Mostrando entradas con la etiqueta HEMC. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta HEMC. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de junio de 2012

Islas crujientes de calabacín... al dente

¡Ey! El evento culinario más dicharachero de la blogosfera ha vuelto, el Hecho en mi cocina (más conocido como el HEMC). En su edición n.° 56, que se dice pronto, Ana de Cocina a Tiempo Parcial propone el calabacín y ¡olé! Así que a mí me ha venido de perlas para hacer un poco de limpieza, no de la nevera, no, sino de blog, ya que tenía yo estos calabacines por ahí en las entradas sin publicar.

Mi madre, que tiene una hermosa huerta, suele recoger unos calabacines de dimensiones monstruosas y cuando llega la temporada, hay calabacín en casa hasta en la sopa, y no es un decir. Una de las múltiples recetas que hace la mamma son sus famosos sándwiches de calabacín, jamón y queso. Una variante del popular sándwich mixto pero con dos rodajas de calabacín en lugar de pan. Rebozados y fritos. Aquí en Alemania es mi suegra la que se encarga de hacer el suministro de cucurbitáceas entre la familia, así que cuando en la última visita volvimos a casa con un par de hermosos ejemplares, me acordé de los famosos sándwiches. Como soy muy vaga, y me da mucha pereza freír, estuve pensando en alguna manera menos laboriosa de combinar los ingredientes y no acabar chorreando aceite. El resultado, unas islas bastante presentables de calabacín, jamón cocido y queso.

IMG_6213

Ingredientes
1 calabacín, a ser posible de esos sobredimensionales que solo dan las huertas familiares (en su defecto 2-3 medianos)
2-3 lonchas grandes de jamón cocido
queso tipo Emmental (unos 200 g)
1 paquete de queso feta (unos 100 g)
2 cucharadas de queso Parmesano rallado
2 cucharadas de pan rallado
aceite de oliva
sal

Preparación
Precalentamos el horno a 250 °C y preparamos una bandeja de horno con papel de aluminio. Lavamos el calabacín y lo cortamos en rodajas gruesas de 1 cm que colocamos en la bandeja de horno previamente salpicada con unas gotas de aceite de oliva. Salamos ligeramente cada calabacín. Colocamos un par de lonchas de jamón cocido cortadas en cuadrados a la medida de las rodajas de calabacín. Encima colocamos una loncha (o dos) de queso tipo Emmental y por último un dado de queso feta. En un bol mezclamos el Parmesano con el pan rallado y espolvoreamos las islas de calabacín.
Introducimos en el horno caliente y dejamos durante unos 10 minutos o hasta que se dore la superficie.
Et voilà!

Markierte Fotos43

Ver receta para imprimir

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Comida callejera

Parece que la cultura de la "street food", la de los puestos de comida callejeros de otras partes del mundo, está de moda, al menos por aquí. Cada vez veo más libros de recetas con comida de este tipo. En Berlín, en los últimos años han abierto muchos restaurantes especializados en "street food" de tal o cual país, cosa curiosa porque comer cómodamente comida de puestos callejeros en un restaurante es pura contradicción. De todas formas, en Berlín (no me atrevo a decir Alemania porque ya me contradijeron una vez al respecto) comer en la calle, a pesar del frío en invierno, es algo muy popular. No en vano dos de las especialidades de la cocina berlinesa son platos callejeros: la currywurst y el döner kebab.

Así que para estar a la moda, mientras pongo como pretexto el Hecho en mi cocina de este mes (HEMC #36) propuesto por Núria, y preparar de paso una de esas recetas que tenía marcada desde hace tiempo con un post-it en uno de los libros de cocina de China (por cierto, ¿alguien los llama pósit?), he preparado unas tortas con cebolleta, un tipo de pan frito, que se acompañan con alguna salsa de soja como aperitivo o que se pueden usar para "mojar", opción que recomiendo encarecidamente porque absorben los jugos de manera sorprendente. Una de las especialidades de muchos puestos callejeros en China.

Scallion Pancakes

Ingredientes
(salen unas 8-10 tortitas)

250 g de harina
1 cucharilla rasa de levadura en polvo
1 cucharilla rasa de sal
3 cucharillas de aceite vegetal (o un aceite sin sabor muy fuerte)
1 taza mediana de cebolleta picada fina (gracias María por la corrección ;-)
240 ml de agua (120 + 120 ml)

Elaboración

Primero dividimos la harina en dos partes iguales. Con una parte hacemos una masa previa añadiendo la levadura que habremos disuelto antes en 120 ml de agua con una cucharilla rasa de azúcar. Ponemos la otra mitad de la harina en un bol grande y añadimos lentamente 120 ml de agua hirviendo, de tal forma que la harina "se cueza" y removemos bien. Si es necesario añadimos algo más de agua hasta formar una masa. Mezclamos también el aceite. Ahora podemos juntar las dos masas, ajustando la consistencia con harina o agua según sea necesario hasta obtener una masa elástica y manejable que no se pegue a las manos. Entonces dejamos reposar la masa cubierta con un paño húmedo de unos 30 a 40 minutos.

