGM
Guión: Betty Comden, Adolph Green
Música: Lennie Hayton. Canciones: Nacio Herb Brown y Arthur Freed
Montaje: Adrienne Fazan
Dirección de Fotografía: Harold Rosson.
Elenco: Gene Kelly, Donald O'Connor, Debbie Reynolds, Jean Hagen, Millard Mitchell, Cyd Charisse, Rita Moreno, Douglas Fowley.


Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida.

Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen).

Clásico de los clásicos del cine musical, la película sólo obtuvo dos nominaciones al Oscar: actriz de reparto (Jean Hagen) y Música (Lennie Hayton).


CAN-CAN
(Idem, Estados Unidos, 1960, color)
Dirección: Walter Lang
Producción: Jack Cummings / Twentieth Century Fox
Guión: Dorothy Kingsley y Charles Lederer, sobre la comedia musical de Abe Burrows.
Dirección de Fotografía: William H. Daniels
Música: Cole Porter
Montaje: Robert Simpson
Elenco: Frank Sinatra, Shirley MacLaine, Maurice Chevalier, Louis Jourdan, Juliet Prowse, Marcel Dalio, Leon Belasco, Nestor Paiva, John A. Neris.


París, 1896. Aunque el descocado Can-Can ha sido prohibido, en el café de una encantadora mujer (MacLaine) se sigue bailando para deleite de sus clientes. Y puede hacerlo impunemente porque su astuto abogado (Sinatra) tiene a un juez corrupto (Chevalier) entre la espada y la pared.

Pero el lucrativo negocio se va al garete, con la llegada de un nuevo juez (Jourdan), que decide prohibir definitivamente ese baile tan inmoral. Nominada al Oscar a la música y al vestuario en color.


HASTA QUE LAS NUBES PASEN
(Till The Clouds Roll By, Estados Unidos, color, 1946)
Dirección: Richard Whorf / Números de Judy Garland dirigidos por Vincente Minelli
Producción: Arthur Freed / MGM
Guión: Myles Connolly, Jean Holloway, George Wells, sobre la historia de Guy Bolton
Música: Jerome Kern
Dirección de Fotografía: George J. Folsey y Harry Stradling Sr.
Elenco: Judy Garland, June Allyson, Ray McDonald, Frank Sinatra, Angela Lansbury, Lucille Bremer, Dinah Shore, Robert Walker, Cyd Charisse.

Biografía del compositor Jerome Kern, pionero de Broadway, en la que participan muchas estrellas de la Metro-Goldwyn-Mayer.

Selección de escenas: "Sunny" (con Judy Garland), "Till the Clouds Roll By", "Leave It to Jane" y "Cleopatterer" (con June Allyson y Ray McDonald).


Duración aproximada del programa: 80 minutos.
Sinopsis de Filmaffinity.

Temporada XII / Función 222
Cineclub La Rosa
Austria 2154

domingo, 13 de mayo de 2018

Musicales en Súper 8 - Programa 1

El miércoles 23 de mayo proyectaremos la primera función del ciclo "Musicales en Súper 8", con un programa que incluye a Fred Astaire, Judy Garland, Gene Kelly, Carlos Gardel, Disney y John Travolta. Todo en Súper 8, con entrada libre y colaboración voluntaria en Austria 2154.


Miércoles 23 de mayo - 20 horas
UN AMERICANO EN PARÍS
(An American in Paris, Estados Unidos, 1951, color)
Dirección: Vincente Minnelli
Producción: Arthur Freed / MGM
Guion: Alan Jay Lerner
Dirección de Fotografía: Alfred Gilks
Música: George Gershwin
Montaje: Adrienne Fazan    
Dirección de Arte: Preston Ames y Cedric Gibbons    
Elenco: Gene Kelly, Leslie Caron, Oscar Levant, Georges Guétary, Nina Foch.


Terminada la Segunda Guerra Mundial, Jerry Mulligan (Gene Kelly), un pintor americano, se queda en París y expone sus cuadros, que nadie compra, en Montparnasse. Un día tiene la suerte de conocer a una americana millonaria que decide promocionarlo. Al mismo tiempo, conoce a una dependienta y se enamora de ella.

