Ya la conocía. Un viaje a Edimburgo; una mañana en la Galería Nacional; una exposición sobre pintura española. Y la dama estaba allí. Por aquel entonces, agosto de 2009, solo me interesaba su belleza.
El lunes pasado (aniversario del fallecimiento de El Greco), cuando entré en Santa Cruz, Toledo, iba más
segura. Dispuesta a saludarla como se saluda a una vieja amiga. Dispuesta a entenderla
mejor, pero sabiendo que ella estaba allí por error.
Una vez frente a ella no pude evitar una mueca de disgusto. Ese no era su lugar, entre dos caballeros, mejor habrías estado sola en una pared. Y mucho menos tras un cristal que transformaba el lienzo en un cartel.
Luego le dije: "tú fuiste hija de
reyes y mujer de duque, pero sobre todo fuiste mujer hogareña; años tras año preñada. En el día a día,
vestías con corpiño y vasquiña. Con toca de mujer casada cuando bien te deba la
gana; en los días fríos, seguro.
Y eras amiga de tus amigas, como tu entrañable Sofonisba.
Creciste a los ojos de ella. Y ella quiso plasmar tu belleza, tu piel picada
por la viruela, con la belleza que posee toda mujer que sabe amar."
Así que me reafirmé en que ella no pertenecía a El Greco.
Así que decidí hacer esta entrada, pero esta vez destacando la evolución del peinado.
Y mientras, podemos ir fijándonos en los labios:
Así que me reafirmé en que ella no pertenecía a El Greco.
Así que decidí hacer esta entrada, pero esta vez destacando la evolución del peinado.
Y mientras, podemos ir fijándonos en los labios:
El cabello se lleva ensortijado con los dos arcos que convergen en ángulo sobre la frente, de moda en los años 70.
Hacia los años 70. Catalina Micaela, atribuido a Alonso Sánchez Coello, subasta (detalle)
El cabello se lleva ensortijado con los dos arcos menos marcados.
Hacia 1575. Catalina Micaela, Alonso Sánchez Coello, Museo del Prado (detalle)
Hacia 1575. Catalina Micaela, Alonso Sánchez Coello, Museo del Prado (detalle)
Cabello ensortijado, muy voluminoso en los laterales.
H. 1585, Roland de Moys, subasta (detalle)
El cabello está ya completamente ensortijado. Ya no se estilan los dos arcos
H. 1585 Catalina Micaela, Sofonisba Anguissola, Museo
del Prado (detalle)
A mediados de los años 80 el cabello empieza a levantarse para formar los copetes, tanto el de la frente como el copete posterior. Aquí todavía está el cabello ahuecado.
1585. Catalina Micaela, Alonso Sánchez Coello, The Hermitage, San Petersburgo (detalle) (imagen obtenida aquí)
1585. Catalina Micaela, Alonso Sánchez Coello, The Hermitage, San Petersburgo (detalle) (imagen obtenida aquí)
Se eleva el copete desde la frente, esto comienza a inicios de los años 90 y alcanza su máxima altura a principios del siglo XVII; el cabello deja de estar ahuecado a los lados (el rostro quedaba así más estilizado).
H. 1591 Sofonisba Anguissola, Dama con
toca (o ¿Catalina Micaela?), colección particular
Copete de pelo elevado desde la frente.
H. 1590. La dama del armiño, Sofonisba Anguissola, Sir Willian Stirling-Maxell Collection, Glasgow Museum, Escocia (detalle)
Copete muy alto.
H. 1597. Catalina Micaela (detalle)
Enlaces relacionados en este blog:
El Greco y La dama del armiño: cien años de polémica
El peinado en el siglo XVI y XVII