Después de reposar, tomamos la masa y formamos con las manos un rodillo del que cortamos trozos de masa del tamaño de una nuez. Extendemos entonces cada bola con el rodillo para formar tortas. Pintamos por un lado con aceite vegetal y esparcimos la cebolleta picada.

Scallion Pancakes

Enrollamos la torta con cuidado para que no se salga la cebolleta y después volvemos a enrollar sobre sí misma en forma de caracola que aplanaremos otra vez con el rodillo.
Freímos las tortas en un poco de aceite a fuego medio de unos 2 a 3 minutos por cada lado y hasta que estén doradas.

Scallion Pancakes

Servimos como aperitivo con una salsa de soja o como acompañamiento con un plato con salsa, para "mojar".

Ver Receta para imprimir

viernes, 26 de junio de 2009

Se me pasó el arroz

Bueno, más que el arroz lo que se me ha pasado ha sido la convocatoria del HEMC para este mes, propuesta por Kako de En Guete, que encima tenía como tema la cocina de Oriente Medio y Magreb. En casa de herrero, cuchillo de palo. Acabo de volver de los Mares del Norte (asunto con el que seguro os daré el cante pronto) y antes de irme había preparado una recetilla para la propuesta de Kako pero ahí se quedo, en el tintero teclado. En fin, ya se sabe, más vale tarde que nunca.

Una de las formas más populares de preparar el pescado en las regiones costeras de Siria o del Líbano es asado al horno con una salsa a base de tahina. Para los que no la conozcan, la tahina es una de las salsas básicas de la gastronomía de Oriente Medio, hecha de semillas de sésamo y uno de los ingredientes indispensables para la elaboración del conocido hummus o del mutabbal. Para este plato puede utilizarse cualquier pescado que vaya bien al horno y servirse en caliente, acompañado de un arroz blanco*, o en frío, con una ensalada.

Fish with tahine

Ingredientes
pescado para cocinar al horno, entero o en filetes, puede ser bacalao fresco o cualquier pescado que os guste y que se haga bien al horno
2 limones
1 cebolla mediana picada
salsa tahina
aceite de oliva
sal, pimienta, comino
piñones y perejil para decorar

Elaboración
Precalentamos el horno a unos 180-200ºC. Rehogamos la cebolla en una sartén a fuego medio hasta que esté transparente. Limpiamos el pescado y salpimentamos a gusto. En una fuente para horno colocamos unas rodajas de limón sobre las que pondremos el pescado.

Para la salsa ponemos unas cucharadas de tahina en una taza y vamos añadiendo lentamente agua y zumo de limón. Al principio los ingredientes reaccionan y la salsa endurece (ni idea de por qué), pero mientras vamos echando más agua y zumo vuelve a hacerse líquida, la salsa final debe ser líquida. Añadimos un poco de comino y la cebolla rehogada, mezclamos bien y cubrimos con esta salsa el pescado que ya está listo para el horno.

Dependiendo del tamaño del pescado se hará más o menos rápido, para filetes de pescado y con el horno bien caliente normalmente son suficientes 10-15 minutos. Durante este tiempo podemos tostar los piñones en la sartén con los que adornaremos el plato junto con un poco de perejil.

Fish with tahine

* Una forma de "adornar" el arroz blanco es tostando unos fideos hasta que tomen un color oscuro y cociéndolos después con el arroz. El arroz de la foto no es sin gluten. Para adaptarlo a una dieta sin gluten, simplemente eliminar los fideos.

Ver Receta para imprimir

lunes, 11 de mayo de 2009

Mi amigo bárbaro

Aquí está otra vez, como cada año, mi querido amigo el ruibarbo con el que mantengo una sabida relación de amor y odio. Cosas del querer... ni contigo ni sin ti. Por eso, en cuanto ha vuelto a hacer su aparición en escena, me he ido a por él.

Bárbaro ruibarbo

Si no puedes con tu enemigo, bébetelo:

Sirope de ruibarbo

Ingredientes
4 tallos de ruibarbo - 275 g de azúcar - 600 ml de agua

Elaboración
Cortamos en grueso los tallos de ruibarbo y los ponemos a hervir con el agua y el azúcar. Cuando hierva, reducimos el fuego y dejamos unos 15-20 minutos hasta obtener un sirope rosado. Retiramos del fuego, dejamos enfriar y colamos el sirope en una botella.

Podemos utilizar el sirope para preparar refrescos o cócteles. Por ejemplo, para preparar una soda de ruibarbo mezclamos en un vaso aproximadamente 1/4 parte de sirope con 3/4 partes de agua con gas. Servimos bien frío con hielo.