Ganadora de 6 Oscars: Película, guión, música, dirección de arte, fotografía y vestuario en color.


INTERMEZZO LÍRICO
(Easter Parade, Estados Unidos, 1948, color)
Dirección: Charles Walters
Producción: Arthur Freed / MGM
Guión: Sidney Sheldon, Frances Goodrich, Albert Hackett
Música: Irving Berlin
Dirección de Fotografía: Harry Stradling Sr.
Elenco: Fred Astaire, Judy Garland, Peter Lawford, Jules Munshin, Ann Miller y Clinton Sundberg.


Un bailarín (Fred Astaire) decide sustituir a su habitual pareja profesional por la primera bailarina que encuentre. El azar hace que se cruce en su camino una gran bailarina (Judy Garland) por la que se sentirá inmediatamente atraído.

Esta película supone la vuelta al cine de Fred Astaire, tras dos años de inactividad, debido a una fractura de tobillo de Gene Kelly, que iba a ser el protagonista. Ganadora del Oscar a la Mejor banda sonora.


FIEBRE DE SÁBADO POR LA NOCHE
(Saturday Night Fever, Estados Unidos, 1977, color)
Dirección: John Badham
Producción: Robert Stigwood
Guión: Norman Wexler, sobre la historia de Nik Cohn.
Dirección de Fotografía: Ralf D. Bode
Música: Bee Gees
Montaje: David Rawlins.
Elenco: John Travolta, Karen Lynn Gorney, Barry Miller, Joseph Cali y Paul Pape.


En Nueva York, después de trabajar toda la semana en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony Manero (John Travolta) se prepara esmeradamente para disfrutar de la noche del sábado en la disco: se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma.

En la discoteca de moda, Tony deslumbrará a todos con lo que mejor sabe hacer: bailar. Nominada al Oscar al Mejor actor (John Travolta).


CARLOS GARDEL
El Zorzal Criollo supo como nadie la potencia que tenía el cine para potenciar su carrera. Así lo entendió desde que acordó con la Paramount la realización de sus películas. Carlitos cada día canta mejor, y para siempre, también en sus películas

EL DÍA QUE ME QUIERAS
(Idem, Estados Unidos, 1935, blanco y negro)
Dirección: John Reinhardt.
Producción: Robert R. Snody.
Guión: Alfredo Le Pera.
Música: Terig Tucci y Carlos Gardel.
Director de fotografía: William Miller.
Elenco: Carlos Gardel y Rosita Moreno.

En un banco a la luz de la luna, Gardel canta la canción que da título al film, junto a Rosita Moreno.


LEJANA TIERRA MÍA
(fragmento del film TANGO BAR, Estados Unidos, 1935, blanco y negro)
Dirección: John Reinhardt.
Guión: Alfredo Le Pera.
Música: Alberto Castellanos y Carlos Gardel.
Director de fotografía: William Miller.
Elenco: Carlos Gardel, Rosita Moreno, Tito Lusiardo y Enrique de Rosas.

Última película de Carlos Gardel, fue estrenada el 5 de julio de 1935 en Nueva York, pocos días después de que muriera en un accidente de aviación.



ERES TU (LA BELLA DURMIENTE)
(Sleeping Beauty, EE.UU., 1959, color)
Dirección: Clyde Geronimi.
Producción: Walt Disney.
Guión: Erdman Penner, sobre la novela de Charles Perrault.
Montaje: Roy M. Brewer Jr. y Donald Halliday.
Música: George Bruns.

La Bella Durmiente canta "Quisiera" durante un paseo por el bosque junto con sus amigos los animalitos. Se encuentra con el Príncipe de sus sueños, y sus visiones de amor se convierten en realidad a través de la mágica combinación de Tchaikovsky y Disney: "Eres tu".

Con el doblaje original de 1959 la voz de Lupita Pérez Arias, cantante soprano mexicana y Josias Emmanuel Cortes Pastrana. ¡Una maravilla de interpretación que el propio Disney calificó como mejores que las voces en inglés! Una de las películas claves del Imperio Disney, fue nominada al Oscar a la Música original.


Duración aproximada del programa: 80 minutos.
Sinopsis de Filmaffinity.

