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Mostrando las entradas etiquetadas como Reflexiones

Felicidad Moncaína.

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Amanece en Moncayo Se acaba enero y yo sin aparecer por aquí. Perdona el abandono, he necesitado un pequeño tiempo para sacudirme el desencanto de encima, se me había acumulado y pesaba demasiado. Una vez libre de fantasmas y espejismos continúo contándote mis cosas. Ayer una gitana leía mi mano y me auguraba muchos éxitos, me contaba que la espera había terminado y que todo lo plantado iba a dar sus frutos. Me regaló una ramita de romero que debo quemar hoy a las 12 de la noche para que se me conceda un deseo. Habrá que hacerlo, ya sabes que creo en la magia. Lo cierto es que ha habido muchos y bruscos cambios en mi vida, sobre todo en los dos últimos meses. He tomado decisiones difíciles, que ahora se muestran acertadas. Han sido unos años intensos, muy intensos, en los que he aprendido a enfrentarme a la tristeza, a la amargura, al miedo, a la rabia... ya no huyo.  Me ha tocado apostar fuerte, dar un gran paso y he ganado. He apostado por mi. Dejo cosas ...

Cielos de pasión.

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Cielos apasionados que sólo la imaginación de una ciega enamorada puede ver. No aprendo ni aprenderé, me dejo llevar porque quiero creer, quiero confiar y me niego a razonar los sentimientos, son y no necesitan un porqué. La creatividad recogida en un caparazón de autocontrol pesa demasiado, así que voy soltando lastre poco a poco para empezar de nuevo con la mirada limpia. Ser no depende de otros y callar no siempre otorga. La cargada mochila no me impide caminar con alegría. Me gustan los trucos y me divierten los golpes de efecto, mi chistera es profunda e infinita, como los atardeceres de mi montaña. Cuando los rebaños se recogen y las campanas dan la orden, comienza la magia. Espérame. Cartas desde mi Villa

Las palabras perdidas.

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Carrasca centenaria de Lituénigo "Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo." Federico García Lorca                   Hace un tiempo me preguntaron: -¿Quién eres? Contesté dubitativa: -¿Hace falta ser alguien? Parece ser que las personas que ordenan palabras necesitan de títulos. Esto me dejó preocupada porque bruja, hada e incluso dama parecen no ser suficiente. Creo que en algún punto del tiempo perdí la palabra adecuada o utilice demasiadas y esto me ha generado algún problema que otro. Las palabras mal utilizadas pueden ser el origen de malentendidos y conflictos; desordenadas en un hechizo ocasionan múltiples errores difíciles de enmendar, porque hay que encontrar rápido el sortilegio adecuado que arregle lo errado. Por el Moncayo vaga un alma encolerizada porque no dí con el último, la culpa la tuvieron las palabras ocultas, pero no se volverá a repetir, no voy a util...

De cuando Cesar Augusto pasó por Moncayo

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La cabeza de Minerva Médica se puede ver estos días en Tarazona, lugar donde se encontró, con motivo de la celebración del Año de Augusto ¡Uf! Pero como puedo llevar tanto tiempo sin asomarme por aquí. ¡Esto no me los permitas! ¿Acaso no me echabas de menos? Sí, sí, ya sé... las redes y una vida social muy ajetreada me tienen atrapada. ¡Con el montón de aventuras que tengo que contarte! La cosa es que yo pasaba por aquí para decirte que estos días ando mucho por Tarazona, la culpa la tiene un buen amigo que me lanza unos cebos muy golosos para que vaya a su ciudad del alma. Ya te iré contando, si puedo y me dejan, porque hoy vengo a hablarte de como un todo poderoso Cesar de Roma pasó por el Moncayo. Se cuenta que en el año 25 a.C el emperador Cesar Augusto sufría de misteriosas dolencias que sólo un médico, Antonio Musa, pudo curar. ¿A que no sabes cómo? Pues, ¡con las frías aguas del Moncayo! ¿Con qué si no? Le recomendó las aguas que manaban de una fuente milagrosa en...

Dudas razonables.

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Moncayo Vivo "Se admite que hay tres cosas por la que los hombres se hacen buenos y virtuosos: la naturaleza, el hábito y la razón" Aristóteles (Política) Al contemplar las vistas desde mi ventana pienso en el terreno recorrido.  Ya tolero la rabia de los que me sonríen como hienas y a los que alimento para evitar su envidia. El tablero sólo parecía contener peones negros que arrasaban todo a su paso, sin embargo, cada vez me siento más segura. Conozco por donde piso, sé que existen bellos seres que viven y crecen a los lados de mi camino, aprendo a evitar a las alimañas y mis ojos tienen otra luz que ilumina los rincones oscuros donde antes se agazapaban los fantasmas. Ya no juzgo... Moncayo Vivo. Me mueve encontrar la razón que me trajo hasta aquí, aquella que haga que los mundos que me rodean se posen en su sitio. Espero el día que cuando llegue la noche no sienta miedo, sino descanso. He pasado unas semanas extrañas, pensé en abandonar pero el Monca...