Rhubarb Soda

El ruibarbo es una de las verduras de temporada que puede adquirirse actualmente en los mercados con productos regionales. Los que he utilizado son también de Brandeburgo, la misma región en la que se cultivan los espárragos de Beelitz, a pocos kilómetros al sur de Berlín. Aunque el ruibarbo se encuentra actualmente por todo el país. Creo que este refresco puede dejarse ver en la tarea "Piensa globalmente, come localmente" que Ajonjoli nos ha dado para el HEMC #33 de mayo. Ciñéndome en lo posible al tema, y para evitar más kilometraje en la receta, el refresco lleva agua con gas del manantial más cercano.

Rhubarb Soda

Ver Receta para imprimir

viernes, 8 de mayo de 2009

A freír espárragos

Por esta época del año, en Alemania, quien no se ha ido a freír espárragos, pronto lo hará. Es el siguiente "evento temático" después la Pascua. Es la euforia del espárrago. Espárragos en todos los mercados y supermercados, en puestos callejeros, en restaurantes, en la tele, en la radio, espárragos y más espárragos. Y luego dicen que en España vamos como en Fuenteovejuna...

Cerca de Berlín tenemos los espárragos de Beelitz, una pequeña localidad a unos pocos kilómetros al sur de la capital, a la que ya peregriné al año pasado. Así que no podía ser de otra manera, para el tema HEMC #33 de este mes "Piensa globalmente, come localmente" propuesto por Ajonjoli, del blog La flor del calabacín, el tema estaba ya servido.

Beelitzer Spargel

La receta es de uno de mis libros favoritos sobre cocina regional, Det kleene Zille-Kochbuch, del que ya hablé aquí. La receta original eran unos espárragos envueltos y fritos en una masa de puré de patatas, pero algo se torció y no salió exactamente igual así que hubo que improvisar. La masa que, según decía la receta, había que estirar con el rodillo, quedó tan líquida que pasó a convertirse en tortitas. Never mind! El factor "patata" quedó igual de presente:

Espárragos sobre pancake de patata

Ingredientes: 500 g de espárragos frescos - 500 g de patatas - 2 huevos - 50 g de harina - 100 g de jamón cocido - 100 ml de nata - zumo de medio limón - 50 g de mantequilla - sal, pimienta, nuez moscada, perejil

Beelitzer Spargel

Preparación

Limpiamos y pelamos los espárragos hasta debajo de la punta del espárrago. Cortamos la parte más dura de la base. Los cocemos en agua con sal, una nuez de mantequilla y un poco de azúcar durante 15-20 minutos. Los puristas los cuecen en una cazuela alta donde se pueden cocer de pie con las puntas hacia arriba, sin que las yemas estén en contacto con el agua. Yo los hice sin más en una cazuela normal y quedaron muy bien, blandos y no se rompieron.

Las patatas las pelamos y las cocemos también unos 20 minutos en agua con sal. Sacamos, y aplastamos con un tenedor. Añadimos los huevos, la harina, la nuez moscada y salpimentamos. Calentamos una sartén con unas gotas de aceite y vamos haciendo tortitas con la mezcla anterior (yo puse dos cucharadas de mezcla por tortita).

Envolvemos 3-4 espárragos en una loncha de jamón cocido, pasamos por la sartén unos segundos para que el jamón se dore un poco. Hacemos una salsa derritiendo una cucharada de mantequilla en la sartén, añadimos la nata líquida, un par de cucharadas del agua de cocción de los espárragos y el zumo del limón, salpimentamos a gusto y dejamos que reduzca durante unos minutos. Servimos los espárragos sobre el pancake de patata y con la salsa por encima.

Ver Receta para imprimir

domingo, 22 de febrero de 2009

Chips crujientes de manzana

Snack crujiente para una tarde de cine nevada y, de paso, como aportación al
HEMC #30 propuesto por Mis deseos más dulces.

Apple Chips

Ingredientes

1 manzana grande y, preferiblemente, ácida
150 g de azúcar
150 ml de agua

Preparación

Cortar la manzana en rodajas muy finas. Aunque no es necesario, podemos descorazonarla antes, esto ya a gusto de cada uno. En una cazuela ponemos el agua con el azúcar y dejamos que hierva un par de minutos. Retiramos la cazuela del fuego y añadimos las rodajas de manzana. Las dejamos reposar unos cinco minutos procurando que el almíbar cubra bien todas las rodajas. Después las sacamos con una espumadera, las escurrimos un poco y las colocamos separadas sobre una bandeja de horno con papel antiadherente. Introducimos en el horno precalentado a 120ºC (si tenéis opción de aire mejor) durante 45-60 minutos, observando de vez en cuando para que no se quemen. Sacamos y colocamos inmediatamente sobre una rejilla para que se enfríen. Al despegar las rodajas del papel estarán todavía blandas pero endurecerán sobre la rejilla en unos segundos haciéndose muy crujientes.

Si os gusta la combinación dulce-picante, también podéis espolvorear alguna pimienta o pimentón picantes sobre las manzanas antes de meterlas al horno.