Temporada XII / Función 221
Cineclub La Rosa
Austria 2154 

jueves, 19 de abril de 2018

El globo rojo + Crin blanca

Comenzamos nuestra Temporada XII del Cineclub La Rosa con dos clásicos de Albert Lamorisse  proyectados en fílmico: Crin blanca, en 16mm, y El globo rojo en Súper 8. Juntas, el miércoles 9 de mayo a las 20 horas en Austria 2154. Entrada libre, colaboración voluntaria.


Miércoles 9 de mayo - 20 horas
EL GLOBO ROJO + CRIN BLANCA
Dirección: Albert Lamorisse.

Dos indiscutibles clásicos del cine infantil realizadas por quien dejó un sello con ambas películas. Capaz de mostrar los sentimientos humanos en la piel de los niños quizás como ningún otro realizador.

La fábula de la amistad entre un niño y un globo no necesita de palabras para poder contarse. Lamorisse apela a la economía de recursos y sencillez narrativa de cineasta absoluto que lo distinguirá en su obra. Interpretada por su hijo Pascal, de sólo 4 años, la película de poco más de media hora es un hito del cine universal.

Crin blanca narra la historia de amistad entre un caballo indomable y un niño, en otro retrato del mundo intantil que se convierte en un verdadero poema fílmico rodado en los espectaculares paisajes de la campiña francesa.

Albert Lamorisse nació en París en enero de 1922 y murió prematuramente en un accidente de helicóptero en junio de 1970, mientras rodaba en Irán escenas para su documental El viento de los enamorados. Finalizada ocho años después de su muerte por su viuda y su hijo, la película fue nominada al Oscar como mejor documental.

Además de Crin blanca (1953) y El globo Rojo (1956), Lamorisse dirigió Bim, el pequeño asno (1950); Viaje en Globo (1960) y Fifi la pluma (1965); y los documentales Djerba (1947), Versailles (1967), Paris Jamis Vu (1967) y Le vent des amoureux. Además de como cineasta se le recuerda por ser el creador del popular juego de mesa y estrategia "Risk", en el que se basa el argentino "TEG".

Emiliano Penelas
Programador



EL GLOBO ROJO
(Le ballon rouge, Francia, 1956, color, 36 minutos)
Dirección, Producción y Guión: Albert Lamorisse.
Dirección de Fotografía: Edmond Séchan.
Montaje: Pierre Gillette.
Música: Maurice Leroux.
Elenco: Pascal Lamorisse, Sabine Lamorisse, Michel Pezin, Georges Sellier, Wladimir Popof, René Marion y Paul Perey.


Un niño y un globo rojo (¿quién encuentra a quién?) comienzan a seguirse por las calles de París. El globo va tras el chico a la escuela, en el ómnibus, lo ayuda cuando se mete en problemas y siempre está allí. Sin diálogos, el fantástico relato se llena de metáforas poéticas, apela a la sensibilidad e imaginación del espectador.


Ganadora de la Palma de Oro en Cannes al mejor cortometraje y del Oscar al mejor guión original. Se proyectará en Súper 8.


CRIN BLANCA
(Crin-Blanc, Francia, 1953, blanco y negro, 47 minutos)
Dirección y Producción: Albert Lamorisse.
Guión: Albert Lamorisse y Denys Colomb de Daunant.
Dirección de Fotografía: Edmond Séchan.
Montaje: Georges Alépée.
Música: Maurice Leroux.
Elenco: Alain Emery, Pierre Bestieux, Denys Colomb Daunant, Alain Colomb Daunant, Charles Fouhetty, Charles Guillaume y Pascal Lamorisse.


Un muchacho llamado Folco encuentra por casualidad un caballo blanco salvaje en el sur de Francia. Los rancheros intentan capturar el caballo, pero éste se escapa. El niño, sin embargo, intenta recuperarlo... Lamorisse narra así una historia sobre la infancia y la libertad, un cuento moral donde la enseñanza pasa por el respecto por la naturaleza y el amor al prójimo.

Gran Premio del jurado (mejor cortometraje) del Festival de Cannes y Premio Jean Vigo mejor corto 1953. Se proyectará en 16mm.


