Quod si vivere in delectatione est Peccātum gloria est infernum.

El Tacto del Pecado

He aquí el Pecado, enarbolado en el Ser y en el Sentir, encumbrado en su gloria y en ella, sacralizado.


martes, 31 de marzo de 2020

Huelgo...


Me desnudo de primavera para todo tu otoño. 
Marañas salvajes de ramas y viñedos, 
de flores ocres y troncos arremetidos.
Hojarasca sentida y vibrada.

Hiedra mi cuerpo, encaramada a tus muros.
Salvaje.
Obscena.
Trémula... y errante.

Tus manos, tus dedos, tu boca...
Esquejes de helecho húmedo
sobre bosque sombrío, prendido.

Copas de fuego y azufre.
Escaramujos que ondean sobre las espinas,
bajo el muérdago hiriente de rocío.
Mis pechos armados a tu pecho.

Mil hojas desparramadas sobre cada poro de la piel,
perplejas alianzas de tu deseo osado
y de mi olvidada timidez.
Manto que cubre nuestra desnudez.
Arrebolada.
Cerúlea.
Erizada.
Flores malvas.

Granada desgranada y gemida.
ungida con agujas de pino escarchado,
embebida con jugos de frutos silvestres
destilados entre tus labios...
Huelgo de infinito placer.

martes, 24 de marzo de 2020

Sudario...


Me cubre este velo que late a la altura de mis cabillos
henchidos, abiertos al consentimiento de Tu Boca.
Te haces misterio entre los enjambres de mi profunda oscuridad
cuando, al abrigo de mi piel, nacen tibios mis cristales.

Me enderezo en la sombra de un aliento desvirgado.
A la sazón, implorado y consumido.
A las veces, redimido en los bocados de areolas
que rompen Tus Alientos
y se bañan, severos, en los arrebatos de Tus Espumas.

Son mis suspiros, quejidos de placer para la Mano de Mi Señor
que acuna mi boca en el balanceo de Sus Dedos.
Y mi rezo, obsceno y húmedo, 
se vuelve salvaje al trote.

Atributo Divino que se hace cuchillo en mis pliegues
y yo, penitente y postrada a Tus Pies,
rindo pleitesía a los Deseos de Mi Señor.
Me evocas.
Me inspiras.
Me elevas como falsa virgen a los altares de Tu Carne
y me bendices, Mi Señor, con la Esencia que de Ti emana
mientras todos mis Demonios, exorcizados y conjurados, 
hierven desposeídos en la brea nívea que me comulga.

Y es mi mi piel, Mi Señor, 
rubescente y túmida,
sudario de la Tuya.
Y mi boca,
cáliz de Tu Vida.



martes, 17 de marzo de 2020

Subversivos...

Esencia nívea la de tu cuerpo que mana en bravura salpicada mojando mi piel,  inundando los desdenes de mis pliegues.  Y, resbalando entre los sudores del camino que han llevado al éxtasis, la fuerza aplicada, las ganas en embestidas, las palabras que se han acumulado entre tu hambre y mi sed… 
Mi sed de ti, tu hambre de mí… 

Nómadas febriles de la piel desnuda en medio de un oasis deseado e inesperado, exudados de deseos húmedos que hierven desde la profundidad de las entrañas hasta el visceral aliento que cierra un beso embebido.

Y reptando en el vértice de tu corazón, marcando con mis garras de Hembra en excelsa rebeldía al Hombre excitado en el desacato de su fingida Vestal, mientras buscas entre la flexura de mi piel el modo de saciarte, sin ahitar mi libídine, este concuspiscible apetito. Sin contemplaciones ni medidas…, desnudando mi lujuria, mi desenfreno, haciéndome suplicar en cada gemido, en cada alarido que nos ensalza y subleva.

Mi entrega, mi deleite en complacerte en mi propio regocijo… bebiéndonos las mieles de esta pasión, germinando en mí el manantial que te colme en esta catarsis de pieles ebrias, de sentidos asentidos, de alientos subversivos. 

miércoles, 11 de marzo de 2020

Encarnados...


Siguiendo el enigma de las sombras, 
dispuestas a perderse 
en los laberintos del pecado, 
un hálito cubre la desnudez de nuestras almas, 
una pasión que se enerva salvaje sobre ellas 
vistiéndolas de carne y latidos. 
Y nos hacemos vulnerables 
ante la apetencia suplicante 
que exalta la furia de las debilidades, 
cuando, azumbrados de deseo, 
comulgamos en el verbo de sentirnos. 
Somos de piel, de esencias, 
afán y rendición surcando claroscuros,
henchidos en la ventura 
y llevados por el fragor a la consagración. 
Exudados, anegados y redimidos, 
nos alzamos en el postrero suspiro que invoca 
esta sacra ofrenda de placeres clandestinos.




Encontrar un artista de versos con el que comulgar en letras sucede muy pocas veces.  Poder encuadrarlas dentro del misticismo sensual y del erotismo, todavía resulta más complejo.  Por ello no puedo menos que ofrecerle mi gratitud a Mi Estimado Dulce   por la oportunidad brindada a la hora de fusionar  nuestros  particulares  sentire s  y versos en este poema que hemos conjugado a cuatro manos.

Aunque por todos es conocido, no dejo de invitaros a visitarle y disfrutar de  su arte.
""El dulce susurro de las palabras"

martes, 3 de marzo de 2020

En Tu Nombre...


Bebo de Tu Verbo y toco la Gloria. 

En la Yema de Tus Dedos, 
la excelsa llama de Tu calma turbando mis espacios. 
En Tus Ojos, la egregia de Tu amor y la seguridad de Tu Mando. 
En Tu Boca, el agua de aliento en vida que tomo cuando fluyes 
sobre los pliegues de mi cuerpo, 
en las hendiduras de mis valles... 
En las cúspides de mis macizos.

En Tus invites..., mis envites,
mi plegaria.
 Postrera serpiente contorneándose en Tus pasos retrocedidos.
Letras mayúsculas que ahorcan la sed de mi cuerpo por el Tuyo. 
Te endioso en el más grande de mis altares
y Te espirito en el más oscuro y húmedo de mis infiernos.

En Ti siento que SOY
(La) Hembra que enaltece Su Esencia en Tu Nombre.
Y hace de Su Pecado, Bendición.




La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.

La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.
Llegar al final tiene su interés. Puedes sorprenderte con sus pasos.