Ver Receta para imprimir

domingo, 25 de enero de 2009

Entre dos mares

El Báltico, sereno, casi dulce, con sus acantilados blancos, amables mareas...

Buhne & Sea Gull

... y sus pescados ahumados.

Smoked Fish

Y el Cantábrico, inconstante, salado e indomable...

Isla de Mouro

... con su gran variedad de frutos y los platos que con ellos prepara mi madre.

Y aprovechando que este mes la marea me ha traído a esta orilla, propongo estas dos recetas que ha preparado ella para participar en el HEMC de enero, que desde La Cocina de Lechuza nos propone Pilar.

Rabas de peludín

Rabas

Ingredientes

500 g de peludín*
sal y harina para rebozar

* El peludín es una variedad de calamar, utilizado normalmente para elaborar las rabas (calamares fritos).

Preparación

Se lava el peludín y se corta en tiras. Se sala y se reboza en harina. Se fríe en abundante aceite, muy caliente. Si es en freidora es mejor porque salta mucho al freír.

Un truco para que queden bien blandas es congelar el peludín antes de prepararlo. Tradicionalmente las rabas son solo los tentáculos de los calamares, sin embargo suele freírse todo el bicho.

Guisado de cachón con patatas

Potas con patatas

Ingredientes

1 cachón* como de un kilo
1 cebolla grande
1 pimiento verde de freír
5 patatas medianas
salsa de tomate
caldo de pescado
vino blanco

* El cachón es una variedad de sepia o jibia, muchas veces simplemente la denominación regional para la sepia.

Se hace un sofrito "hermoso" con la cebolla y el pimiento. Se echa el cachón lavado y cortado en tiras y, a fuego mediano, se le dan unas vueltas. Se añade el caldo de pescado y un chorro de vino blanco y se deja cocer una media hora (5 minutos en el puchero a presión). Transcurrido este tiempo se añaden las patatas triscadas y se echan unas cucharadas de salsa de tomate y sal. Si es necesario corregimos el caldo hasta que cubra las patatas, aunque normalmente el cachón suelta mucha agua. Y ya está listo para servir.

Recetas para imprimir - Rabas de peludín | Guisado de cachón con patatas

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Los deberes

Cuando una lleva haciendo lo mismo durante mucho tiempo, acaba perdiendo la perspectiva. Confieso que alguna vez he sido injusta con mis pobres estudiantes de español (adultos hechos y derechos que corren a clase de español después de una larga jornada de trabajo) cuando se equivocaban al utilizar estructuras gramaticales que en realidad son idénticas en su idioma. "¡Por qué narices no ven que es igual!" pensaba cabreada. O les he echado alguna que otra reprimenda porque no habían hecho los deberes.

Hace tiempo me apunté a clases de chino y... ¡heme ahí! metiendo la pata sin cesar, y hasta la saciedad, en cosas que son igual en la gramática castellana o malhaciendo los deberes, en el mejor de los casos, cinco minutos antes de la clase. No hay nada como ver las cosas desde la otra orilla. Chino no sé si aprenderé, pero creo que desde entonces mis estudiantes son más felices, vuelvo a comprenderlos.

Este mes he sido buena y vengo con los deberes hechos a tiempo. Los que nos puso Ivana de My little things y que presento para la propuesta del HEMC #27 de este mes.

Canelones al vapor

Cannelloni

Ingredientes
300 g de carne magra picada (cordero o ternera)
1 cucharada de arroz
1 cebolla mediana
1 cucharada de piñones
1 cucharada de mezcla de especias (yo usé pimienta, canela, clavo molido y cúrcuma)
pasta de canelones

Preparación
Salpimentamos bien la carne picada y añadimos la mezcla de especias. En una sartén a fuego medio freímos, sin que llegue a dorarse, la cebolla que antes hemos picado muy fina. Antes de sacarla añadimos los piñones y los salteamos dos minutos con la cebolla que vamos a mezclar después con la carne picada. Finalmente añadimos la cuchara de arroz. Yo preparé la carne picada el día anterior para que se impregnara bien de las especias. Cuando tengamos la carne lista, rellenamos con cuidado los canelones que colocamos después en un recipiente preparado para cocción al vapor. Hervimos una media hora (controlamos que la pasta esté hecha) y sacamos con cuidado de que no se rompan.

Podemos servirlos con una ensalada y aliñar todo con aceto balsámico. Al cocer al vapor, la carne suelta la grasa que lleva y queda en el agua de cocción. El arroz crece y evita en parte que el relleno se reduzca mucho y no "llene" los canelones.

Receta para imprimir

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Embarazo con sorpresa

Espero que el título de hoy haya atraído a algún que otro lector o lectora curioso llevado por cierto morbo oculto. Sin embargo, tengo que decepcionaros, hoy no va a haber aquí ningún anuncio especial, sólo una recetilla: unos bollos preñaos... con sorpresa. Además, estos preñaos me vienen muy bien como contribución al evento HEMC #25 que las chicas de With the hands in the dough han propuesto para esta ocasión con el tema "Tomate", porque en este embarazo... hay tomate.