Temporada XII / Función 220
Cineclub La Rosa
Austria 2154

sábado, 3 de junio de 2017

El Cineclub en EPA Cine

El Cineclub La Rosa, representado por su programador, Emiliano Penelas, dijo presente en el 2° Festival de Cine Independiente de El Palomar - EPA Cine, con una proyección de cortos en fílmico con música en vivo.


La función fue el viernes 26 de mayo en la Sede del Auditorio UNTREF en Caseros, Provincia de Buenos Aires.


Se proyectaron cortometrajes de Georges Méliès, Émile Cohl, el Gato Félix, Mickey Mouse y El globo rojo, de Albert Lamorisse.



Lista de cortos proyectados

EL GLOBO ROJO
(Le ballon rouge, Francia, 1956, color, 36 minutos)
Dirección, Producción y Guión: Albert Lamorisse.
Dirección de Fotografía: Edmond Séchan.
Montaje: Pierre Gillette.
Música: Maurice Leroux.
Elenco: Pascal Lamorisse, Sabine Lamorisse, Michel Pezin, Georges Sellier, Wladimir Popof, René Marion y Paul Perey.


Un niño y un globo rojo (¿quién encuentra a quién?) comienzan a seguirse por las calles de París. El globo va tras el chico a la escuela, en el ómnibus, lo ayuda cuando se mete en problemas y siempre está allí.


Sin diálogos, el fantástico relato se llena de metáforas poéticas, apela a la sensibilidad e imaginación del espectador. Ganadora de la Palma de Oro en Cannes al mejor cortometraje y del Oscar al mejor guión original. Proyectada en la función 85 del Cineclub La Rosa.


EL TRAILER DE MICKEY
(Mickey's Trailer, Estados Unidos, 1938, color, 7 minutos)
Dirección y guión: Ben Sharpsteen.
Producción: Walt Disney.


Mickey Mouse coprotagoniza junto a Donald y Goofy este corto animado, en el que vemos cómo viven y viajan en una casa-remolque. Llegó a sufrir la censura por una escena en la que Goofy se electrocutaba, si bien actualmente esa secuencia se incluye en la versión doméstica de la obra. En Súper 8, color, hablada en castellano.


DRAMA EN LOS FANTOCHES
(Drame Chez Les Fantoches, Francia, 1908, blanco y negro)
Dirección: Emile Cohl.
Producción: Gaumont.


Animación del pionero Emile Cohl, de 1908, en la que unos dibujos de palito interactúan provocando en diversos gags.

 

FÉLIX ENAMORADO
(Felix in love, Estados Unidos, 1922, blanco y negro, 5 minutos)
Dirección: Otto Messmer.


Mientras canta serenatas a su amada Kitty, los vecinos arrojan cosas a Félix, que cae de la cerca y encuentra una lámpara mágica. Al frotarla aparece un genio y Félix pide viajar al África, para que así Kitty lo extrañe, lo eche de menos, y finalmente se enamore de él.


EL SUEÑO DEL MAESTRO DE BALLET
(Le rêve du maître de ballet, Francia, 1903, blanco y negro, 2 minutos)
Dirección: Georges Méliès.
Elenco: Georges Méliès y Zizi Papillon.


Ya es de noche, y el maestro de ballet se acuesta en su cama, pero no puede quitar la cabeza de su trabajo, y en lugar de irse a dormir se pone a caminar por el suelo y prueba los pasos de baile. Finalmente, se acuesta y se queda dormido, pero el ballet domina incluso sus sueños.



EL REINO DE LAS HADAS
(Le royaume des fées, Francia, 1903, blanco y negro, 6 minutos)Dirección: Georges Méliès
Guión: Georges Méliès (Historia: Marie-Catherine le Jumel d'Aulnoy)
Elenco: Georges Méliès, Bleuette Bernon.


En la corte real, un príncipe presenta a la princesa con quien se comprometió a casarse, cuando una bruja aparece repentinamente. Aunque es expulsada, vuelve pronto, convoca a algunos de sus criados, y se lleva a la princesa. Un grupo de rescate se organiza rápidamente, pero el desgraciado cautivo ha sido llevado a un reino extraño, prohibitivo, desde donde será imposible rescatarla sin alguna ayuda especial. 