Bollos preñaos de tomates secos

Preñao

Ingredientes (para unos 10-12 bollos)

500 g de harina - 200 ml de agua - 1 sobre de levadura seca en polvo - 50 ml leche - 1 buen chorro de aceite de oliva - 1 bote de tomates secos en aceite - mezcla de hierbas aromáticas secas al gusto (romero, tomillo, albahaca) - sal

Elaboración

Tamizar la harina y añadir las hierbas secas y una cucharadita de sal. Activar la levadura en un poco de agua templada y añadir a la harina con el resto de agua, la leche y un chorro de aceite. Amasar bien hasta obtener una masa homogénea y elástica. Cubrir y dejar reposar en un lugar templado durante al menos una hora y hasta que la masa haya doblado su tamaño. Amasar después ligeramente sobre una superficie enharinada para que baje el volumen. Dividir la masa en 10-12 bolas y rellenar cada una con un tomate seco, que habremos escurrido previamente para que no esté demasiado aceitoso. Colocar los bollos preñaos sobre la bandeja de hornear, cubrir y dejar reposar 30 minutos más. Precalentar el horno a 230-250ºC, pintar los panecillos con leche por encima y cocerlos unos 10-15 minutos hasta que estén dorados. Dejar enfriar antes de servir.

Receta para imprimir

viernes, 20 de junio de 2008

Sin gluten... - ¡Oído cocina!

Cuando empecé a escribir este blog, una de las primeras visitas que recibí fue la de Ana y Víctor. Ellos son los autores de Caminar sin gluten, un excelente blog con informaciones sobre la celiaquía, además de innumerables y ricas recetas sin gluten aptas para celíacos. Gracias a la labor de Ana y Víctor, ahora soy menos analfabeta en el tema, ellos me han abierto las puertas al mundo sin gluten, a la cultura sin gluten, y les estoy agradecida por enriquecer así mi mundo.

Ellos han propuesto también este mes el tema del evento HEMC:

hemc 23 - sin gluten

Siendo principiante da un poco de miedo y respeto cocinar sin gluten y tener al mismo tiempo la completa seguridad de que la comida es apta para celíacos. Sin embargo, gracias a la disposición que Ana y Víctor tienen para informarnos y aconsejarnos, y a todas las informaciones que encontramos en su blog y en los blogs que ellos recomiendan, vamos dando los primeros pasitos.

Hoy, además de presentar mi aportación al HEMC #23 de este mes, he decidido incluir una nueva etiqueta en los temas de este blog: la etiqueta "sin gluten".

La receta es una tapa de rollitos de morcilla envueltos en tortas de pasta de arroz. Es la primera vez que utilizo estas tortas, las compré en un supermercado asiático, pero creo que, al menos en España, también pueden encontrarse con facilidad ya que las he visto en el blog de nuestros anfitriones. Además de sin gluten esta receta es un buen ejemplo de producto intercultural: rollitos asiáticos, morcilla castellana y tomates (¿de América?) ;-D

Spring Roll Pastry

Morcilla de incógnito con salsa de tomate

1 morcilla de Burgos RIOS (etiquetada sin gluten)
1 puerro
8 láminas de papel de arroz (arroz, agua y sal)
---
4 tomates maduros
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
sal y pimienta

Preparación


Para hacer la salsa de tomate frito, freír suavemente el diente de ajo y la cebolla en un chorrito de aceite de oliva y añadir los tomates cortados en dados. Freír el tomate y dejar rehogar durante aprox. 20 minutos hasta que esté hecho. Salpimentar a gusto y, si se quiere, añadir también orégano u otras hierbas aromáticas. Retirar y triturar la salsa.

Cortar la morcilla en trozos de unos 6-8 cm. Cortar después los trozos dos veces a lo largo hasta tener cuatro piezas por cada trozo. Cortar el puerro en trozos similares para obtener láminas de similar superficie. Tomar una lámina de papel de arroz y pasarla por una fuente con agua templada para que se ablande. Extender sobre una superficie limpia y lisa, poner en la parte superior un poco de puerro, un trozo de morcilla y cerrar con cuidado más o menos así. Las láminas de arroz se manejan muy bien y no se rompen. Repetir la operación hasta obtener las unidades deseadas.

Calentar aceite* en una sartén y freír los rollitos de morcilla a fuego no muy fuerte hasta que se doren levemente. Servir acompañados de la salsa de tomate recién hecha.

Black Pudding Rolls

* Además de cuidar los ingredientes y comprobar que no llevan gluten (ardua tarea cuando todavía no existe una buena ley de etiquetado, cuestión que nos concierne a TODOS) hay que cuidar el riesgo de "contaminación", esto es, no utilizar, por ejemplo, aceite donde se han frito antes productos con gluten ni manipular cerca productos que lo contengan. Como todo, supongo que es también cuestión de práctica, así que ¡a practicar!

miércoles, 21 de mayo de 2008

Helado de dulce de ajonjolí

Hoy he leído en el periódico una buena noticia. Me ha parecido curioso porque acababa de preparar mi receta de contribución al HEMC de este mes en la que, indirectamente, están implicados los mismos países. "Si se reunieran a cocinar juntos", pensé, "seguro que se sorprendían del montón de cosas que tienen en común"... pero bueno, mi idea no era arreglar el mundo con esta receta, sino sencillamente endulzarlo un poco.

El tema del HEMC de este mes viene desde Tijuana y nos lo ha propuesto Raulillo: los helados y sorbetes. Yo sólo hago helado una vez al año y es un helado de turrón por Navidad. Buscando ideas recordé este helado de turrón y la asociación fue inmediata: halva. Había probado la halva en Siria, para la receta he comprado una de Turquía y buscando en Internet he leído que el helado de halva es una especialidad en la cocina judía (entre otras) los tres ahora reunidos. Esta delicia de sésamo que encontramos en muchas regiones de Oriente Medio, Turquía, Grecia y los Balcanes (y muchos otros sitios más) a primera vista recuerda un poco a nuestro turrón blando. La palabra se puede encontrar con muchas otras ortografías: halwa, helva, etc. y viene del árabe donde significa simplemente "dulce". La halva tiene un sabor tostado, dulce pero con fondo casi amargo, como la tahina de la que se elabora.

Así que este mes mi contribución al HEMC #22 es un

Helado de dulce de ajonjolí o halva

Halva Eis Cream

Ingredientes

150 g de halva con pistachos
250 ml nata para montar
4 yemas de huevo
125 g de azúcar moreno

Elaboración

Diluir el azúcar (yo he utilizado azúcar de palma) en un poco de agua templada hasta obtener un jarabe espeso. Desmenuzar cuidadosamente la pasta de halva con un tenedor y trabajar bien con las yemas de huevo. Añadir el jarabe. Montar la nata e incorporarla a la mezcla anterior. Mezclar bien todo e introducir en el congelador. Si no se tiene heladera, puede removerse con una varilla, más o menos cada hora, durante las tres primeras horas, para que obtenga una textura más cremosa. Al servir puede adornarse con frutos secos, yo le puse crocante de sésamo que hice con unas galletas de sésamo que venden también en tiendas orientales o asiáticas.

Halva Eis Cream

martes, 8 de abril de 2008

Tofu a la tailandesa

Contribución al HEMC #21

¡Menudo tema el de este mes! Después de darle muchas vueltas me he decidido por un clásico de mis mediodías: un tofu con arroz en salsa de coco y cacahuetes que suelo comer cuando estoy vaga para cocinar y me bajo a por el menú del día del tailandés del barrio. Hoy me he propuesto hacerlo yo, y hasta ha salido rico:

Esta receta lleva dos derivados principales de la soja: tofu y brotes de soja frescos.

No sé si en otros sitios se podrán encontrar con facilidad algunos de los ingredientes, pero es una receta muy flexible que admite mucho juego. Básicamente cualquier verdura vale. El tofu lo he comprado ya frito, viene en bolsas al vacío y cortado en tacos (un poco vaga sí que he sido), pero también se puede freír en casa. Yo lo había intentado antes pero nunca he conseguido que quedara como en el restaurante. Además lleva leche de coco y salsa satay, salsa picante de cacahuete, ligerilla la receta, vamos. La leche de coco suaviza muy bien los picantes y combina estupendamente con pastas de curry.

Bueno, pues aquí va la receta para 2 personas:

Ingredientes

1 taza de arroz
6 ó 7 dados de tofu frito
1 zanahoria mediana
1 puerro
1 bulbo de hinojo mediano
6 champiñones grandes
100 g apionabo*
50 g brotes de soja
leche de coco
salsa satay o crema de cacahuete
guindillas secas
perejil

*Marona nos habló hace tiempo de estas raíces

Preparación

Se hace un arroz blanco, preferiblemente jazmín (o tailandés), este tipo de arroz debe lavarse y escurrirse antes de cocer ya que tiene mucho almidón. Lo mejor es seguir las instrucciones del paquete, si las lleva.
Se saltean todas las verduras pero sólo el tiempo suficiente hasta que queden hechas por fuera y crujientes por dentro, semicrudas.
Se añade el tofu frito y se le da un par de vueltas para que tome el jugo de las verduras.
En una sartén aparte se calienta la leche de coco, sin que llegue a hervir, y se añaden dos cucharaditas de salsa satay. Si no tenéis esta salsa se puede hacer con crema de cacahuete normal, preferiblemente no salada, con unas guindillas picadas (si os gusta el picante).
Finalmente se vierte la salsa obtenida sobre las verduras. Y ¡ya está! Puede servirse el arroz en un bol e ir poniendo el tofu y la verdura encima.