De la filmoteca http://kinoclubargentina.blogspot.com.ar/

lunes, 30 de enero de 2017

Mis libros de cine

Un repaso a 13 títulos en la biblioteca del director español Fernando Trueba.


Pese a que se lamenta ”Los libros de cine prácticamente han dejado de escribirse, de editarse y de leerse”  Fernado Trueba recomienda a todos los aficionados al cine, los ya míticos El cine según Hitchcock, de Truffaut, “el libro de cabecera de cualquiera que sueñe con ser director”, y Las aventuras de un guionista en Hollywood, de William Goldman, “el libro de cabecera de cualquiera que sueñe con ser guionista”. En un terreno más literario apuesta por la trilogía de Anne Wiazemsky, escritora y actriz que fue musa de Godard, Pasolini y Bertolucci en la era de la Nouvelle Vague. Y para terminar, los grandes nombres del cine y su visión del séptimo arte: Buñuel, Keaton, Bergman y Renoir.
  1. El cine segùn Hitchcock, de François Truffaut
  2. Las aventuras de un guionista en Hollywood, de William Goldman
  3. Notas sobre el cinematógrafo, de Robert Bresson
  4. Peuples en larmes, peuples en armes, de Georges Didi-Huberman
  5. In girum imus nocte es, de Guy Debord
  6. La joven, de Anne Wiazemsky
  7. Un año ajetreado, de Anne Wiazemsky
  8. Un an après (Blanche), de Anne Wiazemsky
  9. Mi vida y mi cine, de Jean Renoir
  10. Mi ùltimo suspiro, de Luis Buñuel
  11. Moteros tranquilos, toros salvajes, de Peter Biskind
  12. Slapstick, las memorias de Buster Keaton, de Buster Keaton
  13. Linterna mágica, de Ingmar Bergman

Fernando Trueba (Madrid, 1955). Ganador de un Oscar por Belle Epoque en 1993, es uno de los directores más importantes del cine español. Además de la galardonada con el premio de la Academia de Hollywood, entre sus películas destacan Ópera Prima, un retrato del Madrid de los ochenta, El año de las luces, El sueño del mono loco (Goya al mejor director en 1989), La niña de tus ojos (1998) y la animada Chico y Rita (2010). Su último estreno es La reina de España, continuación de la aplaudida La niña de tus ojos.

Fuente: diario El País de Madrid.

viernes, 18 de julio de 2014

Ese oscuro objeto del deseo

Comenzamos a espiar a las dos mujeres de Buñuel que componen el ciclo dedicado al genio español con Ese oscuro objeto del deseo, proyectada en 16mm gracias a la Embajada de Francia y el Institut Français d'Argentine. Será el miércoles 23 de julio a las 20 horas, en Austria 2154 con entrada libre y colaboración voluntaria.


Miércoles 23 de julio - 20 horas
ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO
(Cet obscur objet du désir, Francia / España, 1977, color, 102 minutos) 
Dirección: Luis Buñuel.
Producción: Serge Silberman.
Guión: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière, sobre la novela de Pierre Louys.
Dirección de Fotografía: Edmond Richard.
Montaje: Hélène Plemiannikov.
Música: Richard Wagner.
Elenco: Fernando Rey, Ángela Molina, Carole Bouquet, Julien Bertheau, André Weber, Milena Vukotic, María Asquerino, Ellen Bahl, Valérie Blanco, Auguste Carrière, Jacques Debary, Antonio Duque, André Lacombe, Lita Lluch-Peiro, Annie Monange


Un hombre maduro llamado Mathieu (Fernando Rey), en un viaje en tren, cuenta su historia amorosa con on la bailarina Conchita (interpretada por dos actrices distintas, la francesa Carole Bouquet y la española Ángela Molina), una joven española residente en París con la que inicia una extraña relación sexual que termina por obsesionar por la incapacidad de consumarla, ya que la mujer solamente parece pretender su compañía por su dinero. Sin embargo, ella siempre consigue eludir sus devaneos, a pesar de darle esperanzas.

La película da otra vuelta de tuerca al mito de la mujer fatal o mujer diablo. La Carmen de Bizet, la Lulú de Wedekind y Pabst, la Lolita de Nabokov o la belleza inalcanzable y letal de Jean Seberg en Sin aliento (Godard, 1960).