Las comidas tailandesas, y las asiáticas en general, tienen algo en común con la forma de comer en España en determinadas ocasiones. Las comidas no se emplatan, similar a nuestro picoteo con amigos, se ponen en el centro y se comparten, cada comensal tiene su plato pero se va sirviendo de todo lo que hay en la mesa.
Además, la función social de las comidas tiene también muchas similitudes. Algo que parece evidente para nosotros (aunque muchas veces no seamos conscientes de ello), no lo es tanto en otras culturas donde la comida no tiene esta importante función social, pongo como ejemplo Alemania, donde por regla general, en el mundo de los negocios una comida suele servir para celebrar un acuerdo tomado, y no es un lugar para establecer o reforzar una relación, y menos aún, para tomar decisiones. Algo que puede llevar a malentendidos si se subestima. ¡Fascinante el mundo de la mesa!

lunes, 4 de febrero de 2008

Bizcocho Pasiego

Contribución al HEMC #19

hemc 19 - bizcocho

Para hacer este bizcocho he tomado la receta de los sobaos pasiegos clásicos y, simplemente, he horneado la masa resultante en un molde grande. El resultado ha sido un bizcocho sencillo y muy jugoso.

Ingredientes
250 g harina
250 g mantequilla
250 g azúcar
3 huevos
1 cucharadita de anís o ron
1 pizca de sal
ralladura de 1 limón
3 cucharaditas de levadura en polvo

Preparación
Tamizamos la levadura en polvo con la harina. En otra fuente ponemos la mantequilla ablandada (a temperatura ambiente), el azúcar, la ralladura del limón, la sal, los huevos ligeramente batidos y el ron o anís. Después vamos añadiendo la harina poco a poco para evitar que se formen grumos. ¡Amasamos todo con las manos! Es esta forma la que da nombre al bizcocho, ya que "sobamos" la masa hasta obtener la consistencia deseada. Vertimos la crema obtenida en un molde para bizcochos untado con algo de mantequilla e introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 25-30 minutos. Cuando la superficie esté dorada comprobamos con un palillo que el interior esté cocido antes de sacarlo del horno.


El resultado ha sido este bizcocho muy jugoso con el sabor característico del sobao. Como no modifiqué las cantidades, y al hacerlo en un molde más grande, el bizcocho no tiene la textura esponjosa del sobao, aunque sí ha mantenido su textura densa jugosa.

Los sobaos pasiegos son, junto a la quesada, probablemente la receta más conocida del Valle de Pas en Cantabria.

Y para acompañarlo, un chocolate a la taza... ¿Vale esta imagen más que mil palabras?

jueves, 10 de enero de 2008

Fatteh o desayuno con garbanzos

Contribución al HEMC #18
hemc18 - legumbres

El HEMC de este mes dedicado a las legumbres me ha dado la excusa perfecta para realizar este plato con el que, además, inauguro una nueva sección dedicada a la cocina árabe. El Fatteh (o Hummus Fatteh), al estilo sirio, es el plato debutante.


Este plato se encuentra, naturalmente también, en muchos otros países y zonas del levante mediterráneo. En cada cual con su variante y toque especial.

Los fatteh son platos con una base común: pan frito o tostado y, generalmente, yogur, que presentan muchas variedades, con pollo, berenjenas, etc. El Hummus Fatteh, como su nombre indica (hummus = ar. garbanzos), lleva ¡garbanzos!

Este Fatteh se toma tradicionalmente en el desayuno. Como la mayoría de los platos más populares en todas las gastronomías del mundo su origen es humilde, es el desayuno de los campesinos que trabajan todo el día en el campo y que necesitan una primera comida en el día fuerte y, sobre todo, barata. En Siria suele tomarse como desayuno con toda la familia los fines de semana (y viernes, que es parte del fin de semana musulmán). Es también uno de los primeros platos que se toma en las comidas durante el mes de Ramadán.


Ingredientes

400 g de garbanzos cocidos
125 g yogur natural (tipo griego)
3 cucharadas de tahina o salsa de sésamo
zumo de 1 limón
1 diente de ajo
1 pan de pita
piñones o almendras
aceite de oliva o mantequilla
pimentón picante, comino
sal



Elaboración


Los garbanzos cocidos (pueden ser de bote) se calientan en agua con sal y comino. Después se escurren bien, guardando el agua de cocción.
El pan de pita se tuesta en el horno precalentado durante unos minutos hasta que esté duro y crujiente. También puede tostarse en una sartén sin engrasar. En la misma sartén se tuestan las almendras o los piñones frescos hasta que obtengan un color dorado.
La crema de yogur se realiza mezclando éste en un cuenco con la salsa de sésamo o tahina, el ajo macerado, el zumo de un limón y un poco de sal. También pueden añadirse unas cucharadas del agua de cocción de los garbanzos para darle una consistencia más líquida.
Finalmente se colocan en una fuente o bol el pan tostado partido a mano en trozos irregulares y después los garbanzos escurridos. Estas dos primeras capas se humedecen por encima con unas cucharadas del agua de cocción de los garbanzos. Después se cubre todo con la crema de yogur que se decora con las almendras tostadas, o piñones, y, a gusto, con perejil, pimentón picante, etc. Como veis yo he puesto unos pimientos verdes frescos que dan color y frescor al plato.
Y el toque final, que no debe faltar, es el aceite o mantequilla. Yo he puesto aceite de oliva. Se calienta el aceite en una sartén casi hasta que salga humo y con cuidado, ya puede saltar, se vierte sobre la mezcla anterior. ¡El toque acústico del aceite sobre el yogur completa este estupendo desayuno!



Y ¡ya está! Sencilla, sabrosa y económica. Un fuerte desayuno o brunch ideal para el fin de semana. Una forma diferente de comer garbanzos que... ¡SORPRENDE!

Ver Receta para imprimir

domingo, 16 de diciembre de 2007

Trufas de queso y frutos secos

Hace poco descubrí un estupendo blog, Hecho en mi cocina o HEMC, donde cada mes se organiza un "evento culinario" y los blogueros se dedican a cocinar como locos en torno a un tema mensual para enviar después los platos que han creado. ¡Yo también quiero! me dije, así que me puse a ello y aquí va...

...mi primera contribución al HEMC #17

TRUFAS DE QUESO Y FRUTOS SECOS


Trufas de queso y frutos secos

150 g de Gouda curado o similar
150 g picón de Tresviso o queso azul
500 g queso fresco (tipo Philadelphia)
2 cucharadas de aceto balsámico
1 cucharada de un vino dulce
80 g de pistachos pelados
80 g de nueces peladas
80 g de avellanas peladas
otros frutos secos al gusto,
también higos secos, dátiles, pasas, etc.

Para obtener las dos bases principales de queso, por un lado se ralla muy fino el queso Gouda y en otro recipiente se aplasta el queso picón con un tenedor. Después se añade por separado la mitad del queso fresco a cada una de las bases. Si no se encuentra queso Picón de Cantabria se puede utilizar otro tipo de queso azul como Cabrales o Roquefort.

Las mezclas de queso se pueden aliñar a gusto con vinagre de Módena o vino dulce. Mi vino dulce preferido es un Tostadillo de Potes, pero igual que con el queso, si no se encuentra puede utilizarse otro vino del estilo, como un Oporto, ya que es difícil encrontrarlo fuera de la región. Una vez que las bases de queso estén al gusto, se van haciendo con una cucharilla bolas del tamaño de un bombón que se rebozan en los frutos secos previamente molidos y dispuestos en recipientes diferentes. La elaboración de diferentes trufas depende ahora sólo de vuestra imaginación y preferencias. A mí me gusta especialmente combinar la nuez con el queso picón. También se pueden hacer versiones del los Ferrero Rocher rellenando las bolas con una avellana en el centro. A los higos, los dátiles y las pasas se les hace un corte transversal que se rellena con masa de queso al gusto. Como veréis las posibilidades no tienen límite.



Las trufas pueden servirse como aperitivo en grandes bandejas o como tabla de quesos después de las comidas. Para la opción de tabla de quesos he añadido un queso de cabra fresco fuerte con miel caramelizada al ajonjolí cuya receta amplío aquí:

Queso de cabra con miel caramelizada al ajonjolí sobre galleta de nuez

50 g de miel
75 g de azúcar
75 ml de agua
2 cucharilla de semillas de sésamo o ajonjolí
250 g queso fresco de cabra

(Para la galleta)
50 g azúcar glasé
50 g de harina
50 g de mantequilla
50 g de claras
25 g de nuez molida

Para hacer la galleta precalentamos el horno a 200ºC, ablandamos la mantequilla con los dedos y la mezclamos con el azúcar glasé, la harina, las claras (de una en una) y la nuez molida. Ponemos pequeñas galletas sobre una placa con papel antiadherente y las horneamos.

Para hacer el caramelizado se pone a calentar en una cazuela pequeña la miel, el azúcar y el agua. Se calienta a fuego lento durante 15-20 minutos hasta que tome un color suave. Antes de retirar del fuego se añaden las semillas de sésamo que se mezclan bien.
Se retira del fuego y se vierte con cuidado el caramelo sobre un papel antiadherente para horno. Después se coloca otra capa de papel antiadherente sobre el caramelo y se extiende uniformemente con el rodillo de cocina para obtener una capa fina de caramelo que tenemos que dejar enfriar hasta que endurezca.
Cuando el caramelo ha endurecido, montamos el plato colocando la galleta, un trozo de caramelo que hemos roto de forma irregular, encima una porción del queso de cabra y finalmente otro recorte de la miel caramelizada. Como en el plato anterior, aquí cada uno que elija cómo montar el plato. A mí me quedó así:



Este plato es mi primera contribución al evento gastronómico HEMC #17 que este mes tiene como protagonista a los frutos secos.

hemc 17 - frutos secos