Última película de Buñuel, donde se dan cita todas sus obsesiones, ya familiares al espectador tras toda su filmografía. Obtuvo dos nominaciones al Oscar: Película extranjera y guión adaptado.

Cuenta el director en sus memorias que durante el estreno de la película en el Ridgetheater de San Francisco estalló una bomba. Al parecer un grupo de homosexuales organizados querían boicotearla. “Esta vez, vas demasiado lejos”, decían las inscripciones injuriosas de las paredes.


"El film tiene una estructura lineal, reflejo de la existencia dinámica del ser humano. No tiene argumento como tal; es un soporte argumental, para expresar la huida hacia adelante que suele ser la vida del ser humano: huye del pasado culpabilizador y amargo y busca aquello que no posee, que desea, que supone que le va a dar la felicidad. Por eso, el objeto del deseo es oscuro -soñado, idealizado-, como lo es también el pasado -insatisfactorio, reprimido-. Sólo el presente es luminoso -si se viviera y se disfrutara-. Por el título podría parecer una película erótica; pero el sexo es sólo el pretexto, lo superficial -la primera y, por tanto insuficiente, lectura-, precisamente en una película de una persona obsesionada con el sexo desde su infancia. ¿Será que aquí nos quiere trasmitir que el sexo, sacado a la luz, integrado, desculpabilizado, es la expresión gratificante y plena de comunicación y amor -algo mucho más serio que la engañosa panacea de muchas ilusas y simplistas aspiraciones-?" (Galiciacity)


Función realizada con el apoyo de la Embajada de Francia y el Institut Français d'Argentine, en el marco del 50º aniversario del tratado de cooperación entre Francia y la Argentina

Temporada VIII / Función 164
Cineclub La Rosa
Austria 2154

viernes, 21 de marzo de 2014

Sin lugar para los débiles

Comienza la octava temporada del Cineclub La Rosa con la primera función del ciclo dedicado al escritor Cormac McCarthy y para ello abrimos con la película que lo lanzó a la fama mundial gracias al Oscar conseguido por los hermanos Coen: Sin lugar para los débiles. Será el miércoles 26 de marzo a las 20 horas en Austria 2154, con entrada libre y colaboración voluntaria.


Miércoles 26 de marzo - 20 horas
SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES
(No country for old men, Estados Unidos, 2007, color, 122 minutos)
Dirección y guión: Ethan y Joel Coen, basados en la novela de Cormac McCarthy.
Producción: Scott Rudin y Ethan y Joel Coen.
Dirección de Fotografía: Roger Deakins.
Montaje: Ethan y Joel Coen (como Roderick Jaynes).
Música: Carter Burwell.
Vestuario: Mary Zophres.
Elenco: Josh Brolin, Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Kelly Macdonald, Woody Harrelson, Stephen Root, Garret Dillahunt, Tess Harper, Barry Corbin, Rodger Boyce y Beth Grant.


En pleno desierto texano, en 1980, un cazador se encuentra con un maletín cargado de billetes, descubre unos hombres acribillados y un cargamento de droga. Toma el dinero y huye, sin saber que un despiadado pistolero (increíble actuación de Javier Bardem) se pone tras sus pasos para recuperar lo robado.

En paralelo, un veterano sheriff lleva su propia investigación, aunque en su caso la deducción final no apunte al culpable de un delito, sino a la certeza de que el mundo que conoció está hundiéndose envuelto en llamas.


Tres historias que se cruzan por la acción de la naturaleza y del hombre en conjunto, bajo el cielo de un país manchado por el materialismo y la maldad, donde la bondad no cuaja.

Una gran novela de Cormac McCarthy, mezcla de thriller campesino y parábola bíblica, encuentra a los hermanos Coen con sus mejores herramientas para contar la historia que más les gusta: la del perdedor con suerte que quiere más de lo que puede. Como siempre, excelente la fotografía de Roger Deakins.


La película obtuvo cuatro premios Oscar: Mejor Película, Dirección, Guión adaptado y Actor secundario (Bardem). Además, participó de la competencia oficial del Festival de Cannes.

Temporada VIII / Función 156
Cineclub La Rosa
Austria 2154